26 febrero 2012

Capitulo 25 El gran baile

-¡En cuanto lo agarre lo mato! –Paul entró a la cafetería hecho una furia, seguido de una compungida Majo

-Pero solo me invitó a salir, ¡no sé porque tanto escándalo! ¡Pareces un viejo!

-¿Ey, que pasa? –pregunté

-Paul está enojado porque Ivan me invitó a salir

-¡Mi amigo! ¿A vos te parece que mi amigo salga con mi hermana? ¡Cuanto tiempo hará que la miraba y yo ni cuenta me daba!

-¡Majo, que bueno!

-¿Vos estás del lado de ella?

-Claro que si, no pienso estar del lado de un guardabosques como vos

-¡Pero es mi amigo!

-¿Y qué tiene que ver? Majo ya es bastante grandecita como para que estés cuidandola asi. Aparte mejor que sea tu amigo y no un tipo que no conozcas

Paul se quedó pensando, mientras dibujaba distraídamente algo con su dedo sobre la barra

-En eso tenés razón –dijo al fin

-¿Entonces puedo...?

-No Majo

-Ufa! Es solo salir, ¿por qué sos asi? ¡Yo te ayudé con Abby!

-Ay, está bien! ¡Hacé lo que quieras!

Majo dio un salto y se fue corriendo muy feliz. Paul se quedó ahi, y miré a Paloma. Era inútil que le pidiera una opinión o que le hablara. Estaba demasiado entretenida con Jack.

Paul seguía refunfuñando, hablando solo como un viejo cascarrabias.

-¿Vas a estas acá todo el día rezongando?

-Si. ¿Algún problema?

-Tenés que consumir algo

-No tengo plata

-Entonces, prontito por la puerta

-¡Mercy Wells! ¿Por qué siempre me maltratás? –como ya estaba enojado, esto lo dijo furioso, y yo me maté de risa

-Paul, sólo te estoy jodiendo, no lo hago de verdad

-¿Y por qué siempre me jodés?

-No sé, sos muy.....jodible jaja

-¡Esto es injusto! –John entró, también enojado, pero como siempre, por la puerta de la cocina

-¿Y a vos que te pasa?

-Como Mimi ya sabe de mi suspensión, y de que aún me queda una semana, se aprovecha de mi ¡Me hace limpiar todo! ¡Parezco un amo de casa!

-Oh, que denigrante –rió Paul

-Callate McCartney, decís eso porque sos todo señorito educado

-Por eso digo que es jodible

-Si, Mercy me molesta

-Ey, ojo arbusto! A mi amigo no lo molestés!

-Me voy a seguir trabajando, ustedes son dos amargos –me metí dentro de la cocina

-Si, si, andá a trabajar mientras yo me como estas galletitas que hay por ac...-por algo se habia quedado callado, me dio curiosidad y me asomé

-Hola John!

-Ho...hola Isabella....

John parecía que se habia quedado duro y no era para menos. Isabella estaba increíblemente hermosa, y hasta Paul parecía atontado.

-McCartney, tenés novia –dije

-Si, si, ya lo sé –dijo recomponiéndose

-Isa estás muy hermosa –John seguía medio estúpido e Isabella se dio cuenta y al parecer lo disfrutaba

-Gracias John, es que ahora voy a un cumpleaños, pero antes pasé a devolverle un libro a Mercy

-¿Te sirvió?

-Si, claro Mercy, muchas gracias. Me voy, chau chicos –Isa se fue caminando lentamente y cuando cerró la puerta John reaccionó

-Quien iba a decir que esta chiquita fuera tan linda....

El lunes siguiente, John volvió al colegio mas loco que nunca, estaba recargado. A mi se me hacia insoportable, pero creo que era porque tenía un dolor de ovarios que me mataba y este chico lo único que hacía era molestarme. Al entrar luego de un recreo, mi cara cambió: Richard y Marcia peleaban, y mucho. Se me dibujó una sonrisa maligna, y a John también cuando los vio.

-Wells, Wells, Wells! ¿Ya los viste?

-Si, si pero ¿por qué pelean?

-Por el baile

-¿Que baile?

-Ya sabes....el baile. Me imagino que vendrás conmigo.

¿De que me perdí? No entiendo de que baile me ha....aahh, ya sé...debe ser de esos bailes aburridos que hacen los colegios. Cuando estaba en Londres solo fui a uno y fue patético, porque como era colegio “de señoritas” eran todas mujeres y lo único que hacian era criticarse los vestidos.

