Parada esperando el bondi, temblaba de frío. Arggg....como
odiaba ir de pollerita al colegio con semejante invierno. Me froté las manos,
pese a que tenía guantes, las sentía
heladas. Y el puto bondi que no viene. Si no aparece me convertiré en estatua
de hielo.
-Mercy! Ey!
Miro a todos lados y veo a Richard acercándose. Qué
raro....él no toma el colectivo acá.
-Hola Rich, ¿todo bien?
-Si, si. Veo que el bondi está tardando...
-Si. Encima no doy mas del frío.
-Yo también.
No decimos nada mas, sólo miramos hacia el lado en el que
debe aparecer, si quiere, el bondi.
-Emm....Mercy....-algo raro está pasando. Se me acerca.
Mucho. Tanto que me está tirado a la cara el humito que sale de su boca.
-¿Qué pasa? –pregunto un tanto nerviosa
-Nada, solo que....al final no pudimos hablar....sobre lo
que me dijiste....
-Richard yo...
-Shh....no digas nada....-me toma del mentón con su mano
enguantada, y se acerca para.....¡ME ESTÁ BESANDO!
-MEEEERRRRCYYYYY!!!!! ¡¡¡LEVANTATE SON 7 Y 15!!!! ¡¡¡VAS A
LLEGAR TARDE!!!
¡Mierda, mierda, mierda y mas mierda! ¡Inmundicias sobre la
virilidad de los perros incircunscisos! ¡Sólo fue un puto sueño!
Entro al colegio con mi peor cara. Ha pasado un mes de mi gira, de lo que le pasó a John, y del cumpleaños de Richard. Mi papá está contento, John me saca favores a costa de dulces “hermanita querida” y Richard, por suerte, no tocó mas el tema. Por suerte o por desgracia, porque a veces tomo un cierto coraje para decirle, pero como el ya no nombra mas el hecho, no le digo.
-Wells, esa trenza...-el preceptor me dice por enésima vez
que me quite la trenza que me hice en Blackpool. Lo ignoro, no sé qué tiene de
malo una trenza, aparte me gusta hacerme la rebeldona.
-Mercita! ¿Cómo estás? –Shotton y varios de los amigos que
tiene en común con John se acercan a saludarme.
Como no tengo amigas en mi curso, ya que todas las chicas
pertenecen al séquito de Marcia, casi siempre ando entre varones. Y mas desde
hace tres días, en los que los chicos de 1º año, donde están Isabella y Ursula,
se han ido de campamento. Ahora no sólo paso las clases entre varones, sino que
también los recreos. Y debo decir que a veces, los chicos son mejores. Mientras
que las mujeres hacen sonrisitas hipócritas frente a Marcia, para luego hablar
a sus espaldas, los varones son extremadamente fieles entre ellos, y antes de
hablar mal, se agarran a trompadas.
Estábamos en el primer recreo, y como siempre, yo estaba
entre ellos. Esto tenía sus ventajas y desventajas: por un lado, ante cualquier
cosa me defendían, y también me convidaban golosinas. Y por otro lado, tenia
que aguantar sus tonterías, sus interminables charlas sobre fútbol y que
hablaran de mujeres delante mío como si fuera un varón mas. Si, me estaba
convirtiendo en una marimacho. Y eso, era algo imperdonable...
-Wells –el preceptor, otra vez.
-Sí, ya sé, la trenza....
-No es por eso. La regente quiere hablar con usted.
¿Regente? Apenas sabía que en el colegio había una. Y jamás
había escuchado que un alumno tuviera que hablar con ella. Si a alguien le
decían que tenía que hablar con el director, seguro era por algo malo. Si le
decían de hablar con la vicedirectora, era por algo bueno, pero....¿y si le
decían de hablar con la regente? ¿Qué significaba eso?
-Venga por aquí
Seguía al preceptor hasta el despacho de la regente. Golpeó
y abrió la puerta.
-Aquí está.
-Muy bien, que pase.
El preceptor me hizo señas de que entrara.
-Wells, querida, toma asiento –dijo amable la mujer.
Me senté con cuidado y bajé la cabeza, acatando la regla de
jamás mirar a los ojos a un superior.
-Te llamas Mercy ¿no es cierto?
-Así es.
-Veo que tus notas son muy buenas, te felicito.
-Gracias....
-Pero....hay algo que tu preceptor y varios de tus
profesores han notado...siempre estás entre tus compañeros varones...¿por qué?
-Bueno....porque....ellos son mis amigos.
-¿No tienes amigas mujeres?
-Si, pero están en el campamento. Y tengo otras amigas, pero
no vienen a esta escuela.
-Entiendo....pero....Mercy, tendrías que tener cuidado.
Levanté la vista, era extraño lo que me estaba diciendo.
