31 agosto 2013

Capitulo 68 Sueños y Fracasos

Chispas de sol se abrían paso en un cielo cargado de nubes grises y tristes. Cada día era necesario abrigarse más y daban ganas de pasarse todo el día en la cama, tomando chocolate caliente. Se acercaban las fechas odiosas del año, Navidad y Año Nuevo, tiempo de instalarme obligatoriamente en Londres para compartir las fiestas con mi familia. Ya sabía que los casi veinte días que pasaría allí serían tiempo muerto donde variedad de de parientes visitarían mi casa y me dirían lo grande que estaba y cuándo presentaría un novio. La ventaja de esos días sería que vería a Abby, ya que ella no regresaría a Liverpool para las fiestas.
Partí junto a un remolino de hojas secas hacia la casa de George. Era martes por la tarde y tocaba clase con él, aunque seguramente ni se acordaría.
Al verme me recibió con su habitual fastidio simulado.
-Me había olvidado que hoy es martes.
-Lo supuse –entré como si fuera mi casa y me instalé en un sillón, con Violeta apoyada en las piernas. Al otro lado de la sala, el mayor de los Harrison leía el diario.
-Hola lindura –dijo mirándome de reojo.
-¡No seas imbécil! ¡Andate!
-Ey George, tu hermano me saludó –lo reprendí -¡Hola!
-¡No le contestes!
El hermano se fue de la sala, muerto de risa, mirándome.
-¿Por qué le contestaste?
-Porque me saludó, y todavía no soy una maleducada como vos.
-No te saludó, te dijo “lindura”.
-Por lo menos sé que un Harrison tiene buen gusto. Vos me decís bestia.
-No lo saludes mas, ni lo mires, ni le hables, ni nada.
-¿Por qué sos así?
-¡Es que se encaprichó con vos!
-¿De verdad? ¿Le gusto a tu hermano? –me eché a reír a la vez que golpeaba el apoyabrazos del sillón -¡Es muy bueno!
-¿Bueno? ¡Estás loca!
-¡Vas a ser mi cuñado! –seguí riendo mientras él cada vez se ponía mas rojo de furia.
-¡Bestia!
-Ay ¿qué? No me digas que no es genial –traté de parar, secándome las lágrimas –Ayy...hacía mucho que no me ría así.
-Te estoy hablando en serio. No sé qué le agarró con vos.
-Y bueno, dejalo. Yo no pienso darle bola.
-¿No?
-No, ni loca termino emparentada con vos. No sabía que tenía tanto levante....
-Sos una tarada. Bueno, mostrame si has practicado.
En ese momento sonó el timbre y George abrió. Apareció Juliet, sonriente con un vestido a cuadros y una gran bufanda roja.
-¡Hola! –saludó antes de plantarle un beso a su novio –Perdón, no sabía que hoy tenías clase...
-Juli no hay problema, además ni siquiera empezamos –dije invitándola a entrar.
De la cocina se apareció la adre de George, con una sonrisa pintada en la cara.
-¡Hola querida! Llegaste justo, hice tus galletitas preferidas.
-¡Si! –George y Juliet gritaron al unísono.
-Ay estos chicos....Parecen dos niñitos....-sonrió la mujer, desapareciendo tras la puerta.
-Ey, no sabía que todo ya era oficial –dije mirándolos sorprendida.
-Es oficial a medias...-respondió Juliet –En mi casa sabrán todo el sábado.
-Sí, el día de la cena....-George se veía nervioso de sólo pensarlo.
-George, no te van a comer.
-Y vos qué sabés bestia, nunca estuviste en una situación así....
-No, pero igual no conozco a nadie cuyos futuros suegros se lo hayan comido.
-Es que mis papás...Uffff son difíciles.
-Miren, si por alguna razón no lo aceptan, ustedes sigan.
-Claro que vamos a seguir juntos –sonrió George, lleno de ilusión.
-Y si se quieren escapar o algo así...-me acerqué mas a ellos, susurrando –Yo les presto dinero.
Juliet abrió grande sus ojos, como si hubiera dicho un disparate.
-Mercy...¿cómo vas a hacer eso? –dijo al fin, tratando de recuperar la compostura.
-Ey Wells, supongo que no hablarás en serio....Además no tenés dinero.
-George, claro que sí.
Me miró pensativo y luego negó lentamente con la cabeza.
-No, el dinero para tu negocio no. Si tenemos que llegar  a ese extremo, no te pienso pedir dinero. Es tuyo, para tu proyecto.
-Sólo te lo ofrezco. Y no te preocupes, si lo necesitás, te lo presto y me lo devolvés cuando puedas.
Ambos sonrieron, y  se miraron de reojo.
-Gracias Mercy. De verdad, gracias por todo –Juliet me tomó de una mano –No sé cómo agradecerte esto.
-Y yo tampoco. Sos una genia Wells, muchas gra....
La madre de George entró con una bandeja cargada de galletas y todos fingimos hablar de cualquier cosa. Le guiñé un ojo a George, que sonrió agradecido.


