-¡Mercy que suerte que no te fuiste! –Santas chispas de
chocolate! ¡Richard está contento porque no fui y me está abrazando!
Oh...aprovecharé el momento muejeje.
-Me alegra que estés contento porque no me fui
-¡Y claro! –se separó un poco –Es re feo perder así a una amiga
Ya tuviste que cagarla, ¿era necesario el “amiga”?
-A vos te voy a matar –miré a mi derecha y me encuentro con
Abby, cruzada de brazos, mirándome enojada -¿Te ibas a ir sin decirme nada?
-¿Y vos cómo te enteraste?
-Me dijo él –señaló a Richard.
Me giré a mirarlo, con mirada asesina.
-Buchón.
-Es que me la encontré esta mañana y le conté....-trató de
explicar
-Supuestamente me iba a ir sin decirle nada a nadie, pero el
aquí presente –señalé a Richard –y Lennon, me frenaron.
-Espero que nuca lo vuelvas a intentar, es una locura, si
ellos no te hubieran encontrado quién sabe adónde estarías ahora
-Lejos de tus sermones, seguro.
Abby dejó sus reproches y sonrió.
-Está bien, no te reto mas. Y si te querés ir de tu casa,
venite a la mía. Hay un sofá donde
podrías dormir.
-Gracias por el ofrecimiento
-¿Esta tarde vas a ir a la feria? -Dijo cambiando su
expresión por una linda carita de expectativa.
-¿Qué feria?
-¿Como que qué feria? ¡La feria! –dijeron ambos al unísono.
-No tengo idea de que cosa hablan
-¡De la feria!
-La que hacen en la plaza –se dignó a explicar Richard
–Habrá de todo....
-Pues ni sabía
-Ya nos dimos cuenta. Me imagino que vas a ir –dijo Abby
-Mmm....está bien, voy a ir a las 3. Y mas vale que no me
dejen sola.
Eran las 3 de la tarde y terminaba de prepararme para ir a
la famosa feria. Mi padre cortaba el césped y mi madre cosía. Hasta ahora se
llevaban bien, aunque claro, sólo había pasado unas 10 horas desde que había
vuelto a casa. A saber cuanto les duraría el armisticio.....Bajé y apenas los
saludé, mi enojo no se había ido, y hasta que no demostraran que habían cambiado
sus actitudes yo no iba a ceder. Mientras tanto los trataría lo mas fría y
distante posible. Muchos pensarán, ¿quién se cree que es ésta pendeja para
tratar así a sus padres? La respuesta es simple: soy la hija. Y así como los
obreros tienen derecho a tomar medidas de protesta, yo también tengo derecho a
protestar para tener una familia decente, y no gente que ande a los golpes.
Me dirigí a la plaza, la feria parecía que recién había
empezado, aún no había demasiada gente, así que me dediqué a pasear, observando
todos los puestos. Además, estaba lindo para caminar. Se notaba que estaba
llegando la primavera, de día no hacía tanto frío, y había un sol que, aunque
pálido, daba un poco mas de calorcito.
Busqué a Abby, pero no estaba. Seguro que estaba con su
McCartney y quién sabe a qué hora se aparecerían. Tampoco veía a ninguna de las
chicas, así que me senté en un banco, al sol, con las manos en los bolsillos, a
esperar a que viniera alguien.
De pronto vi que en un rincón de la plaza había tumulto,
compuesto principalmente por niños. Me paré y caminé hasta allí, quizás estaban
regalando algo, era mi oportunidad de agarrar auque sea un caramelo gratis.
Siempre hacía eso, ser bajita tenía sus ventajas, todos me daban menos edad y
mas si ponía carita de niña dulce.
Pero no, no regalaban nada. El tumulto era debido a que un
payaso estaba a punto de comenzar su show. Cuando era niña, los payasos sólo estaban
en los circos, pero de mas grande empezaron a salir por todos lados, pero como
me sentía “grande”, no me interesaban. Pero cerca de los 17 tiré todo eso de
“grande”, y empecé a ir a todos los lugares donde hubiera payasos, me gustaban
y punto, que mas da que me digan grandulona.
