10 abril 2012

Capitulo 28 Confusiones Atómicas

Martes. Lo que me vendieron acerca de George, a saber, que tiene paciencia, está resultando falso. En cualquier momento me tira con la guitarra por la cabeza.
-¡Bueno, te digo que no me sale!
-Pero a ver, Mercy, ¿para qué tenés esos deditos tan larguitos y flaquitos? ¡USALOS!
-Te digo que no puedo abtirlos todos así ¿que culpa tengo si el que inventó el DO fue tan guacho? –intento nuevamente, pero sale un ruido espantoso, algo que al creador del DO  habrá hecho revolcar en su tumba
-¡BESTIA!
-Pará loquito, los maestros no tratan así a sus alumnos.
-Está bien, está bien, creo que me estoy alterando un poco…
-¿Un poco?
-Un poco mucho
-Bueno….yo también me alteré. No te enojes.
-Mercy ¿puedo hacerte una pregunta? –lo dijo muy bajo, todo lo contrario a los gritos que me había pegado
-Si, claro…
-¿Le caigo mal a John?
Largué una “especie” de carcajada, mezclada con escupida (ya saben, eso que uno hace, ese ”prffff”)
-¿Vos caerle mal? Cada vez que habla de vos te llena de halagos. ¿Por qué preguntás eso?
-Porque…a veces me trata mal
-Jaja, acostumbrate a eso, siempre lo hace con todos
-Sé que muy bien no le caigo porque soy chiquito…-hizo una carita mas tierna que me dio ganas de agarrarlo de los cachetes, cual tía vieja que dice “Pero qué lindo este nene!”
-Georgie, vos no tenés la culpa de haber nacido después que él. Además, tampoco hay taaaanta diferencia de edad. Ocupate de impresionarlo, y te va a tener mas en cuenta, y es mas, se va a hacer re amigo tuyo.
-Gracias Mercy –sonrió, al parecer la preocupación se le pasó. Aunque sea un poquito.
Seguimos practicando, hasta que otra vez paró, y me miró con preocupación. Que chico preocupado este.
-¿Te dije que hay una chica que me tiene loco?
-Como 10 veces
-Ahora no la molesto tanto jeje.


Llegaba a casa caminando, con la guitarra al hombro. Eso me hacía sentir muy bien, caminar con Violeta.
-Hola linda ¿no viste a John? –Stu, parado en la vereda de enfrente, me saludó.
-No…¿no está ahí?
-Me dijo su tía que no. Y ya fui a la cafetería y a la casa de Paul y no está.
-En la casa de George tampoco está
-Venís de tu clase con él ¿no? –dijo ya cruzando hacia donde estaba yo
-Sipi!
-¿Puedo verla? –señaló a violeta y yo procedí a abrir el estuche, que aún tenía escrito con pequeñas letras “McCartney”
-Como ves, el estuche no lo compré jaja
-Ya lo sabía
-¿Cómo?
-Yo lo sé todo, linda. Wow, que buena está! –dijo al ver la guitarra
-¿Te gusta? Cuando tenga mucha plata me voy a comprar otra y te la voy a dar para que la pintes y decores.
-¿Sabes que pinto?
-Claro. Yo lo sé todo….lindo. –me reí tontamente
-Para cuando tengas mucha plata los dos ya seremos famosos, vos una estrella de la guitarra y yo un gran pintor ¿Nunca viste ningún cuadro mío?
-Pues…no.
-Ya te voy a mostrar algunos
-Me encantaría. Me gusta ver pinturas, aunque yo soy un desastre, no sé ni pintar una casita jaja.
-Pero te gusta y eso es lo importante –me guiñó un ojo. Este chico…..es muuy lindo. ¡Mercy ¿qué te pasa?! –Bueno, seguiré buscando a John, nos vemos. Suerte con la guitarra.
-Gracias!
Entré a mi casa y merendé junto a mi madre. Después me encerré en mi habitación para seguir practicando el señor DO. Intenté muchísimo, pero no me salía nada aceptable. La razón era que estaba desconcentrada. Dejé a Violeta sobre la cama y me acerqué a la ventana. Ya estaba oscuro, habia anochecido y no se veía nada, pero igual me quedé allí, porque en realidad no tenía ganas de ver nada, solo de pensar, allí, parada. Dios, Mercy ¿qué tenés? No puede ser que mi vida sea tan complicada. En realidad, la vida no es así, YO la hago así. Algo muy raro estaba pasando con Stu, o al menos eso me parecía. Quizás era porque John desde el primer momento que habló de él intentó “metérmelo por los ojos” y estoy media condicionada por eso. Pero….no sé, lo veía lindo, simpático, amable, misterioso, qué se yo…..Y también estaba Richard. Oh si, Richard, mi gran condena. Quizás Marcia tenía razón, soy una puta, me gustan todos. O dos. O…no sé, no sé qué está pasando. Pero tiene que haber una señal, un signo, que me indique cuál de los dos, por cuál me tengo que jugar. Porque por algo o alguien me quiero jugar.