Claramente, la clase no existió. Sólo comimos y hablamos, a veces de pavadas cuando la madre de George andaba cerca, y a veces de cosas serias cuando se alejaba. Salí de la casa tres horas después, y ya era de noche y hacía mucho frío. Caminaba apurada, pensando en qué me prepararía para cenar.
-¿Wells?
Me giré asustada, mirando a todos lados. Cruzaba la calle desierta una chica que no reconocí hasta que la tuve frente a mí.
-¿Sos Wells? ¿Mercy Wells?
-Sí. Y vos sos...¿Anna?
Sonrió y asintió.
-Hacía mucho tiempo que te estaba buscando.





En vez de volver a casa, terminé en una cafetería, junto a ella. Me había invitado porque tenía algo importante para decirme. Yo estaba sorprendida y algo asustada, pero también llena de curiosidad.
-Verás....-apuró el café que estaba tomando –Necesito hablar con vos. Seguramente sabrás que nunca me llevé bien con Marcia.
-Bueno...eso vi una vez en la universidad pero...
-Es algo de siempre –interrumpió –En realidad con Marcia somos parientas lejanas y ella se destacó toda su vida por lo puta que es. En todo sentido.
Asentí, aún sin entender qué tenía que ver eso conmigo.
-El tema es que siempre me ha tenido miedo, no sé bien porqué. Ahora que vivo en Liverpool por los estudios, mucho más. Mirá Wells, sé que a vos te echaron de la universidad, mejor dicho, que ella te hizo echar.
-Ehh...sí, en realidad, o sea...
-No me expliques, lo sé todo –sonrió –Sé exactamente todo lo que hizo para lograrlo. La escuché hablar por teléfono con una amiga, durante una reunión familiar. Supe todo lo que haría, pero no sabía a quién, y dos días después pasó lo tuyo. Por eso te estaba buscando, porque yo sé que no fue tu culpa. Si yo hablo, vos sos admitida nuevamente.
-Pero...¿se llevarán sólo por lo que vos decís?
-Si la familia de Marcia tiene poder, la mía más.
Abrí la boca, sorprendida. Era lo más parecido a El Padrino que me había pasado en la vida.
Pareció leerme el pensamiento y rió.
-Tranquila, no somos una mafia, pero nuestra palabra tiene peso. Así que mañana mismo contaré todo y entrarás en poco tiempo. Y lo más importante, estarás limpia.
-Pero...yo ya no quiero volver. Lo asumí, y ahora tengo otras cosas en mente.
Se puso seria y se inclinó hacia mí.
-Escuchame una cosa, Wells: a mí no me importa si vos querés volver o no. Lo que me importa es joder a Marcia, hacerla quedar pésimo delante de todos. ¿Vas entendiendo?
Luego de unos segundos donde quedé estupefacta, esbocé una sonrisa: claro que entendía, y es más, la idea me gustaba. Por algo decían que la venganza es un plato que se sirve frío.
-¿En qué querés que te ayude?
Anna dejó escapar una risita, asintiendo y aplaudiendo.
-¡Bien, muy bien! ¡Ésa es la actitud que me gusta! ¡Si ya parecemos gángsteres y todo! Muy bien, lo que haremos es lo siguiente: yo hablaré. Eso alcanzará para que monten un juicio académico o como le llamen. Ahí hablarás vos, y contarás todo lo que te ha hecho Marcia. Quizás dejen todo ahí, pero toda la universidad se enterará y no faltará gente que se apunte para declarar contra ella. Le ha jodido la vida a muchos, lamento decirte que no tenés la exclusividad. Eso hará que el juicio se arme de vuelta, rápidamente termine todo.
-Entonces colaboraré. También me gusta la idea de que me ofrezcan volver y rechazarlo.
-Perfecto. En unos días te estaré llamando –sacó de su bolso un anotador y un bolígrafo y le pasé mi número de teléfono.
-Genial.
-Un placer hacer negocios con usted, señorita Wells. –dijo riendo, luego de saludarme.