Me quedé allí, mirando y riéndome, embelezada con la magia
que el payaso hacía, aparte de sus payasadas.
Estaba sintiéndome como una nena de 4 o 5 años, con la cara en las
manos, apoyada en la cerca de madera que rodeaba el área de juegos infantiles,
cuando siento que alguien se queda parado a mi lado. No le presté atención, no
quería perderme ni medio segundo del truco que el payaso estaba realizando.
-Te gustan los payasos, ¿no?
Reconocí de inmediato la voz. Si, si, ya saben...era
Richard.
Pero como ya dije, no quería perderme ni medio segundo del
truco. Por lo tanto ni lo miré.
-Si, me gustan mucho –contesté sonriendo tontamente, sin
dejar de mirar al payaso.
-¿Tanto como yo?
Sentí como se me congelaban las venas. Me giré, con la misma
sonrisa, y lo miré. No, no iba a contestarle lo que quería contestarle, lo que
se me quería escapar de la boca. Le contestaría como lo hacía cuando quería
evadir preguntas incómodas: a lo bestia.
-No seas pelotudo.
Largó una risita entre dientes, y escuché como todos aplaudían.
El truco había terminado y yo me lo perdí, no supe qué pasó.
¿O quizás el truco del payaso fue ese? ¿Que Richard me dijera lo que me dijo y
que yo respondiera lo que respondí? Seguro que no, pero con los payasos nunca se
sabe....
-¡Hola! –dos vocecitas gritaron detrás mío.
Me giré y vi a Ursula y Pete, muy agarraditos de la mano.
-Hola parejita feliz ¿cómo están?
-¡Muy bien!
-¿Vamos a jugar a algo en algún puesto? –propuso Pete.
-Si! –respondimos Richard y yo.
-Esperen, ahí vienen Abby y Paul –Ursula señaló a dos personas,
cuyas caras no veíamos porque estaban detrás de dos enormes copos de azúcar que
devoraban.
-¡Hola, hola, holita! –saludó Paul
-¿Holita? Que saludo tan gay, Macca -reí
-No empieces Mercy –dijo mirándome mal, a lo que respondí
sacandole la lengua, como nos hacíamos sierpe.
-¡Vamos a jugar! –Pete tironeó a Ursula y a Paul
Caminamos por la feria, buscando un juego que nos ofreciera
un suculento premio por un mínimo esfuerzo. Obviamente, no había.
Casi todos iban discutiendo qué elegir, menos Abby que
seguía entretenida con su copo de azúcar, y yo. Quedamos rezagadas, así que
aproveché la oportunidad: hacía días que quería preguntarle algo.
-¿Y?
-¿Eh? ¿Qué pasa?
-¿Y?
-Mercy, siempre que querés hablar decís “¿Y?”. Sé un poquito
mas clara.
-Está bien. ¿Qué onda?
Soltó un suspiro exasperado y me miró.
-Ok, ok, seré específica. ¿Qué onda con.....-miré a todos
lados y me acerqué a tu oído -....Stu.
Largó una carcajada
que casi me vuela el tímpano, pues todavía estaba demasiado cerca de
ella.
-Eso ya es cosa del pasado.
-¿De verdad?
-Si, tenías razón, se me pasó.
Ambas sentimos que alguien nos tocaba un hombro. Nos dimos
vuelta y vimos, justamente, a Stu.
-¿Cómo están reinas? –como siempre, él haciéndose el galán,
con sus anteojos negros.
-Muy bien –contesté, y miré a Abby, su expresión demostraba
que, efectivamente, todo había pasado con Stu.
-¡Chicos! –Pete nos gritaba desde un puesto, y hacia allí
fuimos.
-Elegimos este –informó Richard
-Entonces conmigo no cuenten, no veo un carajo –dije
observando de qué se trataba el juego: dispararles a unos patos con unas
ametralladoras de juguete.
