Daba vueltas en mi cama, no podía dormir. Primero, porque mis padres estaban discutiendo a los gritos, como siempre. Segundo, traerían a mi abuela de Londres porque estaba muy enferma. Tercero, ¿me gustaba Richard? Lo de mis padres era algo a lo que, desagraciadamente, ya me habia acostumbrado. Lo de mi abuela me preocupaba, de un día para otro habia enfermado, siendo que estaba muy bien de salud y lo peor era que los médicos no sabían bien qué tenía. Y lo de Richard...bueno, está bien, me gusta. ¡Me gusta mucho maldita sea! Pero ya veo cómo termina esto: jamás me mirará.
A la mañana me levanté bastante mas dormida de lo acostumbrado, por la desvelada de la noche anterior. Aproveché a informales a mis padres acerca de mi trabajo, era mejor decirles las cosas por la mañana, cuando sus reacciones eran lentas, porque estaban tan dormidos como yo.
-No, no quiero que trabajes, tenés que estudiar –dijo mi madre, preocupada
-Pero no dejaré de estudiar, sólo será por la tarde, ni siquiera interfiere con gimnasia...aparte, necesitamos el dinero
-Pero no es necesario que trabajes, yo puedo buscar otra cosa, no me gusta que ya salgas a trabajar –a mi padre tampoco le habia gustado la idea
-Si van a traer a la abuela tendremos mas gastos
-¡Dije que no! –sonamos, mi madre ya se habia salido de sus casillas
-Ya me tomaron, así que voy a ir. Aparte me viene bien estar el menor tiempo posible con ustedes
Je, me gusta vengarme así. Aunque la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena (como dice El Chavo XD) Tomé mi mochila y salí rumbo al colegio.
Estábamos en clase de literatura, cuando el preceptor entró y nos pidió que saliéramos al patio para comenzar con los ensayos de la fucking obra. Salimos y el preceptor, junto con la profesora empezaron a ubicar a cada alumno, sin parar de reprender, obviamente, a John, que objetaba todo, hacia bromas y reía como descosido con sus amigotes.
-Y los árboles se ubicarán aquí –dijo la profesora señalando un rincón- ¿quiénes son árboles?
El preceptor leyó una hoja
-Wells y Starkey
-¡Los dos mas bajitos! –gritó John, riendo a carcajadas- ¡Serán los dos arbustitos!
-Dejá de decirme petiso Lennon –Richard miró mal a John, pero a él no le importó, como siempre.
-Dejalo, a mi hace días que me llama arbusto –le dije mientras nos ubicábamos
Comenzaron con la obra, todo bastante largo e inentendible.
-Es tu amigo ¿no? –preguntó Richard, refiriendose a John
-Si...vive enfrente de mi casa
-Es muy loco –rió
-Digamos que es un caso perdido
-¡Profesora, lo árboles están hablando! –Gabriel, con su voz de pito, ya estaba acusandonos
-No me dejan concentrar –agregó Marcia. Si, eran la combinación perfecta para hacer la versión maléfica de Romeo y Julieta. Por supuesto, nos retaron. Seguimos ahí, parados como estúpidos, hasta que nos dijeron que nos fueramos, porque en la escena siguiente no habia árboles.
Nos sentamos en un costado del patio, en silencio.
-¿Querés? –Richard me ofrecía un...¡caramelo de chocolate!
-Si, gracias –tomé el caramelo y cerré los ojos, imaginando lo que imaginaba aquella vez en el autobús: él, caramelos de chocolate, sol, muelle....¡Por Dios, qué cursi estoy!
-Yo no quería ser árbol, me gusta actuar –dijo algo enojado, sacandome de mi nube
-A mi tampoco me gusta este papel...y también quería actuar de algo mas digno. Supongo que será porque somos los últimos de la lista
-O porque somos petisos jaja...perdón, no quise decirte petisa
-Es la verdad jaja...y...¿te gusta este colegio?
-Mmmm...mas o menos...es un poco aburrido. Vos entraste este año ¿no?
-Si...la verdad que tenés razón, no es un poco aburrido, es totalmente aburrido
-Igual ningún colegio es divertido, por algo son colegios. Y...¿por qué te viniste de Londres?
-Por el trabajo de mi papá, lo trasladaron, pero al final le bajaron el sueldo igual
-Uhhh...que mal
-Si. Así que el lunes empiezo a trabajar –si, te lo estoy diciendo para que vayas muejeje
-¿Si? ¿Donde?
-En una cafetería
-¿Qué hacen, par de arbustos? –John, cuando no, interrumpiendo todo cuando la cosa se ponía interesante.
-Nada, charlamos señor guardia –rió Richard
-Olviden al señor guardia, me hecharon de la obra
-¿Qué?
-Me dijeron que me comporto mal, o sea, hicieron un gran descubrimiento. Y me sacaron.
-Sos un tonto, por lo menos tenías un papel de humano, no como nosotros –le dije
-Lennon –la profesora de literatura estaba parada frente a nosotros- no creas que porque no estás en la obra no harás nada. Los alumnos de 1º año están preparando una feria de ciencias, tenés que ayudarlos
-¿Yo? Ni sueñe.
-¡Lennon no contestes mal!
Se paró de mala gana y se dirigió al aula de 1º año.
-¡Buenos días jardín de infantes! –gritó al abrir la puerta
Los chicos de 1º hicieron un gesto de negación, pese a que hacía poco que estaban en el colegio ya sabían quien era John.
-¡Esa no es forma de saludar, alumno! –dijo la profesora de biología
-Ay, como sea..¿qué tengo que hacer?
-Ayude a Bennett a colgar los carteles
-¿Y quién diablos es Bennett?
-¡Acá! –Isabella, muy sonriente, levantaba su mano
-¡Ay, pero si es la pequeña Isabella! Entonces con gusto ayudaré –se acercó a ella, que ya estaba roja como tomate- ¿qué hago?
-Hay que colgar estos carteles en la pared –se subió a un banco y John la imitó
-Vos alcanzame la cinta, que yo los cuelgo –John sostenía un cartel e hizo bajar a Isabella- uy! Yo te debía 25 centavos!
-No te preocupes...¿querés? –le ofreció un caramelo
-Claro, aunque ahora te voy a estar debiendo 25 centavos y un caramelo, o un caramelo de 25 centavos jaja
-¿Sabías lo de Mercy?
-¿Qué le pasa a esa loca?
-Va a trabajar en una cafetería
Miró a Isabella, extrañado.
-No me dijo nada, que mala es
-Se habrá olvidado. ¿Y por qué estás acá?
-Porque me sacaron de esa obra mugrienta, por suerte.
-¡Cuando no!
-Es que hacía de guardia, tenía que vestirme todo ridículo y lo único que decía era “¡Alto!”. Soy demasiado buen actor para decir solo eso
Isabella reía a carcajadas, no sólo por las cosas que John decía, sino de los nervios de estar con el chico que tanto le gustaba.
-¿Sabes qué? –dijo bajandose del banco y mirandola- sos la única chica de 1º que me cae bien
-¿Y yo qué? –Prudence, detrás de él, lo miraba. Isabella la mató con la mirada.
-¿Qué, qué? Apenas te conozco, sólo sé que sos amiga del arbusto ese que está en el patio.
-¿Por qué no te caen bien las de 1º? –preguntó Isabella, tratando de recuperar la conversación.
-Porque todos le tienen miedo a los de 3º, y las chicas huyen de mi
-Por algo será –dijo Prudence, cruzada de brazos
-Un momento chica-no-me-acuerdo-tu-nombre
-Prudence
-Ah, eso, Prudence...yo no soy lo que parezco, soy un buen chico –le guiñó el ojo y se acomodó el pelo
-Si, como vos digas....
-¡George dejá de molestarme! –Majo le revoleó su cartuchera a George, golpeandolo en la cabeza
-Auch! ¡McCartney girl, sos una salvaje! Mi cabeshita....
-Eso te pasa por ser tan fastidioso
-Pero por favor...¡prestame la tarea de matemática!
-Ya te dije que no ¿por qué no la hiciste?
-Porque...porque...no tuve tiempo
-Claro, si estuviste toda la tarde en MI casa, con MI hermano
-Hablando de tu hermano...¿te enteraste que acaba de declararle por vigésima vez su amor a Abby?
-Ay, qué tarado que es
Ya en el recreo, Majo corrió hacia Abby
-¿Qué le dijiste? ¿Qué le dijiste? ¿Qué le dijiste? –preguntó desesperada
-¿Y qué esperabas que le dijera? Que NO.
-¿Otra vez?
-Y tantas como sea necesario. Mirá lo que me regaló, es una pulsera –sacó de su bolsillo una cajita rosa y se la dio
-Ay, es mas tierno mi hermanito....¿QUÉ? ¡Esta pulsera es mía! ¡Con razón no la encontraba!
-¿Te la robó?
-¡Voy a matarlo! ¡Vas a quedar viuda antes de tiempo!
-Ey, vos, arbusto –John se acercaba a mi, ya que habian finalizado los ensayos
-¿Podés dejar de llamarme así?
-Reconocé que te queda bien el apodo...
-¡Mercy! –Richard se paró frente a nosotros -¿en cuál cafetería trabajarás?
-En una que está en Penny Lane, en la esquina –je, ya cayó
-¡Ah, si ya sé cual es! –se fue corriendo hacia donde estaba Pete
-¿De modo que hasta éste sabe que vas a trabajar?
-Si, le conté hoy
-Claro, y a mi para qué...
-Bueno, me olvidé. Después de todo ¿qué obligación tengo de contarte?
Empezó a hacer unos mohines, ya sabía qué vendría: llanto simulado, escena de mujer despechada, suicidio en puerta y demás cosas en las que, habia que reconocerlo, era un gran actor.
-Es que sos mi vecina, mi compañera, mi amiga, mi arbustito loco!
-¡Ay, cortala con lo del arbusto! –le pegué en el brazo, me estaba sacando de quicio
-Bueno, ahora ya me enteré...¡tengo merienda gratis!
-Ni sueñes que comerás gratis...la dueña te matará
-¿Es muy vieja?
-No, es joven
-Je...entonces la conquistaré con mis encantos
Puse los ojos en blanco y entré al aula.
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Holaaa!!!! les dejo esto a las apuradas, porque ando tapada de cosas para hacer en la uni, pero...
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jjaja bueno, para las que no sabían, empezé un fic nuevo junto con Cris y María, si quieren peguense una vueltita, nos las vamos a defraudar! http://beatlelocuras.blogspot.com/
besinesss!