-No pienso venir –dije

-¿QUE? ¡Socia es nuestra oportunidad! ¿Sabés por qué pelean? Porque Richard le dijo que iba a ir con ella y se arrepintió y eso es romper el código.

-¿Que código?

-Un código, no te importa. Va a tener que ir igual, pero como están peleados ni se van a hablar y ahi está mi oportunidad y la tuya también.

-Baahh John, no quiero, es aburrido, aparte no me dejarán porque hace poco pasó lo de mi abuela.

-Seguro que te dejan venir para que te distraigas un poco. Yo dije que vas a ir y punto.

-No me mandonees

-No te mandoneo, hacelo por mi.

-Ni loca hago algo para que estés con esa zorra rubia

-No la llames asi. Dale, ¡haceme el aguante!

-¿Van a estar las chicas?

-¿Que chicas?

-Isabella, Ursula...

-Ehhh...ah, si, si, seguro que si.

-Bueno, entonces está bien, si están ellas no me aburriré

En el recreo busqué a las chicas, emocionada.

-¡Chicas! ¡Diganme que vendrán al baile!

-¿Eh? ¿Que baile? –preguntó Isa

-¡El baile! ¿Vienen?

-Mercy, el baile solo es para los de 3º. Nosotras somos de 1º....-explicó Ursula

-¿QUE? ¡Mierda! ¡John me engañó!

-¿No sabías eso? ¡Siempre el baile es para los de 3º de todas las escuelas! Y este año organiza Quarry Bank. Es tradición en Liverpool...

-¡Y yo que sabía! Tengo que asesinar lenta y dolorosamente a Lennon. Aunque...si es para todos los 3º de todas las escuelas....quizás esté Paloma.

Pero no. Ese mismo día le pregunté y me dijo que no iría porque no tenia pareja. Le pregunté si no podía ir con Jack y me dijo que no porque él no va a la escuela porque es un teddy boy. Lindo novio se consiguió.

Al día siguiente intenté convencer a John de que no era conveniente ir porque: yo no tenía ganas, no tenía ropa, el no sabía bailar, habría gente desconocida, no sabría comportarse, quizás no nos dieran comida, podrían tirar una bomba nuclear y demás cosas que se me ocurrieron, pero todo fue inútil. Estaba empecinado en que debíamos ir porque era “nuestra” oportunidad. Entonces se me ocurrió decirle a mi madre que ese baile era una porquería así no me dejaba ir. Se lo diría ni bien llegara a casa, pero grande fue mi sorpresa cuando encontré a Mimi charlando alegremente con mi madre.

-Mercy! –me llamó-Te agradezco mucho que hayas aceptado ir con mi sobrino al baile del colegio

-¿Eh?

-Me dijo que aceptaste, y para mí es un alivio, porque así sé que no hará desastres, vos sos una nena responsable y lo cuidarás.

-Mimi –dijo mi madre- para mí también es una tranquilidad que mi hija vaya con John, es el único compañero varón de ella que conozco. Y me parece muy bueno que vaya, asi se distrae un poco.

Genial. Ahora tengo que ir si o si porque es motivo de alegría para mucha gente.

Como ese baile no me interesaba, y al parecer, a mi madre si, dejé que ella me hiciera de todo: revolver entre mi ropa, hacerme probar vestidos, practicar peinados nuevos, maquillarme de mil maneras distintas, ponerme aros y pulseras, hasta que me mandó a comprarme zapatos, ya que no tenía “nada como la gente”. Compré unos blancos con una flor arriba, eran lindos y cómodos, ni idea si estaba de moda o no, la verdad que la moda no es lo mío.

-Hola! –alguien al salir de la zapatería me saludó. Era Eleanor.

-Hola, como estás?

-Bien, haciendo compras, ¿vos?

-Zapatos.

-Ay ¿puedo verlos?

-Claro –Eleanor sacó los zapatos de la bolsa y comenzó a preguntarme para qué los quería y todas esas cosas que chusmeamos las mujeres.

-Dejen de mirar zapatos en el medio de la calle –nos dimos vuelta y vimos al pequeño George

-Ah, Harrison –dijo Eleanor poco motivada

-¿Como estás Jorgito? –reí

-Bien, aunque podría estar mejor si Eleanor me hablara

-Yo te hablo Harrison

-Pero estás enojada

-¡Es que hace una semana que soy tu compañera de colegio y ya te copiás de mi en las pruebas!

-Lo sabía, George ya te está exprimiendo

-Es que no estudié y vos tenés cara de inteligente y supuse que habias estudiado y entonces me copié. No te preocupes, se volverá a repetir jaja

-Seguro, ya me di cuenta de como sos

-Chicos, los dejo que sigan peleando tranquilos, yo debo irme.