-¿Por qué? Si tenés puntería ¿O no te acordás de cuando le
revoleaste el frasco de pintura a Gabriel?
-Eso fue suerte, no puntería –reí al recordar el hecho.
-¡Dale Mercy! –Ursula me empujó -¡El premio es ese oso
gigante de peluche!
-Ay, tanto por un peluche....
-¡Pero el premio grande son 6 entradas para el cine! –completó
Paul.
-Pero acá somos....-Abby comenzó a contar -....somos
7...-dijo desilusionada.
-No importa, la número 7 se la sacamos a la dueña del
puesto, porque no podrá resistirse a nuestros
encantos, ¿o no McCartney? –dijo Stu guiñándole un ojo.
-Je, claro –ambos hicieron sus mejores caras de sex symbol,
pero a Paul se le borró cuando Abby le dio un codazo.
-Ni se te ocurra –sentenció.
-Vamos Abby, entregá a Paul, es por una buena causa! –rogó
Stu.
-Esperen, que aún ni hemos jugado –dije
-Y estamos esperando que vos empieces
-Ohhh Pete....
-¡Dale, empezá vos!
-Está bien.
Me arremangué el sweter, y me posicioné detrás de una de las
ametralladoras. Puse mi cara brava, vamos, me sentía en la Segunda Guerra Mundial.
Pero.....
-Ay...¿por qué son patitos? –pregunté de repente.
Todos me miraron sorprendidos,
-Me...me dan lástima....-completé.
-¡Son de plástico! –gritó Pete
-Igual....
Se empezaron a reír, no sólo ellos, sino también los
desconocidos que estaba mirando. Pero no me interesaba, no quería dispararles a
patitos, por mas que fueran de plástico.
-Puedo cambiarlos por latas –dijo de mala gana la dueña del puesto.
-Oh si, por favor....
Así lo hizo, y otra vez me posicioné detrás de la
ametralladora, otra vez me sentía una soldado. De paso, comprendí porqué en
toda mi infancia me gustaron mas los juguetes de varón que los de niñas....eran
mas divertidos.
Comenzé a dispararle
a las latas. Lo iba haciendo bien. Dos latas mas y las entradas serían
mías. Vi como Ursula y Abby se mordían las uñas. Agudizé la vista, calculé
y....le erré a las dos. Adiós entradas.
-Perdiste por culpa de esos patos de mierda –se quejó
Shotton.
De a uno, fueron intentándolo todos, pero fallaron. Pete
parecía que estaba a punto, sólo faltaba....un pobrecito pato.
Apreté los dientes, ya me imaginaba eligiendo qué película
ver en el cine cuando....
-Parecías toda una guerrera detrás de la ametralladora.
Mierda. Richard siempre diciéndome cosas así en momentos
cruciales.
-¿Podés dejar de hablarme cuando estoy tan concentrada en algo?
Se río, y otra vez me perdí de la acción. Bah.....Pete
perdió, sólo ganó el oso de peluche, que instantáneamente le regaló a Ursula.
-Hola pedófilos –John estaba detrás nuestro, y parecía que
traía a rastras al pequeño Harrison –Traje a este chiquitín para que se divierta
un poco antes de que le salga mufa.
Miré bien a George, parecía triste o algo así. Su rostro
tenía un aspecto ceniciento y apenas hablaba.
John propuso que compráramos algo para comer y nos tiráramos
al sol. Así hicimos, y nos compramos unos copos de azúcar, maní con chocolate,
y manzanas acarameladas. Nos sentamos al pie de un árbol.
George se sentó cerca mío y de Abby, pero apartado, tanto de
nosotras como del resto. Ambas nos miramos y comprendimos que teníamos que
actuar.
-George, ¿no querés venir acá? Dale, hacete amigo....
-No, acá estoy bien...-respondió mientras arrancaba pastito.
-Te regalo esta manzana –Abby mostró su manzana y a George
se le iluminaron los ojos. Se acercó, se la quitó de las manos, y comenzó a
comerla desaforadamente.
-Ehh....Georgie....