Al día siguiente, moríamos de aburrimiento en clase de química. Creo que todos pensábamos como carajo íbamos a aprobar esa materia.
-Para el martes que viene, presentarán un trabajo –dijo el viejo, gordo y decrépito profesor- Será sobre modelos atómicos
-Puaj…..asco –dijeron todos
-Tendrán que preparar un afiche con información y dibujos, y luego dar lección. Lo harán en grupos de dos integrantes.
-¡Que me toque con Wells! –gritó John -¡Necesito aprobar!
-Te tocará con Shotton –respondió el viejo
-Pero…Wells vive enfrente de mi casa….Shotton vive muy lejos y no tengo plata para el bondi…-si, la escena dramática había empezado.
-Entonces andá en bicicleta.
-Tuve que venderla, no teníamos para comer, profesor….somos tan pobres….
-Entonces andá caminando.
-No puedo, estoy muy flaco y no tengo fuerzas para llegar y…
-¡Que Shotton vaya a tu casa!
-No, porque mi casa es muy pobre y él es rico y pensará que yo estoy muerto de hambre y…
-¡Basta de excusas, Lennon!
-Entonces me llevo la materia a marzo y listo ¿no Pete?
-Obvio. No pienso hacer un afeminado afiche.
El viejo siguió armando “parejas”. Y como Wells tiene tanta mala suerte, o buena, no sé, ¿con quién le pudo tocar? Con Starkey.
-Mercy ¿cuándo nos juntamos?
¿Qué me está preguntando este chico? ¿Qué es eso de “juntarnos”?
-¿Cómo?
-¿Cuándo nos juntamos para hacer el trabajo?
Aaahhh…era eso. “Juntarnos” para hacer el trabajo. ¿Y para qué otra cosa iba a ser, Wells? ¡Siempre agarro para el lado de los tomates!
-Ehhh…el sábado a la tarde puedo.
-Perfecto. ¿Venís a mi casa o voy a la tuya?
-Como quieras.
-Voy a tu casa. ¿Qué llevo?
-Comprá el afiche, yo tengo marcadores.
-Ok!


Ese mismo día, por la tarde, estaba haciendo mis “primeras armas” frente  a la barra. Si aprendía rápido dejaría mi puesto de lavacopas y pasaría a ser como Paloma. El negocio estaba lleno y ya no dábamos abasto, así que también ayudaba Cris. George se apareció con…Stu. Oh, Stu!
-Quiero que me atienda Cris –exigió el pequeño Harrison.
-¿Por? –preguntó Paloma.
-Vos llamá a Cris.
-¿Qué querés?
-Cris, aunque no me quieras creer, hoy te voy a pagar.
-¿Y a qué se debe semejante acontecimiento?
-A que soy profesor.
Stu se rió y George lo miró mal.
-Mostrame el título Harrison
-Sutcliffe no necesito título. Los progresos de mi alumna lo demuestran.
Esta vez la que se rió fui yo, ya que todavía no había logrado hacer el dichoso DO y George estaba hablando de mis “progresos”. Cris lo atendió, que como esta vez pagaba, no comió tanto como otras veces. Continué atendiendo a otros clientes cuando levanto la vista y veo que Richard estaba entrado. ¿Qué hacía acá? Y…¿POR QUÉ SE PUSO AL LADO DE STU???
Ahora si, iba  a tener que hacer un testeo. Se me hacía imposible, ahí, los dos, juntos, mas mareada no podía estar. Traté de calmarme y lo saludé.
-Richard ¿cómo estás?
-Bien Mercy
-Te presento a George y a…Stu. Son amigos de John.
-¿Alguien hablaba de mi? –John también entró, como siempre por la puerta de atrás, y acompañado de Paul. –Eyy Richard, veo que ya conocés a mis amigos. Este es Paul.