Ella continuó, con la misma amabilidad.
-No es bueno para una joven estar rodeada de varones. Da
malas ideas, no está bien visto. Es una suerte que el colegio haya notado tu
actitud, así puedes corregirla.
-Disculpe, pero no entiendo. Son mis amigos, hacemos juntos
los trabajos, los ayudo, en los recreos charlamos....luego del colegio los veo,
mas o menos todos viven cerca de mi casa. Puedo dar fe de que son buena gente,
no sé dónde está lo malo.
-Lo malo está en que son los mas revoltosos del colegio. Y es
una pena que una jovencita como vos, que tiene notas altas que la llevarán
directo a la universidad, esté mezclada entre esos alumnos. Tienes compañeras
en tu curso, sé que tiene una conducta intachable y proceden de buenas
familias. Y si quieres tener amigos varones está bien, pero es conveniente que
sean otra clase de chicos, con mejores notas y conducta.
-¿Usted me está pidiendo que cambie de amigos? –ésta mina
está loca.
-Es por tu bien, querida.
-Pero...pero...¡éste colegio no puede obligarme! –ya no me
importaba la regla de conducta ante la autoridad, estaba indignada -¡Es una
locura lo que usted me dice!
-No te pongas así –la mujer seguía con su parsimonia –Es una
recomendación, es un lástima, vienes de un buen colegio de Londres, aquí tienes
excelentes notas....
-Entonces empezaré a sacarme malas notas y a ser lo peor del
colegio, así combino mejor con “los revoltosos”. –me puse de pie y me fui sin
saludarla.
Afuera, “los revoltosos” estaban esperándome, ansiosos e
intrigados.
-¿Y? –preguntó John
-Nada –caminé por la galería, hasta llegar a mi aula. Sin embargo, ellos me seguían.
-¿Como que nada? ¿Para que te llamó?
-Por....por nada. Una pavada –no queria decirles la verdad,
sabía que les dolería.
-¿Y que pavada es esa?
-Cosa de mujeres –dije mientras sacaba dinero de mi mochila
-No te creo nada.
-Eso, no creo que la regente te llame por cualquier cosa
–agregó Ivan
-Pues ya lo ven, fue una tontería. ¿Me dejan salir? –todos
me obstruían la puerta del aula –Quiero ir al kiosco.
-No hasta que nos digas qué pasó.
-John...
-Hermana, hablá.
-Pero...es que no les va a gustar.
-¿Tiene que ver con nosotros? –preguntó Eric Griffiths
-Digamos que...si.
-Bueno, decinos
-John, no quiero, es feo y...
-Dale.
Respiré hondo, mirándolos a la cara.
-Ellos consideran que yo no debo ser amiga de ustedes
-¿Quiénes son ellos?
-Los profesores y los directivos.
-¿Pero por qué? –preguntó Ivan
-Primero porque no está bien visto que una chica tenga
amigos varones
-Qué estupidez...
-Y segundo porque tengo buenas notas y ustedes son.....ustedes
se portan mal.
-No entiendo la relación de esas dos cosas
-Creo que piensan que ustedes son algo así como....mala
influencia.
-No puedo creerlo. ¿Eso te dijeron? –John parecía irritado
–Mañana le prendo fuego a este colegio de mierda
-¡John, no hagas locuras! Chicos, a mi no me importa lo que
me digan, ustedes son buenas personas y no los pienso abandonar solo porque a
una vieja loca que no viene nunca a trabajar se le ocurre.
-¡Mercy presidenta! –gritó Pete
Sonreí, pero me sentí mal igual.
-El tema es que....me dolió lo que me dijo. No puedo creer
que pretendan elegirle las amistades a sus alumnos. Lo que mas temo es que
hablen con mis padres y que ellos estén de acuerdo...
Llegaba casi de noche a mi casa, después de trabajar. Mi madre preparaba la cena.
-Hija, vení por favor –dijo al ver que me dirigía a las
escaleras
-¿Qué pasa, má?
-Esta tarde llegó ésta carta –me mostró un sobre. Temblé. En
el frente tenía impreso el escudo del colegio –Sentate.
Le obedecí, ella se sentó frente a mi.
-La carta dice que ésta mañana la regente habló con vos,
¿esto es así?
-Si....
-¿Te dijeron que cambies a de amigos?
-Si, me dijeron eso.
-Y vos te enojaste.
-Si, pero fue por...
-Si, ya sé porqué fue. Te conozco, te enojás y explotás.
Pero debo decirte que tuviste razón. Si el colegio hubiera notado algo raro en
tu conducta tendría que haberme citado a
mi, y no haberte dicho lo que te dijeron.
-Ellos dicen que no está bien que una chica esté rodeada de
varones...