-¿Qué querés bestia? –dijo con la boca llena.
-Mmm.....este.....ehhh....¿por....por qué estás así?
-¿Así, como?
-Como triste –respondió Abby.
-Ahh.... si....-dejó de comer a lo loco y fijó su vista en
el suelo –Es que.....las cosas no están muy bien que digamos....
-¿Es por Paloma? –pregunté suavemente.
-Si.....se va a ir. La voy a extrañar y eso, pero está bien,
si ella es feliz así, que haga lo que le parezca. El tema es que en casa están
como locos, ni que fuera el fin del mundo....
-Hermanito....-Abby lo abrazó –Vas a ver que pronto se les
va a pasar, es cuestión de tiempo que se acostumbren a la idea.
-Si.....pero aparte hay otra cosa. Le dije a Eleanor lo que
me pasa con ella y....me cortó el rostro.
Auch. No sé porqué, pero sabía que por ese lado venía la
cosa.
Lennon interrumpió todo con una propuesta.
-¡Hagamos campeonato de pulseada!
Todos los varones aceptaron el reto y corrieron hasta una
mesa con bancos de cemento. Los chicas también fuimos a ver. El “campeonato”
comenzó con John contra Paul. Pero quedaron empatados.
-JA-JA –me reí burlonamente -¡Lennon no pudiste ganar!
-Ya que te reís tanto, ponete a jugar vos también
-Ey no te enojes, ¿qué te pasa? ¿Te desayunaste con pólvora?
-No, no, pero quiero que juegues vos también, ya que te reís
tanto de mi.
-Como no. –me senté, desafiante, frente a él. No estaba
teniendo una actitud demasiado femenina. Si la regente del colegio me viera....
La pulseada comenzó y, para sorpresa de todos, inclusive
mía, también quedamos empatados.
-¡No puede ser! ¡Si tus brazos son dos palitos!
-No importa el tamaño de los brazos, tonto, importa la
fuerza.
-Muy bien –me miró con una mirada que detestaba: la de la
venganza –Ahora te toca con Richard.
Si, se estaba vengando así, pero no dije nada. Richard se
sentó frente ami, y supe que no podría contra él, porque el simple hecho de que
me mirara hacía mis fuerzas flaquear. Pero no, esto era una competencia, tenía
que ganarle, porque si, porque se me había ocurrido que debía ser así. Hice de
tripas corazón, y le dije, con todo el tono amenazante que pude:
-Mas vale que no me hables porque te mato.
Sonrió y juntamos nuestras manos. Pete contó hasta 3 y
comenzamos. Puse toda la fuerza que tenía, hasta me olvidé con quién estaba
compitiendo y.....le gané. ¿¿¿Le gané???
-¡Se dejó ganar! –gritaron todos.
Lo miré desconcertada, él sólo reía.
-¡Ahora con Georgie! –gritó Ursula, y George se sentó frente
a mi.
-Hola bestia –me clavó su mirada mas intimidatoria, pero
sólo me reí en su cara.
Comenzamos a pulsear, pero esta vez perdí.
-¡Tendrían que haber quedado empatados! –gritó John -¡Si los
dos son re flacos!
-Pero no importa el tamaño del brazo, importa la fuerza
–dijimos George y yo al unísono.
-Parece que ahora ese es el argumento de los flacos....
Terminamos de pasar la tarde allí, entre pulseadas, y después
los chicos jugaron a otros juegos de la feria, pero no era el día de suerte, ya
que ninguno ganó nada.
Emprendimos el regreso a casa, caminando, riendo, gritando,
charlando, y cantando. Vi que, en un momento, Richard caminaba solo, y sin mas,
me acerqué a él.
-¿Por qué me dejaste ganar? –pregunté.
Sonrió y miró para otro lado, y pateó una piedrita.
-¿Hasta vos te diste cuenta?
-No sé como se dieron cuenta lo otros....pero me extraña que
yo te haya ganado, por eso también me parece que te dejaste ganar.