Al rato, los cinco charlaban como cotorras; después dicen que las mujeres hablamos mucho. A mi no me alcanzaban los ojos para mirar a Richard y a Stu. Trataba de que nadie se diera cuenta, pero…
-Si los seguís mirando así, les vas a dar mal de ojo.
-Cris….¿co….como te diste…?
-Experiencia, nena, experiencia –sonrió pícaramente –Debo decir que tenés buen gusto.
Los miré, otra vez. Allí estaban, charlando y riendo. Tragué saliva y miré de vuelta a Cris.
-Estoy confundida –dije en un ataque de sinceridad.
-Es normal, no te preocupes, ya te decidirás por alguno de los dos, o quizás por otro.
Asentí con la cabeza y continué con mi trabajo. De algún modo, las palabras de Cris me habian tranquilizado.
-Uy, ya casi estaba yéndome sin preguntarte lo que te venía a preguntar –Richard se acercó a mi -¿De qué color compro el afiche?
-Blanco.
-¿Y si no hay?
-Amarillo.
-¿Y si no hay?
-Celeste.
-¿Y si no hay?
-Rosa.
-Rosa es color de nena.
-Bueno ¡entonces comprá negro! -¿Qué le pasa? ¿Acaso se contagió de la pelotudez de John?
-Voy a ver si consigo alguno de esos colores
-Hay un montón de lugares en Liverpool que venden afiches, supongo que algún color de esos tendrán.
-¿Entonces compro negro?
-¿Vos me estás cargando? –dije bastante seria
Largó la carcajada y se fue. Está medio pelotudo.
-¿Qué pasa? –preguntó Stu cuando me vio hablando sola (si, hablo sola).
-Nada, este chico está medio tonto.
-¿Quién?
-Nadie. Bueno si, Richard. Bueno, no te importa –di media vuelta y me metí en la cocina. Como no podía dominar la situación, me enojaba y eso hacia que terminara maltratándolos.


