30 enero 2012

Capitulo 23 De amores y Despedidas

Otro día aburrido de escuela. No me sentía muy bien, había viajado hasta allí en bondi y me habia encontrado con Abby. Al parecer, el traidor Paul ahora estaba con otra, o algo así. No me importa, la había hecho llorar y eso era motivo suficiente para que lo despreciara.

Los hombres son todos iguales.

-Ey, cosa fea te estoy hablando!

-No te escuché, John. Y mas cosa fea sos vos.

-El viejo dijo que tenemos que ir al laboratorio, vamos.

El viejo no era otro que el profesor de química, y era feo tener que ir al laboratorio cuando uno no entiende nada y lo que es peor, no le interesa entender. La parte buena de esto era que, seguramente, alguien haría algún chiste con el esqueleto humano que se encontraba allí. Y así fue.

-¡Lennon y Shotton!

Todos miramos hacia el lugar adonde gritaba el viejo, y efectivamente, Lennon y Shotton estaban ocupandose de disfrazar al esqueleto: ya tenía puesta una de sus corbatas, un blazer, un cigarrillo entre los dientes y Pete estaba a punto de ponerle el sombrero del profesor. El viejo los mandó a hacer los “experimentos”.

-¿Qué mierda hay que hacer? –me preguntó John

-No sé, si no entiendo nada

-Bueno, cualquier cosa, la culpa es tuya –sacó una hoja de carpeta y se puso a dibujar. Al rato circulaba por el laboratorio una perfecta caricatura del profesor abrazado a la vieja de literatura, ya que habia rumores de que eran amantes. Todos estabamos ahogando risitas hasta que el viejo le sacó la hoja a Jasmine y la miró.

-¿QUÉ ES ESTO? ¡LENNON!

-¿Cómo sabe que soy yo? –preguntó desafiante

-Tiene tu firma

-¡Que boludo sos! –le dije

-¡A DIRECCIÓN!

John salió rumbo a la dirección, seguido por el viejo. No volvió, solo vino el preceptor a juntar sus cosas y no dio explicaciones.


Salí del colegio junto con Isabella y Prudence, que se veía un tanto extraña. Charlamos un poco y ellas se fueron a hacer tareas a la biblioteca. Me quedé sola esperando el bondi. Sentí que alguien me agarraba y me tapaba la boca. ¿¿¿Qué carajo está pasando???

-Shh...soy John

-¡Casi me matás! –grité cuando me soltó- ¿Cómo me vas a hacer eso?

-Je, sabía que ibas a reaccionar así. Tengo que pedirte un super favor.

-Por lo que me hiciste, ahora no te hago ningún favor.

-Por favor....-puso una carita de víctima que solía hacer y a la cual no podía resistirme, aunque no sabía porqué.

-Te aprovechas porque no puedo resistirme a esa carucha

-Eso es porque soy sexy jaja. Bueno, te digo cuál es el favor: me suspendieron.

-Nooo!

-Si. Lo que voy a hacer y en lo que me tenés que ayudar es en esto: yo voy a hacer que sigo viniendo a la escuela, porque si Mimi se entera me mata. Pero en realidad voy a la casa de mi mamá, ella ya sabe todo. Vos simulá que sigo viniendo, cualquier cosa que Mimi te pregunte decile que vengo todos los dias, es mas, que llego temprano también decile.

-Ok, no te preocupes

-Gracias arbustín, sabia que podía contar con vos.

Se fue caminando rápidamente y otra vez volví a quedar sola.

-Hola Mercy....

No. ¿Richard? ¿Acá? Que raro...

-Hola ¿cómo estás?

-Bien ¿te curaste de tu caída?

-Ah si, si. Decile a tu mamá que muchas gracias.

-Ok, le digo. ¿Sabes algo? No te tenía así....

-¿Eh? ¿Así, cómo?

-Rebelde. Lo que hiciste el otro día, tu pelea, el frasco que le tiraste a Gabriel...-rió, seguramente de recordar a Gabriel pintado de verde.

-Jaja, igual no pienses que soy así. Fueron locuras de un día.

-¿Si?

-Lo hice siguiendo “consejos”. Todo para conquistar a un tipo que jamás me dará bola –tomá, te lo dije.

-¿Y el tipo que querés conquistar es asi?

-Supuestamente si. Y supuestamente tengo que ser como él.

-Que tarado

Me reí. ¡Si supiera que se estaba insultando él mismo!

-No hay que hacerse igual al otro, hay que ser uno mismo.

Aaahhhh buenoooo, ahora damos consejos sentimentales también. Paren: ¿Me está diciendo cómo tengo que conquistarlo? No, no puede ser, tengo que dejar de alucinar.

Hablamos de boludeces varias, por ejemplo, de que lo suspendieron a John o la obra de teatro hasta que llegó el bondi, pero nos tocaron asientos separados.


Cuando llegué a mi casa, mi madre cocinaba con mala cara. Me dijo que la abuela había empeorado. El doctor quería internarla, pero ella no quería. Y tenía razón ¿para qué someterla a un montón de cosas, causandole mas sufrimiento? ¿Acaso hacerla vivir casi a la fuerza garantizaba una mejor calidad de vida? No, a la vista estaba que no. Yo para vivir dos días mas y sufriendo, prefiero morirme ahora mismo.