-Lo sé. Pero también sé que vos no sos así. Tus amigos son
muy buenos, John será un loquito, pero
debo reconocer que siempre te trató bien y que acá nunca trajo problemas. Y
también sé que no sólo tenés amigos varones, sino también chicas. Es una suerte
que tengas buenas amistades, yo a tu edad no tenía amigos.....Bueno, ésta carta
irá al tacho de la basura.
-Entonces... ¿no les vas a hacer caso?
-Claro que no. Yo soy tu madre, no ellos. Eso si, lo de
gritarle a la regente no te lo perdono. Tenés que aprender a controlarte.
Al día siguiente, seguía con “los revoltosos”. Salvo que Isabella y Ursula había regresado y nos contaban a todos sobre sus experiencias campamendísticas.
-Y en un momento, el viento nos apagó la fogata ¿Saben lo
feo que es quedarse a oscuras en medio del bosque? –contó Ursula.
-¿Y qué hiciste mi amor? –preguntó Pete...claro que, después
se dio cuenta de un pequeño detalle: el “mi amor”.
-Ayyy “mi amor” jajjajajajjajajajajjaa –se burlaron algunos.
Menos Lennon, Isabella y yo, que no salía de mi asombro.
-¿Son novios? –preguntamos los tres
-Esteee......bueno.....-Pete se veía nervioso
-...Si....-completó Ursula –Nos arreglamos el día antes del
viaje de campamento
-¡No me contaste nada! –protestó Isabella
-¡Y a mi tampoco Shotton! –dijo John
-Es que...
-¡Es que nada! Vámonos Isa, no te juntes con ésta chusma
–John abrazó a Isabella para irse “ofendido” aunque sólo hizo dos pasos y
volvió –Era hora de que fueran novios, no sé qué esperaban –sonrió y se fue al
kiosco, aún abrazado a Isa, que moría de vergüenza.
Ya en clase de literatura, todos bostezábamos. La profesora, al parecer, tenía un doctorado en aburrimiento. Si leer era uno de los placeres mas lindos, ¿por qué esta mina lo convertía en una tortura china?
Comenzé a juguetear con mi trenza. Si, aún la tenía, la
habia escondido debajo de la camisa, pero sentada al fondo, la vieja ni vería
que la tenía puesta.
-¡WELLS! ¿¿¿Qué es eso que tiene en el pelo??? –todos se
dieron vuelta para mirarme. La vieja, que siempre parecía una momia, ahora
parecía haber cobrado vida solo para gritarme.
-E...es....u...una trenza...-carajo mierda, me descubrió,
ahora sí que estoy en aprietos.
-¡NO ESTÁN PERMITIDAS ESAS COSAS!
-P...pero...
-¡SE VA YA MISMO A SU CASA!
-¿Eh? ¿A mi casa?
-¡Si! Se va a sacarse esa trenza ¡Junte sus cosas y váyase!
Me puse de pie, incrédula. Al parecer, me tendría que ir
nomás, la tipa parecía decidida.
-¿Me voy? –pregunté tontamente
-¡Le dije que si! ¡Váyase de una vez! –señaló la puerta,
gritando enfurecida. No podía creerlo porque, como dije, es una momia, y hoy
parecía haber entrado hecha un demonio. Pobre...a lo mejor el marido no la
atiende bien....
Cuando salí a la calle, todavía no me la creía. O sea...ni a John habían mandado a su casa. Aunque, bueno, él no necesitaba eso, se escapaba y listo.
No sabía qué hacer. Mi madre era buena, pero no tanto como
para perdonarme que me hayan hechado. Así que ir a mi casa no era una buena opción. Pero sola
me aburría. Entré, mirando a todos lados, al colegio, y me asomé a la ventana
de mi salón. Mi objetivo era decirle a John
que se escapara. Pero la vieja de literatura todavía estaba dando clases
y John estaba....completamente dormido. Salí a la calle, y dirigí mis pasos
hacia el Liverpool Institute. Cuando llegué, estaban en pleno recreo, lo que me
facilitó escabullirme, aunque muchos me miraron raro.
-ABBY! –le grité por detrás. La pobre chica dio un salto.
-¿Mercy? ¿¿¿Qué estás haciendo acá???
-Tranquila muchacha. Me hecharon del colegio, me mandaron a
casa por esto –le mostré la trenza –Y como estoy aburrida, vine para saber si
querés escaparte conmigo.
-¿¿¿Qué??? Vos estás re loca
-Dale, podemos ir a pasear
por ahi. Decile a Paul, a George, a Majo....¡hagamos una escapada colectiva!
-No, no, Mercy, vos estás mal...
-Ay, no te estoy pidiendo que te vayas del país, solo es
irte del colegio.