-Fue porque....no sé, sos tan delgadita y delicada que...no
sé, me pareció que si hacía fuerza te iba a romper –río, y luego de recuperarme
de la sorpresa, reí yo también.
-¿Por eso?
-Si....o sea, a veces tenés actitudes así...como de hombre.
-¿Eh?
-Si....con mucha fuerza. Pero a la vez sos como
frágil....como hoy, con los patitos, parecía que estabas en medio de la guerra
y de pronto saliste con que te daban lástima...
-Ja, que vergüenza. Bueno, no, no me avergüenzo, soy así, y
ya no me importa.
-Me parece bien. Y también, como nunca jugué contra una
chica, creo que me asusté, pensé que podría hacerte daño, entonces te dejé
ganar y listo. Total, es sólo un juego. ¿Tu feminismo no se siente ofendido?
-No, para nada –reí –Sos un gran tipo, Rich.
Por la noche, ya estaba preparada para irme a la cama, pero
estornudaba a mas no poder. El frío de la noche anterior estaba pasandome
factura. Mis estornudos eran muchos, pero pequeñitos, delicados, podríamos
decir, finos......eso me hizo pensar que lo único “femenino” que tenía eran mis
estornudos.
Me paré de mi cama y me puse frente al espejo. Joder, ni
siquiera sabía pararme bien, con elegancia, nunca me ponía zapatos de tacos
altos porque aún no había aprendido a andar con ellos, nuca me peinaba, me
vestía de cualquier forma, andaba a los gritos por la calle, contestaba mal, tenía
amigos varones, jugaba a las pulseadas con ellos, saltaba arriba de los trenes
y.......¿QUÉ? ¿QUÉ ES ESO QUE TENGO EN EL CUELLO?
Me acerqué mas al espejo y me miré con desesperación. No,
no, no podría ser, tenía.....tenía....¡LA NUEZ
DE ADÁN! ¡SOY UN MALDITO HOMBRE!
Ahí todo me cerraba, con razón me parecía a mi padre, no me
interesaba la moda, ni los maquillajes, ni los juegos de niñas.
Pero...pero...¡las mujeres no me gustan! Me gustan los hombres, me gusta
Richard! Y si parezco un hombre, o lo soy....¡él jamás me querrá!
Oh...no....quizás en vez de Mercy me tenga que hacer llamar Roberto.....
Bajé las escaleras en puntitas de pie y saqué de la
biblioteca de la sala todos los libros que podían ayudarme. Me metí en la cama
y comenzé a hojearlos, buscando una respuesta a lo que me pasaba, pero pronto
me quedé dormida.
En mañana del lunes, esperaba con temor al profesor de matemáticas.
Sabía que en la última prueba habia hecho un desastre, y ese día entregaría las
notas. Aparte, seguía con mi complejo llamado “¿Soy hombre?”.
-John....-dije bostezando
-¿Qué pasa hermana? –respondió mientras le lanzaba una goma
de borrar a Gabriel -¡Cerdo!
-John, no molestes a Gabriel
-Que se joda por tragalibros.
-Decime algo: ¿parezco hombre?
-No. Parecés sapo.
Continuó lanzando cosas y riendo, ignorándome por completo,
hasta que el profesor entró. Sin siquiera saludar, comenzó la repartija de
pruebas. Vi caras de decepción, y otras a las que les daba igual la nota, como
a Lennon. Eso no me servía, no podía hacer un pronóstico. Sí me sirvió ver la
cara de Gabriel. Se había sacado un 6. Si el tenía esa nota, entonces lo mas seguro
era que yo tuviera un....
-Wells –el viejo me dio mi prueba.
Y aquí completo: Si Gabriel se había sacado un 6, entonces
lo mas seguro era que yo tuviera un....3. Un precioso aplazo brillando en un
cruel color rojo sangre.
-Les recuerdo que tendrán que esforzarse si quieren aprobar
el recuperatorio, sino se llevan la materia.