Salí apurada rumbo a la cafetería, cuando vi a alguien parado en la vereda. Mas concretamente, a una chica. Me acerqué y vi que era Prudence.

-Pru ¿qué andás haciendo acá?

-Mercy....tengo que decirte algo –no se la veía muy bien

-¿Qu...que pasó?

-Mañana me voy de Liverpool

-¿QUÉ?

-Trasladan a mi padre a Londres. Te lo iba a decir antes pero...no pude. Hace mas o menos una semana que lo sé. Vine a despedirme.

Me quedé sin habla, sentía que me habian dado un golpazo en el pecho.

-Las chicas saben –continuó- bueno, todas no, Isabella y Ursula.

-¿Y George?

Me miró con cara de “¿Qué tiene que ver George?” pero le respondí con cara de “La respuesta es obvia”.

-No sabe. Decile vos. No me animo.

-Pero...¿me vas a mandar alguna carta, me vas a llamar?

-Si, creo que si....Bueno, eso es todo. Adiós.

Dio media vuelta, dejándome simplemente parada allí. Y yo, como una tonta, no reaccioné, ni siquiera para darle un abrazo. Era obvio que algo mas le pasaba, de que en algo la habia ofendido, aunque no sabía el porqué, sino, no era tan fría. Era simple, habia perdido una amiga, seguramente por culpa de lo egoísta que era yo, porque así me sentía, y así creía muchas veces que hacia sentirle a las personas que me rodeaban.



La cafetería estaba llena de gente, y entre ella, Abby, que llegaba con mala cara.

-¿Cómo estás? –le pregunté.

-Bien...pero Paul ni me habla. Me siento tan mal por haberlo ignorado siempre. Lo peor es que ahora ni amigos somos.

-Ya se le va a pasar. Ya sabe que vos sentís algo por él, cuando deje de estar ofendido, volverá.

-Si...que se yo...¿te ayudo en algo?

-¡Abby! –Paloma se asomó a la cocina, parecía emocionada- ¡Paul! ¡Pregunta por vos!

Se le iluminaron los ojos

-Mercy ¿qué hago?

-¡¡¡Andá!!!

Salió y vio a Paul, apoyado en la barra.

-Hola Paul

-Hola Abby ¿estás ocupada?

-No, no.

-Quisiera hablar con vos. ¿Venís?

-Si, vamos.

Ambos salieron caminando lentamente hacia la calle.



Ultimo ensayo para la perra obra. Y como todo último ensayo, es con ropa. En mi caso con mi disfraz de árbol. Por suerte John seguía suspendido, lo que hacía que nadie me gritara “arbusto”. NOS gritaran. Porque, parado al lado mío, estaba Richard, con el mismo disfraz.

-Esto es ridículo –dijo

-Je, no me di cuenta!

-Si necesitaban árboles ¿por qué no pusieron figuras de cartón? ¿Por qué gente? ¿Por qué nosotros?

-La respuesta es fácil: están locos.

Sólo negó con la cabeza, en un claro gesto de fastidio. Comenzé a mirarlo detenidamente, pero tratando de que no se diera cuenta. Mi objetivo no era ver lo lindo que era, eso ya lo sabía, lo que quería ver era si miraba a Marcia. Marcia ¡oh, Marcia! Había ido hasta a la peluquería a hacerse su peinado de Julieta, una modista le habia hecho su vestido, se limó hasta las uñas de las patas, perdón, de los pies, y llevaba joyas de su abuela. Todo eso para una truchísima obra,. Demasiado realismo cuando los árboles son gente vestida con papel crepé. Si, nuestros “trajes” eran de papel, lo que hacía que mas incómodos estuvieramos, tratando de que no se rompieran. Lo mejor de todo esto era que, pese al exhibicionismo lujoso de Marcia, Richard no la miraba. Mejor dicho, nadie la miraba, todos estaban ocupados riéndose de Gabriel y su ridiculísimo traje de Romeo, que era peor que el de los arbustos, digo, árboles.

El fucking ensayo terminó, la obra se presentaría al día siguiente, a la noche y concurrirían los padres, por suerte los míos no iban a poder ir, porque estaban ocupados con la abuela.

Tenía que reconocer algo: extrañaba (y mucho) a Lennon. No tenía nadie que me tirara del pelo, me llamara con apodos horrendos, se copiara de mí, me rayara la cara, me robara hojas, se comiera mi comida ni que me volcara los frascos de pintura. Si, aunque no quieran creerlo, extrañaba eso.


A la tarde, mientras laburaba (laburar=trabajar) tranquilamente, siento que algo me apunta a la espalda.

-AAAAAHHH! –largué las tazas que tenía en las manos y cayeron haciendose pedazos

-Uy, creo que hice lío

-¡Mierda John Winston! ¡Te voy a matar! ¡Mirá lo que me hiciste hacer!

-Era una broma....

-Esto no es una broma –le dije mientras empuñaba un cuchillo

-Esperá loquita, no me hagas nada, seré tu esclavo, pero no me hagas nada

-¡Hiciste que rompiera las tazas! ¡Cris me va a hechar por tu culpa!

-Ooohhhh Cris...¿dónde está esa belleza?

-¿Qué te pasa a vos conmigo? –Cris lo miraba, apoyada en el marco de la puerta. Bajó la vista y vio mi desastre- Veo que se rompió algo...

-Cris, por favor, perd...

