03 febrero 2014

Capitulo 75 Dudas y certezas

Armada de tijeras, guantes y pañuelo a la cabeza, me trepé a la planta que tenía en el fondo de mi casa, dispuesta  a hacerle un “peinado nuevo”. Claro que de jardinería no tenía ni idea, y de poda, mucho menos.
-Puta planta de mier...Ah, tendría que hablarle lindo. Bueno, plantita preciosa que linda sombra me das, quisiera podarte, no me tires porquerías en los ojos, dejá apoyarme en tus ram…¡AAAHHH!
Al suelo. La psicología vegetal no había funcionado. Me paré, sacudiéndome y quejándome, empuñé la tijera y me lancé con odio hacia la planta. La guerra era la guerra.
La salvó que justo alguien tocó el timbre.
-¡Ya voy, ya voy! –grité corriendo hacia la puerta. Abrí y me encontré a John, que me tiró el hombro de su cigarrillo a la cara. –Hola John.
-Jijiji, hola hermana, ¿qué tal? –pavoneándose y arrojando su cigarrillo en mi alfombra, entró.-¿Por qué vestida así?
-Porque estaba podando una planta.
-¿Vos?
-Sí, yo.
Rió y se sentó en su sofá favorito, colgó sus piernas del apoyabrazos, se recostó y además de todo esto, puso cara de sex symbol.
-¿Qué viniste a hacer? Porque esa actitud me resulta sospechosa.
-Vine  a decirte que hoy salgo con Cris.
-¿Y a mí qué me importa? ¿Venís a pedirme permiso? ¿Tengo que darte la mano de ella?
-No, sólo te informaba. En realidad, vine a hacerte una invitación.
-¿Voy a tener que salir con ustedes dos?
-No tonta, es otra cosa.
-Ya me dio miedo.
-Tranquila, no pasa nada. El sábado tocamos y habrá una sorpresa.
-¿Una sorpresa? ¿Qué sorpresa?
-Si te digo ya no es sorpresa. Pero es lindo, una buena noticia.
-¡Ya sé! ¡Ganaron la lotería!
-No. Ojalá.
-¡Los nombran caballeros!
-¿Quién quiere eso? Te dan una medalla de mierda.
-Entonces…
-No hagas suposiciones, andá  el sábado y te enterarás. Si venís, claro.
-¡Claro que voy a ir!
-¿Vas porque tocamos o por la sorpresa?
-Andás muy específico.
-Sí, vas por la sorpresa. ¡Te equivocás, no regalaremos nada! ¿Ahora vas a ir?
-Sí, y voy por ambas cosas. ¿Contento?
-Digamos que sí. Ahora vamos que te ayudo con esa planta.