Llegó el viernes, el día del apestoso baile. Todos estaban emocionados, menos yo. Dejé que mi madre me pusiera un vestido azul que siempre me habia parecido horrible, parecía un marinero desertor, dejé que me peinara y me maquillara de un modo que hacía que me viera 20 años mas vieja, y dejé que me diera un sinnúmero de recomendaciones. Me senté en la escalera, mientras miraba mis zapatos, quizás lo único de todo el atuendo que me gustaba. Ya eran las 8, pero sabía que con John, lo mejor era esperar hasta las 9, ya que era muy impuntual. Pero para mi sorpresa, a las 8 y 2 minutos, el timbre sonó. Abrí la puerta y......me petrifiqué. John-se-veía-incre-íble-mente-hermoso.

-Veo que te impresionaste con mi belleza

-J...John...estás...espectacular!

-Ya lo sé. Peno no me pidas de ser mi novia porque tengo la agenda completa.

Pero yo no exageraba. Bien vestido y peinado, de traje y corbata, perfumado, sin lentes, sonriendo encantadoramente y con ¿una rosa en la mano? Bueno, el tema es que parecía salido de una película. Me sentí mal, yo no me había preocupado por mi aspecto, sabia que me veía mal, y el, tan lindo...le arruinaba la elegancia.

-¿Que te pasa?

-Es que...yo estoy horrible

-¡No seas tonta! Aparte ¡vos creés que los hombres sabemos de moda? No, lo que nos importa es mirarles el culo.

-¡JOHN!

-Y vos le ganás a muchas, de cara no sé como sos, pero de atrás.....

-¡JOHN!

Se rió a carcajada suelta, mientras yo intentaba golpearlo.

-Pará loquita! ¡Solo dije la verdad! –seguió riéndose

-Te odio ¡estuviste mirandome! ¡Sos un asco!

-Bueno, bueno, tomá esta rosa

-No me convencés con esto

-Es que tenés que llevar una si o si. Y ésta te la manda mi mamá, es de su jardín

-Awww que dulce, decile que muchas gracias. Lástima que tenga un hijo que es un cerdo.

Salimos caminando, yo seguía preocupada por mi aspecto, pero volvió a decirme lo que él consideraba palabras tranquilizadoras, pero que a mi me parecían una guasada, ya que insistía en eso de que “los hombres miran el culo”. Aparte de eso, me contó algo que me sorprendió:

-Hoy tomé una audición –dijo con aires de superioridad

-¿Vos? ¿Tomando una audición?

-Si, así como me ves. Y arriba de un bondi. Tenemos nuevo guitarrista, se llama George.

-Ahh si, Harrison.

-¿C..como sabés?

-Lo conozco

-¡Vos hace dos días que llegaste a este pueblo y ya te conocés a todos!

Llegamos a la puerta del colegio, todo estaba decorado con globos, y allí estaba Shotton y otros vagos mas, incluído Stu. No iban al baile porque ninguna chica se animaba a salir con ellos, solamente habian ido hasta allí a molestar a los que sí iban.

-Jajajajajajajaaj Lennon, mirate, parecés un oficinista! –rió Pete

-Ayy no, Mercy me dijo que me veo bien

-No, te ves demasiado correctito jaja –agregó Stu

-Che, no lo jodan, para mí está bien.

-No, la única que está bien acá sos vos –dijo Stu

-Gracias, pero no te creo jaja. Me veo horrible.

-No digo lo mismo –sonrió.

Comenzaron a charlar de sus cosas, hasta que John se decidió a entrar.

-Uyy comida!! –John se abalanzó sobre una bandeja llena de sandwiches de miga, y yo me lanzé hacia el jugo de naranja.

Estábamos muy entretenidos comiendo y haciendo bobadas, y también riéndonos de la ropa y la cara de los profesores, cuando todos comenzaron aplaudir: Marcia entraba con un fastuoso vestido verde loro, que hacía que se viera desde 2 kilómetros de distancia, con un peinado que la hacía parecer un faisán, y lo que era peor....con Richard del brazo. Comenzó a sonar música y John me arrastró a la pista, de nada sirvió decirle que él no sabia bailar, quería hacerse ver. Y eso hizo, payaseaba, saltaba, hacía morisquetas. Yo me prendí a hacer lo mismo, porque era muy divertido. Ambos vimos que Marcia charlaba con un montón de gente e ignoraba completamente ¡al bombón que tenía del brazo! Porque si John se veía lindo, Richard simplemente era una obra de arte. Me tenía embobada.