El sábado a la tarde caminaba por las paredes. Quería arreglarme, no estar vestida como vagabunda, como siempre lo estaba cuando estaba en casa. Pero tampoco quería parecer una chica artificial. Mientras pensaba qué hacía con mi pelo rebelde, miraba por la ventana de mi habitación: mi padre lavaba el auto en la calle, mientras charlaba con John y George. Me hacia gracia como ellos trataban de hacerse los serios frente a mi padre, y me hacia gracia como mi padre se daba cuenta que estaban simulando. También me extrañaba que George estuviera ahí, charlando con John. Al parecer, ahora se llevaban mejor ¡Bien por mi pequeño profesor!
Un auto estacionó atrás del auto de mi padre y de él se bajó ¿Richard? WTF? ¿Éste es el famoso auto del que hablaba John? ¿Era cierto?
-¡Richard! Viniste a hacer el trabajo, ¿no? –peguntó John, a los gritos.
-Si, si. Hola señor.
-Hola, soy el padre de Mercy,  Rudoph. ¿Vos sos...?
-Richard Starkey.
-¿Este auto es tuyo? –George ya estaba pegado a la ventanilla.
-Si.
-¿Puedo subirme? ¡Porfa!
-Dale, subite.
George abrió la puerta y se lanzó adentro del auto, y comenzó a investigarle todo, esto es, reclinar asientos, abrir la guantera, prender la radio, tocar la bocina, etc.
El timbre de mi casa sonó.
-Hola Mercy! –Richard me saludó con una amplia sonrisa, blandiendo el rollo de papel afiche.
-Hola Richard, pasá. Vamos a la cocina, así desplegamos el afiche sobre la mesa.
-Ok. Compré amarillo. No tenían negro –me di vuelta y vi que me miraba riéndose.
Se sentó, mientras yo buscaba los marcadores y el libro de química.
-Traje galletitas que hizo mi mamá –dijo agitando una bolsita.
-Siii!!! –grité feliz, como nena chiquita. Pusimos las galletitas en un plato y comenzamos a trabajar.
-Mientras vos resumís, yo marco los renglones –tomó una regla y comenzó a trazar líneas sobre el afiche. Cuando terminó, noté que miraba todo con curiosidad.
-¡Ya está!
-Es linda tu casa
-¿Si? Yo la veo igual a todas las de Liverpool jaja. Ya terminé, ahora…¿quién escribe en el afiche?
-Vos. Tenés letra de maestra jaja. Yo te dicto y después le paso el marcador por arriba de las letras, para que se note bien. De título va: “Modelo atómico de Dalton”.
-Mo...de…lo….a…tó….¿de qué te reís?
-De como repetís y deletreás.
Seguí copiando lo que él me decía, mientras terminábamos de devorar las galletitas. Él comenzó a pasarle marcador  a las letras. Como estaba del otro lado de la mesa, para remarcar las letras que estaban cerca de mí se inclinaba, acercándose  a mi. Podía sentir su aliento a chicle de tutti frutti.
-¿Querés chicle?
-Dale
Me dio uno y le sonreí. Por favor….esos ojos….sé que no soy fuerte ante las tentaciones y si este chico sigue cerca de mí, en cualquier momento le como la boca. Apa Mercy, como estamos hoy, eh!
-¿Y ahora qué falta? –preguntó masticando
-Falta que te parta el medio –pensé. –Falta el dibujo –puse mi mejor cara de angelito.
-¿Y como es?
-Solo es un redondel. Digo, un círculo.
-Ah, fácil. Yo lo hago, necesito algo redondo.
Le di el plato que antes contenía las galletitas y rápidamente dibujó un redondel. Digo, un círculo.
-¡Yo lo pinto! –dije con una caja de lápices nuevos en la mano
-¿Qué color?
-Celeste, como tus ojos –ay, se me escapó. Yo sabía que iba  a terminar metiendo la pata.
-Hola chicos –gracias mamá, me salvaste!
-Hola señora
-Soy Elizabeth, vos sos Richard, ¿no?
-Si, si.
-Si me necesitan, me llaman –mami salió a la calle.
-Tu…tu anillo….-Richard señaló mi mano derecha, que pintaba el “átomo”.
-¿Te gusta?
-Si…es raro.
-Es un anillo del humor. Cambia de color según el estado de ánimo. Y no son cuentos, siempre acierta.
-¿Me lo puedo poner?
-Claro –se lo di y se lo puso. El anillo fue poniéndose de color azul intenso.
-¿Qué significa azul?
-Que te sentís muy bien.
-Es verdad –Ohh….dijo que se siente bien…mierda, dejá de sonreírme así! -¿De qué otros colores se puede poner?
-Violeta es que estás nervioso; marrón, miedo; negro, que estás mal; verde, enamorado.
-Me encanta, aparte tiene estrellas dibujadas, me gustaría tener uno así.
-Lo compré cuando estaba en Londres, en una feria. Habría con estrellas así, pero también lisos, o con corazones….
-Quiero con estrellas, combina con mi apellido artístico.
-Ay, cuidado, el señor tiene apellido artístico –me burlé
-No te rías –dijo medio serio y medio en broma. –Bueno, te lo devuelvo.
Me dio el anillo y me lo puse y….se puso verde. Maldito anillo delator, te voy a tirar a la basura.
-Se puso verde, estás enamorada jaja
-Algo así…-dije mas nerviosa que nunca y metí la mano en el bolsillo de mi buzo rojo, para que no pudiera ver mas el anillo.
-Bueno, ya terminamos ¿no?
-Si, si. Tenemos que elegir qué parte dice cada uno en la lección.
-A vos que te gusta la historia, decí la parte de la vida del tipo, del Dalton este jaja. Yo digo las características del átomo, lo mas fácil.
-Sabía que elegirías esa parte. Mas vale que el martes no faltes.
-No te preocupes –me guiñó el ojo. Ayy!! Me guiñó el ojo! –Falta poner los nombres de los integrantes.
-Ok, los pongo –comenzé a escribir en un recuadro en la parte inferior derecha del afiche, nuestros nombres: “Integrantes: S…”
-No, las damas primero. Poné tu apellido primero.
Borré la “S” y escribí: “Wells y Starkey”. Miré el recuadro. Se veían lindos nuestros apellidos juntos.
-Bueno, me voy, el afiche llevalo vos al colegio.
-Ok, dale saludos a tu mamá y decile gracias por las galletitas, estaban riquísimas.
Se acercó, otra vez sonriéndome de esa derretidora forma y me dio un beso…..en la mejilla.
-Nos vemos! –salió a la calle, donde empezó a charlar con John, George y…Stu. Pero a Stu prácticamente no le presté atención. Y ahí estaba la señal, el signo, la clave.
Cerré la puerta y me apoyé en ella, suspirando con los ojos cerrados. Si había estado confundida, ahora ya no lo estaba mas. Stu podía ser indo, y simpático, y amable, y un montón de cosas. Pero nada mas. En cambio Richard me hacía volar, y para qué mentir, hacía que mis hormonas saltaran y chocaran con los planetas, y me destruía los átomos de Dalton o de quien sean.
Saqué la mano del bolsillo y la miré: el anillo estaba verde, como nunca antes lo había estado.