Juntos arrastrábamos los gajos y la mugre que habíamos cortado de la planta. La habíamos puesto sobre un trapo grande y lo llevábamos hacia la calle, para dejarlo allí, como buenos sucios que éramos. En realidad, a la noche pasarían a llevárselo.
-Y no sabés lo nervioso que estoy –decía John arrastrando el trapo-porque Paul no volvió, y de esto nos enteramos ayer, y él no sabe nada. Espero que vuelva más tardar mañana, tenemos que ensayar.
-¿Y si no viene?
-Si no viene, lo castro.
-Podrías poner otro bajista…Yo, por ejemplo.
-Si vos no sos bajista, sos BAJITA.
-¿Y si tocara bien? ¿Me pondrías? –pregunté ignorando su burla.
-Otra vez con eso…No, ya te dije que no, si querés tocar formá TU banda, toda de mujeres. De nombre, “Las feministas solteronas”.
-Morite.
-Si me muero vos te suicidás.
Escuchamos una frenada de bicicleta, vimos a George.
-¿Qué hacen, lauchas?
-Mirá quién habló. Estamos tocando valses vieneses. ¡Qué pregunta la tuya! ¿No ves que estamos trabajando? Trabajar, algo que vos no conocés.
-Uy sí Lennon, vos trabajaste un montón. Si estás enojado porque Mercy te agarró de sirviente, yo no tengo la culpa.
-Perdón, es que estoy nervioso. ¡Paul no vuelve!
-¿Escuché bien o pediste perdón? –me entrometí, con el único objeto de molestarlo.
-Sí, sí, pedí perdón.
-A mí también me preocupa que Paul no aparezca.-dijo George-¿Por qué se fue?
-Se fue a garchar.
-¡John! –lo reprendí.
-Bueno…se fue a visitar a Abby, a ver si de una vez por todas se reconcilian. Aunque ni sé porqué se pelearon.
-Yo creo que tampoco me acuerdo.-me rasqué la cabeza.
-¿George vas al centro? –preguntó John.
-Tendría que ir, tengo mandados para hacer, pero no tengo ganas…
-Llevame.-John se sentó en la bici.
-¡John sos muy pesado!
-Dale flacucho, llevame que tengo que comprarme una colonia nueva.
-Pobre Cris, tendrá que aguantar tu olor a insecticida.
-Me tengo que inmunizar de vos, cucaracha Wells. Vamos Georgie.
Quejándose, George comenzó a pedalear, con John cómodamente sentado atrás. Me burlé de ellos, haciendo referencias a que parecían una feliz y romántica parejita, hasta que doblaron en una calle y no los vi más.
Entré a casa, dispuesta a tomar algo caliente y bañarme, por suerte John me había ayudado mucho, pero aún así me sentía muy cansada. Ya era casi un agotamiento crónico, que aparecía con frecuencia.
-Maldita anemia, tendré que aflojar e ir al médico.-pensé. Ya que estaba en el tema, levanté el tubo del teléfono y llamé. La secretaria me dio turno para el día siguiente.






-JAJAJAJAJAJAJA ¡QUÉ BESTIA! –me sequé las lágrimas que me caían producto de la risa. Reí otra vez, el show de humor que daban en la tele era demasiado bueno, no podía cenar porque escupía todo de la risa constante que me daba. Reía una vez más, un imitador del presidente que rodaba por una ladera, esquiando, levantando los bracitos mostrando un cartel con su foto de campaña, cuando el timbre sonó. Miré la hora, ya era algo tarde.
-¿Quién vive?
-Mercy no estás en un regimiento. –escuché la risita de Paul-Soy yo, Macca.
Abrí sonriendo, contenta.
-¿Y? –le pregunté sin siquiera saludarlo.
-Abby te manda esto.-me entregó una caja. La abrí.
-¡Una cámara!
-Es la de ella, se compró una más moderna y le daba pena venderla. Dice que con vos estará en buenas manos.
-A ver si aprendo a sacar fotos buenas…¡ay pero contame de vos!
Lo hice pasar, apagué la tele y le ofrecí un tecito de manzanilla (porque las viejas tomamos esos tés). Nos sentamos en la cocina, lo miraba de una forma que creo que se me salían los ojos, cada vez que me veía, se reía.
-Bueno, ¿y?
-Y...bien.
-¿Bien? Ponele onda McCartney, decime qué pasó.
-Sos una vieja chisma.
-¡DALE!
-Bué, te diré: llegué, toqué timbre, y milagrosamente me hizo pasar. No se asombró.
-Vamos a lo concreto, ¿se reconciliaron?
-No.
-¿¿¿Eh???
-No.
-Pero…pero…¿por qué?
-Porque no. Mercy, ya está, ella tiene razón, ya fue.
-¿Pero no se quieren?
-Y qué sé…Listo, se terminó. No va más.
Lo miré, extrañada y enojada a la vez. Estaba en esos momentos en los que la mente humana me desconcertaba por completo, tanto que prefería ser un pony antes de compartir genética con gente tan loca. Sí, estaba enojada. Mucho.
-No entiendo, la verdad que no entiendo nada.
-Y yo tampoco, pero es así. Viajé con la intención de aclarar las cosas, y se aclararon.
-Quiere decir que no fuiste convencido de que te ibas a reconciliar. Quiere decir que no querías eso, porque tampoco la querés a ella.
-Ya te dije, no sé.
Bufé, quería echarlo de mi casa, pero ¿quién era yo para meterme en la relación de ellos?
-Lo hiciste para tener vía libre con otras mujeres, ¡te conozco McCartney!
-Que no, no fue por eso. Mercy, es mejor que cada uno siga con sus vidas. Yo acá, ella allá…A lo mejor un día volvemos, uno nunca sabe. Además ella está muy sola, tiene que permitirse conocer a alguien, no estar tan pendiente de lo que pasa acá.
-Con eso me confirmás que no la querés. Si no, no hablarías así.
-Mercy no entendés.
-Y claro que no entiendo, ya te lo dije.
-Tomá.-extendió su mano, que apretaba unos billetes-Acá está el dinero que me prestaste. Gracias.
-Tendría que cobrarte intereses…Mirá los resultados que me traés.
-Pero…
-Dejá paul, no soy nadie para meterme en tus asuntos. Sólo espero que no te hayas equivocado.