-¿Sólo eso? ¿Pero qué tenés en esa cabezota? ¿Una fábrica de
pirulines?
-Mmm...sería rico eso! Se me antoja uno... Jaja dale Abby,
vamos.
-No. Andate vos por ahí, entretenete. Salí de acá antes de
que te vea algún profesor
-Pero...! –intenté hacer un papel de caprichosa hija única,
pero no pude. Abby ya me había empujado afuera.
Caminé pateando piedritas. Estaba cansada, habia caminado mucho, tenia algo de sed y sólo eran las 10 de la mañana. Salir antes de la escuela es un bodrio. Encima tenía ganas de tocar a Ernesto. Epa!!! no piensen mal! Ernesto es mi piano, bah, piano de la familia. Pero si iba a mi casa....no, mejor no. De pronto, escucho que desde un bar, o algo así, salía un sonido de piano. O es mi imaginación, o es verdad. Compruebo que es verdad. De ese lugar sale música, y yo donde hay música, voy.
Me metí en ese lugar, llamado Casbah, o algo así. Ni bien entré,
vi a una mujer detrás de la barra, limpiando. Unos tres tipos tomaban en las mesas,
y otro tocaba....¡un piano! Bueno, en realidad era como un pianito, de esos que
hay en la películas de vaqueros, cuando van a una cantina o un cabaret. Estaba
bastante desafinado, pero hacía de las suyas.
-Nena ¿no tendrías que estar en la escuela? –me preguntó la
mujer cuando me vio con el uniforme
-Si, pero me mandaron
a casa –respondí mientras me
acomodaba en la barra, sin dejar de mirar al que tocaba.
-¿Vas a tomar algo?
-Jugo de naranja, por favor
-Solo vendo bebidas alcohólicas
-Ahh...-la miré, esperando que me sacara afuera por ser
menor de edad, pero no hizo nada -¿Qué es lo mas barato que tiene?
-Cerveza
-Uhh....no me gusta mucho. Tráigame una ginebra. Pero en
vaso chiquito.
La mujer se sonrió y puso ante mi la botella y el vaso, para
luego servirme. Le di un sorbo, la porquería quemaba la lengua y la garganta.
Vi que el tipo dejó de tocar, se puso un sombrero, saludó y
se fue. Otro, bastante borracho, se acercó al pianito y tocó algunas teclas,
para después sentarse otra vez en una mesa.
-¿Puedo...tocar? –dije con mucha timidez a la mujer,
mientras señalaba el piano
-Si, está para eso –contestó escéptica.
Me acerqué acomodándome la pollera y sacándome la mochila,
que dejé en el piso. Me senté y toqué algunas teclas. Pensé un ratito lo que
podía tocar y arranqué con School Days, para hacerle honor a mi día escolar. El
tema siempre lo había escuchado con guitarra, pero hacía un tiempo que lo había
sacado con Ernesto.
Cuando terminé, vi que a mi lado estaban parados tres o
cuatro parroquianos. Tuve miedo, quien sabe qué me dirían o me harían estos
borrachos. Pero mi temor se fue cuando uno, amablemente, habló:
-Nena ¿podrías tocarlo de vuelta?
-Si, claro –respondí un poco extrañada.
Toqué de vuelta el tema, y cuando terminé, el que me pidió
la canción me extendió.....¡un billete de 5 pesos!
-¿Sabés Mess Around? –preguntó otro, arrastrando las palabras
-Mmm....creo que la recuerdo...
Toqué algunas notas, hasta que recordé la canción, y cuando
terminé, él también estaba dándome otro billete.
Otro, con cara de superado, me miraba. Me daba gracia su
cara combinada con la borrachera que tenía cuando eran apenas las 10 de la
mañana.
-Muy lindo todo –dijo –pero no creo que sepas “Down the Road
a Piece”. Si la sabés te doy 10 pesos.
Sonreí aceptando el reto. Nunca en mi vida tuve 10 pesos tan
asegurados.
-Y pensar que creía que no la sabrías...-dijo cuando terminé
y lo miré, victoriosa –Ahh...tendré que darte el dinero chiquilla...-sonrió con
satisfacción y me dio mi billete.
Los tipos siguieron pidiéndome temas y dándome billetes o monedas,
que guardaba en los bolsillos de mi blazer. No podía creerlo, así, de
casualidad, estaba ganando dinero gracias a la música, por primera vez.
Vi en el reloj pulsera de uno de ellos que ya eran las doce.
Había pasado rápido el tiempo, y ya era hora de volver a casa si no quería levantar
sospechas. Me despedí y me acerqué a la barra, para pagar mi ginebra.
-¿Cómo te llamás, nena? –preguntó la mujer
-Mercy Wells
-Ahh...sos buena tocando....¿sos algo de Rudolph Wells?