-¡Fue sin querer! –se adelantó John

-¡John, no me interrumpas! Cris, te decía que me perdonaras, yo....

-¡La culpa es mía!

-¡John! ¡Callate!

-Ya entendí, ya entendí. Es obvio que éste tuvo algo que ver –miró a John- No pasa nada, sólo son tres tazas, limpiá y listo. Y vos....-volvió a mirarlo, pero mas amenazante- ayudala a juntar todo.

John resopló y se agachó junto a mi a juntar lo que habia quedado de las pobres tazas.

-¡MERCY! –Paloma dio un grito que casi hace que tire todo a la mierda otra vez. Salí asustada al local cuando vi lo que vi: Abby y Paul. Tomados de la mano. Sonriendo.

-¿Per....dón? ¿Qué es esto? –pregunté casi riéndome. Estaba estupidizada viéndolos así.

-Bueno...-comenzó a decir Abby- hablamos y....bueno.....

-¡Somos novios! –completó Paul

Como si fuera una madre, o una gallina orgullosa de sus pulluelos, me acerqué y los abrazé. No sé, me sacaron el instinto maternal afuera, se veían muy tiernos así y sobre todo FELICES.

-¡Ay no Macca! –Lennon tuvo que salir arruinando todo- ¡justo ahora que entrás en la banda te ponés de novio!

-¿Y eso que tiene que ver estúpido? –le dije

-Que ahora se va a distraer...las mujeres distraen

-Claro, porque vos no te distraés con chicas, no –rió Paul- vemos, no seas aguafiestas

-No, no lo soy. ¡VAMOS A FESTEJAR CARAJO!!! –gritó como para que lo escuchara todo el barrio, mientras abrazaba a Paloma, que luchaba por zafarse

-¡Soltame tonto!

-Perdón, es que el amor me pone así

No podía dejar de mirar a la nueva (mejor dicho, la única) parejita, que estaban abrazados y cada tanto se daban besos medio robados. Al fin se entendieron estos dos.



Al día siguiente, a la noche, los profesores corrían de aquí para allá. Detrás del telón, terminabamos de vestirnos y se escuchaba el murmullo de la gente que esperaba a ver la obra. Yo ayudaba a algunas chicas a vestirse y veía que Richard ayudaba con la utilería. Cuando terminamos, faltábamos nosotros ponernos nuestros “trajes”.

-¿Podrías ayudarme? –me moría de vergüenza, pero necesitaba ayuda, el disfraz se había enganchado en la colita del pelo

-Claro –sentía sus manos que desatascaban cuidadosamente el papel y terminaban de acomodarme el traje. Simplemente creía que me iba a desmayar (que pelotuda soy)

Nos pegaron un grito y corrimos a acomodarnos. Dos minutos después, se levantaba el telón. Todo iba perfecto, aunque parecían nerviosos. La tonta Marcia, en una de sus apariciones, comenzó a hablar pero.....se olvidó la letra. Su cara de desesperación se hizo patente. Yo, que de tanto hacer árbol ya me había aprendido el guión de todos, dudé: ¿Le soplaba o no la letra? Me compadecí y dije suavemente, pero lo suficientemente alto como para que ella me escuchara, la frase que seguía. Marcia pareció recordar y continuó hablando como si nada hubiera pasado. Todo terminó bien, aplaudieron mucho y corrí a sacarme la cosa esa de encima.

-Sos muy buena –me dijo Richard mientras lo ayudaba a sacarse el disfraz

-¿Por? –pregunté bastante extrañada

-Porque le dijiste la letra a Marcia, sino, hubiera sido un papelón.

No respondí. Mejor dicho, no sabía qué responder. Marcia pasó a mi lado con sus amiguetas, me miró y siguió su camino.

-Si ¡por suerte recordé todo! Era tanto lo que tenía que decir....eso pasa por tener un papel tan importante! –alcanzé a escuchar. No esperaba que me lo agradeciera, ni mucho menos. Esperar eso de Marcia era como esperar que Ray Charles se apareciera en mi vereda cantando “Hit the Road”.

-¡Rich! ¿Dónde estás? –escuché una voz extraña y la vez conocida. Miré bien y vi a la mamá de Richard.

-Estuviste hermoso hijito

-Mamá, sólo hice de árbol, casi que ni se me ve la cara –dijo avergonzado

-Bueno, ahora vamonos

-Me iba a ir con los chicos de la banda....

-¿Eh? No, no, tenemos que dormir temprano ¿no recordás que mañana viajamos a Blackpool?

-Uhh cierto, tenemos que visitar a tu prima enferma, no me acordaba.

-¿Esa nena no es Mercy? –reí al escuchar el “nena”

-Ah, si. ¡Mercy, vení!

Me acerqué un poco tímida

-¿Cómo estás querida? ¿Te curaste?

-Si señora, todo gracias a usted –respondí sonriendo

-Jaja, que nena tan linda, no es nada querida ¿Ya te vas?

-Si, ya es tarde.

-¿Tus padres?

-No vinieron, están cuidando a mi abuela, que está enferma

-¿Y te vas a ir sola?

-Si...

-No, es peligroso, nosotros te acompañamos

Asi fue que salimos del colegio caminando, había aceptado el ofrecimiento de la señora para acompañarme.

-¿Así que tu abuela está enferma?

-Si...