Viejo chanta. No quería llevarme la apestosa materia, nunca
me habia llevado nada, y si lo hacía me matarían en casa. Aparte, dar esa materia
en un examen era de lo peor. Pero si quería zafar, en el recuperatorio debía
sacarme un 10. ¿Pero como hacerlo si no entendía nada? Alguien tenía que
ayudarme.....
En el recreo, luego de comentarles brevemente a Ursula e
Isabella sobre mi 3, me encerré en la biblioteca. Supuestamente era para buscar
libros de matemática, pero en realidad, vacié los estantes de anatomía. Hojeé
rápidamente algunos, pero no me ayudaron. Quedaron 4, y parecía los mas interesantes,
todos eran sobre desarrollo y reproducción. Me los llevaría a casa para leerlos
tranquila, allí tendría que haber una respuesta.
La bibliotecaria, con mala cara (como todas las bibliotecarias)
se quedó observándome.
-¿Te los pidieron para alguna materia?
-No....
-No sé si podré prestártelos, esos libros son para adultos.
Ahora la pregunta es: si son para adultos, ¿¿¿qué mierda
hacen en una escuela???
Después de fijarse en un cuaderno, la bibliotecaria (llamémosla
“la vieja”) me dijo, con reticencia, que me los prestaría, pero sólo hasta el
día siguiente.
Era de mañana y entré radiante a la escuela. Me había peinado, me había
puesto aritos, y perfume. Pasar toda la noche en vela, leyendo, me había
servido: no soy hombre, no soy Roberto. Sólo son locuras de mis hormonas, además,
la nuez la tienen muchas mujeres.
-Venís contenta parece.
-¡Hermanito lindo! –le di un abrazo a John, pero él me
apartó, asqueado. Sin embargo no me importó -¡Estoy contenta porque no soy
hombre!
-Vos sí que estás loca.
-Aparte gracias a estos libros –mostré los libros que
llevaba bajo el brazo –me enteré de muchas cosas.
-A ver....-me los arrebató y hojeó –mmm.....reproducción
humana....-arqueó las cejas, mirándome –nena, podríamos probar, vos tenés la
teoría, yo la práctica...¿qué te parece una clase magistral?
-¡Estúpido! –le di con un libro por la cabeza.
-Ayyyy eso dolió!
-¿Podés dejar de ser tan idiota?
-Lo voy a intentar, pero no te aseguro nada.
Entré al aula, seguida por él, y en mis adentros me reí: al
parecer, seguiría comportándome como un
macho.
Ya me había sacado una preocupación de encima, a saber, si
era hombre o no. Pero tenía otra: mi 3. ¿Qué haría?
Era la nota mas baja que me había sacado en mi vida,
necesitaba ayuda.
-Morocha, no sabés lo que me pasó, me saqué un 2 –dijo Richard
con cara de preocupado, cruzándose en mi camino durante el recreo.
-Lero – lero! ¡Yo me saqué un 3! –si, era una caradura, me
burlaba sólo por un punto de diferencia.
-Bah, como si vos no estuvieras aplazada...
-Mas respeto, Starkey!
-Mercy necesito aprobar matemática, ¡ayudame!
-A mal puerto venís por leña. Yo tampoco entiendo nada, y no
sé quién me puede ayudar.
-Por favor, si encontrás a alguien avisame, porque mi mamá
me va a asesinar.
La tarde se hacía larga, y mas con tanto trabajo. Para
colmo, veía “3”
por todos lados: 3 cafés, 3 gaseosas, 3 pesos....
-A vos te pasa algo.
-Uff...Cris, no me pasa algo. Me pasa un numerito de mierda.
Un 3 en matemática.
-Mmm....eso es jodido.
-Si, y mas sabiendo que necesito un 10 en el recuperatorio,
y que no tengo quién me ayude.
-¿Sobre qué tema es?
-Sobre los sucios y apestosos logaritmos.
-Mañana traé la carpeta, yo te ayudo.
-Pero...
-Que yo te ayudo dije.