-Será que te nota nena, ay, ay, ay, ay, ayyy* -canturreó John

-Basta John

Marcia soltó a Richard, dejándolo ahí, solito, y se puso a charlar con sus amigas.

-¡Socia es el momento de actuar! –me dijo John- Voy por Marcia, vos andá por el petiso.

Me dejó plantada en el medio de la pista y se metió en medio de la conversación de Marcia. Richard me miró, me hize la boluda y me fui hasta la mesa con comida, ya que acababan de poner una inmensa fuente de papas fritas, mi grasosa y salada debilidad. Comenzé a atacar a las papas, olvidándome del mundo.

-Mercy ¿cómo estás?

Ohh...mi felicidad era completa. Tenía una fuente de papas fritas y a Richard al lado mío ¿que mas puedo pedir?

-Hola Richard, ya me ves, haciéndole la guerra a las papitas

-Seamos aliados –rió y comenzó a meter mano en la fuente.

No nos decíamos nada, solo comíamos, y yo puedo ser muy señorita, pero cuando como vuelvo a los 2 años de edad, o sea, soy un desastre, para mas datos, cuando como papas fritas me chupo los dedos.

-¿Vamos a bailar?

¡Por las aceitunas verdes! ¿Me está invitando a bailar? Sii!!!

-Bueno, pero....necesito una servilleta, tengo las manos sucias.

Sacó su pañuelo y me lo dió.

-No, te lo voy a ensuciar

-No importa, mi mamá lo lava jaja

Me limpié y ya que estaba, me limpié la boca y se lo manché con rouge jejeje. Pero me hize la que lamentaba habérselo ensuciado.

Comenzamos a bailar, ambos lo hacíamos bien, la verdad que el muchacho bailaba muuuy bien. Justo pusieron “El rock de la cárcel” y no pudimos reprimir un gritito de alegría. Ahora si, me tocaba demostrar que de algo me habian servido las horas pasadas bailando frente al espejo. Bailamos y creo que los dos nos olvidamos de donde estabamos, sólo escuchábamos la música, hasta olvidé que estaba bailando con el, que tanto me gustaba, en ese momento ambos estábamos metidos en el papel de Elvis. No sé cuanto tiempo fue, para mi mucho, pero fue mágico. Caímos en lo que estábamos haciendo cuando notamos que todos se habian parado y nos miraban. El sólo me sonrió y me dio a entender que siguiéramos. Si, fuimos reyes de la pista por 3 minutos y encima nos aplaudieron. Después, todos se pusieron a bailar el siguiente tema. Nosotros también seguimos, pero no parábamos de reírnos, creo que de la vergüenza. Pero, y acá viene mi odio a los DJ’s, pusieron un tema lento. Si me iba, quedaría re mal, pero si lo bailaba con él, me moriría. Estaba por decirle que me iba al baño cuando me tomó de la mano y me acercó a él. Ya está, me muero bien muerta. Podía sentir su perfume, riquísimo. Vi a John, que bailaba con Marcia y me guiñaba un ojo. Todo estaba saliendo como él lo había planeado, pero me llené de bronca cuando vi que la besaba. Maldito Lennon, ya se está besando con esa puta. Los odio a los dos juntos. Richard empezó a reírse y yo también, creo que de acordarnos de nuestra “coreografía”. La música terminó y Richard y yo nos dirigimos a la mesa a tomar algo. El miró todos lados, tomó la fuente de las papitas, una botella de Coca Cola y me agarró de la mano. WTF?

Me dijo que lo siguiera y fuimos hasta una de las escaleras que subían al primer piso, lejos de los profesores, y ahí nos sentamos, a devorar a nuestro antojo a las papas, mientras nos reíamos como dos bobos, sin decir nada, porque estabamos demasiado ocupados comiendo.

-No pensaba que harías algo así –le dije entre risas

-Todo sea por comer, esto es un manjar. Si nos quedábamos allá, los profes terminaría corriendonos de la mesa

Seguimos comiendo, hasta que no quedó nada.

-No!! Mirá la hora que es! –dijo de repente

-¿Qué pasa?

-Hace 15 minutos que tendría que estar con los chicos de la banda. Hoy actuamos! –se puso de pie rápidamente y dejó la fuente en el piso- Perdoname Mercy, pero tengo que irme, sino me matan

-Andá tranquilo, no hay problema.

-¿No querés venir conmigo?

AAAHHH!!!! Me está invitando!!! Pero...no puedo, grrr...

-No me dejan –dije bien molesta- aparte tengo que volver con John.