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Holaaaa!! como están mis reinas? Yo re bien, ayer volví de mis mini vacaciones, en MI lugar en el mundo, en San Luis! (Argentina) Ahhh...algún día me iré a vivir allí!
Les cuento que lo del anillo es verdad, en este momento tengo uno en mi mano derecha, y tiene estrellas. Le iba a sacar una foto, pero no tengo cámara, soy pobre jaja y el celular murió ahogado en un océano de Coca-Cola. Así que de celular tengo una batata, un nokia 1110. Si quieren saber mas del anillo de humor, acá les dejo el link de wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Anillo_del_humor y acá la foto:
besito grande a todas, las quieeeeerooo!

3 comentarios:

  1. Que lindoo yo quiero un anillo así! El nokia 1110 es el mejor lejooos, no se te rompe no porque se caiga de un 6to piso jajaja

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  2. ahhhhhhhhh Maria te luciste con este capitulo aunque yo siendo Mercy escojo a Stuart jajajajajaja ya vos sabes porque :P , lo del anillo es cierto , yo tambien lo creo eso y quiero uno de hecho , suerte la tuya de tener uno , me dio risa cuando se le puso color verde a Mercy jajajajajajajaja ahora Richard va a sospechar o algo asi . Espero que publiques pronto porque sabes que me encantan tus fics :) .

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  3. Me encantó!!! Y que sepas que yo conozco de la existencia de esos anillos porque tenía uno! jajajaj. Era un poco gitanillo, la verdad, porque lo regalaban en una revista de esas chungas adolescentes de cuando yo era joven. El mío, no sé el tuyo, tenía truco y cambiaba de color dependiendo del calor. El verde te salía cuando le aplicabas mucho calor (o sea, que por esa regla de tres debías estar muy caliente para que te saliera el verde, jajajajajajjajaja :P ). Total que yo, tramposa de por sí, hacía trampa hasta con el anillito ese una vez descubrí la gracieta XD Ay, qué habrá sido de ese anillo? A saber por dónde para...
    Bien, ahora al comentario del capítulo. Morí de risa con las clases de George a Mercy. Anda que... ¿cómo puede no tener paciencia este Georgie? Bueno, al menos, poco a poco, conseguirá sacar ese maldito do y a George le entrará la paciencia, no? XD Hablando de George, pobrecito, me dio lástima cuando pregunta si a John no le cae bien... Qué tierno, por favor! Bueno, como dice Mercy, con John ya se sabe, él es así de fábrica y a todos los trata igual, además que yo ya sé que poco a poco se lo irá ganando porque George lo vale :)
    Buahhhh, menudo dilema que tiene ahí montado Mercy entre Stu y Richard. Vale, sí, cualquier persona en su santo juicio se sentiría atraída por Stuart, que el tío era muy pero que muy mono y además, según me lo parece a mí, sería más o menos como lo pintas aquí, todo un caballero... Pero bueno, como bien sabes, una cosa es una mera atracción y la otra es estar enamoradita de alguien, como parece que le pasa a Mercy con Richard... Que por cierto, menuda casualidad que les toque a los dos juntos para el trabajo. Eso es el destino, que conspira contra ellos para que acaben juntos, así como también conspira contra John y Peter para que no aprueben Química en su puta vida, jajajajaja.
    Vale, la hora del trabajo me mató, sobre todo con la escena del anillito. A mí me delata el trasto ese de esa manera y me lo trago allí mismo, delante de Richard incluso, jajaja. Bueno, por lo menos espero que el chavalín este vaya pillando las indirectas, que ya le vienen hasta de anillos, y caiga, por fin, rendidito a los pies de Mercy, jajajajja.
    En fin, chica, que yo ya me despido no sin antes decirte que te quedó genial este capi, que reí como nunca en muchas escenas y que conseguiste ponerme tierna... Ainsh! Dedícate a esto de manera profesional, coño! XD
    Besotes!

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