Cantaba a voz en cuello las canciones que pasaban en la radio, mientras hacía mi noble tarea de poner sobrecitos de azúcar y servilletas. Eran las tres de la tarde y todo estaba desierto, aunque en poco rato se abarrotaría de gente.
-PORQUÉ NO PUEEEDO ENCONTRAAARRR UN AMOORR COMO TUUU O COMO AQUEEEL SI YO SOOOY IGUAAAAAL
-¡Ay por favor pará un poco! ¡Vas a espantar a la clientela!
-Cris, no hay nadie.
-Pero tanpoco van a entrar si te escuchan gritar así.
-Sos una capitalista que no tiene en cuanta el desarrollo artístico del proletariado, ni el ocio, ni...
-Ya está, cortala.
-¡Ufa! Ah, mirá quién viene.
John entró cantando también y Cris se agarró la cabeza.
-¿Hoy es el día de los cantantes o qué?
-Algo así –respondió John con una sonrisa de oreja a oreja –Oh Cristina, oh hermana, vengo a traerles una gran noticia.
-¿Qué pasó? –pregunté asustada.
-Mercy, es una buena noticia, ¿por qué siempre pensás en desgracias?
-Estoy acostumbrada así.
-Te jodés.
-¡Dale! –dijo Cris, impaciente.
-La noticia es que...¡Vamos a grabar a Decca!
-Naaa....me estás jodiendo.
-Para nada. ¿Y, Cris? ¿Qué me decís?
-Bueno...¡es genial! ¡Al fin lo lograron!
-Ojo, es un audición o algo así....Grabaremos un par de canciones y nos dirán si nos toman o no.
-Pero es seguro que sí, ¿quién va a ser tan pelotudo de no hacerlo?
-¿Cuándo será? –preguntó Cris -¿Puedo ir?
-¿Vos? –John comenzó a reír -¿Por qué?
-No sé, me da curiosidad....
-Eso es porque vos sos nuestra fan número uno, aunque no lo quieras reconocer.
-Falta para eso...
Los miré, molesta. Se tiraban miradas cargadas de...algo indescifrable, que tampoco tenía ganas de descifrar para no encontrarme con cosas desagradables. No veía la hora de que se juntaran de una vez a resolver la tensión que tenían, así se dejaban de joder.
-¿Al final cuándo será? –pregunté.
-¿Eh?
-John, estás embobado –suspiré.
-Ah perdón, no te había escuchado –recuperó la compostura y se aclaró la garganta –Será el 1º de enero.
-¿Qué?
-Sí, ya sé, re choto....pero bueno, tampoco nos vamos a poner exquisitos con las fechas. Al fin tenemos una oportunidad que nos consiguió Einstein.
-Epstein.
-Bueno, ése. Es un raro, quiere que cambiemos nuestra forma de vestir y no sé qué más.
-John, para esa fecha no estaré en Liverpool, pero llamam...¡Pará! Van a Londres, ¿no?
-Si...¡Ay vos vas a estar allá!
-¡Si! ¡Entonces iré directamente a verlos!