-Es horrible eso, aún me acuerdo cuando Rich estuvo tan enfermo...

-Mamá, no empieces....-Richard se veía incómodo y eso me acusó gracia

-Tanto tiempo internado.....-la señora continuó sin hacerle caso a su hijo- estaba flaquito, pobrecito....

-¡Mamá! –yo me estaba riendo desvergonzadamente delante de Richard, que me miraba como para matarme

-¿Que pasa Rich? ¿Por qué te molesta que cuente eso?

-Continúe, señora, continúe –dije con toda mi maldad, mientras miraba a Richard

-Me las vas a pagar –me dijo al oído, aunque percibí que él también se estaba riendo de la situación. Yo sólo le respondí sacandole la lengua.

La señora, que me dijo que se llamaba Elsie, continuó hablando de toda la colección de enfermedades que Richard habia tenido.

-¿Y vos nunca te enfermaste? –me preguntó

-No. Solo tuve la varicela.

-¿Y tus hermanos?

-No tengo hermanos

-¿No tenés hermanos? –preguntó Richard sorprendido

-No...es raro ¿no?

-¡Yo tampoco tengo!

Oh. ¡Que coincidencia! Tampoco tiene hermanos. Pobrecitos nuestros hijos, no van a tener primitos. ¿qu...¿¿¿¿Qué mierda estoy diciendo???

-Bueno, yo vivo por acá –informé- Gracias por acompañarme, son muy buenos (y estás bueno)

-De nada querida, saludos a tus padres.

Saludé a Richard con la mano, mientras seguía riendome de él y caminé hasta entrar a mi casa. Si, que buena suegra tengo. ¿¿¿Qué mierda vuelvo a decir???


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Gente!!!!! perdón por el retraso, pero tuve problemas con el elenco ¬¬ (ya se habrán dado cuenta cuáles)

Sigo pidiendo paciencia a las que me pidieron de salir, tranqui, que todo llega XD

Ah, les digo que hoy abrí mi ropero y no sé, me encontré con esta gente:


Cualquier dato que tengan sobre quiénes son, avisenme. Si pertenecen a alguien, vengan a buscarlos (Aclaro que al petiso no lo entrego ni loca XD)

13 enero 2012

Capitulo 22 Parejas

Lavaba tranquilamente unas tazas. El trabajo no podía ir mejor. Hasta ahora no habia roto nada, hacía las cosas rápido y hasta tenía tiempo para observar a Paloma; mi proyecto era “ascender” y pasar de lavacopas a camarera o algo así. O dicho técnicamente, “atención al público”.

-¡Socia! –Si, John nuevamente escabulliendose por la puerta trasera.

-¿Y ahora qué querés, pedazo de Pernambuco?

-¿Eh? ¿Y eso?

-No sé, lo inventé. Hay nombres de ciudades que invitan a convertirlas en insulto.

-Uhhh...vos estás mas loca que lo acostumbrado....lavar tazas te hace mal. O pensar en cierta persona

-Callate, cara de Toronto.

-Bueno, bueno, pobrecita, estás mal, ¿hoy no tomaste la pastilla para la locura?

-¿Me vas a decir para qué viniste o no?

-Uy, qué carácter, así no vas a conseguir novio nunca. Pasaba a saludarte. Pero como veo que no querés a tu socio, me voy. Hoy tengo ensayo con Macca.

-¿Y ese?

-Macca. McCartney. Paul.

-Ahh...que bien. ¿Y cuando me vas a incluír en tu banda?

-Ni sueñes. Y ahora, me voy, tengo compromisos importantes, Toronta.

Se fue y casi al instante escuché cierto alboroto en el negocio. Me asomé y quedé pasmada.

-¿Pero qué le pasó? –preguntaba Paloma a Majo. Las dos abrazaban a Abby, que lloraba desconsoladamente.

-No sé. Pero creo que tiene que ver con el tarado de mi hermano.

-Chicas ¿qué pasó? –pregunté mas que preocupada.

-¡Mercy ayudame! –Abby se abrazó a mi

-Nena...vení conmigo, vamos a la cocina –le hice pasar y la senté en una silla. Tomé otra y me senté frente a ella, esperando pacientemente a que dejara de llorar.

-Pa...Paul...-dijo apenas

-¿Qué te hizo ese?

-L....lo vi....con otra chica....

-¡Yo lo mato! –gritó Majo

Ay no. Ocurrió lo que temía: Paul se cansó de los desplantes y se buscó otra. Pero así y todo, resultaba raro que hiciera eso.

-¡Lo perdí, Mercy! ¡Lo perdí! –dijo volviendo a llorar- ¡La culpa es mía!

-Vamos Abby, no te pongas así...aún son jóvenes y ...-momento, ¿qué hago diciendo ese clásico discurso de vieja?

-No me vengas con eso –replicó seria

-Tenés razón, perdón. Mirá, Paul parece muy obstinado, y también muy enamorado. No creo te haya cambiado así, de la noche a la mañana, por otra.

-A lo mejor –intervino Paloma- dejó que lo vieras con esa chica para que te dieran celos.

-¿Celos?

-Claro, para que reacciones. Y parece que lo logró.

-¿Ves? Ahora andá a buscarlo –le dije mientras la zamarreaba

-No hace falta que me sacudas asi

-Bueno, es para ponerle énfasis a mis palabras. Dale, andá a buscarlo ¡y de una vez por todas decile que si!