-La hija...-ay no, esta mujer conoce a mi padre, estoy fundida -¿Lo conoce?
-No, pero lo escuché nombrar, dicen que es muy bueno. Parece
que vos sos igual.
-Gracias....-salvada! No lo conoce! –Señora, acá le dejo el
dinero, quédese con el vuelto.
-No, no, la casa invita.
-Bueno...muchas gracias, entonces
-De nada. Y no te sigas escapando del colegio.
Esa tarde, antes de ir a trabajar, guardé celosamente en mi caja celeste el dinero que junté haciendo algo que amaba. Sólo eran 30 pesos, pero para mi era muchísimo. Me había dado cuenta que de la música se podía vivir, o por lo menos, hacerse un poco de dinero. Los dejé ahí, no quería gastarlos por nada del mundo, sólo queria contemplar esos arrugados billetes.
Llegué a la cafetería con un poco de retraso, pero justo
para ver una pelea en plena ebullición.
-¡Si te manda mamá podés irte! ¡No quiero hablar! –le gritó
Paloma a su hermano
-¡No me manda nadie! Vine por mi cuenta y vamos a hablar,
quieras o no.
-¡George no hay nada de qué hablar! ¡Me voy y punto!
-¡Pero vos estás loca! ¿Cómo te vas a ir así, con tu novio?
-Si eso es lo que te preocupa, te aviso que antes voy a
casarme Y ahora, ¡andate!
-¡No quiero!
Cris y yo mirábamos perplejas la escena. Yo sabía que el
pequeño Harrison no era lo que parecía pero...¿Paloma? ¿Qué estaba pasando como
para que gritara así?
-¡Te dije que te vayas, estoy trabajando!
-¡Y yo te dije que no me voy!
-¡Entonces me voy yo! –agarró su bolso y miró a Cris –Perdón,
pero me tengo que ir, después descontame el día.
Cris sólo asintió con la cabeza y vio como Paloma se iba
dando un portazo.
-Perdón por esto...-dijo George, apenas
-¿Qué es lo que pasa? –le pregunté, dándole un vaso de agua
-Jack, su novio. Eso es lo que pasa.
-Parece un buen chico, aunque sea un teddy boy –dijo Cris,
pensativa
-Es bueno. Pero se va a América, consiguió un buen trabajo y
tiene muchos familiares allá. Y Paloma quiere irse con él.
Cris y yo nos miramos asombradas.
-Es lógico, lo quiere...-dije
-Si, pero no saben el despelote que se armó. Bueno, me voy,
gracias y perdón –George se fue caminando lentamente.
-Veo que se avecinan tormentas sobre la familia Harrison
–dijo Cris mientras lo veía. –Bien Mercy, tendremos que arreglarnos solas por
hoy.
A las dos horas nos dimos cuenta que solas no podíamos. El local se había llenado de gente y no dábamos a basto.
-Hola Mercy! –Ursula estaba frente a la barra con unos
libros en la mano
-Hola chica con novio –reí
-Ay ¿vos también?
-Mentira, me gusta que mis amigos encuentren sus medias
naranjas. ¿Si, señor? –pregunté a un tipo
que esperaba ser atendido
-Un café con mediaslunas
-Ok! Ursula, contame ¿qué andás haciendo por acá? –dije
mientras preparaba el café
-Estaba aburrida y vine
-Aquí tiene, señor –puse la taza frente al hombre –Ya traigo
las mediaslunas. Ursula, ¿y tu novio?
-Se fue con Ivan a hacer un trabajo en la escuela, ahora
quiere tener buenas notas
-Aquí tiene sus mediaslunas, señor
-Mercy, veo que estás muy ocupada, mejor me voy, así no te
molesto, capaz que algún cliente se enoja y...
-No, no, no molestás. Lo que pasa es que Paloma se fue
y...¡Ursula! ¿Querés ayudar? ¡Te vamos a pagar, eh!
-Ehhh...bueno....aunque no sé atender a la gente...
-Sólo lavarás las cosas, harás el trabajo que hago siempre
yo.
-Entonces si!
La acompañé hasta la cocina, le indiqué algunas cosas y al
rato ya se notaba que había dos manos mas en el negocio.
-¿Qué hace esa chica en mi cocina? –preguntó Cris
-Emmm....la contraté –puse mi mejor cara de angelito, aunque
ella me miraba con rectitud
-¿Que qué?
-Que yo....ehh....la contraté. Pero sólo es por hoy, y yo le
pagaré, no te preocupes.
-Mercy, es de las mejores cosas que has hecho. Te nombraré
empleada del mes.
-Te creo y todo, como si hubiera tantos empleados para
darles ese título...
-Mas respeto jovencita! –rió.
Una hora después, las cosas estaban mas tranquilas, así que
me puse a acomodar tazas y ordenar cosas, hasta que escuché un chistido y me di
vuelta.
-Stu! ¿Cómo estás?
-Bien Mercy!
-¿Qué te trae por acá?
-Vine a buscar a John...pero veo que no está., claro, ahora
se la pasa con Paul.
-Jajajajajaja ¡Estás celoso!
-Ni que fuéramos novios –contestó molesto
-Quien sabe, harían linda pareja jajaja
-¡Wells, estás loca!
Pese que quería seguir pareciendo serio por la cuestión, no
pudo y no le quedó otro remedio que reírse de las estupideses que le decía.
-Lennon y Sutcliffe un sólo corazón, se da un besito...
-¡Mercy!
-Bueno está bien. Lennon y Sutcliffe sentados bajo un
árbol....
-¡Basta, che!
-Bueno, lo que pasa es que estás celoso
-No estoy celoso. Sólo que antes John estaba siempre estaba
conmigo, y ahora está con Paul.
-Y a eso se le llaman celos. Y digo yo...¿no pueden estar
los tres juntos?
-Naaa...
-¿No te llevás bien con Macca?
-No. En realidad, si. Bueno, regular. No una cosa así que
digas “que bruto, que bien se llevan”, pero tampoco estamos a las piñas. Como
sea, no estaba seguro que John estuviera acá, pero sí estaba seguro que vos
estarías. Así que te traje algo.
-¿Eh? ¿Algo para mi?
-Así es. ¿Te acordás de esa vez que nos encontramos y vos me
mostraste tu guitarra?
-Si, si
-Yo te dije que te regalaría un dibujo mio, que yo recuerde,
no te lo di –me extendió un sobre de papel madera, que yo tomé –Pensaba en
regalarte alguno de los dibujos que ya tengo, pero recordé algo y te hice este
especialmente para....
-¡STU, ES HERMOSO! –grité emocionada con el dibujo en la
mano
-¿Te parece?
-SIIII!!!!!
En realidad, el dibujo no era hermoso. Era perfectamente
bello. Era mi guitarra, Violeta, decorada con arabescos de colores. De ella salía
un arco iris, lleno de notas musicales.
-Habíamos dicho que cuando llegáramos a ser millonarios yo
te pintaría y decoraría tus guitarras,
pero como ves, no pude esperar. Al menos ya tenés un boceto de alguna de las
cientos de guitarras que tendrás algún día.
-Gracias Stu! –salí de detrás de la barra, me acerqué a él y
le di un beso en la mejilla -¡Sos el mejor!
-Bueno, si así me pagaran todas ¿para qué dinero?
-No vengas a hacerte el galán conmigo. Ay, ¡es re lindo! le
voy a poner un marco y lo voy a colgar en mi habitación
-¿Un marco? Pegalo con cinta adhesiva....
-No, esto se merece un marco y un vidrio protector. Tengo que
cuidarlo, así dentro de unos años me jacto de tener un original Stuart
Sutcliffe –dije con voz afectada
-Imaginate, el reconocido pintor y la estrella de la música,
Mercy, llendo a fiestas de beneficencia con la Reina –ambos reímos como locos.
-Ah, Stu, tengo que contarte algo: hoy me gané 30 pesos
-No Mercy, no....la prostitución no...
-¡Tonto!
-¿Ves que feo es que te jodan?
Se siguió riendo, hasta que le di un golpecito
-Me los gané haciendo música en un bar.
Abrió grade los ojos, sorprendido.
-¿Posta? ¿Haciendo música?
-En el colegio me mandaron
a casa y como no quería que me retaran, me metí en un bar que tenía un
piano, y me puse a tocar y los que
estaban ahí me pidieron algunos temas y me dieron algo de plata
En ese momento, se abrió la puerta y apareció John.
-¿Dónde está Cris?
-Hola, ¿no? –dijimos Stu y yo.
-¿Dónde está Cris?
-No jodas, está trabajando. ¿Qué querés?
-¡Quiero hablar con Cris!
-¿Se puede saber qué te pasa? –Cris salió de la cocina
-Necesito decirte algo
-Si venís por comida gratis, no hay.
-No, nada que ver. Vengo por otra cosa.
-Bueno, hablá.
-Vine a decirte que te amo.
Cris, Stu, Ursula, y yo nos miramos. Después, rompimos en
una sonora risotada.
-¡Oigan no estropeen mi declaración amorosa! –protestó
Pero no podíamos parar. Era algo demasiado chistoso.
-John,querido, andá a tu casa –Cris le dio una palmadita en
el hombro
-Pero....
-Andá, volvé a tu casa. Tomá esta medialuna, te la regalo –le
puso una medialuna en la mano. John, medio ofendido, dio media vuelta y se fue.