Creo que Cris no se lo esperaba, pero al día siguiente, no
era yo la única “alumna”. Por arte de magia (mentira, les dije yo) Richard,
John, Pete e Ivan se había enterado de las “clases”. Y ahí estábamos, en la
barra, con una hoja cada uno, resolviendo los ejercicios que Cris nos había
dado, previa explicación.
-¡No entiendo! –protestó Ivan
-¡Noooo! –Cris vio el desastre que el chico había hecho –Vas
a tener que hacerlo de vuelta. A ver Richard, mostrame.
-Emm... yo....
-¡Mostrame, te digo! –le arrebató la hoja, y se golpeó la
frente con la palma de la mano–¿Pero qué
desastre es este? Si me habías dicho que entendiste lo que te dije...
-Pero me lo olvidé....
-John, dame lo tuyo
-Mmm....Cris, estas medialunas están exquisitas –respondió
con la boca llena
-¡No te comas las cosas!
-Es que son una tentación, la comida y las mujeres se me
hacen irres...
-¡MOSTRAME TU HOJA!
-Ay, ok, ok, no te enojes.....acá está –le dio la hoja
-Mmm....tenés algunos errores, pero no cambió el resultado...
-Je, soy un puto genio.
-Mercy, quiero ver qué hiciste
-Claro.
-¡Ay nooo! ¡No, no, y no! Borrá todo y empezá de vuelta.
¡Son unos troncos!
-Pero...
-Pero nada. Les doy dos clases mas. Si no progresan, se
buscan otra maestra. Así que ya saben, o se ponen las pilas, o los veré
sufriendo dando un examen.
Cris tenía razón, a nadie le gustaba matemáticas, pero
teníamos que esforzarnos igual, y tratar de entender y no distraernos, si no
queríamos ser triturados en una mesa de examen. Había que aprobar, si o si.
*-*-*-*--*--*-*-*-*-*-*-*-*-*
Buenas noches a todos mis fans!! *gritos de fans desesperados*
jajajjaja Como anda la gente bella que pasa por aquí? Bien? Yo todavía saltando en una patita porque di una materia! Siiii! Aunque suene increíble jajaja
Bueno, reapareci, la verdad que hacía mucho que no subía capitulo, y extrañaba a mi hijita Mercy jaja. Les cuento que eso de sentirse hombre me pasó, sino que lo digan Mary y Cris jaja les dije que incluiría esto en algún capitulo!
Y hablando de Cris, quiero mandarle un besote graaaande graaande, y que se le pase el enojo y la calentura que tiene encima, y que si quiere puede venir a mi casa jajajjaja. Hablo enserio Profe!!
Bueno, adiós!!!
NOOOOO pero que risa jajajajajajajaja sabias que yo odio los payasos ?? cuando era pequeña les tenia mucho miedo y ahora me caen RE MAL , LOS ODIO , SON UNOS RIDICULOS , jajajajajajjaajaja esa idea de la feria me gusto bastante , me imagine a McCartney con su copo de azucar y luego diciendo holita jajaajajaja que gay XDDDD eres mi heroina por poner a Paul tan gay ahi jajajajajajajajajaajjajajajajaja y Richard que se cree ???? la otra le dice que lo ama y todavia se hace el desentendido jajajajajajajaja deberian de andar juntos YA :P , que mal que perdieron el juego :( yo ya los veia en el cine XD y ahora Cris , osea como que ahora es profe de mate ??? yo jamas me imaginaria a Cris dando clases de mate sinceramente jajajajajajajaja a ver si mas bien reprueban con ella jajajajajajaja hay bueno ya me calmo mejor , tu fic me hace reir tanto , ME ENCANTAAAAA , ojala subieras mas seguido porque por parte tuya esta es mi favorita , la quiero mucho Marita , espero que subas pronto en serio :) .