Todo el centro de la ciudad estaba luminado con lucecitas de colores y arbolitos de navidad, que miraba con indiferencia mientras hacía las compras de último momento.
-¿Para qué vas a llevar arroz? –preguntó Cris, mirando una bolsa que llevaba en la mano. La había invitado para que me acompañara a comprar.
-Me gusta el arroz de Liverpool.
-Si serás tonta, el arroz es igual en todo el país. ¿Estás segura que querés ir a Londres? ¿No te querés quedar acá?
-No estoy segura y sí quiero quedarme, pero ya sabés, en estas fechas la familia manda.
Se encogió de hombros y me siguió hasta mi casa. Una vez que entró, se puso a investigar todo.
-Me pongo contenta, hay gente mas desordenada que yo. ¿Te ayudo?
-Sí, voy a necesitar ayuda para armar la maleta. Más que nada para cerrarla.
Juntas fuimos doblando y guardando la ropa, y poniendo con cuidado los regalos que había comprado para mi madre y Harry. Mientras, miraba el teléfono: no había tenido noticias de Anna en esos días, y si llamaba en los siguientes no me encontraría.
-Cris, el otro día me pasó algo raro. Digamos que me ofrecieron vengarme de Marcia.
-No, otra vez con esa idiota no. Ya te pasaron demasiadas cosas por su culpa.
-Si colaboro podré entrar otra vez a la universidad.
-Y vos....¿querés eso?
-No sé...Ahora estoy dudando. Una chica quiere que la ayude para que se descubra lo que me hizo Marcia, a mí y a otra gente. Y después de eso, podré volver a estudiar.
-Por mí, hacé lo quieras. Pero no te vuelvas a meter en problemas porque ahí sí me vas a conocer. Me entendiste bien, ¿no?
-A la perfección.



A la mañana siguiente, Mimi me acompañó hasta la estación y allí me entregó un regalo que le mandaba a mi madre y muchos saludos. Subí al tren y enseguida tuve que resignarme a viajar en un compartimiento junto a un hombre mayor y a una chica apenas unos años mas grande que yo, pero ya con un niñito bastante molesto. Por suerte, la criatura se durmió a mitad del viaje, y yo también. Desperté sobresaltada: ya no había nadie, habíamos llegado y el tren estaba desierto.
Bajé precipitadamente al andén, mi maleta salió rodando y cayó al piso, así que comencé una larga maldición, o putada, porque temía que se hubiera roto algo de todo que llevaba allí. Harry interrumpió mi enojo con su gran sonrisa.
-Esta vez no tendrás que caminar. Vine a buscarte en mi auto nuevo.
-¿Tenés auto nuevo? –pregunté abriendo grande los ojos.
-Así es, vení.
Lo seguí esquivando gente hasta que llagamos a la calle. Allí Harry señaló un Chevrolet verde, que brillaba pese a la ausencia de sol.
-Wow....esto sí que es lindo –dije acercándome -¡Qué llantas! ¡Qué tapizado! ¡Qué radio!
Harry comenzó a reírse a carcajadas al verme observando todo y haciendo exclamaciones ante cada cosa que tenía el auto. Yo seguía ajena a sus risas.
-¡Hasta el escape es lindo!
Guardó mi maleta en el baúl y me abrió la perta.
-¡Tiene olor a nuevito!
Subió él también y lo puso en marcha.
-Ahora te falta conducirlo.
-Ah no, eso sí que no. Me gustan los autos pero para verlos, conducirlos me da pánico. Jamás aprenderé.
-Eso porque no habrás tenido buenos maestros.
-Buenos o malos, yo no aprenderé nunca, el problema soy yo. Harry, te felicito, este auto está genial.
-Gracias Mercy, a tu madre también le gustó mucho. Bueno, lo eligió ella, así que...
-Mamá tiene buen gusto. Ah, pero tu auto tiene un defecto: es Chevrolet. Son duros y por lo tanto, saltarines. Los Ford son mas suaves.
-¿Y vos cómo sabés eso?
-Lo he escuchado y lo he comprobado.
Siguió riendo mientras conducía y yo le investigaba hasta el último rincón, hasta que llegamos a casa. Allí nos esperaba mi madre, con comida como para un ejército completo.