-Ayy....-Cris suspiró –Si no fuera porque es menor y podría
ir presa.....
-¡Cris! ¿Qué estás diciendo? –me escandalizé al oír eso.
-Muchacha, ¿que no ves que ese chico es irresistible? No sé
porqué no aprovechás...
Mi cara debe haber sido de asco, horror,
repugnancia.....John no se me hacía irresistible para nada ¡Era mi hermano! Y
no podía creer que tantas estuvieran tan babosas con él....
Por la noche, antes de irme a dormir, colgaba feliz el dibujo de Stu. Ya le había comprado un marco, quedaba perfecto en la pared frente a mi cama, en un lugar llamado “Mi rincón musical”, debido a que allí tenía el tocadiscos, los discos y partituras y a Violeta. El cuadro lo completaba todo.
De pronto, escuché gritos. Oh si, ¿quiénes van a ser? Mis padres.
Para no escucharlos, prendí la radio y me tiré en la cama a leer. Pero los
gritos eran cada vez mas fuertes, así que subí al máximo el volumen de la
radio. Al rato sentí unos ruidos extraños. Bajé el volumen, los ruidos provenían
de la habitación de mis padres, que estaba al lado de la mía. Al parecer, se
estaban tirando con cosas...ésto se estaba poniendo feo, aparte de que seguían
gritándose de todo. Salí de mi habitación, y me acerqué a la puerta de la de
ellos. Ahí me quedé paralizada. Se estaban pegando. No sé quién a quién, pero
se estaban pegando. Sentí una angustia y
a la vez una repulsión tremenda. ¿En quiénes se habían convertido mis
padres? ¿Quiénes eran esas personas con las cuales compartía el techo? Definitivamente,
no los conocía. Y lo peor de todo, era que sentía una inmensa culpa. No sabía porqué, pero me sentía culpable. Porque
yo existía ellos no se separaban. Entonces comprendí todo: tenía que irme. Yo era
la culpable y a la vez la víctima, ya no podía soportar vivir con dos personas
que se agredían, ya no psicológica y verbalmente, sino que ahora habían cruzado
la franja a lo físico. Esa gente no era mi familia.
Me metí en mi habitación y saqué de abajo de mi cama una
valija. Abrí el armario, saqué ropa y la amontoné dentro de la valija. La cerré,
y tomé mi mochila del colegio, la vacié, y dentro le puse algo mas de ropa,
libros, documentación, y mi billetera con mis ahorros. También saqué el dinero
que habia ganado en el bar, por mas que quisiera conservarlo, ahora ya no podría.
Guardé a Violeta en su estuche, ella también me acompañaría. Saber que podría
ganar auque sea una moneda así, me alentaba. Tomé todas las cosas y salí de mi
habitación. Mis padres aún seguían ensañados. De la cocina saqué algo para
comer y lo guardé dentro de la mochila. Abrí la puerta de calle, y ahí, unas gruesas
lágrimas recorrieron mis mejillas. Irme de casa era un gran paso pero...¿era
necesario sacrificar el resto? ¿La escuela, el trabajo, mis amigos, mi hermano,
mi amor imposible?
Me sequé las lágrimas con las mangas de la campera, me
abrigué bien, me heché a Violeta al hombro, levanté la valija, y salí. El destino
decidiría adónde iría.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
Hola señoras y señoritas! Como andan? Yo con muuuucho fríoo! Dicen que mañana NIEVA! iiiuuupiiii Igual no creo que sea cierto ¬¬ Ah, les digo que otra vez, el título nada que ver con el capitulo, es sólo una canción.
Bueno chicas, acá les dejo videos de los temas que Mercy tocó:
Yay primeeeeriiita :DDDD!!!
ResponderEliminarOMG no puedo creer que se valla!!! noo, vamos se tiene que quedar con alguien!! que que pasa si la raptan?!?! tiene que encontrarse con alguien conocido en el camino!!
Jajaja con que Ursula ya tiene novioo!!!! huuuy 1313
Sabes que?? cuando empecé a leer el capítulo pensaba que lo del beso era cierto!!! me lo crei todo y luego... BUM! era un sueño ¬¬ jaj bueno que bien ya se va haciendo famosa Mercy con la tocada que se mandó en ese bar :D
Ag odie a los profesores y a la vieja esa!!! que se creen? que te pueden decir quienes son tus amigos??!!?! no me vengan, uno no escoje a las personas que te tocan ser tu familia y todavía no te dejan escoger a los amigos?! porfavor!!
Cuídate!!! y si hace un frio de la p*** madre enserio, acá no nieva (me encantaría) pero ash me congelo cada mañana para ir al colegio y justo hoy hizo mas frio de lo normal ¬¬
jajaja sabia que aunque sea una iba a caer con la primera parte, it's troll time!
EliminarMe encanta, simplemente porque me siento identificada con Mercy en casi todo lo que le pasa. Que friioooo que hace! Posta que dicen que mañana va a nevar, pero para mi que no u.u Ernesto jajajaj mi guitarra también tiene nombre, se llama Raimundo
ResponderEliminarohh Raimundo de mi alma! jajja viste al final no nevó, yo creo que la cosa sera para el viernes :S
Eliminarhasta que el fin publicas en esta fic que me gusta tanto jajaajjaja primero , como se atreve la vieja esa del colegio decirle a mercy que ya no sea amiga de los chicos ?? que idiotes en serio , vale que la madre de mercy ni mercy le van a hacer caso , lo gracioso fue que echaran a mercy del cole , y por la trenza esa ?? yo tenia una trenza de esas y en el cole no me dijeron nada , bueno ahi estan en los años 50's de seguro las reglas eran mas estrictas quien sabe la cosa es que por lo menos mercy al no ver que el plan de que los otros se fugaran se fue al bar y gano dinero y ahora , como es eso de que los padres se estaban pegando ?? ufff pero que horror , mejor que se vaya y no vuelva , pobre de mercy :( ojala todo se resuelva pronto. Ame el capitulo marita ya espero el proximo muy pronto ;)
ResponderEliminaraunque no lo quieras creer, lo de la trenza no es cosa de los 50's...en mi cole no nos dejaban!
EliminarBueno, nena! Por fin te puedo comentar este capi! Ya te lo he dicho, pero me encantó (y ahora viene la pregunta del millón... Cris, ¿hay algo de lo que escribe tu amada María que no te guste? Y la respuesta del millón... No) :)
ResponderEliminarVeamos, el principio me mató! Pensé que era verdad! Dije... se besaaaaaannnnnn! pero tenía que venir la puta realidad a joderlo todo! :S Qué lástima que sólo fue un sueño... pffff...
Siguiente, lo que pasó en el colegio en general es para pegarse un tiro. Bueno, mejor para pegárselo a ellos! Pero... vamos a ver! Qué le pasa a esta gente??? Que no folla bien y están amargados??? (ale, ya salió la bestia de Cris... jajaja). Pero es que puñetas, es verdad... Primero que si con lo de los amigos, que resulta que ahora ellos deciden con quién debes o no debes ir. Qué quieren? Que vaya con las imbéciles seguidoras de Marcia? Pues la llevan clara. Al menos, me gustó mucho Mercy ahí, dejando bien claro que no va consentir que le marquen el camino a seguir de esa manera y muy bien que hace: es su vida y ella decide quiénes son sus amigos. Faltaría más! Siguiente... Lo de la trenza. Otro pequeño detalle que haga que, como John, yo empiece a tener ganas de quemar el colegio... jajaja. Lo bueno de todo esto es que Mercy se ganó un poco de dinero tocando el piano! :)
Siguiente, Ursula y Pete! jajaja. Me encantó esta parejita! Qué tierna! :)
Bueno, lo de Paloma que se quiere ir a Estados Unidos me pilló de sopetón. La verdad es que al fin y al cabo es normal. Si su novio se va y encima quieren casarse, pues es normal que ella se quiera ir, aunque a su familia, sobre todo a su hermano pequeño (que parece que no tenga carácter pero tela... jajaa), le siente bastante mal...
Bueno, parece que nos vamos a quedar tú y yo solitas en la cafetería, menos mal que me subcontratas a Ursula para que eche una manita! Eres una genia! Tú me vas a robar el negocio, lo digo yo! XD
Morí con el detalle de Stu a Mercy... Cómo para no enmarcarlo! jajaja Y bueno, la declaración de amor repentina que me hace John... jajajaja. Vale, sí, lo digo y lo reafirmo: porque es menor y me meterian en la cárcel, que si no... jajajja. Bueno, por lo menos le doy un medialuna como muestra de mi amor eterno e imposible hacia él XD Por lo menos que coma, pobrecito de mi vida! jajaja.
Y... el final. El final me dejaste muerta! Qué mal, la verdad, con la pelea, incluso física, de sus padres. Yo también me hubiera largado de allí. Lo peor es que con sus movidas hacen que Mercy se sienta mal y culpable cuando no es así... Y bueno, dónde va a ir ahora? En fin, espero que las aguas vuelvan a su cauce y que todo se solucione como debe solucionarse... :S
Sube pronto, crack! Besotes, guapísima! :)
dale de comer a esa pobre criatura! jajaja
Eliminarbiieeenn! otra que cayó en la trampita del principio, que genia que soy, me salio bien :trollface: