Cada vez que cerraba
los ojos podía ver y repetir aquella escena. Yo, subiendo al bondi en una fría
mañana, intentando cubrir mis piernas con la falda del colegio. Yo, sentándome
junto a John y su parloteo y sus tirones en el pelo. Yo, viéndolo por primera
vez, quedándome atrapada en sus ojos que expresaban tantas cosas, sintiendo algo
que jamás había sentido. Yo, enamorándome como una idiota. Yo, yo, yo, y yo. Yo
metiendo la pata mil veces, juntando valor y echándome atrás. Yo, llorando. Yo,
tomando. Yo, Mercy Wells, abriendo la ventana en una cálida mañana y
comprobando que la vida, por una vez, tenía un buen sentido.
–¿Se puede? –escuché la
voz de mi madre, y vi su rostro asomándose apenas a la puerta.
–Claro. –le sonreí.
–Hijita…-extendió sus
brazos hacia mí–Al fin ha llegado el día. No vas a ser feliz, serás muy pero
muy feliz.
–Gracias mamá.
–Te merecés una vida
hermosa, te merecés la vida. Y él…estoy segura que te dará esa vida. Mis ojos de
madre me dicen que te ama de verdad.
–Espero heredar tus
ojos, entonces.
–Ya te darás cuenta que
los heredaste cuando ese bebé te traiga una novia, o esa bebé, un yerno. Y te darás
cuenta cómo cuesta entregar a las hijas…
–Mamá, ni que
viviéramos en un feudo. –reí.
–No importa cuán moderno
sea todo, una hija es una hija. Y hoy…mirá, te quería pedir perdón. Nunca fui
una buena madre para vos, no supe qué hacer en situaciones en las que me
necesitaste. Espero que aprendas de mis errores y no los repitas, sobre todo
porque sos muy distinta.
–No tengo nada que
perdonarte, las cosas fueron así. Pero bueno, basta de lamentaciones, ¿no?
–Claro hija, hoy no es
día para eso. Ya tengo tu desayuno listo, ¿vas a bajar?
Miraba por el espejo
los esfuerzos que Juliet estaba haciendo. Si había algo que me aburría y me
fastidiaba, era que me peinaran. Y ella estaba haciendo que se me hincharan las
venas.
–¿Y si te peino así?
–No Juliet, dejá a mi
pelo tranquilo, no lo manosees más.
Me miró ofendida, se
había tomado muy a pecho su labor de peluquera.
–Está bien. –cedí–Seguí
haciendo lo que te parezca, dejalo suelto, será mejor.
–¡No, suelto, no! Parecerás
una salvaje.
–Lo soy.–reí.
–Bueno pero que no se
note tanto. Vamos Mercy, poné voluntad. Te haré algo que te encantará, esta vez
no me equivocaré.
Nuevamente comenzó a
manipular mi cabeza mientras yo hacía todo tipo de morisquetas. Las hacía
porque me dolían los tirones que me estaba dando y también para distraerme de
los nervios que crecían a cada minuto.
Al fin logró algo
sencillo y muy bonito, algo que nos agradaba a ambas. Unas trenzas cosidas que
me emprolijaban el cabello y que a la vez, lo dejaban en libertad.
–¿Te gusta?
–¡Esto sí! ¿Ahora vas a
dejar de torturarme?
–Falta arreglar bien
tus rizos. –con los dedos comenzó a separar los rizos que había estado
haciéndome la noche anterior y por los que me exigió que no me moviera mientras
dormía para que nada se desarmara.
–¿Ya está?
–¡Aún no! Qué chica
impaciente. –siguió haciendo algo con mi cabello–Bueno, yo creo que así ya
estaría bien.
–Genial, me voy.
–¡No! Falta el
maquillaje.
–Pero si no es…
–Basta de quejas,
Wells. Te voy a maquillar quieras o no. Prometo que no será nada exagerado de
las películas. Ay, me olvidé los cosméticos en el bolso que dejé en la cocina,
ya vuelvo.
Salió disparada de mi
habitación, suspiré aliviada. Me miré en el espejo, contemplándome, y me reí
porque siempre que me miraba, la imagen que veía era la de una vagabunda. Busqué en una cajita una bonita gargantilla
que había comprado para ponerme, ya que las joyas que mi madre me había dado
eran ostentosas y “para viejas”. Sin querer, encontré mi dije con las dos
iniciales. Siempre lo llevaba puesto, pero hacía unos días lo había guardado
porque trataba de evitar, sin saber muy bien porqué, el recuerdo de mi padre.
Cuando lo vi sentí escalofríos, fue como volver al día en que él me lo había
obsequiado. Hubiera dado tanto para que en ese día él estuviera conmigo…Me
imaginé cómo estaría de nervioso y a la vez desconfiado por darle su hija a un
jovencito cualquiera, y también su alegría por eso, y por la inminente llegada
de un nieto…Se me descolgaron las lágrimas como se descuelga el telón cuando la
función de alegría termina, dejando paso a la tristeza más triste. Me colgué el
dije, sabiendo que por más feliz que me sintiera, siempre en un rinconcito
tendría esa pena.
–Ey Mercy, ¿qué te
pasa?
Reconocí la voz de Cris,
apenas aparté las manos con las que me cubría la cara.
–Nada. –negué con la
cabeza.
–¿Cómo que nada? Estás
llorando y eso no es un llanto de alegría…¿Te arrepentiste? Estás a tiempo, se
puede cancelar todo y…
–No, no es eso.
–Bueno, no sé…A ver,
Ringo no te va a dejar, no tengas miedo por eso, te va a ir bien, él es…
–Tampoco es eso.
–El bebé nacerá bien y
a vos te pasará nada, ya vas a ver que…
–¡No es eso!
–Mierda, ¿y entonces
qué? Mercy me preocupás, esto no es normal, ¿qué te pasa?
–Sólo que…extraño a mi
padre. Quiero que esté acá y no está, y me siento mal.
–Perdón…no me imaginé
que podía ser eso…–bajó la mirada, apenada–Vamos, no llores, tu padre…
–Sí, ya sé, está
conmigo. –respondí burlona–No me sirve eso, pero bueno, ya me resigné.
–Eso también lo dicen
todos, que hay que resignarse. Vení. –me abrazó y luego me dio un pañuelo–Estás
muy linda, ¿sabías? Aún llorando te ves hermosa.
–Pará, que no me voy a
casar con vos, no insistas.
Soltó una carcajada y
yo también reí.
–Mirá, de todos modos
te lo diré: tu padre está. Un padre nunca deja a su hija en un día así, más que
nada porque tiene que hacerle la vida imposible
a su yerno.
Otra vez reí, ya no tenía
ni rastros de lágrimas.
–Hoy no pienses en el
pasado –dijo tomándome las manos–Hoy pensá nada más que en todo lo bueno que
está por venir, como por ejemplo…esto. –puso el dorso de su mano izquierda casi
pegada a mis ojos. Fruncí el ceño, sin comprender hasta que vi un brillito. El
brillito de una piedra. El brillito de una piedra pegada a un anillo. Al fin
John había entendido.
–No me digas que…
–¡Sí! ¡Me lo propuso! Y
como ves, ¡acepté! Así que lamento quitarte la exclusividad de chica casada,
aunque….bueno, aún no sé bien cuándo será, supongo que cuando se desocupen un poco
y….
–¡Eso es genial! –la
interrumpí para tirarme sobre ella–¡Te vas a casar! ¡Por Dios, mi hermano se ve
a casar! Es lo más increíble que escuché.
–Yo tampoco lo creo.
¿Sabés? Fue a la cafetería y me dijo si quería tomar un café. Cómo estaría de nervioso
que dijo semejante estupidez. Bueno, yo le dije eso, que era un estúpido. Él ni
se inmutó, puso un café frente a mí, me
pidió perdón, y me dijo que para que viera que hablaba en serio, me daría algo.
Y ahí sacó el anillo. Después de le cayó adentro del café pero eso ya es otra
historia.
–Qué idiota que es…
–¡No lo llames así! A
mí me pareció lo más romántico del mundo, nunca pensé que haría algo como eso,
y se lo veía muy arrepentido, me partió el alma.
La puerta se abrió de
golpe, nos sobresaltamos y vimos a Juliet entrando con una caja de pinturas.
–¡Perdón! Pero es que
ya se hace tarde, y tu madre me pidió que la maquillara a ella también.
–Quiero ir al baño.
–Mercy, ya fuiste seis
veces esta mañana.
–No importa, necesito
ir.-me quejé como niña.
Salí hacia el baño, realmente
lo necesitaba y eso que no había tomado ni una gota de agua. Cuando salí, vi
que John subía las escaleras, muy apurado. Se detuvo al verme, abrió muy grande
sus ojos.
–¿Qué? Pero…¿Mercy, sos
vos?
–No seas tonto. –reí.
–Mirate…-me rodeó dando
una vuelta–Sos…sos como una aparición del cielo.
–¿John, ya estás
borracho?
–Estoy completamente
sobrio y hablo en serio. Sos la novia más hermosa que vi.
–Me vas a hacer llorar,
y otra vez no quiero.
Sonrió y se acercó para
revolverme el pelo. Se detuvo con la mano a escasos centímetros.
–Por hoy no te haré
nada. ¡Ay, cómo ha crecido mi hermanita! No puedo creerlo, qué suerte tiene ese
arbusto salvaje, casarse con semejante mujer.
–Te aviso que si viniste
a declararme tu amor, llegaste muy tarde.
–Seguí soñando,
horrible.
–¿En qué quedamos?
¿Estoy hermosa o soy horrible?
–Ambas cosas. Pero
igual te quiero.
–Y yo también, animal.
–lo abrecé pero él me separó.
–Me arrugás el traje. Y
ahora, quiero ver dónde está mi novia, ejem, futura esposa.
–¡Chico del café! Me
sorprendió que al fin te hayas dado cuenta.
–Me costó, eh. Pero
cuando entendí me dije “Carajo John, ya sos un tipo grande, ¿vas a dejar que te
deje así? Es hora de que des el gran paso” Y así hice aunque terminé buscando
el anillo en un café hirviendo, me quemé el dedo, me manché la camisa, y los
clientes huyeron cuando casi nos acostamos sobre el mostrador.
–Ay John…
–¿Qué? Las reconciliaciones
son así, y vos lo sabés bien, picarona.
Negué con la cabeza y
entramos a mi habitación; Juliet y Cris
se maquillaban la una a la otra.
–¿John qué hacés acá?
¡Viste a la novia! –protestó Juliet.
–¿Y qué? Si yo no me
voy a casar con ella. Amor, abajo hay un niño que responde al nombre de Jack,
que reclama por su leche.
–¡Es cierto, ya es su
hora! Nos vemos. –me guiñó un ojo y ambos se fueron.
Luego de dos idas más
al baño y de ver cómo las cosas se movían solas como consecuencia de mi mareo,
miré el reloj y supe que al fin había llegado la hora de la verdad. Mi madre
fue la última en despedirse de mí con un gran beso y me senté en el alféizar de
mi ventana, viendo cómo se iba. De pronto, sentí mucho miedo, no porque no
estuviera segura sino porque…no lo sabía, sólo sentía un miedo inexplicable.
Traté de tomar todo el aire de la habitación y lo estaba soltando poco a poco cuando
oí golpecitos en la puerta entreabierta.
–¿Mercy? –vi a Harry,
el único que quedaba en la casa aparte de mí–¿Ya estás lista?
Asentí poniéndome de pie
y tomé su brazo.
Odiaba las iglesias. No
porque estuviera bastante peleada con Dios, sino porque me parecían lugares
tenebrosos, fríos, oscuros, ideales para un funeral o una persecución de monstruos,
no para ocasiones bonitas como bautismos o bodas. Los juzgados también me parecían
deprimentes. Lugares cuadrados y grises llenos de cosas cuadradas y grises con
tipos serios que más que casar personas parecen que están condenándolas a muerte. No quería nada de eso, quería que todo
fuera alegre, así que, aprovechando que el otoño estaba siendo benévolo, pedí
que se hiciera todo al aire libre. Digo pedí porque de poco y nada me encargué,
las manos mágicas habían sido de Jonathan, Juliet y George, que aseguraba que
si la banda se acababa, sería organizador de eventos. Ellos solitos alquilaron
una casita con un parque enorme y allí armaron todo. El lugar era apartado y
los invitados, pocos. Esas eran las condiciones que había puesto Brian, el
manager. Un lugar lleno de beatles y con
uno de ellos casándose sólo presagiaba desastres si sus fans se enteraban. Bufé
al recordar eso durante el trayecto en auto, aún no me acostumbraba a que todo
debía ser a escondidas y tampoco
entendía en qué podía afectar que sus seguidores supieran que estaban casados o
con novias, para mí los fans debían ocuparse de matarse por conseguir el disco
de “She loves you” y no justamente matar a sus ídolos.
Al fin llegamos y me dije
que retaría a George cuando lo viera por elegir un lugar apartado por demás, porque
aquello era algo así como estar en medio de la nada. Solté una risita tonta de
puro nervio.
–¿Estás bien? –Harry me
miró sonriendo.
–Digamos que sí y no se
me darán cuenta.–reímos. Vi que se aproximaba Grace, corriendo, con un vestido para
el infarto.
–¡Grace McCartney,
mirate!
–Ya quisiera ser McCartney
–sonrió–Vine a darte los últimos toques,
estás hermosa.
–Tu falda es muy corta,
no acepto inmoralidades en mi boda.
Se echó a reír mientras
me acomodaba el cabello.
–¡Ahora sí! Ay, no lo
puedo creer –se secó una lágrima–Perdón, siempre lloro en las bodas. Me voy,
mucha suerte.–se fue caminando con pasitos rápidos.
Suspiré una vez más y
miré a Harry. Por suerte entendió mi mirada pues ni me salía una palabra. Avanzamos
y sin querer clavé las uñas en su brazo, no sólo tenía nervios sino que tenía ganas
de echarme a llorar ahí mismo al ver a la gente que más quería allí, tan bonitos
todos, con la alegría que se les notaba en el rostro. Ese fue el instante en el
que más querida me sentí: a punto de casarme con la persona que amaba, con un
hijo de él dentro de mí, y rodeada de gente que era feliz porque yo lo era. Sé
que, muy dentro de mí, le agradecí a la vida por darme una segunda oportunidad.
Y después lo vi. Volví
a recordar cuando nos cruzamos por primera vez y no pude evitar sonreír. Él
hizo lo mismo y el mundo se detuvo, como tantas veces se detuvo con cada
sonrisa que me regaló. ¿Cómo no amarlo si gracias a él mi vida tenía sentido,
si gracias a él había descubierto qué era amar, y sufrir y reír por eso? Sólo
por ese momento, todo lo pasado había valido la pena y dejaría de ser una
carga.
Tomó mi mano y me
atrajo hacia él. Con la mano libre me hizo una suave caricia en la mejilla.
–Morocha hermosa.
–susurró en mi oído y reí para no besarlo allí mismo.
El juez cortó toda la
magia con sus vueltas legales que a nadie le interesaban. Lo miré cuando me sentí
harta de su palabrerío y carraspeó, dijo dos o tres frases más y pasó a lo
reamente importante.
–Firmen aquí y aquí.
Tomamos los bolígrafos y
firmamos rápido. Lo miramos otra vez diciéndole que se apurara, y el tipo
pareció comprender.
–Pueden decir sus
votos.
Lo de los votos no era
mi especialidad y a Richard, según sus palabras textuales, le parecían una
soberana pavada. Pero como era necesario decir algo, él propuso decir un poema.
Sería más lindo, más artístico y sobre todo, más sentido. Elegimos uno casi desconocido
que nos encantó porque decía exactamente lo que sentíamos y lo aprendimos de memoria.
Al fin había llegado el momento de decirlo, así que nos miramos y nos tomamos
de las manos. Sonreímos y comenzamos a recitarlo.
“Llevo tu corazón conmigo,
lo
llevo en mi corazón.
Nunca
estoy sin él,
y
dondequiera que voy,
vas
tú, amado mío.
Y
lo que sea que yo haga,
lo
haces tú.
No
temo al destino
porque
tú eres mi destino.
No
quiero ningún mundo
porque
tú eres mi mundo.
Y
eso es lo que eres tú,
lo
que sea que la luna pretendió,
lo
que sea que el sol quiera ser.
Este
es el secreto más profundo
que
nadie conoce.
Esta
es la raíz de la raíz,
el
brote del brote,
el
cielo del cielo,
de
un árbol llamado vida,
que
crece más alto
de
lo que el alma puede esperar
y
la mente ocultar,
es
la maravilla que mantiene
a
las estrellas separadas.
Llevo
tu corazón. Lo llevo en mi corazón.”
Decirnos aquellas
palabras que no eran nuestras pero que lo parecían, mirándonos a los ojos, fue
muy especial, un momento de comunión en el que casi olvido dónde estaba porque
sólo lo veía a él. Nos giramos hacia el juez ni bien terminamos de decirlo, e
indicó que podíamos ponernos los anillos.
–Los tenía por aquí…
–Richard no me digas
que te los olvidaste.
–Sí.
–¿Qué?
Soltó una risita entre
dientes y me los mostró en la palma de su mano. Suspiré aliviada, vi que el
juez sonreía, por fin.
Me colocó el anillo,
tuve un estremecimiento al sentir el frío del metal en mi dedo, y su mano
tomando la mía. Luego hice lo mismo, sin dejar de mirarlo a los ojos. El juez
procedió con las consabidas preguntas.
–Richard Henry Starkey, ¿aceptas como tu
esposa a Mercy Wells y efectivamente contraes matrimonio en este acto?
–Sí, acepto. –su voz
resonó, cerré los ojos y sonreí.
–Mercy Wells, ¿aceptas
como tu legítimo esposo a Richard Henry Starkey y efectivamente contraes
matrimonio en este acto?
–Sí, por supuesto.
–pregunta boluda, pensé.
–Yo, Juez de Paz de
Liverpool, en virtud de los poderes que me confiere la legislación del Estado,
los declaro unidos en matrimonio. Puede besar a la novia.
Sin darme tiempo a
reaccionar, Richard me besó. No fue un beso largo porque no era cuestión de
andar dando espectáculos aunque me moría por estar todo el día pegada a él con
ese beso, pero sí fue el más dulce de
todos, el que le ponía el sello, por fin, a ese amor que tanto nos había
costado. Rodeé su cuello con mis brazos
y me levantó por la cintura. Nos reímos al separarnos y de vuelta ya a la
realidad, oí que todos reían también. Al fin supe que aquello no era un sueño
más de tantos que había tenido, en los que en medio de la negrura imaginaba
algo perfecto para poder seguir adelante. Esta era la realidad y el futuro que
estaba comenzando.
–¡¡¡Mazel Tov!!!
–Paul, callate de una
vez, no somos judíos.
–¿Cómo que no? ¡Si me
dijeron que vos sí!
Richard puso los ojos en
blanco, Paul tenía una borrachera que parecía haberse casado con él y se la pasaba
gritando y pisando copas envueltas en pañuelos.
–Voy a saludar a esos
tíos. –Richard señaló a una pareja muy tierna de ancianitos.–De paso me saco de
encima a Paul.
–Es inútil, te va a
seguir. Yo me quedo por acá.
Ni bien se fue apresuré
el paso, pensando en que no podía ser posible que fuera mi propia boda y lo
único que tuviera en la mano fuera un triste vaso de agua. Me acerqué a una
mesa donde brillaban, milagrosamente intactos, unos cuantos vasos de fernet.
Agarré uno y ya lo estaba llevando a mi boca, cuando desapareció.
–¿Qué mier…?
–¿Estás loca, mujer? –John
me miró y luego se tragó todo el contenido de mi vaso casi sin respirar–Joder,
qué bueno está esto, ¡pero estás loca! ¿Qué te pasa? ¿Te querés morir en medio
de la fiesta? Nos arruinarías todo.
–¿Pero acaso no estoy
en mi derecho al querer tomar algo en mi propia boda? –agarré otro vaso, John
también me lo quitó y se lo tomó.
–Apenas te mojarás los
labios para hacer el brindis con tu querido esposo. Si agarrás más vasos
también me los tomaré y supongo que no querrás verme borracho y arruinando mi
reputación.
–Te he visto tantas
veces…
–Ahora es distinto, soy
un hombre derecho. Así que…¿Eh? ¿Pero qué carajo estoy viendo? ¡¿Será posible?!
Extrañada, miré hacia
donde John parecía ver la muerte. Solté una carcajada loca al darme cuenta de lo
que estaba ocurriendo: Mimi, la rectísima tía Mimi, borracha, bailando como si
no hubiera mañana, agarrándose de cualquier cosa para no irse al suelo pero sin
soltar un gran vaso de cerveza. Creo que se me aflojaron dos costillas y la
mandíbula de tanto reírme. John parecía no disfrutarlo en absoluto.
–¡Tía! ¡Estás mal!
–Hola Johnny,
¡felicidades! –dijo cayendo, para su suerte, sobre una silla.
–¡Yo no me casé! Mimi…¡estás
borracha! ¡Estás arruinando mi infancia!
Por toda respuesta,
Mimi soltó una risita y le echó un poco de cerveza en la cabeza.
–¡Felicidades! Yo
también quiero tener novio.
–¡Mimi! ¡Controlate! La
puta madre, ¿qué mal hice para tener que estar viendo esto? –se sacudió el
pelo, mojado por la cerveza.
–Hola Cris, estás muy
bonita.
–¡Tía ella no es Cris!
¡Y yo no me casé! ¿Estás borracha o te dio Alzheimer repentino?
–Veo que ponerse pesado
con el alcohol es genético, vos sos igual.
–Mercy no me estarías
ayudando –dijo tratando que Mimi tomara un café bien fuerte que Grace había
traído.
–¿Y ella quién es?
–La novia de Paul.
–¿Y quién es Paul?
–¡Basta Mimi!
No contestó, sólo
levantó el vaso nuevamente, pero esta vez saludando a un tío de mi madre que
estaba en otra mesa. Seguramente ya lo había localizado como posible novio. Crucé
las piernas para no hacerme encima ahí mismo. Era demasiado increíble verla en ese
estado. Mi risa descontrolada desapareció cuando…
–¿Mamá?
Ver a mi madre sentada
sobre el regazo de mi padrastro, besándose como si fueran dos adolescentes hormonados,
hizo que tuviera una arcada.
–Debe ser asqueroso ver
a tu madre así.
–¡George! Por favor,
andá a separarlos.
–¿Por qué? Es tu madre,
no la mía. No le cortes la diversión. Ey, no creía que tu mamá fuera así…
–¿Así cómo? Ay, mejor
me voy a otro lado. –di media vuelta, él me siguió.
–¿Te gusta tu fiesta?
–Sacando a mi madre que
está a punto de follar delante de todos, sí, ¡me encanta! La verdad es que
tenías razón, sos un buen organizador de eventos.
–Me devolverás el gran
favor que te he hecho cuando organices la mía.
–Espero estar…
–Shh, Mercy Wells, hoy no
se habla de eso.
Sonrió y me pasó un
brazo por los hombros.
–Además, hay que seguir
con las clases de guitarra. Te tengo abandonada pero prometo seguir siendo tu
profesor.
–Cuando te ponés tierno,
sos tierno, ¿eh? Lástima que siempre me hallas llamado bestia. Oigan, ¿van a
tocar o no?
–Por supuesto, iré a
rescatar a John de su tía borracha y comenzamos.
–¡Damas y caballeros!
–escuché a John gritar desde el mini-escenario que habían montado–Vamos a tocar
un poco aunque ya estamos todos un poco tomados, especialmente el novio.
–¡No es cierto!
–Lo siento Mercy, tu
marido no podrá cumplir con sus deberes esta noche. Bien, para nosotros es una
alegría y todo eso bla bla bla, sean felices y coman perdices y Paul no vomites
hasta que terminemos, ¿ok?
Con el único motivo de
fastidiarme, comenzaron con Please Please Me haciendo todo tipo de señas y guiños
de ojos a Richard y mí. De todos modos, no les hice caso, estaba demasiado
extasiada viendo a Richard.
–Andate a la mierda,
Lennon. –dije cuando terminaron, dejando mi cara de embobada.
–La novia se muestra
muy agradecida y…¡Mimi soltá a ese viejo!
–¿Cómo la estás pasando?
–dijo Grace, acercándose, mientras John anunciaba que cantarían una canción nueva.
–Con este desastre,
imposible pasarla mal.–reí.
–¡Para mí es la mejor boda
en años! Todos están felices, nadie se pelea, comen y toman. ¿Qué tal si vamos
a bailar?
–¡Claro!
Estaban tocando la
dichosa nueva canción que se llamaba I want to hold your hand o algo así que
estaba muy buena. Se me complicaba un poco bailar porque se me enredaba el vestido porque era
muy largo, y a la vez me reía de Grace, que luchaba con el suyo porque era
demasiado corto. A lo lejos vi a Cris
con Jonathan tratando de separar a Mimi de otra tía de mi madre. Peleaban
seguramente por el viejo.
–Retiro lo dicho sobre
que no había pelea.–dijo Grace, preocupada–¿Creés que…?
–Dejalas, sólo son
viejas borrachas, voy a ver qué pasa.
–Mimi ya basta, el
señor será su novio, ahora deje tranquila a la otra señora. –le decía Cris.
–¿Y vos quién sos para
darme órdenes?
–¡Soy Cris, se lo dije
cinco veces!
–¿Qué Cris?
–¡La novia de su sobrino!
–Mi sobrino acaba de
casarse, ¿cómo que tiene novia?
–Tía Frida –dije
acercándome–Oiga, usted enviudó hace un mes, ¿para qué quiere un novio ahora?
Deje en paz a Mimi.
La tía Frida me miró
mal, como siempre hacía y se fue tambaleándose. Las viejas eran peores que las
jovencitas.
–Jonathan ¿qué le
pusiste a la bebida? Vos eras el encargado y parecen todos locos.
–No les puse nada, si
tenés parientes locos la culpa no es mía. Ay, estás tan bonita…
–¿Verdad que sí? –di
una vuelta–Me encanta pero es incómodo para bailar.
–¿Y quién dijo que un
vestido de novia es cómodo?
–Jona, lamento que
Félix no haya podido venir, deseaba que lo hiciera, la verdad.
–Lo sé, pero está con
mucho trabajo, muchas señoritas como vos se quieren casar. Lo veré el fin de
semana que viene, si me das permiso para viajar.
–Claro que sí, eso ni
se pregunta.
– Y bien, ¿cortamos el pastel?
Así te tomás más fotos antes de que terminemos de despeinarte.
Jonathan llevó al
centro del parque un carrito con el gran pastel.
–¿Puedo cortar? –George
lo miró desesperado.
–¿Qué te pasa, enano? Es
mi boda, fuera. –Richard lo empujó.
–Traidor, todo porque
te casaste con ésa –fingió llorar–¡Mercy robanovios!
Le saqué la lengua
porque ante todo era una novia muy fina, y agarré la copa que Richard me estaba
dando.
–¿Brindamos?
–Vas a tomar sólo un
poco, ¿de acuerdo?
–De acuerdo, señor
esposo. Sólo para la foto.
Brindamos y luego
cortamos el pastel mientras todos festejaban.
–¿Puedo decir unas
palabras? –pidió Paul.
–No.
–Ringo, sólo iba a
decir que estoy muy contento.
–Contá la vez que la
fuiste a sacar de la comisaría.
–¡John! –grité.
–Ah ese día fue genial,
Mercy estuvo presa toda la noche.
–¡Paul!
–Paul, dejá de hacer
papelones. –Grace quería parecer seria pero se notaba que estaba conteniendo la
risa.
–Los borrachos siempre
decimos la verdad. Oigan, como hermano de una de las partes contrayentes, quiero
desearles que…que…bueno, que tengan un lindo día ¡y que siga la fiesta!
Todos comenzaron a bailar,
incluso Jack, que no podía negar los genes que tenia bailando en brazos de
Juliet.
–Miren a este pequeño
ya bailando con mujeres. Hola ahijadito, ¡estás tan elegante!
–Estamos rodeados de
locos, ¿te diste cuenta? –Richard susurró en mi oído.
–Lo bueno es que
nosotros estamos tan locos como ellos. –le di un beso, se separó de repente.
–Escuchá qué buen tema.
–sonaba Put your head on my shoulder–Me recuerda a una vez en tu casa.
–A mí también.
–¿Bailamos esta,
morocha?
–¿Y cómo podría negare
a tal petición? –nos abrazamos y apoyé mi cabeza en su hombro, sintiendo su
perfume. De pronto recordé algo.
–¡Esperen, esperen!
–grité–Falta algo muy importante para las chicas, a ver quién se queda con el
ramo. –blandí en el aire mi ramo de flores y todas se amontonaron detrás de mí.
Incluso Mimi, y ya me la imaginaba otra vez peleando con mi tía.
–Bien. –me puse de espaldas
a todas–¿Ya están listas? Uno…dos…¡tres!
Lancé el ramo por el
aire y como tenía previsto todas comenzaron a pelear por el ramo hasta que en
un gran gesto de triunfo, Juliet lo levantó.
–¡Juliet será la
próxima en casarse! ¿Oíste, bestia? –le di un empujoncito a George.
–Si eso ya lo sabía.
–Igual te ganará John.
–Richard lo palmeó en la espalda–Apurate enano.
De pronto me sentí muy agotada,
había estado todo el día yendo de acá para allá y el cuerpo me estaba pasando
factura. Caminé hasta una de las meses y me senté.
–¿Te sentís mal?
–No Rich, sólo estoy un
poco cansada. Comeré un poco de pastel, está muy rico. –se sentó junto a mí y
también comenzó a comer, mientras mirábamos a nuestro incansables invitados que
seguían bailando y saltando por todas partes. Me llevé una mano a la cabeza,
todo comenzó a dar vueltas. Me puteé en silencio, lo que menos quería era descomponerme
en un momento así.
–Rich…-traté de tomar
su mano, pero no la encontré.
–Ey, ¿qué pasa?
–No…no me estoy sintiendo
bien…
–Esperá. ¡Mamá! –por
suerte Elsie era de las pocas personas que aún se mantenía sobria.
–¿Qué ocurre? Hija estás
muy pálida.
–No se siente bien.
Mercy, ¿te duele algo?
–No, sólo estoy muy mareada.
–Tranquilos, te llevaré
adentro, necesitás recostarte.
Entre los dos me
llevaron hacia el interior de la casa, tenía una sala muy pequeña y un sofá muy
grande que ocupaba casi todo el espacio.
–Eso es –dijo Elsie recostándome–En
un rato estarás como nueva, es normal que te canses, has andado todo el día.
–Pero mamá, yo no la
veo bien.
–Estoy bien, no se asusten
–sonreí–Es un mareo, Elsie tiene razón, en un rato estaré bien. Rich, volvé a la
fiesta, no dejes solos a los invitados.
–Que se jodan.
–En serio te digo, en
media hora estoy ahí de vuelta, no te preocupes.
Poco convencido se fue,
y suspiré hondo.
–Elsie…¿puedo decirle
algo?
–Claro. –sonrió, pasándome
una mano por la frente.
–¿Me promete que si me pasa
algo cuidará bien a mi bebé? Y a Richard, por supuesto, él lo necesitará mucho.
–Mercy…no pienses en
eso ahora…
–Por favor.
–Está bien, te lo prometo.
Descansá, te haré un té y ya verás todo con otros ojos, esto es normal que te
pase, no te preocupes.
Cerca de una hora
estuve allí, incluso hasta me entredormí. El té de Elsie me había relajado
mucho.
–¿Ya te sentís mejor?
–oí la voz de Richard.
–Sí. –abrí los ojos y me
incorporé–Ya estoy muy bien.
–¿Y este pequeño? –me
acarició el vientre.
–Hoy no he sentido
nada, para mí que está atento a todo, o no me quiere causar molestias a mí.
–Será un ángel, como
yo.
–Si, claro. –reí–Ahora
vamos.
Volví a la fiesta que
ya estaba terminando porque la mayoría de la gente estaba en el piso. Vi a Cris
tropezándose y sacándose los zapatos.
–Me enteré de lo que te
pasó, ¿estás bien?
–Sí, genial.
–Encontré a tu mamá,
¿sabés dónde?
–No me digas.
–Mejor. Creo que ya es
hora de irnos, vos estás cansada, yo también, Jack hace rato que se durmió y
John ni sé dónde está. Ah, Mimi se fue con tu tío, terminaremos emparentando.
Bueno, nos vemos. –me dio un beso en la mejilla–Y te cuidás, eh.
–Yo siempre me cuido,
más bien cuidate vos.
Hizo una risita entre
dientes y se fue saludando a todos.
–¿Nos vamos nosotros
también? –preguntó Richard.
–Por supuesto.
La puerta se cerró y
también cerró el día de locura que, después de tanta espera, había pasado volando.
–¿Te sentís bien?
–Richard se acercó, me tomó de los brazos.
–Sí, estoy perfecta.
–le sonreí–Y no miento. Creo que nunca me sentí mejor en mi vida. Gracias.
–¿Gracias por qué?
–Porque me hacés feliz.
No sé, tantas veces pensé en algo así y a la vez pensaba que jamás se haría realidad…Siempre
vi todo negro para mí, lo sabés bien. Y ahora es todo tan lindo que todavía no
me lo creo.
–A mí también me cuesta
creerlo, dimos tantas vueltas, tantas idas y venidas y ahora así, de repente,
estamos casados. Jamás me imaginé casado–rió apenas–Y fui un tonto, porque se siente
tan bien…Todo estuvo perfecto, y lo seguirá estando.
–Mmm…sí, digamos que
sí…–simulé dudar, me miró desconcertado–Faltaron cabras, pero igual estuvo
bien.
No pudo contener una
carcajada, negó con la cabeza.
–Ya tendrás tus cabras
y todos tus bichos.
–Y me ayudarás a
cuidarlos, supongo.
–Dejamelo pensar. A
ver…no.
–¡Qué malo! ¿Tendré que
ocuparme de todo? Claro, como ahora sos un señor famoso…
–Exacto. Además yo me ocuparé
de mi hijo, vos quedate con tus cabras olorosas. –hizo una mueca graciosa, reí,
pero de repente me puse seria. Lo abracé.
–Tengo miedo…-susurré–Tengo
miedo de que todo esto se termine.
Me aferré a él temblando.
De verdad sentía terror, el terror que sienten quienes conocen por primera vez la
felicidad y saben que si se acaba, la tristeza será mucho más pesada. Y yo nunca
más quería estar triste y ponía mis esperanzas en el futuro que ese día comenzábamos
a caminar, aunque no podía negar la existencia de esa sombra oscura que todos
veían, ese presagio de que todo, en poco tiempo, podía salir mal.
Pero sentí sus manos fuertes
rodeándome, cubriendo mi frágil espalda, transmitiéndome su calor, y de inmediato
me sentí protegida de todos los fantasmas de la vida. El calor de su aliento en
mi cuello me transportó a otro mundo y sus dedos deslizándose por mis hombros,
quitándome el vestido, me hicieron preguntare cómo era posible que un simple
roce podía producirme tantas cosas.
–Tranquila –su voz en mi
oído me erizó la piel–Nunca dejaré que vuelvas a tener miedo. Te lo prometo.
******************
Y con ustedes, señoras
y señores, el primer, único, y exclusivo fic donde Mimi tiene novio! Vamooo
Mimiiii Y una cosa: el próximo capi es el 100, traigan copas que tenemos que brindar.
Bueno. Les traigo este
capitulo que si no es el más importante, es el segundo más importante, y
ustedes no saben lo que estuve para escribirlo, no saben la presión que
significó para mí, además que soy muy bestia (como dice George) para estas cosas de las bodas, así que desde acá agradezco a casamientos.com.ar por salvarme jajajaa. Hace un mes que empecé el capitulo, y me la pasé escribiendo dos líneas
y borrándolas. El lunes directamente me puse a llorar porque me da pena que ya
todo termine y también porque no sabía cómo carajo escribir lo que tenía en la
mente. En serio, ojalá hubiera podido reflejar en palabras todo lo que me pasaba
por la mente y por el corazoncito porque esta Mercy es como una hija para mí y
la quiero mucho y acá hay mucho sentimiento y mucho huevo, loco. Bué, se iba de
tema.
Ah, con respecto a lo
que dije más arriba sobre que falta poco para que termine... Sí. Exactamente
cinco capítulos. Basta, no me maten que yo ya tengo la soga colgando de la viga
del techo para cuando le ponga el “Fin”.
Otra cosa, tengo que
contestar un cuestionario que me puso Cami en el anterior capitulo: Hola Cami! ¿Cómo
te vas a quejar del Martín Fierro? Te lo dice alguien que lo leyó dos veces
entero, una a los 9 años y otra a los16, y justo últimamente estaba pensando en
darle otra leída porque me gusta mucho, vas a ver que cuando crezcas vas a entenderlo porque tira la posta en muchas cosas.
Ah, y soy hincha del más grande lejos, DE SAN LORENZO VAMO EL CUERVOOOOO! Ahh se
sacaba jajaja. Y estudio historia en la UNLu. Y creo que no me preguntaste nada
más jajaja.
Y una cosa más antes de
irme, tengo Wattpad! Y estoy subiendo las historias viejitas que escribí antes
porque me daba penita que estuvieran ahí solas, así que si quieren hacerles compañía,
síganme por aquí: http://www.wattpad.com/user/YasnaiaPoliana
Y ya está, me parece que
nada más, me callo la boca y me voy.
Saludos y gracias por
leer.
Yo de vuelta! No, si
hoy me va a costar irme jajaja. Vieron la canción nueva de Calle 13? Bueno, ya
no es tan nueva pero no importa. No me va
mucho Calle 13pero esta canción me puede, y es la que le da título al capitulo.
Si no la conocen y no vieron el video (que es re awww) acá lo tienen:
Y ahora sí, chau.-
HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY! ME MUERO MUERTA! se que estuve desaparecida en acción, con presunción de fallecimiento, simple ausente pero... (se nota que estuve estudiando civil no?) bueno, te explico, esto es mejor que aprobar sociología con marx AGUANTE EL RINGO LA QUE LO PAN CON QUESOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! pero WAIT, que en este capitulo me EN CAN TA RON TODOS! nunca me pasó! Igual, lo admito PAUL SE CORTÓ SOLO! GENIO! IDIOLO! PAPITO! ajajajjajajajajajjajajajaja Ringo es un bombonazo, tipazo, sensualon, y bueno... no digo mas porque es tuyo y no es mio y el mio es de cris aca y cuentas claras mantienen la amistad y bue bue VITE AAAAAAAAAAA! jajajjajaja perdón, estoy descarriladísima para colmo estoy SEMI-AMARGA como el chocolate aguila porque estoy contenta pero no.
ResponderEliminarME EXPLICO? NO! PERO VOS ENTENDES BABYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY! Y sí, esta piba es como Ellie para mí y bue, LOVE YOU MERCYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY y que se me valla! NOOOOO yo voy a volver a leerla, me la voy a aprender de memoria y NO LA TERMINEEEEEEEEEEEEES! SI QUERES HAGO PROCESIÓN HASTA LUJÁN!!!!!!!!!!!!!!!! pero no, PLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEASE! NO ME CLAVES ESTE PUÑAL GIRLLLLLLLLLL! no se, que se yo, sino me voy a declarar en huelga o me voy a volver un lumpenproletariat algo asi, que se yo, ME PEGO UN TIRO! NOOOOO! NO TERMINES!
Paro de llorar, Cris, Jack y John SE PASAAAAAAAAAAAAAAN! los amo a los tres, son re cholulos y que se haya quemado los dedos con el café es tannnnn Lennon, lo amo! vos sabes.... jajajajajaj George awwwwwwwwwwwwww que sea mi wedding planer CARAJOOOOO! jajajajajja no dejá, ya veo que se pudre todo antes de entrar y me fugo con él.
Paul, hayyyy no somos judios bonbom pero si vos queres, VAMOS CON LOS JUDÍOS TODAVÍAAAAAAAA! (para colmo yo los quiero!) y bueno Ringo, ricardo..... BOMBONCIIIINNNNNN PERRITOOOOO SENSUALOOOON CHURRROOOOOOOO PANCHOOO ¿gaseosa? naaa... es un tipazo, lo mejor de lo mejor y me encanta que sea así, es un genio que le gustan las locas porque él esta loco y lo reconoce y es huuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaw! (como el bowling de aca viste.... calle rivadavia) jajajajaj lo amo amo esto y se me va a romper el corazón cuando termine. LO JURO.!
Mimi, se me cayó una idola pero bue... NADIE ES PERFECTO TODO LO QUE SUBE BAJA Y NO TODO LO QUE BAJA SUUUUUUUUUUUUUUUBEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! jajajajaj bue... yo me tome como John los tequilazos de fernettttttttttttttttttttttttt eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! jajajajja
SERIEDAD: Extrañaba muchooo comentar y te pido mil perdones porque no pude hacerlo pero estoy a fulll time con la fucking facu. Pero me tomo este tiempo de contrabando y comento esta obra MAESTRA que HAY QUE APLAUDIR DE PIE! me encantó, me encantó mucho y decí que existen los derechos intelectuales porque sino terrible plagio wachiiiinnnn (iba a ser serio eh? quien mintió asi!!!) así que yapoooo o como carajo se escriba babyyyy morochiiin jajajjajaja
FELICITACIONES Y NO LA TERMINES MÁS QUE ME HUNDO EN LA DEPRECIÓN QUE ME VA A LLEVAR AL SUICIDIO!!!!
AAAH! pensaste que me iba así como así? te equivocas morocha!
ResponderEliminarTE AVISO! (pauta publicitaria exclusiva para MLGallo) no tengo whatsapp.
IN YOUR FACE BABY! La primeraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! jajajajjaja
ResponderEliminarMe estas reputiando? si bueno, en santa fe hablamos asi muchachas....
ResponderEliminarHay te hice reir? mira que chistosita que es la nena....
ResponderEliminarBueno, me voy! (Fijate que capaz q suba en alguna de las noves, capaz en la del steve jajajajja)
ResponderEliminarBye bye loooveee! byebyeeee happineessssssssssssssssssssssssssssssssss!
QUÉ CAPÍTULO TAN EMOCIONANTE, BELLO, PRECIOSO, ABARCATIVO, CÓMICO Y ROMÁNTICO. TODO EN UNO. Por este tipo de cosas sos mi ídola.
ResponderEliminarTe mandaste uno de mis caps favoritos en esta novela. Ya me imagino lo mucho que habrá costado, pero efectivamente tuviste buenos resultados. Te quedó divino. Todavía no acepto que se esté terminando, tengo que prepararme para recibir el final (que seguramente estará genial). *se suena los mocos y se seca una lágrima*.
Me gustaron todas las apariciones de los personajes. TODAS. Mimi, qué gracioso. No paré de reírme. Y John, como reacciona, jajajajjaj, es lo más. Mandale mis saludos (?).
Centrándome en Mercy y Ringo, su amor siempre fue uno de los más complejos que leí. Y tal vez eso fue lo que hizo que este fic me pareciese tan atractivo. Aparte de que no hay muchos fics de Ringo, parece que los pocos que hay son realmente buenos.
Bueno María, te felicito, qué buena historia te armaste. Aunque termine, Mercy siempre será inmortal (?). Bueno, ya empecé a delirar, mejor me retiro. SALUDOSSSSS :*.
Y por fin, directo desde el fondo del Averno, de las tinieblas que me han tenido tanto tiempo atrapada, llego yo!!!! Ufff, no ves las ganas que tenía yo de comentarte y más en este capi, tanto tiempo esperado por toda tu comunidad de lectores, y no podía... Lo único que podía comentar eran jodidos exámenes que no son, ni de lejos, tan interesados como tus capis, jajaja.
ResponderEliminarBien, ya te confesé mi crimen: asistí a la boda en pijama. Sí, lo sé, no tengo perdón, pero hija, no sabía que tenía programado tal magno evento en la agenda. Y bueno, lo dijiste y demás, pero ya sabes que últimamente voy algo espesa y necesito adaptaciones para tonticos, jajajajaja. Así que nada, espero que sepas perdonar mi inmenso desliz al asistir a lo que era un evento de gala con tales pintas. Al menos, me pillaste con el pijama nuevo y no me pillaste con uno de los harapos que a veces suelo ponerme para dormir, lo cual aún hubiera sido más indecente si cabe. Ay, la decencia! Yo que quiero tener de eso y no puedo nunca! Jajajajajajajaja.
Pero en fin, qué más darán mis vestimentas, qué más dará todo, si aquí lo último que importa es que... Hemos tenido bodorriooooo! Ainsh, Mercy, mírate, quién te ha visto y quién te ve, toda feliz, con su Richard, sin que nada importe más que eso... Ainsh, espera que se me escapa una lagrimita rebelde de la emoción, jajajajajaja. Sea como sea y dejando de lado los dicursillos edulcorados, que por cierto no se me dan nada bien, la cuestión es que por fin ha llegado el gran día y que, pese a todas las dificultades que ha tenido que sortear la parejita, las cosas han salido como debían salir: bien. Porque ya era hora, que tanto Mercy como Richard se lo merecían... Si llevan gustándose desde tiempos inmemoriables! Y míralos com se quieren, la pareja de tórtolos! Jajajjajaja. Bueno, te había dicho que este tipo de discursillos no se me daba nada bien, te he avisado antes y quien avisa no es traidor, jajajaja. Así que casi mejor que deje de lado los discursillos y que me centre en lo que he venido a hacer aquí, comentarte esta joya, que por cierto, no sé qué más querías mostrar ahí si ha sido maravilloso ;)
Todos sabemos que esta boda ha sido muy especial, muy especial por muchas cosas: por el amor que se respira, por lo bien que se ha pasado y porque... Mercy se nos ha hecho un peinado de campeonato! Jajajajajajaja. Ay, si yo te dijera lo que me reí mientras Jueliet estava ahí, la pobre, en su labor de peluquera, toda concentrada por hacer que la novia llevara unos pelos preciosos a la vez que Mercy renegaba... Mira que las visualizaba y me moría con la escenita, jajaja. Menos mal que al final le acertó el peinado y, sobre todo, que ese peinado le queda de lujo y la convierte en la novia más guapa del universo!!! :D
Pero no todo podían ser risas y renegar con el peinado, sino que también ha habido un huequito muy importante para acordarse del padre de Mercy. Ainsh, la verdad es que debe ser duro, dar un paso tan importante en tu vida, en la que la felicidad debía ser plena, y ver que falta una persona muy importante para ti, que estaría ahí, feliz por verte dar ese paso, feliz por verte feliz, pero que no lo está. Y sí, aunque suene tópico, él siempre va a estar ahí, mientras queda vivo el recuerdo de una persona, siempre está ahí. Duele no tenerlo, duele preguntarse qué es lo que hubiera hecho o dicho en tal o cual situación, como es el caso ahora, pero si hay recuerdo, está, por raro que suene decirlo. Así que nena, Mercy, alegra esa cara, sonríe y piensa en que él estaría feliz, y adelante, que es el día de tu boda y te mereces tener un día inolvidable por lo bueno, por ti y por él. Tómatelo todo tal y como te dice esa tal Cris, que me suena a mí de algo, jajaja, y que creo que te está dando un buen consejo, de verdad ;)
ResponderEliminarAh, y hablando de Cris... ehhhhhhhhhh!!!!! Se casaaaaa!!!! Me caso!!!! Me casoooo???? Se vuelve loca y huye corriendo pasillo arriba y pasillo abajo, mientras grita cual posesa. La historia acaba con la llegada de los sanitarios, mi inmovilización con una camisa de fuerza y mi ingreso inmediato en un centro psiquiátrico sin fecha de salida, jajajajaja. Pero a ver, corazón, normal que me vuelva loca si me voy a casar con... El Xiiiiiiic!!!! Ainsh, espera que me vuelve a dar el ataquito, ahora vuelvo, ahora vuelvo, jajajajajaja. Y la declaración de amor en plan baby patosete de John... Awwwwww, eso sí que me ha llegado. Se puede ser más tierno? No! Eso es imposible. Ni se aclara hablando, pobret, de nervioso que está, ni sabe bien qué decir y encima va y le cae el anilllo dentro del café. Ay, John, me vas conociendo, sabes que se me conquistaría antes a base de cafés que de joyas... Ah? Qué fue un accidente el que se te cayera dentro de la taza de café ardiendo? Bueno, pues ha sido un dulce accidente porque nada mejor que un anillo de compromiso con sabor a café recién hecho... Mmmmmmm, esto augura bien si empezamos así, jajaja. Y bueno, ya la segunda parte, la del sí, ya me reservo comentarla, sobre todo por lo que ha contado John eso de que "casi nos acostamos en la barra" y huyeron los clientes. Eso, eso, que huyan, malditos cotillas, dejen a una feliz parejita reconciliarse en paz, jajajajajajajajaj.
Y ahora, dejemos todo esto y que suene la marcha nupcial! Oh, yeah, porque nos vamos de boda, que ha llegado el gran momento!!! Vamos, vamos, agárrate de Harry y ánimo, a dar el gran paso!
Por cierto, que muy acertado eso de no celebrarlo ni en iglesia (qué raro que te diga yo esto, no? XD ) ni en juzgado, que también son muy grises, la verdad. Una súper casa de esas especialmente reservada para la ocasión (joer con el George que buena mano tiene para acertar en los sitios) y bien aislada, porque, la verdad y no nos equivoquemos, con la cantidad de fans locas que hay sueltas por ahí, más vale prevenir que curar, aunque yo opine como tú y entienda el papel de la fan como una persona que admira a otra en todos los sentidos (sin rozar malsanas obsesiones o manías) y que compra sus discos, pero como desgraciadamente no todo el mundo tiene el mismo concepto de "fan"... Así que nada, no toca otra que "esconderse", aunque hay que reconocer que eso de irse a una casa de campo para la celebración no está nada mal y le da un aire más guay al asunto.
Pero va, al tema... La boda! Bue, me he emocionado con la celebración y con el poema de los votos, que le viene que ni pintado para la boda y resume creo que muy bien los sentimientos tanto de Mercy como de Richard. Bueno, pues eso, que me has dejado emocionada con el pañuelico moqueando con esto de la boda, jajajaja.
ResponderEliminarAunque claro, todo el mundo sabe que después de una ceremonia así llega la celebración! Y vaya celebración! Ay, Dios mío, coincido en que ahí no hay ni uno que esté bien de la cabeza. Pobres novios, fíjate tú que parece que hayan invitado a la planta del psiquiátrico en la que ingresan a los casos más complicados de todos, jajajaja. Y es que, como todos sabemos, el alcohol es muy malo, muy malo sobre todo para la decencia de las personas, que hay algunos que la pierden por completo. Y si no, miremos a Mimi. Por el amor de todos los dioses! Pero Mimi! Usted es una persona seria! Como quiere que la respete como suegra a partir de ahora después de haberla visto con una cogorza que ni un marinero ruso ante un barril de vodka? Decidme la verdad, para tal desfase alguien le ha metido a esta buena señora droga en la bebida. Droga dura, además xD Mira como en el fondo no es tan recta ni tan severa, mira como en el fondo tiene alma party hard y como desfasa a la mínima. Eso sí, Mimi, a partir de ahora, a beber agua solamente, que a ver si el pariente de Mercy con el que te has ido al final no te gusta y... Ay, Dios mío, me estoy imaginando a Mimi con un señor y... Ay! Sal de mi mente, Satanás! XDDD Ah, y otros a los que también se les ha pegado la alegría y el amor que se genera en las bodas, parece que son la madre de Mercy y Harry, que vaya par... Sí, para mí que es mejor que Cris no le haya descrito la escena que ha visto a Mercy, no vaya a ser que cree un trauma en la chica que vaya usted a saber qué consecuencias pueda tener en el futuro xDDD Aunque normal que todo el mundo se descontrole.. Y también me desmelanaría en la boda de Mercy que, además, cuenta con el estreno en primicia de uno de los temazos bomba de los chicos, jejejeje.
Pero como todo en esta vida no puede ser perfecto, como siempre hay algo que lo nubla, como suele ocurrir siempre en esta vida, ha habido una nota un poco, no sé como decirlo, preocupante, quizá. Y es que... Quién no se preocuparía por este profundo mareo que ha sentido Mercy de pronto? Espero que solo haya sido un mareo provocado por el aluvión de emociones que ha sentido en el día de su boda, aunque sabiendo que ella no anda muy fina de salud precisamente, la cosa pues es un poco peliaguda... Ya veremos y mientras voy cruzando los dedos y pidiendo a todos los dioses habidos y por haber que la cosa solo haya sido una falsa alarma sin ninguna importancia. Lo que me ha emocionado, y puesto triste, para qué negarlo, de esta escena, es la promesa que Mercy le hace hacer a Elsie, eso de que pase lo que pase cuidará del bebé y de Richard... Ojalá, ojalá, esta promesa no se deba llevar nunca a cabo y que sea Mercy la que haya de cuidar de su bepi y todo y que Elsie se quede solamente en su papel de abuela consentidora, que me da a mí que seguro que lo es, jejejeje.
Y bueno, el final ha sido sublime, con su nota de temor, y con su nota de ternura a full. Si es que no se puede acabar mejor un capi, regenia!!! Ese susurro final, esa manera en la que ella se tranquiliza enseguida... es que es fabuloso!
En fin, que yo hasta aquí llego porque sino me voy a derretir de pura ternura. Me voy a seguir celebrando la boda de Mercy y Richard, que yo ando celebrándolo a mi manera particular, como si fuera una boda gitana que están una semana ahí dándole. O si no por qué te crees que había tardado tanto en comentar? Pues porque lo estaba celebrando aún a lo boda gitana! Jajajaja.
Y nada genia, por aquí la futura casamentera (ainsh, qué impacto decir eso, jajaja) se despide. Me despido con muy buen sabor de boca porque este capi cumbre (que sí, que esto que ha ocurrido para mí es una de las cumbres de todo el fic) me ha encantado y te has lucido con él, digas lo que digas, señorita.
Au revoir!