-Mamá, me voy –dije terminando el tercer plato.
-¿Qué? ¿Adónde?
-A ver a Abby.
-¡Pero si recién llegaste!
-Justamente por eso, porque recién llegué, quiero verla.


Abby vivía a cinco cuadras de la casa de mi madre. Era un edificio antiguo, que por fuera parecía poco mantenido pero por dentro estaba bien, salvo alguna que otra pared descascarada. Su departamento estaba en el tercer piso, el último.
Cuando abrió la puerta, no podía creer que era yo quien estaba allí.
-¡Entrá! ¡Entrá! –gritaba entusiasmada –Pero...¿qué hacés acá?
-Bueno, mi madre vive en ésta ciudad y estamos en fiestas....como que es obvio porqué ando por acá.
Se rió y me hizo sentar ante una pequeña mesa de madera, llena de papeles y rollos de fotos. Su departamento era chiquito, pero acogedor y cálido.
-¿Qué tal te está tratando Londres?
-Uff...Qué ciudad difícil. Pero igual me encanta. En el periódico me va muy bien, son buenos compañeros, y me ayudan mucho.
-Qué suerte. ¿Extrañás?
-Sí, cómo no hacerlo....-bajó la mirada, pensativa. -¿Querés té?
-Dale.
Preparó el té con rapidez, mientras yo rondaba por su departamento, mirando todo con curiosidad.
-Aquí está –dejó las tazas sobre la mesita y sacó todo el papelerío.
-Está bueno el departamento, me gusta.
-Es chico, pero cómodo. ¿Empezaste con tu negocio?
-Todavía no, aún no conseguí el lugar. De lo que he visto, nada me convenció.
-Es que es difícil encontrar. ¿Sabés cómo se llamará?
-Sí, pero no te voy a decir –sonreí, traviesa –Lo que sí te voy a decir es una noticia: el 1º de enero, los chicos vienen a Londres.
Me miró seria y luego miró su taza.
-Mercy, vos siempre hablando tan directa.
-Bueno, ¿para qué dar vueltas? Vienen a grabar a Decca, van a ver si los toman.
-Qué bueno.
-Tu entusiasmo me sobrepasa y me vuela la peluca. Ponete alegre por el resto aunque sea.
-Sí, lo hago. Se lo merecen.
Suspiré y negué con la cabeza, exasperada.
-¿No volviste a hablar con Paul? ¿No sabés nada de él?
-No, nada. Y tampoco me cuentes.
-Pero ahora tenés la oportunidad de verlo.
-Mercy, no voy a ir.
-Pero...
-Pero nada, no insistas. Estoy bien así, vos lo ves: vivo bien, trabajo bien....Paul quedó en Liverpool, y por mas que venga a Londres, eso no cambia nada. Decile que lo felicito.



Como suponía, las fiestas llegaron llenas de parientes pesados que invadían la casa a todas horas y preguntaban cuándo me recibiría. Elegantemente les explicaba que eso no sucedería nunca porque “había dejado” la carrera  y ahora tenía otros proyectos. No decía cuáles, pero ellos seguramente pensaban que sería casarme y llenarme de hijos.
El 1º de enero prácticamente huí de mi casa. Ya no aguantaba más, y dando pocas explicaciones salí a la calle preguntándole a todo el que se me cruzara dónde quedaban los estudios de la Decca.
Nadie supo decirme, así que tomé un taxi, que luego de cobrarme bastante caro, me dejó en la puerta del edificio. Miré mi reloj, eran mas de las cuatro de la tarde y no se veía a absolutamente nadie por allí. Me apoyé en la pared, a fumar y esperar, no me iría tan rápido habiendo pagado caro el viaje.
Llevaba casi veinte minutos así cuando vi que se acercaba alguien conocido. Era imposible confundir la figura robusta de Mal Evans, un amigo “grande” de los chicos. Si él estaba allí, los chicos también.
-Hola –saludó dudando –Vos sos Mercy, ¿no?
-Sí –asentí sonriendo.
-¿Qué estás haciendo acá?
-Vine a Londres por las fiestas. Y estoy esperando a los chicos.
-Aún no han salido, llevan horas metidos ahí dentro. ¿Me convidás un cigarrillo? Los míos me los fumé todos.
-Claro –saqué mi atado de un bolsillo y él tomó uno –Está haciendo mucho frío.
-Si...No sabés lo que fue el viaje, de locos. Tus amigos se congelaron.
Continuamos hablando, él contándome lo que había ocurrido y yo casi indignándome. A la vez miraba a todos lados: tenía la esperanza de que Abby llegara.
Al fin se abrió la puerta y apareció Epstein, seguido de los chicos. Mal y yo los miramos expectantes. Epstein iba dando explicaciones que no alcancé a entender.
-Hola bestia –dijo George con desgano.
-¿Qué pasó? –pregunté alterada.
-¿Qué pasó? Nada pasó. –John parecía furioso.
-Pero, ¿có...?
-No nos tomaron Wells –dijo Paul, con un tono que dictaminaba silencio absoluto sobre el tema.
Obedecí, quedándome callada.
-¿Quieren venir a casa? –me animé a decir.
-No, nos volvemos a Liverpool, de donde nunca tendríamos que haber salido.
-Pero John...
-Que no, no me jodas.
-Aunque sea vayamos a tomar algo.
Puso los ojos en blanco y golpeó un pie contra el suelo.
-Ay está bien, si tanto insistís.
-Chicos, tengo contactos que les darán otra oportunidad.
-Si Brian, otros contactos que nos dirán que no.
-John no seas así –lo miré severa –A todos los grandes les han dicho que no alguna vez.
-Linda manera de consolarme y linda manera de empezar este año....Puta madre que lo parió.
-No te desanimes, ya verás que en la próxima les va bien.
-¿Y si nos va mal?
-La tercera es la vencida.
-¿Y si...?
-Cortala con el pesimismo. Si te va mal por siempre, ¿dejarías la música?
-No, ni loco.
-Ahí tenés el premio.
Sonrió muy a su costa, y después me despeinó con la mano.
-Qué petisa tan loca sos, ni sabés lo que decís.
Le sonreí y me encogí de hombros, tenía razón.
-¿Vamos a comer? –dijo George –Mi estómago se está comiendo a sí mismo.
Asentimos y salimos caminando hacia la esquina, donde había una cafetería.
-Gracias hermana fea –John me pasó su brazo por mi hombro.

-De nada hermano feo.


*************
Después de un tiempo, reaparecí! Como siempre, sepan disculpar los retrasos y atrasos (sí, tengo un atraso. Meeentiraaaaa)  Lamento que, para mi regreso, les haya dejado un capitulo medio bobo, pero si ponía todo lo que tenía anotado que debía pasar, se iba a hacer muy largo, así que lo corté. El resto será para el próximo capitulo. 
Ah, otra cosa, se dieron cuenta que le cambié el look al blog, no? El otro me aburrió, y este tampoco me convence, así que dudo que sea definitivo. La piba de la portada no es Mercy ni por asomo, a ella cada un@ se la imagina como quiere. La puse porque no sé, esa foto me gusta mucho, tiene su algo de tristeza  y nostalgia y a la vez no. O por lo menos eso me parece a mí.
Bueno, me dejo de charlar y agradezco a quienes leen esto.
Un saludo y nos leemos pronto! 

5 comentarios:

  1. Me encantó el capítulo, tanto que estoy que me duermo y aún así lo leí completito. No sé si será el argentino o qué, pero la forma en que pones los diálogos me vuelve loca, me fascina!
    Y bien, QUE SE VENGUE DE MARCIA! Ah.
    Y los chicos :3 Ya vendrá la oportunidad, y ya vendrá Richieeeee :D Lo sé, lo sé ^^ El karma de Mercy ha llegado.

    Bien, espero el siguiente pronto.
    Bye ;)

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  2. Wow, Wow, Wow.
    No salgo de mi asombro de como esribís, me encanta que se me pegue tu argentino bien hablado.
    Venganza, dulce venganza. Ay Marcia, no sabes lo que te espera.QUE LA ECHEN! Si fue ella la que trajo esos implementos a la Universidad, la sanción será para ella. Anna me cae tan bien.
    De acuerdo Mary, Ritchie vendrá a ser el abogado de Marcia.

    Sube Pronto :3
    Besos w.w

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  3. Ay si, yo te iba a decir que quedó lindo que blogg con su cambio de look! Al principio yo pensé que la chica era Mercy pero no la puedo asmilar porque yo ya me la imagino de una forma pero a la vez no. Osea,si me preguntás no me puedo imaginar bien la cara. Bueno, al capítulo jaja Estuvo re lindo! Anna es re mafiosa jajaja yo creo que si quiere ir a la universidad de verdad, lo tiene que hacer, pero si no está convencida que se quede así como está, bien. Ay pobres los chicos que no los eligieron, igual esto es así hay que bancarse mil veces que te digan que no, cuando hacés lo que te gusta. Bueno queridaa, muy lindo el capítulo, que te vaya bien!

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  4. Tatatatachán!!!! Señoras y señores, niños y niñas, cabras y patos... Aquí llegué yo para comentar este ilustre capítulo y más cosas, si se me permite (y si no me permite, como que me da igual porque lo voy a decir igual... Defendamos la libertad de expresiónnnn! :P ).
    Y qué es eso que te quiero comentar aparte del capi? Pues... el diseñoooo! A mí me gusta, ya te lo dije en su momento aunque tú, cabezota (aunque te quiera pese a eso con locura, jajaja), no me creías. Está bonito y lo que sobre todo me gusta es la imagen de la cabecera. A mí también me evoca muchas... cosas, no sé. Pero tranquila, que yo a Mercy no me la imagino así, yo a Mercy la tengo muy bien visualizada (pero muchooooooo) y por más que me digas no vas a cambiar tu imagen (quería decir "la imagen") de mi mente, jajajajaja. :P
    Dicho esto, pues me voy a lo que en realidad vine... al CAPIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!! Jejeje. Me ha encantado en todos los sentidos y por mí, como si lo hubieras querido alargar veinte páginas más, porque no me hubiera importado, de verdad, de hecho, me hubiera encantado.
    Me mató de risa la nueva faceta de levantapasiones de Mercy Wells. Anda que enamorando al hermano del Georgie!!! XDDD Seguro que el pobre George está acojonado por miedo a que ella, aparte de su alumna a regañadientes, pase a ser también su cuñada... Pobrecito mío! XDDDD Por cierto, que Juliet y George son lo más redulce que hay en el mundo mundial y Mercy, también. Nena, eso de ofrecerles el dinero que tiene para su negocio por si tienen que montárselas solos sin la familia no lo hace cualquiera, así que ya sólo por ofrecerse ya le pueden estar agradecidos. Pero bueno, no creo yo con el amor que es George que a sangre llegue al río, aunque... a saber :/ Nunca se sabe y más si los padres son "difíciles"...
    Siguiente, Anna, Anna, Anna... A mí este personaje me chirría, y mucho. No creo que de repente se presente como buena samaritana para ayudar a Mercy así como así, aunque tenga todo su rollo de que quiere que todo el mundo sepa cómo es el ente ese de cuyo nombre no quiero acordarme. A mí, lo siento mucho, no me cuela todo esto y creo que esa "ayuda" que le da a Mercy no va a ser gratuita. Como dicen en mi pueblo, "quien regalaba ya se ha muerto", así que... A saber después qué puñetas quiere la Anna esta por esa "ayuda" a la hora de vengarse de la cosa aquella. Además, el hecho de que las dos sean familia, me chirría mucho: a ver, comparten ADN y a lo mejor la maldad se contagia por ahí, no? Jajajaja. Bueno, pese a todo, me mola lo de la venganza de "eso", aunque, si te soy sincera, si yo fuera Mercy no dejaría que en esa venganza intervinieran "personajes oscuros" de dudosa procedencia y fines semiocultos, que a ver si va a ser peor el remedio que la enfermedad. Vale, lo sé, he de dejar de leer ya novelas de misterio, que me afectan mucho. XD

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  5. Y... oh, María!!! Te dije que te iba a asesinar por esto y lo mantengo, oh, oh. Jajaja. Sé que disfrutas muchos con esos "oh" y tal, pero aún así no te librarás de mi cólera, jajaja. Dejando de lado los ohs y demás, ainsh! ese trozo me ha generado una mezcla extraña entre babas y ganas de asesinar, y no por el Oh, XD. En serio, es real esto que te cuento. No sé explicarlo con palabras, pero bueno, yo ya me entiendo, XD. Esas miradas y esas cosas... jum! A saber... Yo por si acaso ya nada bueno me temo, jajaja. Naaaaa, dejando de lado las tonterías mías, que qué genial lo de la audición, la verdad... Aunque al final... La cosa fue un chasco. Me puse tristona aunque ya sabía de antemano (dime adivina si quieres) que eso no iba a llegar a ningún sitio más que a pasarse una nochevieja congelados y sin fiesta de año nuevo, jajaja. Pero bueno, al menos Mercy se fue allí a prestar apoyo emocional y, aunque el bala de John estuviera con una "interpretachión simpre negatifaaa! Nunca Positifaaaa!" (es un chiste que no entenderás si no te presento a Louis Van Gaal, exentrenador de mi querido Barça, holandés y con muy mal genio, en esta rueda de prensa... -vete al 0:32 directamente si no quieres tragarte lo de antes-: http://www.youtube.com/watch?v=VhERJW3ftkw ) XDD Pues pese a que John estuviera como dice este buen hombre, y los demás también, para qué decir, al menos Mercy se los ha convencido para ir a tomar algo y los ha animado un poco. Ya se sabe que las penas con pan son menos penas, no? jejejeje. Naaa, ese trozo final, sobre todo las dos últimas frases, me hicieron arrancar una inmensa sonrisa, de verdad :)
    Y bueno, sobre Abby... Me alegra que las cosas por Londres le vayan bien, pero... Está terca con el tema de Paul, eh? No se quiere saber nada! Fíjate que yo hasta el último instante pensé que aparecería, pero... En fin, la chica, que está cabezota y que... ya veremos cómo acaba esto de Paul y ella... :/
    Y bueno, love, como siempre GENIAL capi y que sigas pronto o me desespero y me entran ganas de llorar y... Ah! retrágica y exagerada ella! Jajaja. Sigue cuando puedas siempre y cuando nos des estos capis tan buenos.
    Saludos, oh, María!
    Firmado: Oh, Cristina. XDDDDD

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