-Pe...pero...

-¡Pero nada! ¡Vas y punto, qué joder! Y apurate porque hoy tiene ensayo con John.


Prudence se arreglaba delante del espejo. Si, estaba lista para ir a...la cafetería. ¿Tanto arreglo para eso? Si, porque la excusa era yo, pero la verdadera razón, era George. Una vez que llegó se desilusionó al ver que el chico no estaba, pero comenzó a charlar con Paloma y Majo, que seguía enojadísima con su hermano. Al rato, George llegó, mas hambriento que nunca, pero se contuvo de hincarle el diente a un esplendoroso sandwich al ver a Prudence.

-Ah, Pru! -¿desde cuando la llama Pru?

-George, ¿que tal?

-Tengo algo para vos –todas nos giramos a mirarlo y de su mochila sacó un cuaderno- son canciones y acordes para guitarra. Como yo ya me los aprendí, pensé que a vos te gustaría

-¡Ay, gracias! ¡de verdad!

-Sabía que te encontraría acá, por eso lo traje –le guiñó el ojo y Prudence sintió que se derretía.

-¡Paul! ¡Paul! –Abby ya no daba mas del cansancio por correr hasta que pudo encontrar a Paul

-Ah, hola Abby –respondió indiferente- ¿pasa algo?

-Ehhh...ehh....ay, no sé por dónde empezar

-Por el principio estaría bien –dijo cortante

-Bueno el tema es que....que.....¡TE VI CON OTRA! –de inmediato se arrepintió de lo que habia dicho. Pero le habia salido del alma.

-¿Y?

-Y....y.....y nada.

-¿Qué? ¿Estás celosa? Mirá Abby, hace AÑOS que quiero algo con vos y siempre me rechazaste. Ahora estoy con otra persona, si querés un perro faldero andá a comprártelo a la veterinaria –dio media vuelta y se fue, dejándola parada ahí. Un millón de veces se arrepintió de lo que le habia hecho pasar, simplemente por capricho.


Isabella caminaba distraída, leyendo la contratapa de un disco que acaba de comprar. Tan entretenida iba, que chocó a alguien si querer.

-¡Ey, pero si es Isa!

Levantó la vista y vio que John le sonreía.

-John...disculpame, no te vi....

-No hay problema, me gusta chocar con discos de....¿Frank Sinatra?

-Si, me gusta.

-¿Podrías prestármelo algún día?

-Claro –comenzaron a caminar, hasta que ella se detuvo- Antes de chocarnos ibamos en sentido contrario y ahora vamos para el mismo lado ¿como es eso?

-Fácil. Luego de encontrarme con una chica tan linda, a la que encima choqué, lo menos que puedo hacer es acompañarla

-No me vengas con tus coqueterías –rió

-No son coqueterías, es la verdad. ¿Adonde debo acompañarla, madame?

-Voy hasta la cafetería.

-Te acompaño hasta una cuadra antes, porque si llego a ir otra vez, Mercy me saca a sartenazos.

A la charla grupal de café se había unido Ursula, que habia llegado en busca de Isabella. De pronto, también llegó Ivan.

-Hola chicas ¿ninguna vio a John? Estamos esperándolo para ensayar, no sabemos dónde se metió

-Estuvo acá hace un rato, dijo que iba para allá –le respondí

-Ya lo busqué por todos los lugares posibles, pero no lo encuentro

-Si querés te acompaño –propuso Majo, aunque estaba roja de vergüenza

-Ok, vamos

Majo salió prácticamente disparada hacia la vereda junto con Ivan, pero Ursula la hizo detener.

-Majo, ¿en los ensayos estará Shotton?

-Claculo que si

-Entonces voy con vos

-¿Estás loca? Es mi oportunidad con I....

-Voy con vos, dije –interrumpió, y ambas, con una sonrisita fingida, salieron tras Ivan, cruzándose con Cris, a la que parecía que se le habian volado todos los patos

-¡Te dije que no podés cobrarme tanto1 –le gritó a un repartidor de no sé qué

-Cris...desde que hiciste el encargo hasta que llegaron las cosas, el precio aumentó, no es mi culpa que haya inflación

-¡Mía tampoco!

-Vamos nena, sos demasiado linda para enojarte

-¡No me vengas con eso! –yo me reí, cuando Cris se enojaba, todos trataban de calmarla diciendole que era linda

-¿Qué pasa acá? –el jefe del tipo con el que Cris peleaba entró

-Tu empleado quiere cobrarme mas caro

-No es su culpa, los precios aumentaron

-Ya le dije que no me importa. Yo encargué todo con un precio, y ahora me salen con casi el doble. No podés hacerme esto Fred

-Está bien. Te cobro con el precio antiguo, pero si aceptás salir el sábado conmigo

-¡Yo no me vendo por un cajón de botellas de Coca Cola! –exclamó indignada

-No es un cajón, son diez

-Los que sean, no pienso hacer nada.

-Para que veas que soy bueno, te cobro con el precio de antes, aunque no aceptes ninguna invitación.

-Ok, quedamos así.

-¿Pero algún día aceptarás?

-Quizás....-respondió haciéndose la interesante

-Bueno, eso ya me da esperanzas.

-Chicas, me voy a mi casa –anunció Prudence

-Te acompaño –George salió tras ella y se fueron juntos

-Bien –dijo Paloma cuando nos quedamos solas- todos se fueron en busca del amor jaja

-Y nosotras acá, solas como hongos.....ah no, acá la única sola soy yo –señalé la puerta. Por ella entraba Jack, que no era nada parecido al destripador. Solo era un chico que iba a la cafetería, tomaba algo y charlaba y reía mucho con Paloma. Ella no quería reconocerlo, pero cuando él llegaba, ella se trastornaba. Y no era para menos, el chico era muy lindo, además de ser un perfecto teddy boy jeje.

Entré a la cocina, no sabía bien porqué, pero me sentía feliz. Ver a quienes les habia tomado tanto afecto buscando el amor, me ponía contenta, hacía que dejara de pensar en mi y de ser solo una estúpida egoísta, lo único que deseaba era que todos fueran sumamente felices, porque se lo merecían.


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Hola mujeres preciosas!!!! ante todo, muchísimas gracias por leer ésta bazofia, y encima comentar, y encima de que comentan, me dicen cosas lindas.....me hacen poner colorada XD

A Mari/Eleanor y a Candela les digo que estarán en la nove, pero aguantenme/banquenme/esperenme un cachito, en un par de capítulos aparecerán, no se desesperen. Y ahora me voy, pero....

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las estaré vigilando.

03 enero 2012

Capitulo 21 Consejos Fallidos

Prudence había venido a visitarme ese domingo. Bien por ella, porque me hizo olvidar de todos los acontecimientos de la noche anterior. Estabamos tiradas en el patio trasero, en el pastito que estaba mullidito porque, oh milagro, lo habian cortado. Y además había solcito (¿por qué hablo todo con diminutivo?) así que estaba lindo para estar tiradas ahi, haciendo lo que mejor nos salía: nada.

-Así que te gusta George....-lo dije casi con maldad, habiamos hablado de cualquier cosa, pero en un momento de silencio, quise salir con eso, para ver su reacción. Pensaba que me iba a negar todo, escandalizada. Si, claro....

-¡¡¡Ayy siii!!!! ¡Es tan lindo! ¡Me encanta! ¡Estoy re feliz!

-¿Feliz por eso? ¿Por qué te gusta alguien?

-Y si....

-Yo me quiero matar, y vos estás feliz –terminé de decirlo y me di cuenta que había “tirado una pista”

-¿Como que te querés matar? Entonces Isabella tiene razón....¡a vos te gusta alguien!

-Bueno, está bien, la puta madre que lo parió –putié, aunque no sabía porqué

-Bue...¡no te enojes, che! ¿quién es? ¿Richard?

-See...es Richard. ¡Pero no le cuentes a nadie!

Juró por todo lo sagrado y profano que no diría nada. Salimos a dar una vuelta por ahi, los domingos siempre tuvieron la particularidad de ser aburridos. Nos encontramos con Ursula, si, la chica amiga, o vecina, que se yo, de Isabella. Se la veía muy contenta.

-¿A que no saben qué? ¡La semana que viene empiezo en una nueva escuela!

-¿Eh? –preguntó Prudence- ¿Por qué?

-Porque la que iba era muy cara, y no enseñaban nada. Y los profesores me tenían bronca, mas el de religión (esto es verdad! o no, Ursula?) Pero ya, ¡pregúntenme a que escuela voy a a ir!

-Bueno ¿a que escuela vas a ir? –pregunté

-¡A la de ustedes!

Nos quedamos mirándola. Esa era una gran noticia ¡Ursula vendría a nuestra escuela!

No pude con mi genio y salí con mi cuota de maldad

-Ya veo porqué te cambiaste....por Shotton jajajaj

Frunció el ceño y después largó una carcajada

-Ese es uno de los beneficios

Lunes. La mañana era espantosamente fría, por eso decidí ir al colegio con la ropa de gimnasia, o sea, pantalones largos. Están locos si piensan que me voy a congelarme las piernas por ir de pollerita. Esperaba el autobús, durmiéndome parada. (basta! Me cansé de decir autobús, yo le digo “bondi”. Así que a partir de ahora, autobús=bondi. De paso, hacen una especie de Curso gratis de “argentinismo”)

-¡Lo adivineeé! –me di vuelta, era obvio, era John. ¿quién otro iba a andar a los gritos por la calle?. Corrió hacia mi, tenía puesta una chaqueta de cuero.

-Hola gritón –le respondí media dormida

-¡Adiviné! ¡lo sé!

-Ayy ¿que sabes? ¿El número que va a salir en la lotería?

-¡No! ¡Sé quien te gusta!

Mierda. ¿Todo el mundo tiene que saberlo? ¿O se me nota demasiado?

-A ver...si acertás te ganás un millón de dólares

-No prometas lo que nunca vas a cumplir

-¿Y vos qué sabés? A lo mejor soy tan famosa como parece que vas a ser vos

-Ay, como sea. Te voy a decir, a ver si acerté: es Richard

Me quedé en silencio, no sé cuanto tiempo, pero supuse que mucho.

-Veo que di en el clavo –dijo sacandome de mis pensamientos, aunque en realidad estaba pensando en nada

-Si, acertaste....pero si llegás a abrir esa bocota te juro que no te sentás en un mes, de las patadas que te voy a dar

Solo sonrió maliciosamente y revolvió en su mochila.

-Para que lo conquistes, ideé un plan

-¿El que? ¿vas a hacerme gancho?

-Mmm...algo así. El tema es que él está demasiado cerca de Marcia y eso es lo que no quiero

-John, no entiendo qué le ves a esa mina. Es lo mas hueco del universo. Hay otras chicas mejores....-dije en clara alusión a Isabella. Iba a decirle quien, pero me interrumpió

-¡Pero yo quiero a Marcia!

-¡No la querés! ¡Te la querés voltear, garchar, curtir, follar, cog...

-¡Igual que vos a Richard!

-¿Yo? ¡Yo no soy como vos! –ya estaba gritando demasiado fuerte. Pero bueno, este chico me saca de quicio

-Bueno basta –dijo demasiado calmado, con respecto a lo que estaba yo- vos no te metas. Lo que quiero es que Marcia me de bola, porque la muy perra anda con todos menos conmigo. Y si despejo el camino, a saber, sacar tipitos como Richard y otros, algún día me dará calce ¿entendés?

-Si, que se yo

-Bien, entonces, a partir de este momento declaro inaugurada la Sociedad de Socorros Mutuos Lennon-Wells

-¿Socorros Mutuos? ¿Vos tenés idea de lo que decís?

-No se, pero queda bien. Como sea, acá está el primer plan –sacó una libreta y con grandes letras decía “Plan 1: que el arbusto conquiste al otro arbusto”. Abajo, una lista.

-Como el es un teddy boy, vos serás una teddy girl.

-¡Estas loco!

-Paso nº 1: parecer teddy girl. Para eso necesitarás esto –se sacó la chaqueta y me obligó a ponermela

-¡Me queda enorme!

-El 2º paso: hacer cosas rebeldes. Fumar, por ejemplo, o.....-me miró las piernas- veo que viniste de pantalones, hoy no hay excusas. Viaje en el techo del bondi.

-¡Nooo!

-¡Siiiiii! El 3º paso: pelearte con una o dos personas

-Si, ya sé con quien. Con vos.

-¡No, yo soy tu socio! El 4º: mandar al carajo a un profesor

-John, no puedo hacer eso

-Si seguís tan educadita nadie te va a mirar nunca. Haceme caso a mi y ahi viene el bondi así que trepate

No sé como sucedió, pero cuando me di cuenta estaba sobre el techo, gritando como loca, y pensando que era demasiado joven para morir.

-¡Dejá de hacer escándalo y agarrate de mi! –me extendió su mano, que agarré fuertemente

-¡¡¡John, me voy a caer!!!!

-¡La puta madre, sos una maricona de mierda!

Después del tortuoso viaje donde fuimos puteándonos como locos, bajamos del bondi.

-Maldito Lennon, quiero matarte y no lo digo en broma

-Eso lo solucionamos después –sacó la libreta, tachó el paso 1 y la mitad del 2. De un bolsillo sacó un cigarrillo, lo encendió y me lo enchufó en la boca

-¡Aaahhh!

-No grites, y poné cara de fumadora compulsiva

Hice lo que me dijo, aguantando mis ganas de toser, mientras miraba a los que entraban al colegio.

Sonó el timbre y, empujando la puerta de entrada, entramos. Parecíamos dos mafiosos, todos se nos quedaron mirando. Pongan de fondo la intro de Back in Black de AC/DC, que queda mejor, e imagínennos entrando, en cámara lenta, el pelo al viento, y todos mirando. Claro que todo esto se corta con alguien, que viene a arruinar todo.

-No se puede venir con esa ropa Wells. Y mirá estás toda despeinada, qué horror

Me di vuelta y vi la cara de lagartija de Marcia.

-No me digas qué tengo que hacer, Cleave

-Solo te informaba, para que respetes las reglas del colegio

-¿Y desde cuando te importan tanto las reglas?

-¿A mi? Desde siempre querida, desde el PRIMER AÑO que vine acá –¿eso de primer año lo dijo así para decirme que yo no sé nada o que soy una intrusa porque recién entré este año?

-Y también te digo que esa chaqueta te queda horrible

No dije nada. Solo me abalanzé sobre ella, tirando de esas colitas que se hacía para “parecer” una nena inocente

-¡Soltame loca! –gritó

-La próxima vez que te metas en mi vida, te va a ir peor –la solté y me dirigí al aula.

Una vez allí me senté en mi banco y John sacó su libreta otra vez.

-Paso 2 terminado. Aunque no deberías haberte peleado con Marcia

-Lamento haberle tirado el pelo a tu prometida –dije burlonamente- John, esto no me gusta, yo no soy así. Y seguramente Richard ni se enteró de lo que hice

-¿No? Presenció tu bajada triunfal del bondi y tu pelea. Ahora te debe tener mas cariño



-¡¡¡Abby!!! –Majo corrió hacia su amiga, detrás la siguió Paul

-Hola Abby –saludó

-Hola chicos ¿como están?

-Bien. Ehhh...Abby...¿viste la banda del amigo de tu amiga?

-Eh?

-John. El amigo de tu amiga.

-Ah, si

-Creo que voy a entrar ahí

-¿De verdad? ¡que bueno Paul! Ellos son muy buenos y vos también, tocás excelente

-Gracias...ehh...Majo, George quería pedirte algo, unas tareas creo

Majo entendió enseguida que lo que quería su hermano era que lo dejara solo con Abby, así que se fue.