ResponderEliminarCreo que me enamoré de tu fic jaja Yo odio los payasos, traumas de la niñez. El de McDonals por favor! Que horror jajaj Con eso de ''la macho'' me sentí identificada jajaja aunque ya pasó ese período en mi vida (?) Me enamoré completamente de ese fic. Si tenés ganas, tiempo o si necesitas un personaje quiero aparecer. Me llamo Julieta (en realidad no, es un nombre artístico(?) ) tengo el pelo medio asi con rulos pero no tanto, a veces cuando me describen dicen que soy rubiecita pero nada que ver, es como chocolate pero mas claro (? y cualquier cosa que me pongas me viene bien. Y si no, no hay drama, yo tampoco suelo hacer aparecer a personas en mis novelas, salvo excepciones (? PD: Me encantó este capítulo
ResponderEliminarEn primer lugar! Muchas gracias por los ánimos, grande, que eres una grande! ;) Ya te lo dije por wasap de ese, pero la verdad es que me vino muy bien leer eso que me pusiste, como que te levanta el ánimo, no? ;) En serio, zenkiu very mach, señora Mercy Wells! :D
ResponderEliminarBueno, que Mercy sea un poco macho da igual. Lo dice una a la que su feminidad le brilla por su ausencia. Sí, hija, cuando abro la boca es cuando la cago... A veces antes de abrir la boca y todo... A veces pienso que tengo hasta el sentido del humor de un tío, de verdad. Me preocupa, me preocupa tanto como a Mercy su nuez de Adán (cabronceta, jajajaja, lo pusiste!). Bueno, menos mal que entendió que hay cosas peores que tener la nuez de adán. Por poner un ejemplo, algo mucho peor que eso es ser alguien como Marcia, jajaja.
Bueno, bueno, ahora ya en serio... Este Ringo... Este Ringo! Que no para de lanzarle inderectas muy directas a la pobre Mercy! Joder, esto ya está empezando a rozar un límite... Que se le tire ya y la bese de una vez, joder! Tanto hablar tanto hablar y tan poco actuar! XD
Bueno, los chavales estos se están despendonando mucho, eh? Cómo que todos suspendidos con las putas matemáticas? Menos mal que estoy yo ahí, oh, divina salvadora, para explicarles como resolver esas cosas feas... Y es que, aunque las odie, yo enseño lo que haga falta (de hecho bastantes años que he estado dando clases particulares con mates incluidas y los chavales, no es por fardar, me iban aprobando, jajaja). Pero no sé, no sé... A estos, excepto a John, que se acaba de convertir automaticamente en mi alumno preferido (ejem, ejem), les veo más verdes con esto de los numeritos... Creo que tendré que pasar de explicar la teoría y enseñarles bien como pegarse una buena copiada sin que te pillen en un examen de matemáticas, jajajaja.
Y bueno... qué bien que Abby aclaró sus dudas respecto a Stu! La verdad es que ese asunto ya estaba empezando a marearme un poco... a hacerme dudar... Menos mal que no fue nada, que está con Paul y punto, jeje.
En fin, me ha encantado como siempre tu capi :D
Besos, genia!
Hola:3
ResponderEliminarLa verdad que me pasaron esta historia, me la recomendo mucho una personita:p
el caso es que hoy me levante muy temprano gracias a mi madre santa & pues no tenia nada que hacer asi que lei toda tu historia en toda la mañana digamos que inicie a las 8 & termine a las 2 de la tarde, me encanta! Debes seguirD:
porque si no lo haces me muero x.x siento una conexion con mi vida & eso..
Adoro el capitulo en el que empiezan a ser Hermanos John & Mercy(':
es conmovedor. Sigue asi espero con ansias el siguiente capitulo! Chao C:
Hola:3
ResponderEliminarLa verdad que me pasaron esta historia, me la recomendo mucho una personita:p
el caso es que hoy me levante muy temprano gracias a mi madre santa & pues no tenia nada que hacer asi que lei toda tu historia en toda la mañana digamos que inicie a las 8 & termine a las 2 de la tarde, me encanta! Debes seguirD:
porque si no lo haces me muero x.x siento una conexion con mi vida & eso..
Adoro el capitulo en el que empiezan a ser Hermanos John & Mercy(':
es conmovedor. Sigue asi espero con ansias el siguiente capitulo! Chao C: