13 septiembre 2012

Capitulo 41 "18"


-Ni sueñes con que dé clases. Estoy de vacaciones
-Pero sólo quiero practicar con vos, antes de empezar la uni.
-Dije que no.
George se negaba terminantemente a darme clases. Y eso me hacía enojar. Pero cada vez que quería agarrar su cuello y retorcérselo, él hacía unas caritas capaces de conmover a Stalin.
-Está bien, como siempre, te salís con la tuya –di media vuelta para irme de su casa, pero él me alcanzó.
-¿No querés ir  a ver como ensayamos?
-¿Para qué? ¿Para que mi hermano, Paul y Pete me echen? No, gracias.
-A mí no me molestás.
-Aww cosita....¿Entonces me darás cla....?
-NO. Sólo es para que veas a la gran banda, preparándose para otro triunfo –dijo con unas ínfulas dignas de una estrella de Holliwood.
El “otro triunfo” al que se refería, era la próxima actuación que tenían en el Casbah. Habían debutado la semana anterior y yo, como siempre que tenía algo importante, me engripé. Sí, gripe en pleno verano. Por lo tanto no pude verlos, así que tuve que escuchar la “versión oficial” o sea, lo que ellos contaban: que les había ido tremendamente bien. Algo que me costaba creer.
-Está bien, voy a ir –quería sacarme la duda, ver si de verdad eran tan buenos o si sólo eran cuentos chinos.

-Traigo compañía –anunció George abriendo la puerta.
-¡Bien! ¡Harrison tiene novia! –exclamó John.
-No es mi novia, es tu hermana –me dio paso y entré.
-¿Vos otra vez? Ya te dije que....
-George me invitó.
Todos le clavaron unas miradas asesinas, que de haber sido balas, el pequeño y adorable Harrisoncito hubiera caído acribillado.
-¿Tenés algo con mi hermana? –John levantó una ceja, mientras nos miraba con cara de repugnancia.
-Lennon ¿por qué te parece que todo el mundo tiene algo conmigo o que todos quieren tener novia? –pregunté enojada. Esas actitudes que tenía me reventaban.
-Está bien. ¿Qué viniste a hacer acá?
-Te decía que George me invitó, para que los vea ensayar. Ya saben, la semana pasada no pude verlos....
John miró al resto. Stu parecía no tener problema con que me quedara, Paul parecía reticente y a Pete directamente parecía no importarle. Volvió a mirarnos a George y a mí.
-Está bien. Quedate.
-¡Bien!
-¡Shh! Te quedás quieta y sobre todo CALLADA. Sentate ahí –señaló un banquito en un rincón.
Paul soltó un bufido de fastidio, mientras le hacía no sé qué a su guitarra. Era evidente que mi presencia lo incomodaba. Por no decir que le rompía las.....guindas.  
-Si Paul va a estar así, me voy –dije poniéndome de pie.
-¡No! –contestó McCartney –Por mí quedate. Pero a cambio quiero que hagas algo.
-Mmm....depende de lo que sea. No quiero problemas con tu novia.
-¡Pero que mente podrida! No te voy a pedir una barbaridad. Sólo quiero que me des una opinión. Es sobre una canción que canto. Éstos –miró al resto –me dicen que lo hago bien, y al otro día me dicen  que está horrible. Quiero la mirada objetiva de alguien.
-Qué bien se expresa Macca, se nota que lo eduqué.
-John....
-Ok Maccacito. ¿La canción es tuya? Porque si es así debe ser feísima.
-No tonta. Es de Little Richard.
-Juas, justo “Richard” –dijo John tontamente, pero a cambio recibió un golpe mío.
-Ey, eso dolió....
-Marica. Bueno Maccacito, empezá.
Paul miró a sus vagos compañeros, y juntos comenzaron a tocar “Oh My Soul”. Justo esa canción, que hacía que me revolcara por el suelo. No hace falta decir que terminé cantando (mejor dicho, vociferando) junto con Paul. Cuando terminaron se me quedó viendo con cara de idiota.
-¿Qué te pasa? ¿Se te perdió una igualita a mí o qué?
-No....-contestó con la misma cara de idiota –Lo hacés increíble....
-Ya lo sabía –le guiñé un ojo –Vamos McCartney, no mientas. Si yo “canto” increíble ¿entonces Frank Sinatra qué es? ¿Dios? Vos lo hacés muy muy muy bien. La verdad, te felicito.
-Gracias, pero vos no te saques méritos....
Sólo le sonreí. Pese a que siempre nos llevábamos a las patadas, a veces tenía gestos lindos y sinceros que me enternecían. Y eso lo valoraba mucho.
-Bien chicos, creo que es hora de irme –miré mi reloj pulsera –Tengo que comprar cosas para la uni.
-Ah, linda –miré a Stu, él siempre tan galán –No te preocupes por tu fiesta de cumple.
-No me preocupo, ni siquiera me acuerdo –reí.
-John ya te ha organizado todo.
Miré a mi hermano, que cruzado de brazos, me observaba con gesto triunfal.
-No quiero imaginarme el desastre. Mas les vale que no terminemos con la policía en la puerta.
-Tranquila muchacha....-se sonrió –tengo todo fríamente calculado.



Con algo de nostalgia, revisaba mi caja de recuerdos. Era una caja de zapatos, llena de fotos, tarjetas, papeles de toda clase y cositas varias. Cosas tontas, pero de gran valor para mí. No voy a negar que se me caían unas lágrimas. Faltaba poco para las 12 de la noche, para que comenzara el día en el que a las 13.30 se cumplirían 18 años de mi nacimiento. Me sentía insegura, no veía con claridad mi futuro y tampoco mi presente. Digamos que la “vida adulta” se me presentaba como un gran interrogante. Me sequé los ojos y cerré la caja, para guardarla bajo mi cama, su lugar. Bajé, y vi a mi madre terminando de decorar la torta, y a mi padre contemplando con satisfacción su nuevo mueble, lleno de anaqueles para exhibir una inminente colección de botellitas de todo tipo.
-¿Gustás? –dijo ofreciéndome una copita de algo –Es cognac.
-Ah –me lo tomé de un trago.
-No tomes –mi madre pasó a mi lado, con rapidez, buscando una bolsa de confites.
-Es rico.
-Te va a hacer mal.
-Tiene razón –mi padre me quitó la copita y guardó todo en su mueble. Luego se despidió y se fue a dormir.
Espié a mi madre, seguía concentrada en la decoración, así que aproveché para tomarme otra copita. Después de todo, estaba a punto de ser mayor de edad.


-¡Feliz cumpleaños! –exclamaron mis padres ni bien me vieron bajar por la escalera,  a la mañana.
-Gracias....-dije con algo de entusiasmo, que fue completo cuando vi el regalo: sobre la mesa, mas de una docena de libros que les había pedido. Ahora sí me biblioteca se caería por tanto peso, y eso, lejos de enojarme, me llenaba de orgullo y alegría.
Después del almuerzo comimos la torta, ellos ya estaban avisados por Mimi que John y sus cómplices habían “hecho algo”. Eso, la verdad me asustaba. Pero saber que Mimi (y que también mi madre) habían metido sus naricitas en el plan o proyecto de Lennon, me tranquilizaba.
Así pasó la tarde, hasta que, agobiada por el calor, me duché con agua fría. Elegí un lindo vestidito fresco y ni me peiné, sólo dejé mi cabello suelto, aprovechando que estaba largo y bien lacio. Mis únicas alhajas fueron mi “MW”,  mi anillito del humor y un par de aritos.
Diez minutos después de terminar de acomodarme un poco, tocaron el timbre.
-Feliz Cumpleaños fealdad –John me tendió su mano –Ahora vamos al lugar sorpresa.
-Johnny, sabés que soy muy ansiosa, decime dónde es. ¡Dale, no seas malito!
-Ni sueñes que te voy a decir que es en  el club.
-Tarado. Acabás de decirlo.
-¿Eh? –me miró desconcertado, hasta que pareció darse cuenta -¡Pero que pelotudo soy!
-Y si, yo creo que te recibiste en la escuela de pelotudos con promedio de 10.
-Dejá de hostigarme ¿No ves que soy yo quien te ha organizado tu fiesta? –mostró sus dotes de actor con una conmovedora escena de llanto, que a cualquiera le hubiera partido el alma, pero que a mi me partía de risa.
Caminamos por el medio de la calle, ya que no andaba nadie. Llegamos al club, el mismo donde John festejó su cumple. De entrada me emocionó ver el detalle de poner globos rosas colgando en la puerta, y es que para esas cosas era bastante tontuela.
Entramos y ya estaba lleno de gente, todos charlando. En una larga mesa estaba dispuesta la comida ¿y quién podría estar allí? Harrison, por supuesto. En una mesita al costado se amontonaban paquetes ¡mis regalos! Al fondo todo estaba armado para que actuaran los Quarrymen y de todos lados colgaban guirnaldas y globos.
-¡Johnny! –grité abrazándolo –¡Es la fiesta mas linda que me hayan hecho!
-Pero si todavía ni empezó....-trató de zafarse, odiaba mis demostraciones de cariño, y mas en público.
-¡No importa! –para empeorarla, le di un gran beso en la mejilla.
-No me agradezcas a mí, todos han colaborado.
-Qué lindo, la gente me quiere –me sequé los ojos. Sí, ya estaba llorando.
-No es que te quieran, es que con tal de que haya fiesta, se esfuerzan
No le contesté, porque comenzé a saludar y agradecerles a todos. En eso estaba, mientras charlaba y comía a lo bestia, cuando John se me acercó.
-Afuera tenés un regalito –lo dijo muerto de risa, y se fue con George, que también se reía.
Extrañada, dejé la comida y caminé hacia la puerta.
-Hola Mercy, feliz cumpleaños.
-¿Ri...Richard? –dije entrecortadamente, tanto por la sorpresa como por la duda, ya que afuera estaba muy oscuro, y encima no llevaba mis anteojos, por lo tanto no veía un pomo.
-Si, soy yo –dijo en una carcajada.
-¡No sabía que ibas a venir!
-Tu hermano.....Es tu hermano, ¿no?
-¿John? Sí,así nos llamamos –reí.
-Bueno, tu hermano me invitó. Perdón por llegar algo tarde, había visitas en casa, de esas que no se van mas, y no podía irme.
-No te preocupes, entrá. La fiesta está muy buena.
-Esperá. Esto es para vos –me dio un paquete cuadrado, plano, envuelto en papel brillante y con una gran moño.
-¿Para mí? –pregunté tontamente.
-Y si, es tu cumpleaños. Si querés se lo doy a algún perro, no sé....-rió.
Yo también reí y comenzé a abrir el paquete con cuidado. Pero ese cuidado parece que lo exasperó.
-Pero rompé todo ese papel –dijo a la vez que colaboraba en destrozar el envoltorio –Romper el papel de los regalos trae suerte.
-Ya lo sé, pero es bonito y me da lás....-no pude seguir, porque exploté en una carcajada. Ante mí estaba el disco de Elvis, aquel por el peleamos tanto y que terminó tirado en la calle.
-Lo conocés, ¿no? –dijo él, también riéndose.
-¡Y cómo no! ¡Gracias Rich! –aproveché y le di un gran abrazo, que para mi suerte, correspondió.
-Pensé “A Mercy le gustará, después de todo se casará con él”
-Obvio que si –me separé –En unos años me conocerás como Mercy Presley. Mmm....no suena muy bien....
-¿Y a quién le importa cómo suena? ¡Tendré una amiga casada con él, por lo tanto lo conoceré!
Y dale con lo de “amiga”. Esa palabra debería ser abolida, salvo en los casos en los que sí corresponda su uso, no EN ÉSTE.
-Bueno, entremos –simulé una sonrisa y él me siguió.


La fiesta no podía estar mejor. De algún lugar secreto, John y Pete Shotton habían traído mas bebidas, y yo corría desesperada tras un fernet. Cuando Paul me consiguió uno, mi hermano me paró el carrito.
-No-to-mes.
-¿Por qué? Es mi fiesta y te recuerdo que fuiste vos quien metió de contrabando estas bebidas. Así que no me jodas.
Me miró serio y me dejó seguir. Pese que me molestaba que me retara, me sentía bien, porque sabía que lo hacía para cuidarme. Aunque no había de qué preocuparse.....
Cerca de media hora después, la música empezó a sonar fuerte. Hora del baile. Todos nos metimos en la pista, a bailar sin pareja definida. Como estaba feliz, y encima media entonada por el alcohol, podría decirse que estaba desinhibida. Por no decir atrevida. Hasta que mi hermano, otra vez, me paró el carrito.
-No me gusta que bailes así.
-¡Ufa sos un pesado! –respondí enojada.
-Es que....estás moviendo mucho las caderas.
-Ay que ver como sos....-dije entre risas, a las que él se unió –No seas tan “guardabosques”.
-Está bien, lo que pasa es que me cuesta aceptar que mi hermanita ha crecido
-No, otra escena de drama, no....
-Si, tenés razón, son demasiadas para una sola noche, mi talento actoral se agotará.
-Digo yo....en vez de estar acá parloteando ¿por qué no vas con Cris?
Miró al suelo, escondiendo un evidente sonrojo.
-Es que....no sé qué decirle....
Otra vez estallé en risas. Que John Lennon no supiera qué decirle a una chica era algo surrealista.
-Decile que quiero helado- Ella trajo, lo sé –le di un empujoncito y el “tímido” fue hasta ella. Al rato los vi conversando, aunque podría decirse que también discutían. Normal en ellos dos.
Dejaron de hablar porque Cris se fue y reapareció con una gran torta con velitas. Después del clásico cantito de Feliz Cumpleaños y de los tres deseos (ya se imaginan lo que pedí, ¿no? Las tres veces fue lo mismo, y tiene nombre y apellido) soplé las dichosas velitas y arrancó con todo el entusiasmo la actuación de la banda. A los primeros temas poca gente les puso atención, ya que todos estaban ocupados en comer la torta, y pronto la propia banda dejó de tocar justamente para comer.
-Gracias por la torta Cris. Te salió deliciosa.
-De nada. Te sorprendiste, ¿no?
-La verdad, pensaba que no te dabas maña con la cocina.
-Vos te pensás que todas las mujeres son iguales a vos.
-Jaja. ¿Qué te parece si vamos a bailar?
-Me parece perfecto.
Aprovechamos para bailar cuando la banda dejó de comer desaforadamente para ponerse a hacer música nuevamente. Era raro bailar con mi jefa. ¿Por qué digo “jefa”? Cris ya era mi amiga. Aunque no me dejara comer helados.
-¡Un momento, un momento! –gritó John al micrófono –Quiero que se acerque la cumpleañera.
-¿Yo?
-No, la vecina de enfrente. Dale Wells.
Me acerqué y John casi me enchufó el micrófono en la boca.
-¿Qué digo?
-Vos sabrás....
-Ehh....ehh......Bueno, quiero agradecerles a todos lo que ayudaron a hacerme esta fiesta, y a todos los que vinieron, de verdad no esperaba algo asi, y no les miento si les digo que es el mejor cumpleaños de mi vida. Los quiero mucho a todos ¡y a seguir divirtiéndose!
Todos aplaudieron y chiflaron, mientras Pete e Ivan gritaban “Mercy Presidenta”.
Después, la banda siguió tocando, incluso me prendí a cantar “Oh my Soul” con Maccacito.
-¿Bailamos ésta morocha?
No puedo explicar lo que sentía cuando Richard me decía “morocha”·. Y mucho menos cuando me salía con ese “¿Bailamos ésta, morocha?”. Me producía un despelote de hormonas, nervios y sentimientos. Ganas de agarrarlo y.....mejor me callo. Claro que todo esto era disimulado con una sonrisita dulce y un “Si”, que en realidad era un “Si”  a muchas cosas.
Bailamos juntos todo lo que restaba de fiesta y otra vez vuelvo a decir que baliar con él era un placer, no sólo por lo que significaba para mí, sino porque lo hacía realmente bien.
La fiesta terminó  cuando John y sus secuaces se re pudrieron de tocar, cantar  y gritar, coincidente con la misma hora en la que pasaba el último bondi para que cada uno regresara a su casa. Todos se despidieron de mi, y otra vez les agradecí.
-Mercy, yo me voy  con los chicos –informó John.
-Ok chacales, entonces yo me voy caminando
-No, no, es peligroso
-No te preocupes Stu, no pasa nada
-Tranquilos –dijo Cris –La llevaré en mi auto.
-¿Tenés auto? –pregunté sorprendida.
-Claro. Aparte así podrás llevar todos los regalos.
-Perfecto entonces.


Cris me llevó en su lindo coche hasta mi casa, en el corto trayecto no puede sacarle una palabra acerca de su conversación con John. Me ayudó a bajar los paquetes y se fue. Entré ami casa, mis padres aún estaban despertos, mirando un programa cómico de televisión, que emitían muy tarde en la noche. Dejé los paquetes en la sala, y luego de contarles lo bien que la habia pasado, me despedí de ellos y fui a ducharme otra vez, ya que estaba transpirada como un chivito. Luego me acosté, y cerré los ojos. Escuchaba las risas de mis padres y recordaba lo bien que la había pasado en mi fiesta. Realmente estaba asombrada por el cariño que había recibido, hasta pensaba que no merecía tanto. Sonreí. Había sido un día perfecto. Después de todo, cumplir 18 no estaba tan mal.....


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Yo quieroooo seeerrrrr el amooorr de tu vidaaaaaaaaaa!!!!!!!Ejem, perdón, estaba cantando una canción de Axel. Como les va chacalas? Yo muy bien, toda primaveral jeje. Les cuento que ayer iba a sacarle una foto a una pared que desde hace un monton tenía un grafitti que  decía "Te amo morocha". ¡pero ya pintaron de vuelta la pared! Casi rompo todo! jajajajaja
Juli, de verdad esta historia influye en tu vida? Ay, tengo miedo de las consecuencias jajajajjaa. Bueno, espero que tengas suerte con tu amor platónico.
Bueno mis chacalas (me gusta eso de "chacal", "chacala" jaja) las dejo, un besoooo!!!!!!!!

4 comentarios:

  1. Chacalaaa!!!! Aquí yo! Vaya! Pues tú dirás lo que querrás, pero a mi este capi me ha chiflado! Yo es que, como dice John, es ver una fiesta y me emociono más que una niña pequeña el día de Navidad! jajaja.
    Ainsh! Esta Mercy se nos está haciendo mayor... Pero antes de empezar a "destripar" su 18 cumpleaños, mejor que empiece por el principio, no crees? :) Como ya te decía por el feisbuc ese, casi me matas de la risa con la expresión que usas para George, cuando dices que "sería capaz de conmover a Stalin". Es que es cierto... Este Hari, cuando pone carita de pena, sería capaz de convencer a quien fuera... XD Sea como sea, la cuestión es que también es una pasada de chico, que se lleva a Mercy al ensayo de la banda pese a que los demás, en un primer momento hayan querido matar al pobre chiquitín... XDDD Ayyy... Por cierto, Pete es más seco que un esparto, pobrecito mío... No, no es santo de mi devoción, el Best... jajaja. Bueno, al final no fue tan mala la presencia de Mercy allí, por lo menos para Macca (ya iba a matarlo por cómo miraba a Mercy al principio, jajaja), que se ha animado al saber que no lo hace mal del todo eso de cantar. Y por lo visto Mercy tampoco! Si supieran estos chicos el diamante en bruto que están perdiendo al no incorporar a Mercy al grupo...
    Muy tierno y nostálgico quizás el momento de la cajita de recuerdos... La verdad es que el cumplir los 18 es un poco traumatizante... Piensas "ya soy adulto" y todo eso de que la infancia se ha acabado, como si de repente todo fuera a cambiar de un día para otro... Así de bobos somos los humanos, pero supongo que es de lo mas normal, no?
    Lo mejor es que esta nostalgia se le pasa al día siguiente enseguida con el fiestón de cumple que le dan a la chica esta... Yo quiero uno igual así en mi vida! Con grupo de rock incluido! Que genialidad de fiesta, la verdad. Y el Rich... Morí de ternura cuando le regala el disco de Elvis, pero morí de querer estrangularle con lo que dijo después de "tendré una amiga casada con él". Joder, que pesadito el chico este con lo de la amiga. Y el caso es que el mono este sabe seguro que Mercy está coladita por sus huesos ( y si no lo sabe es que está más ciego que los miopes Lennon y Wells juntos, jajaja).
    Bueno, bueno, bueno... Este Lennon y su sempiterno alcohol. Anda que tela con el chico este... Pero... Pero... Aquí la que se estña pasando un poquito con esto del trago no es Mercy o me lo parece a mí? Vale, vale, que no ha acabado como una rata revolcada por el suelo de la castaña que ha pillado, pero... Le gusta el fernet, le gutsa el cognac, le gusta el anís... La pregunta es... Hay algo que no le guste???? jajajajjajajajaja. Faaa, no me hagas caso, que sigo. Morí de risa con el Lennon sobreprotector de Mercy. Éste se ha pillado el papel de hermano mayor muy en serio, jajaja. Lo bueno es que Mercy sabe como quitárselo de encima y me lo envía a mí (así me gusta, Wells, recuérdame que te suba el sueldo, jajajaja). Qué bonico mi niño! Que no sabe qué decir! Este a Stalin yo no sé si lo conmueve, pero a mí me hace hasta bailar el sirtaki disfrazada de conejo rosa en medio de Trafalgar Square si me lo pide, jajajajaja. Mmmm... La conversación-discusión esa seguro que dio mucho de sí, por lo menos para divertirse un rato, seguro.
    Y... ay! Que resulta que ahora hago pasteles! Pues sí, los hago! Y la gente se los come! XDDD Bien, me alegro de que les gustara a todos, sobre todo a Mercy que es la cumpleañera! Ah, por cierto, que tú me quieres poner tierna a mí hoy, eh? Claro, claro que Mercy y Cris son amigas... Aunque no te deje comer helado, pero recuerda que lo hago por el bien de tu estómago, a ver si se te hace una úlcera del tamaño de Florida... XD
    Y claro que tengo coche! De hecho, si me quitas el coche me quitas un 20% más o menos de mi personalidad... Porque... ADORO conducir. Para conductora iba yo (por mi lenguaje, quizás hasta para camionera, jajajaja).
    En fin, que sí, que una noche genial para Mercy, no me extraña que se acueste contenta :D
    Perfecto capi! Besotes, morochaaaaaa!

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  2. Hola hola! Todo relativamente bien por este lado

    :''') Hemocho! Re tierno el capítulo y vos como siempre haciéndome reir :D Esa Mercy sí que mantiene en pleito con el pobre Maccacito, me mata de risa como lo trata XD
    Ahhh... imaginarse un "bailamos ésta, morocha" por parte de Rich enloquece a cualquiera *babas* *babas* *babas*
    Me antojé de una fiesta así para mi próximo cumple :D :D
    Abrazos! ♥

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  3. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah siempre me dejas colgada con esa ilusion de que Richard quiera a Mercy:ccccc
    Siempre! hasta siento feo xD
    Digamos que es como mi vida:l
    Tengo un ''amigo'' y pues siempre quiero que pase algo mas pero no creo que pase nunca:l
    en fin... Adore el capitulo, con un cumpleaños asi me desmayo xD
    Mercy y su amor por el fernet nunca acabaran x3 jajajjaajajaja
    Paul cantando en la fiesta de Mercy asdasldkjaslldas!
    John y Cris deben estar juntos*-*!!
    son contras xD
    18 no esta para nada mal! jajajac:
    libros llenos de estanteros(?
    Estanteros llenos de libros:B
    Yo quisiera aparecer aqui(u,u) siempre lo dire.. xD
    En fin! Gran capitulo siempre haces que me emocione, quisiera que mi vida fuera asi:c
    aunque es algo muy parecida jajajac:
    Chao nos vemos!:D

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  4. Aaaaaaaay, me encantó! Que lindo cumpleaños, y Maccacitoooo sfkjhsgadas Y Stu, que hermoso que esssss, y George, y... y...! (?
    Me encantó el capítulo, re lindooo.
    Si, tu historia influye en mi vida, y yo no me hago cargo de las consecuencias que pueda traer (?) Me voy a terminar convirtiendo en una Mercy jajajaj

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