-Abby –Paul se sentó al lado de ella- el sábado no tengo nada que hacer...y quería invitarte a tomar un helado, a la tarde ¿querés?

-Lo siento, Paul quedé con las chicas –mintió- Gracias igual –se puso de pie y salió de ahí muy nerviosa



El preceptor entró al aula con una sonrisa sádica y se paró delante del “Cuadro de Honor”.

-Chicos, ya están la notas del trimestre –todos hicieron un “uhhh” ya que a nadie le gustaba esa noticia- Y sacamos los promedios.....debo felicitar a Wells, por sus notas estará en el Cuadro de Honor

-¿QUÉ? –dije. Eso no me gustaba nada. Todos me aplaudieron y yo moría lentamente de vergüenza. Lo malo de todo fue que el preceptor quitó el nombre que desde tiempos inmemoriales venía figurando en el cuadro: Gabriel. De mas está decir que el chico me miró con odio.

El preceptor se retiró y con él se llevó a la profe de plástica, “para hablar”. Nos dijo que nos quedáramos en silencio y en nuestros lugares, cosa que todos procuraron desobedecer. De inmediato se armó la batahola, con gente caminando o corriendo, parados en los bancos, guerra de bolas de papel y tizas, gritos desaforados. Gabriel se puso de pie y me miró

-¡Wells, nadie me hace esto! –todos se callaron, era rarísimo que él gritara así- ¡Hace 3 años que estoy en ese cuadro y una estúpida como vos no me va a sacar!

-Gabriel –dije tratando de estar calmada- en la vida no todo es un Cuadro de Honor....aparte no lo hice a propósito, es mas, ni me gusta estar ahí

-¡No te hagas la mosquita muerta! –parecía sacado, estaba rojo de furia- ¡Te odio!

-Gracias por tu odio –dije indiferente

-¡Andate a la mierda!

-No sé dónde queda

-Bueno, ¡andate a la puta que te re mil parió!

Ah no. Yo podía aguantar cualquier clase de insultos menos ese. Con mi madre no se mete nadie. Tomé un frasquito de pintura verde, (porque estabamos pintando en clase) y se lo arrojé con todas mis fuerzas. El frasco cruzó el salón pegando en la frente de Gabriel y haciéndole un pequeño tajo. Pero lo mejor fue que quedó bañado en pintura verde. Sin querer, habia cumplido nuevamente el paso 3 de John. Todos se quedaron estáticos y yo también, porque, la verdad, no me reconocía a mi misma. Largaron carcajadas y algunos aplausos y golpes contra las mesas, mientras Gabriel chillaba como nena. El preceptor entró y se encontró con ese desastre.

-¡Mire lo que me hizo Wells! –grito Gabriel

-¡Wells! ¿Qué es esto? ¡Te desconozco!

-El empezó

-¿Gabriel? ¡Si el es un santo!

-No, nadie es santo acá

-¡No me contradigas!

-Bueno, ¡váyase al carajo!

-¿Qué dijiste? ¡De inmediato a Dirección! Gabriel, vos también.

Me puse de pie de mala gana y miré a tras. John tachaba el paso 4.


Cinco minutos después, Gabriel y yo estábamos frente al director.

-¡Exijo el peor de los castigos para esta chica! –decía Gabriel

-Gabriel, haceme el favor de esperar afuera –dijo pausadamente el Director

-¡Pero...!

-¡Afuera!

Una vez que se fue, el director me hizo sentar. Yo esperaba con resignación mis 20 amonestaciones, o peor, las 25. Si eso pasaba, podía ir despidiéndome del colegio y de mi vida.

-Wells, entiendo que hayas reaccionado así. Gabriel es un chico....un poco exasperante. Y por ser la primera vez que te comportas asi, y viendo tus notas....te perdonaré. Incluso lo que le dijiste al preceptor. Eso sí, no podrás estar en el Cuadro de Honor.

-No se preocupe. Sinceramente el cuadro no me importa. Gracias por perdonarme.

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Hola! como están? primer post del año! Lo pasaron bien? ¿Se emborracharon y salieron a patear tachos? XD

Les digo que no quemé ningún arbolito, las fotos son del árbol de Navidad gigante que armaron en la Plaza de Mayo, Buenos Aires, Argentina (de paso siguen con el curso de argentinismo jaja) y que prendieron fuego en protesta por no sé qué. Pero las fotos me vinieron bien para ponerlas, ya que habia amenazado con quemar el mio sino recibía a los Beatles como regalo.

Un mensaje para todas: en el fic, ninguna quedará Forever Alone XD Todas sabemos que somos muchas y que los Beatles son solo 4. Peeerooo...a falta de pan, buenas son las tortas! Así que a mas de una le "encajaré" algún amigo de John (no sé si eran lindos o no, pero es lo que hay) o personajes imaginarios. Ustedes piensen que es el beatle que les gusta y todas contentas jaja

Mensaje para Mari, o Eleanor, o señorita autora de Drive My Fucking Car: vas a salir en el fic, y si querés tendrás pelo azul XD. Pero decime qué nombre querés tener, y, como dije mas arriba, no estarás con George, pero a alguien te meteré (quizás alguien que también se llame George? XD)

Bueno, esto ya está mas largo que el capitulo mismo, me despido no sin antes recordarles que.....




Amén! XD