-Ok, cuando te dejen, decime –sonrió, tan, taaaannn, tan no sé.

-Ok jaja

-Bueno, chau, espero volver a bailar con vos, estuvo genial. Nos vemos el lunes.

Se fue, mientras yo repetía el “Espero volver a bailar con vos”.

-Mercy, al fin te encuentro, me voy –John me miraba raro, no entendía que le pasaba

-¿Qué? Tenemos que volver juntos....

-¡Se me dió, socia! Me voy con Marcia –puso una cara de perversión que me dio ganas de sacársela de un cachetazo.

-No podés, aún no es la hora de finalización, y menos te van a dejar salir con una chica

-¿Para que existe la puerta trasera?

-¿Te vas a escapar? No podés hacerme esto ¿ahora con quién me vuelvo a mi casa? Me da miedo...

-Decile a Richard

-Se fue recién

-Bueno, arreglate como puedas.

-Te odio John, te lo digo en serio. No podés irte con esa puta de mierda

-Ese era el plan Mercy, si a vos te salió mal, lo lamento. Nos vemos mañana –se fue corriendo, cruzando el patio, allí se encontró con Marcia y desaparecieron.

Me senté en el piso, hasta que llegó la hora de finalización y me fui sola, en medio de la noche, a mi casa.

* Es una canción de Los Tipitos, se llama Se te Nota, busquenla porque está re buena

**************************

Jelou!! jaja como están? Me imagino que bien! Algo tenía que decirles pero no me acuerdo qué jaja ya estoy hecha una vieja desmemoriada.

Mi idea era subir ayer, pero no pude (justo llegó gente a mi casa, y empiezan a preguntar que hago, que no hago, qué escribo y todas esas cosas que pregunta la gente) asi que no pude terminar de tipear el capitulo y por lo tanto hacer mi regalito de cumple a George, mi segundo beatle preferido, mi amante jajajaja.

mucho mas de lo que todos dicen no puedo decir, sólo que, personalmente, su voz, esté cantando o hablando me transmite una paz inmensa, y que espero que haya festejado su cumple con John, haciendo bardo en el cielo al grito de "Rockaaaannnrrrolll!!!" jajajajajaajaja

Díganme si no está asfhgflfldhgfljgñzdlffnjfhdfkf XD XD XD


13 febrero 2012

Capitulo 24 De amores y Despedidas II

Moría de nervios. Cris y Paloma me habian dejado a cargo del negocio, salieron a comprar unas cosas. Pero yo no sé NADA. Nada de nada. Por suerte aún no hay nadie y espero que no venga gente hasta que ellas vuelvan. Pero no. Veo que alguien entra. Me pongo mal hasta que, para mi alivio, veo que es el pequeño Harrison. “Pequeño”. Si supiera que lo lamo asi me mataría.

-¿Mi hermana?

-No está

-¡Genial!

-Momento Harrison junior. Que tu hermana no esté no significa que podrás devorarte todo el negocio.

-Sos mala Mercy....¡ah! ¿Como está Prudence? Hace mucho que no la veo...

Sabía que esto pasaría. Tendría que decirle. Lo miré seria, y el también. Nos miramos seriamente, aunque en eso, el pequeño Harrison me ganaba.

-Creo que no la vas a ver mas. Se fue a Londres, para siempre, creo....

Sólo bajó la cabeza y no dijo absolutamente nada. Me dio pena el chiquitín, así que resolví alegrarlo.

-Tomá, comé una medialuna

Parece que olvidó su pena, ya que en un santiamén se lastró (lastrar=comer como loco XD) la medialuna y se preparó para seguir con tres mas que dejé a su alcance.

-¿Sabes qué? –dijo con la boca llena- Paul me quiere presentar a tu amigo John

-¿Para?

-No sé, para estar en su banda, supongo. Aunque no me va a querer, soy muy chico...

-Mirá, con John nunca se sabe –levanté la vista y me petrifiqué. Richard estaba entrando.

-¡Hola Mercy! –dijo con una sonrisa DEMASIADO encantadora

-¡Ho...hola! –Mercy reaccioná! Reaccioná!- Que raro vos por acá....-no se me ocurrió otra cosa para decirle

-Es que esto buscando a John, necesito preguntarle algo, y como no está llendo a la escuela, pensé que podría andar por acá...

-Ehh...no, no vino todavía, pero seguro que ya se va a aparecer. Si querés quedate a esperarlo -¡que se quede! ¡que se quede!

-No, no, voy despues a la casa –grrr....quedate mierda!

-Ah, bueno...

-Nos vemos mañana, chau! –se fue sonriendo, así, como galán de cine y saludando. Ahh....que chico....

-¿Quién es? –preguntó George intentando sacarme de mi nube de colores

-El amor de mi vida....-¿QUÉ? ¿QUÉ DIJE?

-¿El qué? ¿Ese te gusta? –comenzó a reírse a carcajadas y yo no sabia donde meterme. Me había hundido yo misma y no habría nadie en el mundo que me sacara a flote. Para colmo, justo llegaron Cris y Paloma

-Ey cuanta risa por acá –dijo Cris

-Es que vino un chico....-empezó a contar George

-HARRISON! –grité

-Que no sé quién es...

-HARRISON!

-Y habló con Mercy y cuando se fue le pregunté quien era...

-HARRISON!

-Y dijo: “El amor d emi vida” JAJAJAJAJA

-TE ODIO ENANO MALDITO!

Todos empezaron a reírse de mi y de mi “sorprendente” declaración. Listo, ya está, la vergüenza me durará toda la vida

-¿Y quién es? –preguntó Paloma

-Nadie, no es nadie.

-Vamos, vamos. Sos mi empleada y quiero saberlo.

-¡Cris! ¡Eso es abuso!

-No me importa. Vamos, contá.

-Es un compañero de colegio, nada mas.

-¿JOHN? –preguntaron las dos

¡Sabía que algo pasaba entre ese insoportable y vos! –dijo Cris

-Noooo nada que ver! John es mi amigo, no lo toco ni con un palo

Para mi salvación, entró gente y todas nos pusimos a trabajar y al parecer, olvidaron el tema.

Era sábado por la mañana. Tenía ganas irrefrenables de hacer música. Pero con el piano no podía, tocaba muy fuerte y mi abuela dormía. Necesitaba otra cosa. Entonces se me prendió la lamparita: una guitarra. No tenía, pero conocía a alguien que si y tenía que prestármela si o si, porque yo tenía información sobre él que podía usar en su contra (feel like a mafiosa). Mi madre justo me dijo que fuera a hacer unos mandados, asi que salí y me encontré con mi “víctima” fumando en la puerta de su casa.

-Necesito pedirte algo y no me digas que no porque sino hablo

-Llegas tarde con tu extorsión, socia. –se lo veía muy serio, no hablaba en broma

-¿Pasó algo?

-Pasó que arruiné todo. Mimi se enteró que estoy suspendido y que mamá me cubrió. Ahora están adentro, peleando. Soy un maldito desastre –arrojó la colilla del cigarrillo con bronca

-John...no es tu culpa...

-No me vengas con eso Wells, porque no es verdad, soy un desastre y punto. ¿Qué querías?

-Si me prestabas tu guitarra, pero no, no te preocupes.

-¿Vas a tocar?

-Si. Bueno...no sé nada, tenía ganas. Mejor te dejo tranquilo.

Me fui caminando a hacer las compras, pensando en John y su buen lío. Escuché que alguien me llamaba y vi a Majo, en bicicleta, junto con una chica desconocida.

-¡¡¡Mercy!!!

-¡Majito, tanto tiempo! ¿Como andás?

-¡Bien! Te presento a Eleanor, mi nueva vecina

-Hola Eleanor

-Hola...Mercy ¿no?

-Si, Mercy, a tus órdenes.

Majo me explicó que habian salido en bici para que Eleanor conociera la ciudad. La chica me contó que era de Manchester y que vivía con sus tíos y una prima y que hacía pocos días que se habian mudado. Parecía callada, pero en cuanto empezó a hablar me pareció muy graciosa.

Vi que se acercaba el pequeño Harrison también en bici. Me hizo señas de que no dijera nada y con una inmensa cara de travieso, chocó por atrás a Majo y Eleanor, haciendo que casi se cayeran.

-¿Qué hacés estúpido? –Eleanor se veía enojada y George no sabía donde meterse

-¡Perdón! ¡Perdón! Vi a Majo y pensé que vos eras otra chica, Abby, y quise hacerles una bromita.

-Eleanor –dijo Majo- lamento decirte que este chico tonto será tu compañero de escuela. Te presento a George Harrison.

-Hola Eleanor, ¿me perdonás? –George puso su mejor sonrisa

-Está bien –respondió poco convencida

Todos, incluído George, me siguieron a comprar las cosas y después decidí ir con ellos hasta la casa de Majo. En la casa de al lado, una chica estaba parada en la puerta.

-¡Ella es mi prima! –señaló Eleanor- ¡Candy, vení!

La chica se acercó corriendo con una gran sonrisa.

-Ya conocés a Majo, ¿no?

-Si, si

-Bueno, ellos son sus amigos

Nos presentamos y Majo nos invitó a que entráramos a su casa, y así lo hicimos, como un malón de indios.

-Ay no! ¿Por qué vienen a molestar? –Paul, muy sentado en el sofá con su guitarra, se veía molesto- ¡Estoy haciendo una canción para Abby y me desconcentran!

-Perdón señor enamorado –rió George

-Mas respeto con tus mayores McCartney –le dije seria

-Puff si, me mata tu mayoría de edad

-Pero soy mayor, aunque no te guste

-No me amenazes Mercy, no imites a tu amigo Lennon

-No lo imito, así soy yo

-Eso no te lo cree nadie

-Uy ya dejen de mirarse asi, ¡parece que se van a batir a duelo! –rió Majo

-No va a faltar oportunidad PEQUEÑO McCartney

-Te odio....-dijo canturreando

-Vamos a mi habitación chicas –invitó Majo- dije CHICAS –miró a George, que parecía que quería colarse.

Entramos a la habitación, y ahi estuvimos charlando y chusmeándole todas las cosas a Majo, que estaba muy feliz de que su hermano al fin estuviera de novio con Abby. Eleanor y Candy nos contaron sobre su vida y que estaban muy emocionadas por la nueva ciudad y ansiosas por la nueva escuela.

Y aquí viene la parte fea. Lunes a la mañana. Eso ya es feo, siempre. Lunes a la mañana y en el cementerio, eso es peor. Se preguntarán ¿qué hace esta loca en el cementerio? La respuesta es simple: falleció mi abuela. Dejó de sufrir y de ser experimento de los médicos. Lo que me das mas pena es que, aparte de sufrir, extrañó muchisimo su casa. Ella estaba bien, pero de repente enfermó, estuvo en el hospital y de ahí, a Liverpool. Jamás volvió a su casa, con sus cosas. Eso debe ser terrible, que tengas que dejar tu mundo para no volver nunca mas.

Mi casa se llenó de parientes, yo trataba de ser solícita con ellos, aunque tenía ganas de mandarlos a la mierda. Claro que eso cambió cuando vi a Richard.

-Mercy, lo siento mucho –me abrazó y me sentí extrañamente bien. Pero, pensar en algo con el en esos momentos me parecía una canallada, así que me separé.

-Gracias por venir –dije sonriendole

En ese momento aparecieron las chicas, incluida Cris y también Pete, Ivan, Paul, y George. Nos quedamos afuera, charlando, hasta que la gente comenzó a irse y llegó la noche. Mi madre se fue a dormir y mi padre siguió atendiendo a algunos parientes pesados que aún no se iban. Salí a la calle, a hacer lo que me gustaba: sentarme en el cordón de la vereda y cagarme de frío. La puerta de la casa de enfrente se abrió y distinguí la figura de quien se me hacía perfectamente conocido y a quien no habia visto en todo el día. Se sentó a mi lado, sin decir ni una palabra. No hacia falta que dijera nada, y además sabía porque no lo habia visto ni en el cementerio ni en mi casa: yo era igual, esas cosas no me gustaban y sabía que en esos momentos, uno es una cara mas, o un estorbo para quien sufre una pérdida. Nos quedamos así, por largo rato, sin casi movernos. Comenzé a pensar que con John tenía algo mas: no sólo era mi vecino, mi socio, mi amigo. Era otra cosa ¡Pero no me malinterpreten! ¡No es nada de lo que están pensando! Lo sentía como EL amigo, mi mejor amigo. Y mientras pensaba eso, él, de la nada, me abrazó.

-Te quiero mucho arbusto feo.

Que John dijera eso significaba que para él, yo también era algo mas que una vecina loca. Porque sabía que era fácil para él decir palabras feas o hirientes, pero algo como “Te quiero mucho”, le costaba decirlo.

Escuché que se abría la puerta de mi casa y me separé, si mi padre nos veia abrazados, se me armaría una buena.

-Mercy ¿estás bien? –mi padre se acercó a nosotros

-Si papi

-¿Y vos John?

-Bien señor Rudolph

-Voy a dormir, vos Mercy andá pronto. Hasta mañana chicos.

Ni bien vio que mi padre se alejaba, John sacó un atado de cigarrillos.

-Tomá

-No quiero, ya te dije quichicientas veces que no fumo

-Pero probá, mirá que estoy ofreciendo uno, y yo trato de no desperdiciarlos.

Lo prendió y me lo dio. Me lo puse en la boca, aspiré, tosí, intenté de vuelta. Mientras, en mi mente se dibujaban mis pobrecitos pulmones retorciéndose y también imaginaba un angelito que me decía “¡No, no lo hagas!” y un diablito con cara de John que me decía “¡Si, si, hacelo!”. Como soy débil frente a las tentaciones, a la media hora estaba convertida en fumadora profesional.

John, satisfecho por su acción, me prestó su guitarra, aunque no tenía ganas de andar hacicendo música por ahí.

-Tengo un amigo para presentarte –dijo de repente- a lo mejor te da mas bola que Richard

-Dejame de joder...

-Se llama Stuart. O Stu, como quieras. Te va a gustar, es una tormenta de facha (segumos con el curso de argentino. Facha=guapo, bien parecido, lindo. Por lo tanto una tormenta de facha es que se recontra pasa de lindo)

-No me importa.

-Pero Richard si te importa

-Bueno, si.

-¿Pero qué te pasa con él?

-No sé....bueno, si. ¡Estoy enamorada como una estúpida! –lo dije con tal desesperación, que él se asustó

-Che no es para tanto

-Para mi si. Me odio.

-No seas dramática, ¿para qué somos socios? Ya vas a ver que gracias a nuestra sociedad a ese petiso le pasás el plumero.

-Cambiando de tema. ¿Que paso con Mimi y tu mamá?

-Ufff.....se dijeron y me dijeron de todo. Nunca se llevaron bien, y yo la terminé cagando. Se pelearon tanto, tanto, que terminaron reconciliadas. Ahora por lo menos parecen hermanas, no enemigas.

-Eso es genial

-Se....que vida de mierda.

Pasó una semana. Una semana rara, en la que no fui a la escuela y me la pasé encerrada tocando la guitarra. Cuando consideré que ya no tenía tantas ganas de tocar, fui a devolverla. Grande fue mi sorpresa cuando vi que junto a John habia un chico, muy, pero MUY lindo.

-Hola arbusto despeinado

-John, no empieces....

-Bueno ¿preferís que te diga enano de jardín?

El chico lindo se rió, y yo, muy a mi pasar, también.

-Tomá tu guitarra, ya la usé, gracias.

-Pobrecita, le hacen lo mismo que ami, me usan y me dejan, pero ni gracias me dicen.

El chico otra vez rió.

-Bueno, te presento a Stuart –me miró y me guiñó un ojo- Stu, este pequeño cosito es Mercy. Ahora si, abrazanse, besense, ponganse de novios dejenme de joder.

-¿Como estás Mercy? –Stu no hizo ni el mínimo caso a la estupidez que John decía

-Bien Stuart

-Él ya “casi” está en mi banda. Pero no quiere.

-Aprovechá, yo quiero entrar ahí y este machista no me deja.

-¡Si no sabés hacer nada!

-¿Ah no? –saqué la guitarra del estuche y me la colgué. Estaba dispuesta a darle una lección.

-¿Qué vas a tocar? ¿El Feliz Cumpleaños?

No dije palabra y me limité a tocar “Johny B. Goode” con toda la rapidez de la que mis dedos eran capaces.

-¡Mierda! ¡John, mirá como toca! –Stu parecía alucinado

-No esta mal, no está mal. Mentira...¡pendeja tocás demasiado bien!

-¿Y? ¿estoy en la banda?

-No.

************************************

Que capitulo mas deprimido. Aunque no está tan deprimido como yo. Les cuento que hoy tenía examen y no me presenté. Pero le dije a mi madre que si lo hice y que me fue bien. Lo hice porque ella esperaba que diera bien ese examen y yo no fui porque no estudié lo suficiente y para sacarme otra nota mala, prefiro un ausente. Me siento un gusano. Creo que estoy pasando por una de mis peores crisis, yo no era asi antes, de tener bajones de ánimo, pero ultimamente estoy mal, no es solo por la uni, es por muchas cosas mas,y creo que voy a necesitar ayuda, pero no me ainimo a pedirla, porque siempre pienso que yo puedo sola, pero ya me di cuenta que no. Bueno, mejor no las aburro mas con mi vida, ustedes no tienen la culpa, al contrario, ustedes siempre me alegran, a las que conozco, me alegran cuando chateamos, y a las que no, con sus comentarios, con sus fics. Gracias por todo.

Y ahora, para salir del Modo Depresión, les dejo mi foto preferida de The Beatles, por sobre todas las fotos que he visto, AMO esta foto:

(torrrmenta de facha! XD)