La sala de espera estaba llena de gente, principalmente viejas, que leían revistas aun más viejas. Miré mi reloj, eran más de las diez y mi turno era a las nueve y media. ¿Adónde estaba la puntualidad inglesa? Comí el quinto caramelo de un puñado que Jonathan me había dado cuando lo dejé a cargo del negocio. El pobre había quedado nervioso, diciendo que no sabía si podría con todo. Tonteras de él, claro que podía.
-¿Wells?
Me puse de pie y caminé hacia el doctor, que sonriente me esperaba en la puerta. Cerró y me invitó a sentarme frente a él.
-¿Quiere? –le mostré los caramelos. Sonrió.
-Sólo uno, gracias.-agarró uno, lo peló, y comenzó a comerlo-¿Y bien, Mercy? ¿Qué te trae por aquí? Hace mucho que no venías.
-Creo que desde que estoy en Liverpool, sólo vine una vez, con mi madre. Y ya son como cuatro años.
-Chica sana-sonrió-Quiere decir que ahora te sentís enferma.
-No sé si enferma…Digamos que cansada. Siento que me ahogo y que me canso enseguida. Sé que tengo anemia, pero nunca me traté.
-Tal vez sea eso, o falta de ejercicio. Pero vamos a ver, sacate los zapatos.
Me midió, me pesó, me tomó la presión. Anotó cosas, me revisó los ojos, me auscultó.
-Bien, por lo que veo en tu ficha, tenés algún problemita cardíaco.
-Ah sí, pero nada grave, creo que una o dos veces sentí unos pinchacitos, pero de puro stress o amargura.
Sonrió y siguió anotando, los médicos siempre se reían de mis explicaciones. Y ellos que me caían tan mal…
-Bueno, esto puede ser anemia. Tendrías que hacerte unos análisis completos…-garabateó en un anotador, arrancó una hoja-Acá tenés, te los hacés y los traés para que los mire.
-Bueno, gracias.
Lo saludé y salí de allí con cara de asco. Por eso odiaba ir al doctor, porque te mandaba a otro, y ese a otro, y a otro, y así. Y después te llenaban de pastillas intragables.
El laboratorio de análisis estaba a pocos metros del consultorio, así que enseguida pedí un turno. Como estaban algo saturados y lo mío no era nada grave, me dijeron que me presentara recién a la semana siguiente.
Salí de allí decidida a no hacerme nada, primero porque de una semana a la otra ya no me acordaría y segundo porque me gustaba ir de rebelde.
-¿Estás enferma?
-¡AYYY! ¡Richard! ¿Por qué me asustás? ¿Por qué a todos les gusta hacerme eso?¿ ¿Estás estúpido o qué?
Comenzó a reírse a carcajadas, yo sólo caminé rumbo al negocio. Me alcanzó corriendo.
-¿Cómo estás, tanto tiempo?
-Mal.
-¿Fuiste a hacerte análisis? ¿Estás enferma?
-No, me los hice para saber si estoy embarazada.
Arqueó una ceja e inmediatamente abrió grande sus ojos azules, pestañeó rápido. Se quedó parado, yo seguí con mi camino. Otra vez, me alcanzó corriendo.
-Mercy…¿es verdad? –preguntó con miedo.
-Sí. Bueno, no sé, por eso me hago los análisis.
-Pero si no estás casada….
-¿Y eso qué tiene que ver?
Por dentro me moría de risa. Pero trataba de parecer seria y afectada por mi “complicada situación”.
-¿Y quién es el padre?
-Ése es el asunto…No sé.
-¿Y cómo vas a hacer…?
-Tengo un negocio en el que me va bien, podré criar sola a uno, o a dos, porque me parece que son mellizos. Ah, estás invitado al bautismo.
Se quedó en silencio, seguía caminando a mi lado. Por el rabillo del ojo vi su cara de preocupación mirando mi panza.
-Mercy…¿puedo hacerte una pregunta?
-Ya la hiciste.
-Eh…
-Dale, preguntá. ¿Querés hacerte cargo? No hay drama, pero mirá que la leche está cara…Ahora, si querés ser el padrino, te digo que no, elegiré a John. Ah, ¿qué querías preguntar?
A duras penas controlé una carcajada al ver su rostro desorientado, poniéndose rojo y visiblemente nervioso.
-¿Y?
-¿Es una broma?
-No.
Siguió tenso, hasta que para alivio mío, pude soltar mi risa. Él suspiró, quizás también aliviado.
-Esa es mi venganza por haberme asustado.
-Joder…De verdad me lo creí.
-¿Y si era verdad?
-Bu…bu…bueno, yo…
-¿Vos qué? –“vamos, decí que querías ser el padre”, pensé. Decidí sacarle el peso de encima-Querías ser el padrino, ¿no? Bueno, lo hubiera charlado con John…
Sonrió avergonzado, negó con la cabeza pero no dijo nada más. Me enterneció.
-Qué loca estás…
-Ya lo sé.
-¿El sábado vas a ir a ver a los chicos?
-Ah, ¿sabías? Sí, voy.
-Como no saberlo, toda la ciudad lo dice.
-¿Y vos vas a ir?
-Seguro, me gustan.
-¿Te gustan? Ohh…¡no sabía eso de vos, Starkey!
-¿Qué estás pensando? ¿Ves que estás loca?
Sonreí traviesa y me quedé en silencio, ya faltaba muy poco para llegar a la librería.
-Tengo que hacerme los análisis porque quizás esté anémica. –anuncié-Es sólo eso.
-Me alegro que sólo sea eso, pensé que estabas enferma.
-Qué dramático. Bueno, tengo que ocuparme del negocio. Nos vemos el sábado.
-Nos vemos. Y cuidate.
Me saludó con un beso en la mejilla y una sonrisa. Entré a la librería despreocupada, demostrando que ninguno de todos esos gestos me afectaba.
-¡¡¡GU-AUUU!!! –exclamó Jonathan-¿Y eso?
-¿Eso, qué? Nada, nos encontramos y vinimos caminando hasta acá, charlando.
-“Charlando”. Mercy Wells, por favor, apretá el acelerador o al bombón te lo saco yo. Es tan buen mozo…
-Lo que me faltaba, que además de luchar con la Geraldine, tenga que luchar con vos.
-A lo mejor, de esa forma avanzás un poquito, nena.
-Richard está en mi mundo ideal, cono decía Platón.
-Ah, o sea que es tu amor platónico.
-Vos lo dijiste. Dejá que sea así, que me parezca todo perfecto en mi mundo ideal. La realidad es una mierda, y quizás él también lo sea.
-Ay, mirá lo que decís, lo que te estás inventando. Te estás aislando en tu mundo rosita y dulce para no actuar. Pero ojo, el mundito un día puede desaparecer y vas a ver la realidad, y va a ser más dolorosa porque no actuaste.
-Dejá de leer filosofía, te hace mal.
-Lo que usted diga, jefa. Yo sólo advierto.






-Decime si no está re partible.
-Cris, por favor, es mi hermano. No puedo decir esas cosas de él, básicamente porque me parece un hongo.
Bufó y se tomó la cerveza de un trago. The Cavern esa noche parecía que iba a surgir desde el sótano que era hacia arriba por la cantidad de gente y algarabía que se amontonaban entre sus paredes.
-Dame cerveza.-exigí.
Me miró, levantó una ceja, y se empinó la botella.
-¡Dame! ¡La compramos entre las dos!
-Lo lamento, pero no vas a tomar.
-¡Ya no sos mi jefa, no podés darme órdenes!
-¿Y a mí qué me importa?
-Pero…pero…¡dame!
-John me dio expresas instrucciones de no darte ni una gota. Y yo lo apoyo.
-Ah claro, se alían contra mí.
-Ojalá me aliara con él…
-¿Cuándo piensan resolver esa tensión que tienen?
-Dejamos que todo fluya.
-Si dejaran que fluyera, no se levantarían en una semana de lo fuerte que se hubieran dado…
-Mercy qué salvaje y bruta estás, ¿eh? Ah, mirá a quién tenés ahí. Yo digo lo mismo, resuelvan la tensión y no se levanten en una semana.
Miré hacia donde ella señalaba y sonreí. Richard estaba solo, tomando de un gran vaso, mirando con atención lo que sucedía en el escenario. Sin que se me borrara la sonrisa, miré la mesa, la cerveza que Cris no me quería dar.
-¿Y? Dale.-me animó.
-No sé si deba…Me da vergüenza.
Con un golpe dejó el vaso y me miró, después se mordió un labio.
-Yo no puedo creerlo. ¿Desde cuándo tenés vergüenza?
-Desde esta noche.
-Mercy, él sabía que ibas a estar acá.
-¿Y vos cómo te enteraste?
-Yo lo sé todo. No me cambies de tema, dale, acercate y saludalo. Si no vas, lo llamo. Y le digo todo, y cuando digo todo, es todo. Y va a ser peor.
-No serías capaz.
-¿No? ¡Ric…!
-¡Shh! ¡Por favor!
-Bueno, levantate  y caminá. Voy a estar vigilando tus movimientos.
Suspiré, nerviosa, y me acerqué a él.
-¡BUUU!
-¡Ay! –casi dio un salto, un poco de su bebida se volcó al suelo-¡Qué susto!
-Es mi venganza.
-Tu venganza ya te la cobraste, y bastante cara.
-Veo que no sabés que soy muy vengativa y que nunca me conformo.
-¡Hola Mercy! –me giré para ver quién me llamaba, y sin darme tiempo a nada, Majo me estampó un beso en la mejilla.
-Hola…
Comenzó a hablarme de algo que ni entendí, hasta que se percató de que Richard estaba a mi lado. Se puso roja.
-Pe…perdón…
Le lancé una mirada significativa y se puso más roja.
-Voy…voy a saludar a unas primas, ¡chau!-desapareció antes de que le contestáramos.
-¿Querés? –Richard me ofreció lo que estaba tomando.
-¿Qué es?
-Un poco de todo.
-Las señoritas nunca deben tomar lo que les ofrece un hombre, pero como de señorita tengo poco…venga.-tomé el vaso, miré de reojo hacia donde Cris estaba sentada. Me hizo un gesto como de que iba a cortarme el cuello. Le saqué la lengua y tomé.
-Viniste a ver a tus amados.
-Siento decirte que sólo me gustan musicalmente.-rió.
-Qué lástima, ya te veía de cuñado mío.
-John no está entre mis gustos.
-Mejor, no sería linda una pelea entre vos y Cris.
-Si esos ni son novios.
-Eso no significa que ella no te saque las tripas. Cualquier mujer lo haría por alguien que ama, independientemente de si son novios o no.
-Es bueno saberlo, y es bueno tener lección sobre mujeres impartida por vos.
-Gracias. Emmm…a la hora del baile, ¿quisieras concederme una pieza, noble caballero?
Se sonrió y asintió.
-Bue…
-¡Richard! –Geraldine se apareció de no sé dónde, lo tomó se la mano, me dirigió una mirada rabiosa y a él una sonrisa no menos cargada de la misma rabia-Quiero presentarte  a unas amigas, vení.
Lo tironeó hasta que lo hizo perder del alcance de mi vista, entre la gente.
Me quedé rumiando la bronca pero me dije que nada debía afectarme. Poco a poco, me estaba afirmando que a Richard no le era indiferente, se lo notaba, aunque podría ser mi imaginación, otra vez engañándome. Si lo era, ya me importaba poco, sentía que pisaba suelo firme a pesar del estorbo de Geraldine y de otras cosas, probablemente mías, que me impedían avanzar. Jonathan tenía razón, estaba muy metida en mi mundo ideal, el miedo me paralizaba para dar pasos adelante. Pero ahora me sentía un poquito más segura, probablemente porque ya no me ponía mal, sino que disfrutaba de ese coqueteo, mas bien histeriqueo, que le hacía a Richard. Lo que pasaba por mi mente era raro, sí, y pasaba con velocidad, pero en el corazón sentía otra vez la llamita de la esperanza.
De lo que tenía que ocuparme era de que todo fluya, como hacían Cris y John, que en ese momento ya estaban sentados juntos, riendo y lanzándose miraditas cargadas de muchas cosas. Ahora los entendía, “fluír” no era andar rompiendo tensiones sexuales, sino eso, que todo fuera lento y a su paso, hasta dar el golpe final. Mi golpe final estaba cerca, lo presentía. Y todo eso lo disfrutaba, me hacía sentir segura y hasta poderosa por manejar la situación.
Miré a todos lados, estaba rodeada de gente, pero sola. Si me acercaba a Cris y a John, me echarían. Majo estaba muy abrazada a su reciente marido, y Paul y George estaba ocupados con los instrumentos.
De pronto vi a Juliet, tan sola como yo, digamos que hasta parecía aburrida. Me vio y se acercó.
-¡Qué bueno que te encuentro!
-Lo mismo digo.-le respondí-¿Sabés de qué se trata esa sorpresa de la que hablan?
-Ni idea.-se encogió de hombros-George no soltó prenda.
En un abrir y cerrar de ojos, los chicos ya estaban sobre el escenario y sin presentaciones mediante, empezaron a hacer lo que les gustaba: tocar y payasear, divertirse olvidándose de todos.
Majo, Ivan y Cris se unieron a nosotras, que dábamos pequeños saltitos y coreábamos. Luego de dos canciones, de un saltó subió Brian, el manager, y tomó el micrófono que usaba Paul.
-Los chicos tienen que darles una gran noticia.-anunció-Estamos muy contentos porque en pocos días iremos a Londres. La EMI los ha llamado para que prueben con ellos.
Se hizo un silencio de asombro y enseguida alguien comenzó a aplaudir. Un segundo después, todo era gritos, silbidos, y más aplausos. Seguíamos dando saltitos, los chicos al fin estaban consiguiendo lo que querían.
En un rincón, unas chicas lloraban desconsoladas. Me llamó la atención que entre tanta alegría lloraran. Me acerqué sólo por curiosidad y le pregunté a una de ellas, menuda y rubiecita, qué les sucedía.
-Es que si se van, se harán famosos y ya no volverán. Los perderemos para siempre.
Me quedé con la boca abierta, pasmada, aquella chica parecía el ángel de las revelaciones. Y esa era de las peores revelaciones que había recibido en mi vida.






 *********
Después de un ZARPADO tiempo, he vuelto a publicar por aquí. ¿Qué tal todo? Espero que bien, yo ocupada asi que no doy seguridades sobre cuándo volveré a publicar. Bien, pueden matarme, están en su derecho jeje.
Espero que les haya gustado esto y gracias por leer!
Saludos a todas (y todos, que a lo mejor hay algún hombre. Si hay...MANIFIÉSTATE!) 

5 comentarios:

  1. Omg! Casi me muero de la risa cuando Mercy le dijo a Rings que "Estaba embaarazada" jajjaaja enserio,“vamos, decí que querías ser el padre” jajaja Mercy pervertida jjajaj :P

    Y Cris... "Vamos decime que no está re partible" bueno... pues reconsiderandolo... jajajja y Mercy algo así como... bitch please...(sin ofender eh?) "Cris, por favor, es mi hermano. No puedo decir esas cosas de él, básicamente porque me parece un hongo"

    Y luego Mercy va y le coquetea al Richard... y llega la ***** de Geraldine y se lo arrastra... No, no, no...

    Y el final, realmente... voy a llorar, "Es que si se van, se harán famosos y ya no volverán. Los perderemos para siempre" y si que tiene razón... para quasi terminar mi comentario voy s decir unas palabras muy sabias...
    "Me quedé con la boca abierta, pasmada, aquella chica parecía el ángel de las revelaciones. Y esa era de las peores revelaciones que había recibido en mi vida."
    Cuídate querida y sube pronto... :')

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  2. Hola!
    Pues sí, aquí me tienes a mí pese a las sugerencias que cierta persona me está haciendo sobre irme a dormir o a hacer nada, pero como soy una rebelde sin causa (de hecho, yo le di clases a James Dean para que basara en mí su personaje, jajajaja), aquí me tienes. Oh, sí, llámame revolucionaria, pero es que soy así, me gusta vivir siempre al límite y... Bueno sí, que paro, que me informan desde la dirección del programa "El gran show de los comentarios" en el cual participo que o me dejo de decir chorradas, o me dan la carta de despido y le comento mi rebeldía al señor de la oficina de búsqueda de empleo. Que desaboridos que son, leñe...
    Bueno, bueno, pues después de este pequeño inciso sobre mi estilo de vida extremo, voy a pasar a comentar esto. Ay, señor, esto es complicado, porque, como siempre, no sé por dónde empezar. Así que, de nuevo y como siempre también, empiezo por la sección "alabanzas y loas varias a la ilustre autora", jajajajja. Ey, en serio nena, el capi me ha encantadooo! Creo que esto no es novedad tampoco, pero vamos, yo lo tengo que decir y darte las congratulations porque de verdad que ha tenido de todo: desde risas hasta momentos más... plof. Además, tenía un mono alucinante de Mercy (mono que ya empieza a aparecer de nuevo porque has dicho que tardarás en subir, pero que conste que esto no es presión, que yo me tomo metadona y se me pasan los monos, los simios y los gorilas, jajajaja) y eso hizo que aún me leyera el capi con más ganas. :)
    Y bien, aquí ha habido de todo de todo de todo... Ainsh, veo que los avances de una servidora con cierta personita partible ahí van (emotion a full, qué bonito! Voy a bailar una canción hortera mientras caen florecillas a mi alrededor y sonrío, jajajajaja). Y no, Mercy, te aprecio mucho, pero hay ciertas cosas que no puedo llegar a consentir y voy a pasar a exponerlo en un detallado y extenso informe de... dos puntos de mierda (ya ves que :
    1). No te metas con su colonia. No, porque es la mejor colonia del mundo aunque se le acabe la botella y decida echarse encima Raid matacucarachas. Todo es bonito en su magna presencia.
    2). No es un hongo. En todo caso, de ser un hongo es un boletus, que están muyyyyyyyyy buenos, jajajajajaa.
    No obstante, se le perdona porque en todo esto, entre hermanos todo vale y queda resimpático (por cierto, me he partido de risa con esos dos comentarios precisamente, jajajaja).
    Siguiente, y ahora paso a asuntos más serios... Mercy y su cansancio. No me gusta a mí esto, la verdad, pero ya sabes que yo soy la Señora Alarmista y que me asusto por todo, pero... Muy poca importancia le da ella (e incluso el propio médico), pero sigue sin ser normal que se agote por tan poco. En fin, me quedo yo aquí como mis temeros y ya veremos, que dicen los ciegos, jajajjaa.
    Siguiente cosa QUE PARA NADA ME ESPERABA es la no reconciliación de Paul. No te voy a mentir: cuando leí el anterior capi di por hecho que este nos traería la confirmación de la reconciliación con Abby. Vamos, como que lo daba por hecho que eso iba a ocurrir sí o sí, pero... NO! De nuevo he errado en mis pronósticos con este fic y ahora estoy dudando seriamente sobre el futuro de estos dos... No sé qué puñetas piensas hacer al respecto: si reconciliarlos más adelante o no versión "no todos los primeros amores son para toda la vida", así que nada. Otro aspecto en el que tendré que esperar para ver cómo lo resulves. Mucha cosa has de resolver tú, nena, jajajajaaja. :P

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  3. Y bueno, ya me dejo de seriedades y vuelvo a poner el play a la canción de amor hortera que antes he bailado y vuelvo a contratar a los enanitos que tiran florecitas por doquier porque es hora de... HABLAR DE RICHAAAAAAARD! xD Bien, vamos a ver y vayamos por partes para no perderse. Este chico la verdad es que tiene el don de aparecer por ahí cuando menos se le espera, como por ejemplo, cuando Mercy salía del médico. Juro solemnemente que esa escena me ha hecho revolcar de risa. Y es que... Mercy, hija, que malota que eres, engañar así al chico de ese modo, jajajaja. Pero bueno, ella sólo que sigue el dicho que dice eso de "al preguntador, mentiras con él". Y menudas mentiras que le ha colado! Vamos, que le ha metido un gol por toda la escuadra! Menudas risas me he pegado cuando le decía que estaba embarazada de no sabía quién, de mellizos para colmo, y que ya tenía un padrino a punto. Y bueno, para qué hablar de cuando le ha preguntado si se quería hacer cargo de los niños o ser el padrino... La verdad, es en estos momentos cuando lamentas que tu fic no sea una película porque... mataría por ver la cara que ha puesto el pobre Richard! Seguro que era para hacerle una foto , ampliarla a tamaño poster, enmarcarla y colgarla en el recibidor de casa, jajajajajja. En fin, hay que reconocer que Mercy se sabe vengar por los "sustos" que este chico le da al aparecer tan de repente, jejeje. Venganza, que por cierto, sigue en The Cavern, jajaja. Por cierto, me encantan esas conversaciones, ver como las cosas empiezan a "fluir" entre ellos, como fluyen entre otros dos (espera que me pongo a bailar de nuevo, jajajaja). Y me gusta también ver cómo Mercy empieza a disfrutar de ese flirteo y deja de comerse la cabeza por la señora Geraldine, quien, por cierto, siempre aparece también por ahí jodiendo. Para mí que la susodicha sabe que lo de Richard con Mercy no es normal y por eso, cada vez que los ve hablando, se acerca para llevárselo prácticamente a rastras, pero... Bueno, ya se verá quién gana la batalla: si la chica que grita ante los escaparates (sí, aún me acuerdo de eso porque me traumó tanta tontería, jajajaja) o nuestra queridísima Mercy! muejejeje.
    Y ahora, seria de nuevo y al final, final, final, eso del anuncio de la prueba con EMI (refeliz la noticia), pero que tiene su vertiente triste, eso de que "si se van, ya no volverán". Pasó de verdad y me gusta como has enlazado esa realidad en tu fic para usarla como esa especie de... puñalada. Aún no he encontrado otra palabra mejor para definir ese final, con esa revelación tan evidente pero tan fuerte a la vez. Sólo deseo esto: que no se pierda lo que tanto ha costado, porque en esos casos, es muy pero que muy probable y eso, pues no molaría nada. :(
    En fin nena, que voy a dejar de hablar de cosas así medio tristonas y vuelvo a ponerme la sonrisa en la cara para felicitarte de nuevo por el capi. Yo por mí nada más hasta el siguiente, sólo animarte a que no decaiga el ánimo y que sigas así, porque este fic es uno de los que realmente valen la pena. ;)
    Saludos genia ingeniosa! Muak muak muak! :D

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  4. AHHH MUERO!! PUBLICASTE EL 3 Y YO AQUI TAN PANCHA SIN LEER!! D:
    JAJAJA CUANDO TE DIGO GENIA ME CREES NO? :D
    PUES .. TE LO REPITO: GENIA:3
    JAJAJAJA ESCRIBES MUY MUY BIEN!!
    QUE PENA NO VERLE LA CARA A RINGO CUANDO LE DIJO LO DE EL BABY*^* POBRECITO JAJAJAxD
    yo ya he publicado hoy aunque no estaba inspirada y he escrito un capitulo raro jaja
    Bueno un saludo de Lucy lennon:3
    P.S i love you and you know it:"3

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