26 diciembre 2012

Capitulo 50 Destino de mi amor


Traté de contenerme, me había arriesgado y sabía que podía perder el autocontrol en cualquier momento. Cuando despegué mis labios de su mejilla, sentí un terrible impulso, una fuerza extraña que me obligaba a...a comerle la boca. Pero, ante todo, frialdad. Bueno, en realidad me detuvo una quejita o algo así que salió de su boca; probablemente mi beso le habría interrumpido algún sueño. Me quedé mirándolo, viendo si se despertaba o no, y me alejé. Él, con otra quejita, se dio vuelta dándome la espalda,  acomodándose mejor, casi quedando acostado sobre el sofá. Más tierno, imposible.
Toda esa escena tan linda fue cortada cuando escuché los ronquidos de John, que parecía que se moría. Respiré, aún aliviada por no haberme dejado llevar por el impulso, aunque ya no sabía si eso era bueno o qué. Me puse de pie, me acerqué a John y comenzé a sacudirlo con suavidad.
-¿Mmmñdgfgssdhfk? –fue todo lo que dijo.
-John...-susurré -¿Por qué estás durmiendo acá?
-No me jodas Wells...-se quejó.
-John....
Abrió un ojo y me miró.
-Me dormí.
-Pero...
-Dejameeee.....-se dio vuelta y se tapó la cara con una mano.
-Decime que pasó. Dale, no seas malito.
Se giró otra vez y me miró, con sus dos ojos adormilados.
-Te dormiste. Richard también se durmió. Como soy un buen hermano y quiero tu felicidad te empujé para que cayeras sobre él. Ninguno de los dos se dio cuenta. Yo me tiré en el piso, terminé de tomar el vino que quedaba, miré la siguiente película que pasaron, encontré este almohadón y me dormí. Fin.
-Ahh...ahora entiendo todo.
-Ahora dejame dormir, chau.
Sonreí y le revolví el pelo. Miré el reloj: eran las 4 de la mañana. Acomodé el desorden que había quedado, apagué el televisor y busqué dos mantas. Tapé a John y a Richard y después me fui a dormir a mi habitación.


-¡BUEN DÍAAAAA!
-AAAAHHHH!!!!
-¡No grites Wells!
No daba crédito a lo que veían mis ojos. Yo estaba profundamente dormida en mi cama cuando John entró a los giros a mi habitación. Con Richard. Y con una bandeja de desayuno en las manos.
-¿Se puede saber qué es esto? –pregunté, sentándome.
-Te trajimos el desayuno.
-¿El qué?
-Vámonos Starkey, no se puede ser bueno con las mujeres, así te pagan.
-¡Esperen, esperen, esperen! Explíquenme mejor, recién me despierto, sepan comprender....
-Como dormimos toda la noche acá, y encima casi nos “autoinvitamos” a cenar, pensamos como forma de agradecimiento hacerte el desayuno –ah no Richard, vos no podés decirme todo eso, a esta hora de la mañana y con esa carita tan....tan....
-Veo que la idea no te gustó. Vámonos.
-¡Paren! ¿Cómo no me va a gustar la idea? Lo que pasa es que estoy....sorprendida.
-Iba  a ser mejor, pero éste entró así, a los gritos, y arruinó todo –Richard miró con recriminación a John.
-Me gusta joder a Wells. Ay hermana, si vieras tu cara, tus pelos, esas lagañas en los ojos....
-¡No, John! Ayy....dejen que me arregle un poco....que horror...
-Pero así estás muy bien.....-Richard se acercó y me dió la bandeja –Comé. Estás flaca.
-Puta como joden con que estoy flaca.
-No rezongues que te vas a arrugar –John se sentó en la cama, y Richard lo imitó, pero con algo de timidez. Tomaron las dos tazas de más que había en la bandeja.
-¿Y? ¿No vas a comer?
-Es que...desconfío. ¿Cómo sé que no le pusieron algo raro como....laxante?
-¿Nos creés capaces? ¿Ves Richard lo que son? Chau, yo me voy.
-¡Es que son peligrosos! Sobre todo vos, Lennon.
-Para tu información, ese café sólo es café. O lo tomás, o morís.
-Está bien. Chicos...gracias. De verdad, no esperaba que hicieran esto. Son muy buenos.
Sólo sonrieron y le di un sorbo al café. Era el  café mas malo que había probado en mi vida, agrio, repugnante, cargadísimo, amargo...Pero mantuve la sonrisa porque era un lindo gesto, mas aún cuando ninguno de los dos sabía ni siquiera calentar agua.
-John....-Rich hizo cara de asco luego de tomar un poco –Esto está horrible.
-A ver....-John tomó, y enseguida escupió todo -¡Puaj, esto es un horror! Mercy, ¿por qué no nos dijiste nada?
-¡Mirá, ya se tomó la mitad! –dijo Richard quitándome la taza y mostrándosela-¿Por qué no nos dijiste que estaba tan feo?
-Es que...me daba no sé qué....se iban a sentir mal si les decía.
-Tiremos esto –John juntó las tazas y fue al baño, donde arrojó el contenido en la pileta.
-Esperemos que las tostadas estén mejor....la mitad se nos quemó pero las tapamos con mermelada.
-Seguro que están bien Rich
-Lamento lo del café, lo hizo John.
-Mentira, fue este bicho –John entró de vuelta a la habitación –En realidad, fuimos los dos. Te dejamos la cocina hecha un lío.
-Uy no....
-No encontrábamos las cosas.
-La culpa es del narigón este, que lo sacaron con la cosa esa, y que la mamá lo llevaba cabeza abajo.
-¡John no empieces! Pobre Rich, no hay que burlarse.
-No te preocupes, a mi me da risa, y mas me dio cuando mi mamá me lo contó en el hospital....obviamente no me dormí.
-Un trauma de la puta madre –dije mientras mordisqueaba una tostada quemadísima.
-No es que no dormí por el trauma, sino por la risa. Mi mamá ya no sabía mas qué cuento contarme, y echó mano a eso. Tenía 4 años.
-¿Qué? –escupí -¿4 años?
-Si....¿por?
-¿A los 4 años ya sabías que a los bebés no los traen las cigüeñas?
Largó una carcajada.
-Es normal. ¿O no?
-Yo me enteré a los 7 -John se rascó la cabeza –Y la Wells seguro que se enteró el año pasado jajajaja
-Idiota. Fue cuando tenía....10.
-¿10? Morocha, que ingenua sos.
-Y si pobre, es muy tontita, cualquier tipo la va a engañar así.
-Callate Lennon. ¿Cómo quieren que me entere si nadie te cuenta eso? No tenía ningún libro tampoco....fue cuando vi a una mujer embarazada y pregunté qué le pasaba. Me dijeron que tenía un bebé adentro y quedé espantada.
-Yo a los 4 ya sabía todo. Imagínense, vivía en el hospital, veía de todo.
-Basta loco, esto es mas escabroso.....Cambiemos de tema.
-¡Si! –gritó John –Hablemos de que mi super banda cambiará de nombre.
-Estos cambian de nombre como de calzones.
-Ay cuidado, él porque es el gran baterista de la gran banda......Ya vas a venir a pedirme un puesto en la mía.
-Vos vas  a venir a rogarme a mi.
-¿Ah si? ¡Apostemos!
-De acuerdo. 500 pesos.
-Trato hecho.
-Dejen de pelearse por gansadas –les arrojé migas de tostadas a la cara -¿Qué nombre tiene ahora?
-The Silver Beetles.
-Horrible.
-Callate Starkey mugroso.
-¡Dejen de decirse cosas, che! Bueno, todo está muy rico.
-Que mentirosa es –rió Richard.
-Bueno....no, no está rico, pero lo que vale es la intención, y se lo agradezco mucho. Y sigo sorprendida
-Es que nuestra habilidad es sorprender mujeres.
-Bueno si, como digan –reí -¿Pueden irse? Necesito levantarme.
-¿Y con eso qué?
-Que me tengo que vestir John.....
-Ah...dormís en pelotas, como Marilyn
-Tomatelas Lennon –le revoleé un almohadón a la cara -¡Váyanse!
-Pero....
-Vos también Ringo o como te llames –le tiré un peluche y los dos se fueron, riéndose.
Me levanté, y mientras me vestía seguía riéndome al recordar las payasadas que decían y hacían.  Cuando estuve lista, bajé bostezando.
-Mirala, podría haberse vestido mejor, aunque sea no andar con esas pantuflas de Mickey Mouse....Veo como volvés locos a los hombres, Wells...
-Dejá de joder John....¿Qué quieren hacer?
-Nada. Ya es hora de irnos, son las 11 de la mañana. –dijo Richard encogiéndose de hombros.
-Pero podrían quedarse a almorzar....
-No, ya molestamos demasiado. Por lo menos no pasaste la noche sola –John me puso una mano en el hombro, sonriendo –Y esta noche tampoco, porque tocaremos en un colegio, hay fiesta, y estás invitada.
-¿De verdad? Pero...tengo que estudiar.
-Largá esos libros y venite. Por ahí conseguís un tipo y dormís acompañada.
-¡John!  –le di un golpe en el hombro -¡No seas desubicado!
-Eso dolió mucho estás perfeccionando tus golpes....Bueno, sino dormís acompañada, por lo menos llegarás bastante tarde a casa y ni te acordarás que estás sola.
-Mmm....está bien, iré.
-La dirección es esta –de su chaqueta sacó  un bolígrafo y en los bolsillos de su pantalón buscó un papel. Escribió y me lo dió –Te espero a las 9.
-Ok.
-Bien, nos vamos. Chau fea.
-Chau sapo. Nos vemos esta noche.
-Yo no te veré porque no puedo ir, pero...espero que nos veamos pronto, ¿no? –dijo Richard.
-Claro –sonreí como tonta y me acerqué le di un beso en la mejilla.  Que coraje tengo.
-Adiós morocha.
Cuando se fueron, y cerré la puerta, me mordí el labio inferior para frenar a una enorme sonrisa que se quería escapar. Oficialmente estaba loca por Richard y ya no me molestaba. Es mas, era la primera vez que me sentía feliz por eso. Sentía que estaba en una nubecita propia, y que tenía muchísimo amor para dar.
-Te voy a ganar Ritchie. No sé cómo pero te tengo que ganar –me repetí, sin dejar de sonreír con los ojos cerrados.



La fiesta estaba muy buena. Ni bien había dejado de tocar, George se lanzó a la búsqueda de Juliet, pero no la encontró. Cansado y desanimado, me sacó a bailar.
-Claro, yo soy el segundo plato –le dije fingiendo enojo.
-Es que no la encuentro...y sé que vino.
-Por lo menos podrías bailar mejor....
-¡George! –detrás nuestro, de la nada, apareció Juliet.
-¡Hola, te estaba buscando!
-Estaba arreglándome en el baño.
-Ahh.....vamos
-¿Adónde?
-A...a.....ya verás.
Los dos se fueron, muertos de risa y cuchicheando cosas, dejándome plantada. Pero por lo menos, veía que cada vez George estaba mas cerca de ser el novio, o lo que fuera, de Juliet. Era la chica que mas le estaba costando conquistar.
-Bien, sin nada que hacer por aquí, iré hacia la bebida
-Momento hermana loca, usted no va a ningún lugar con bebida.
-¡Johnny! ¡Tocaste re bien! –me abrazé a su cuello, y él me separó al instante.
-A mi no me convencés con eso. Nada de bebida, por lo menos mientras yo esté con vos.
-Ufa...está bien. Entonces me voy a casa.
-Esperá, le digo a alguno de los chicos que te acompañe.
-No John. Estoy sola, y estoy grande. Yo puedo cuidarme.
Levantó las manos, como lavándose la culpa y sonrió.
-Bien, mi hermanita está grande, perfecto.
-Nos vemos mañana, y gracias por lo que hacés por mi –le sonreí, y él también.
Salí de la fiesta y caminé con lentitud por la calle. Cuando llegué a la puerta de mi casa, escuché que el teléfono sonaba como loco.
-¡Hola! –grité cuando lo descolgué, mientras le daba una patada a la puerta para que se cerrara.
-¡Hija al fin contestás! ¿Donde estabas? ¿Te pasó algo?
-Mamá....no, estaba en una fiesta con John.
-Pero ya es tarde....
-Estaba muy buena. ¿Qué necesitabas?
-Te llamaba para que me digas qué vas a hacer el 31.
¿31? ¿Qué es eso? Recordé que estábamos en diciembre. Se refería a la cena de fin de año.
-Hija, ¿estás ahí?
-Ah si, si. Emm....pues.....no sé. ¿Querés venir?
-No. Vení vos,  ya pasaste el 24 allá, con Mimi.
-¿Yo, a Londres?
-Si.
-Está bien. El 30 voy –dije resignada.
Después de dos o tres preguntas banales, colgué. De inmediato “se me prendió la lamparita”. Quería hacer una fiesta de fin de año antes de irme a Londres.



Paul escupió el trozo de torta que comía, encaramado en la barra de la cafetería.
-¿Una fiesta? ¿En tu casa? ¡Es genial!
-Claro que lo es, quiero despedir este año de mierda y dale la bienvenida al próximo, que espero sea mejor.
-¡Yo puedo ayudar! –exclamó Abby.
-Es que vas a tener que hacerlo, puedas o no. Sola no puedo con todo. Ay...quiero poner lucecitas navideñas por todos lados. Hasta en el baño.
-Bueno, tampoco exageres. ¿Cuándo será?
-Se verían lindas en el baño, ¿no? Alrededor del inodoro....
-¿Cuándo será?
-¿Por qué a nadie se le ocurrió inventar un inodoro luminoso? ¡Que brille en el oscuridad! ¡Voy a patentar mi idea!
-¿¿¿Cuándo será??? –Paul me arrojó una servilleta a la cara.
-Macca, acabas de interrumpir a un genio en pleno proceso creativo. En unos años te sentirás mal por eso. Será como si hubieras interrumpido a Einstein.
-Dale Mercy, decinos cuándo será –dijo Abby, perdiendo la paciencia.
-El 29,  antes de irme a Londres. Abby, vos y Cris me ayudarán con la comida y la decoración. Paul, te encargarás de la bebida.
-¿Quién va a pagar todo?
-Yo.  Esta vez pago yo.



-¡Fiesta! ¡Que fantástica fantástica ésta fiesta!
Reí ante los cantos y bailecitos de John.
-Vamos a tocar y prometo que ayudaré.
-Ayudarás a tomarte todo.
-Noo....De verdad ayudaré, todo sea por una buena causa, o sea, una fiesta.
-Bien, avisale a tus amigos, pero ni se te ocurra decirle a Marcia. Y también avisale a Ritchie.
-¿Perdón? ¿Quién es Ritchie?
-Upps....se me escapó –me tapé la boca, roja de vergüenza.
-Ahh...con que ahora es “Ritchie”.
Sonreí, traviesa.
-¡Ay si, Johnny! ¡Me siento re feliz! –lo abrazé
-Bueno...era hora.
-De verdad –me solté –ya me imagino casándome con él, viviendo en una casa grande, en el campo, con muchos hijitos y cabras....
-¿Cabras? ¿Dijiste cabras?
-Me gustan las cabras....
-Ay no, yo no estoy escuchando esto...
-Pero John, ¡imaginate! Hijitos, cabras, vacas, pollitos, muchos muchos gatos, ¡y todos lo perritos abandonados de la calle!
-¿Se puede saber cómo carajo van a mantener todo eso? ¡No se puede!
-Economía de subsistencia. Tendremos una huerta, y de allí comeremos, y también sembraremos trigo y lo que sobre lo venderemos y con eso compraremos cosas ¡ y seremos muy muy muuuuy felices!
-¿Terminaste?
-¡No! Me olvidé de algo. ¡Vos serás el tío John que vendrá a visitar  a sus sobrinitos!
-Basta Wells, volvé a la realidad.
-No puedo, estoy enamorada. ¿Le vas a decir que venga?
-Si, le voy a decir –dijo con tono cansado -¡Pero no vayas a hablarle de cabras!
-No, prometo que no diré nada sobre eso.



Entré a la universidad con una duda: no sabía si invitar a Tamar y a Evelyn y a Friederich y su amigo. Hablando de Friederich, ya casi ni me acordaba de él, estaba muy ocupada pensado en Richard.
-¡Mercy, qué linda viniste hoy!
Miré a Friederich con sorpresa. Nunca lo había escuchado decir algo así, es mas, no parecía muy dado a los halagos.
-Bueno...gracias –respondí sonrojada –Estoy igual que siempre, ya ni me arreglo para venir acá....
-No lo digo por la ropa, lo digo por tu semblante.
Entrecerré los ojos, extrañada, y él rió.
-Es que estás....no sé, alegre. Como distinta.
-Ah...si, si, lo estoy –reí nerviosa. Era claro, tenía mis motivos.
-Y...¿por qué? –se acercó un poco.
-Emm....no puedo decírtelo –otra vez reí como tonta, pero en realidad estaba algo incómoda.
-Mercy....ehh...yo.....estaba pensando.....-de pronto parecía nervioso, y hasta tímido. Todo eso era muy extraño.
-¿Qué cosa?
-Pensaba si te gustaría salir conmigo.
Mi cara debe haber sido para un cuadro. Tragué saliva con dificultad. Su propuesta me había caído como una bomba. Una bomba en el estómago.
Pero él no pareció darse cuenta de mi estado, mas que nada porque miraba al suelo. Era raro, demostraba ser un chico seguro y ahora ni me miraba a la cara.
-Podría ser hoy, cuando salgamos de acá, o el sábado.
Pensé cómo decirle que no. No quería ser dura, pero tampoco aceptaría salir cuando lo único que tenía en la cabeza era a Richard. Sería injusto.
-Friederich, lo lamento, pero no podré.
-Ah...estás ocupada.
-Si...
-Bien. Entonces será otro día.
-Claro –mierda, no sé porqué dije eso, pero era parte de mi “suavidad” al negarme a su propuesta.
Entramos a clase y en el transcurso de ese aburrimiento decidí que no los invitaría a la fiesta, mas que nada para no alimentarle las esperanzas a Friederich. Pero después pensé que ellos quizás pasarían fin de año solos, lejos de sus familias....les haría bien una fiesta.
Arranqué una hoja del cuadernillo de clase y la partí en cuatro pedazos. En cada uno escribí mi dirección y le pasé uno a Friederich y otro a su amigo. A la salida encontré a Tamar y le di uno a ella y otro para Evelyn, que no había ido.
Todos me aseguraron que irían.



Llegó el 29 y mi casa era un despelote digno de ver. Era muy digno porque era un despelote iluminado. Con ayuda de Abby y Paul, había colgado luces navideñas por todos lados, pero en el baño no, porque ellos me detuvieron.
George acarreaba bebidas y trajo a Juliet para que nos ayudara. Cris terminaba de armar el árbol de navidad, que yo, como era muy holgazana, no había armado para el 25 de diciembre. Mientras ellos trabajaban, yo me arreglaba, ya que milagrosamente me había comprado un vestido nuevo, beige, y unos zapatos lindos.
-Trabajen, malditos esclavos míos –dije bajando las escaleras.
-Andá al carajo Wells –respondió Paul
-Hablá bien McCartney, hay chicas presentes –señalé a Juliet
-Yo soy peor.
-Epa...se nos destapó la nov....digo, la amiga de George. Me imagino que hoy tocarás para nosotros.
-No, no, me moriría de vergüenza.
-Eso se soluciona con unas cuantas copas encima.
-Mmm....no....tocará John y su banda, ellos son mejores.
-Ufff.....creo que terminé con tu jodido árbol –dijo Cris bajando de una escalerita y contemplando su obra.
-¡Te quedó genial!
-Vos tendrías que haberlo armado.
-Bueno...ya sabés como soy –le sonreí, traviesa.
-Si, una haragana. ¡Encima es enorme! Bueno, me iré a casa, necesito cambiarme, parezco vagabunda.
-Ok, pero ponerte muuuy linda, mirá que vendrá tu John –arqueé las cejas pero me devolvió un golpe en el hombro -¡Ey! ¡No pegues!
-¡Hola, hola! ¡Llegué yo! ¡El rey! –gritó John -¿Dónde acomodo estos instrumentos, Wells?
-¡Ay no! ¡Ya llegó John y yo así! –Cris miró su ropa -¡Todo por culpa de tu roñoso árbol!
Antes de que John la viera, Cris desapareció. Él comenzó a hacer espacio en la sala, pateando cosas.
-Te ves bien, hermanita –dijo abriendo una caja y sacando cables.
-Gracias, aunque es raro que vos digas algo así
-Ya ves, a veces soy amable con bichos como vos.
-John, decime por favor que le avisaste a Richard, porque si no es así vas ya mismo. Y si le dijiste y te contestó que no va a venir, ya mismo me saco este vestido y me quedo en pantuflas. Me queda ajustado y me cuesta respirar, no sirvo para comprarme ropa.
-Entonces morirías por falta de oxígeno, porque sí, le dije, y va a venir.
-¿Sabés qué? Esta noche me lo encaro.
-¿Vos? –comenzó a reírse y a mirarme de arriba a abajo -¿VOS?
-Si, yo. Si él no se decide, entonces seré yo.
-Uy, te veo decidida......cuidado.-siguió riéndose.
-¡No te rías!
-Está bien, está bien. Te deseo suerte.



Dos horas después, la casa seguía siendo un despelote, pero por la gente. La música estaba a todo volumen, y los que no bailaban, tomaban o comían. Me cercioré de que todos la estuvieran pasando bien. Y así era.
Como quien no quiere la cosa, me acerqué a Richard, a quien solo había visto cuando llegó.
-¡Hola! Bah, hola otra vez –reí.
-Jaja, hola de vuelta. Ey...lindo vestido.
-Gracias –control mental, control mental....
-De verdad, te queda muy bien
-Bueno, gracias otra vez.....dejá de tirarme flores y vamos a bailar. Bueno...si vos querés, claro.
-Por supuesto.
Bien, mis planes empezaban  a ponerse en marcha, pero supe que no podría decirle nada: me estaban ganando los nervios, y lo que era peor: mi estupidez.
Como siempre, me divertía muchísimo bailando con él, era un genio del baile. Pero John interrumpió todo.
-¿Podemos empezar a tocar ahora?
-¡¿Para eso me interrumpís?! –le dije al oído –No, todavía no. No llegaron mis compañeros de la universidad.
-¿Qué? –de la nada, apareció Pete Shotton -¿Invitaste a esos?
-¿Y vos qué te metés en conversaciones ajenas?
-Seguro que ni son de Liverpool, y deben ser raros.
-Dejate de joder Pete. Invito a quien se me pega la regalada, y si no te gusta, te vas.
-No me retes
-No te reto, sólo te advierto. Esperen a que lleguen, así estamos todos.
De mala gana asintieron, y se fueron. Retomé mi baile con Richard, que no decía nada, por suerte, no quería que él también se quejara de mis invitados. Bueno, yo tampoco decía nada porque estaba muy embobada mirándolo. Es que....ahh....había ido demasiado hermoso.
Como Shotton era el encargado de la música, interpreté lo que hizo como una venganza: dejó de sonar el rock and roll frenético que bailábamos para comenzar “Put your head on my shoulder”. Esa canción me hacía derretir cada vez que la escuchaba, y con Richard enfrente, pues...estaba que me desmayaba. Miré a Pete, y descubrí que el también me miraba, con una sonrisita sádica. Levanté el dedo mayor de mi mano izquierda, dirigido a él. Vi que Richard se reía de Pete y me acerqué, decidida. No dejaría que Shotton me molestara, al contrario: usaría lo que hizo a mi favor. Me abrazé a Richard y le saqué la lengua a Pete, pero dejé de hacerle morisquetas cuando sentí que Richard me tomaba de la cintura y me corría una electricidad por la columna. Cerré los ojos para sentir mejor, tanto la música, como su perfume, como su contacto conmigo. Había llegado la hora de dejar los nervios y la vergüenza para disfrutar del momento. Me separé un poco de él y le sonreí, y él me respondió con esa sonrisa tan adorable que nunca había visto en otra persona. Estaba a punto de decirle que me acompañara al jardín, tenía todo el coraje en las venas para decirle todo. Pero sonó el timbre. Y como dueña de casa, debía abrir.
Me separé de Richard haciéndole señas de que debía atender y él asintió.
-¡Friederich!
-Hola Mercy –sonrió con timidez –Perdona que llegue tarde, George al final no pudo venir.
-Oh...las chicas parece que tampoco han podido.....Bueno, pasá, te presentaré a mis amigos.
Entró y comenzó a saludar a todos. Como no conocía a nadie y parecía intimidado, le dije que estaría con él para que no se sintiera como un sapo de otro pozo. Luego de presentarles a todos, busqué a Richard, el único que faltaba saludar,  pero se había desaparecido.
Le dije a John que si quería podían empezar, y así hicieron.
-Tus amigos tocan bien –dijo Friederich.
-Si, son muy buenos, ¿querés bailar?
-No...no sé bailar....
-Pero te puedo enseñar.
-Es que no me gusta mucho.
-Ah, si no te gusta no vas a aprender. Y...¿tocás algún instrumento?
-La armónica, como tu amigo.
-Yo también tocaba, pero se la regalé a él.
-También me gustaría tocar la batería.
Vaya mierda de coincidencia. Sólo a mi me pasan estas cosas.
Busqué a Richard con la mirada, hasta que lo vi charlando con George.
-¿Y? ¿Lo están pasando bien? –dije al acercarme.
-Si, está buenísima tu fiesta, que se repita. Sobre todo la comida, es genial –dijo el pequeño Harrison con la boca llena. Richard, en cambio, no contestó.
-Rich,  ¿querés bailar?
-No, estoy cansado. Iré con John, ahora que ya dejaron de tocar.
Y sin mas, me pasó por al lado, casi ignorándome. Lo miré bien, parecía....¿enojado? No entendía porqué. Fui de vuelta hacia donde estaba Friederich, hasta que Paul se apareció con unas cajas llenas de botellas de champagne.
-¡A brindar como los ricos! –gritó Stu, y junto con John comenzaron a descorchar, pero antes sacudían las botellas y las abrían, desparramando espuma por todos lados.
-¡Por un año mejor! –todos brindamos y tomamos.
Después, se quedaron algo tranquilos, ocupados en charlar. Continué observando a Richard, que seguía con su extraña actitud.
-John...vení –lo llevé a la cocina.
-¿Qué te pasa? Iba a hablar con Cris, no me jodas.
-Vos también me interrumpiste. Decime...¿qué le pasa a Richard?
-Ah, al fin te das cuenta –le dio un sorbo a su copa.
-¿Qué pasó?
-Cómo “¿qué pasó?”. Está enojado, eso.
-Pero....¿por qué?
-Ay Wells, estabas bailando con él, estaban....no sé, re bien, y lo dejaste por ir con ese....ese amiguito tuyo.
-¡Ese no es motivo para enojarse! Tenía que abrir la puerta.
-Pero te pusiste a presentarle a todos, y a charlar y estar a las risitas con él.
-No conoce a nadie, tenía que presentarlo. Ustedes, los hombres, son todos iguales, unos histéricos. Después dicen de nosotras.
-¿Te digo algo? Ese tipo no me gusta. Tiene algo que no me cierra.
-John....
-De verdad, no me gusta. No confíes en él.
Suspiré, mirándolo, hasta que me percaté de algo.
-Un momento....si Richard está enojado por eso, quiere decir que.....¡está celoso! ¡Gracias John, gracias! –le planté un beso en la mejilla
-¿Eh? ¿Gracias porqué?
Pero ya no le contesté, me alejé dejándolo desconcertado. Fui hacia Richard, que ahora hablaba con Stu.
-¿Podés venir conmigo?
Se encogió de hombros, y me siguió. Salimos a la vereda, por la calle no pasaba ni un alma.
-¿Estás enojado? –le pregunté directamente, ni bien nos detuvimos.
-¿Enojado, yo? No veo el porqué....-sacó un cigarrillo y lo encendió. Esperé a que me convidara con uno, pero no lo hizo.
-Es que estábamos bailando y te dejé por...
-Si, por el chico ese.
-¿Vos estás celoso? –me sorprendí a mi misma por preguntarlo con tanto descaro.
Me miró abriendo grande sus ojos azules y después frunció el ceño.
-¿Celoso? ¿Por qué? Yo no dije nada....
-Mmm...está bien,. De todos modos, te quiero pedir perdón por dejarte prácticamente plantado.
-No hay problema –sonrió -¿Querés uno? –señaló su cigarrillo.
-Si, claro.
Sacó uno y lo encendió. Miré a todos lados, antes de tomarlo y de agradecerle. Estábamos solos y podía decirle sobre....lo mío. Pero él me cortó todo.
-Tengo que irme, mi mamá está enferma y quizás necesite algo. Además....¡es tardísimo! –dijo al ver la hora en su reloj.
-Ah... ok, gracias por venir, y saludos a tu mamá.
Se acercó a darme un beso en la mejilla e instintivamente cerré los ojos. Pero no hubo beso.
-Mercy, ya me voy –dijo Friederich asomado a la puerta.
-Ahh... bueno –contesté mirándolo.
-Adiós morocha –Richard se alejó, saludándome con la mano.
-Adiós Rich....-lo miré. Me había perdido de un beso suyo por culpa de Friederich.
-En fin, nos vemos después de año nuevo.
-Ah si, si, nos vemos –le dije a Friederich, con bastante desinterés –Que te vaya bien.
Entré a casa con la cabeza gacha, recriminándome el hecho de no haber actuado con mas rapidez. Pero enseguida recordé el baile, mas que nada porque la canción volvió a sonar. Y también recordé a Richard y sus celos mal disimulados. Sonreí triunfalmente, ya no lo veía tan lejano. La próxima vez no perdería oportunidad de decirle todo, costara lo que me costara. El año nuevo me daba esperanzas.


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50 Capitulos! Quiero agradecerle a mi gato, a las horas robadas al estudio, a mi proveedor de internet que cada vez lo cobra mas caro, al dueño del negocio donde compro cuadernillos baratos para hacer los borradores de los capitulos y a ustedes, queridas lectoras que me aguantan desde hace mucho, con capitulos feos, cuando tardo mucho en subir (como ahora) y demás crueldades a las que las someto.
Ahora enserio, muchas gracias por todo :)

Y les digo que este capitulo re largo, estaría bueno que lo lean con esta canción:
Ah, ya lo leyeron sin escuchar la canción? Pues lo leen de vuelta, joder! muejejeje

Bueno, me despido de ustedes y les deseo un buen año nuevo :)




P/D: Quiero una cabra XD

7 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! DESGRACIA QUE DESGRACIA! porque!? porque!? Friederich te odio, escondete porque donde te agarro, vo' cobra' jajajajjaja COMO NO LE DIO UN BESO!? COMO? si es... es.... es... adorable este pibe, igualmente, Lennon *.* aiiiish con vos me termino de casar con este pibe, igual, Mercy lo re paso para al patio che! justo cuando iba a "charlar" bah se la iba a encarar a Cris lo corta! NO esto es IN JUS TI CIA! no no no.... quiero beso! QUIERO BESO! me declaro de paro, como la linea A de subte, como e bondi en un día de verano ME DECLARO EN HUELGA, PARO, RECLAMO! lo que quieras, no yo quiero beso... y ma' vale' eh eh eh! jajajajjaj Ricardo, Ricardo sos un bombonazo, si eso sos, mira si le va a preparar el desayuno con Lennon, aisssssssssssssh me murí, si yo no me muero, mu muiro. jajajjaj este este pibe es terriblemente adorablemente dulce, y lo quiero lo quiero con la Mercy AHORA! bueno... loquita, muchos creditos para la nove eh! jajajja TE FELICITO! te felicito mucho, es difícil escribir 50 capitulos eh! asi que QUE FELICIDAAAAAAA AAAAAD! kjajajjajajaj che... te dejo, me voy iendo, si a lo bruto del campo me voi iendo, y si soy la primera JUJUUUUUUUUUUUUUUU! además, para antes de irme! ame a Lennon cantando -¡Fiesta! ¡Que fantástica fantástica ésta fiesta! jajajjaja me lo imagino *.* aishhh este Ion ksadfhkjhgjsdl. bue... me voy! Te felicito! TE COMENTE PRIMERAAAA! y te quiero te quiero locura y cuando robe una, te mando una cabra! (voy a volver a leerlo musicalizao') nos vemos Y SUBI PRONTITO!

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  2. Hola!!! :)
    Lo volví a leer con música y el efecto fue mejor xD
    Ay qué bueno que vuelves! Ya nos debías este regalito de navidad.
    Esa Mercy me mata! Y más ahora que por fin se está poniendo 'atrevia' aunque para ella signifique un mísero beso en la mejilla. Pero bueno, eso cuenta.
    Me imagino a Ringuis durmiendo *w* Yo no me habría controlado, me lo habría comido a besos ahí mismo! A la mierda el autocontrol xD
    Lástima Lennon dañando la escena perfecta con la melodía de fondo de sus ronquidos de cerdo, pero quién lo creyera tan tierno llevándole desayudo a Mercy junto con Rich, me imagino ser despertada por semejantes tesoros *_* Buuueno, lo del café y las tostadas quemadas es otra cosa, pero lo que cuenta es la intención :P
    Ese Harrison no deja de ser un amor! Tan loquito por Juliet, ojalá la chica sí le corresponda, sino, que no se preocupe que aquí estoy yo :D
    Bien, todo perfecto hasta ahí, pero ¿¡¡¡¡CABRAS!!!!? WTFF! .______. jajajajjajaa xD Mercy está locaaa! Cualquiera pediría una vida tranquila, con hijos, perros, gatos y todo eso... ¿¡Pero con cabras!? Jaja eso sí estuvo bien raro.
    Y John ya me hizo dudar de Friederich, con eso de que es mejor no confiar en él e_e Pero waa! Ese tipo me sacó la rabia, arruinó perfectos momentos con Ritchie! ¬_¬
    Geniaal, súper genial el mega cambio de Mercy, al fin va a tomar más iniciativas, a ver si de una vez por todas vemos a la chica conquistando -acosando- a Richard.
    Y si no lo hace, yo le ayudo :3
    Un saludo!!

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  3. Esta historia acaba de consagrase mi favorita, por décima vez jaja Antes tenía otras también, pero superó a todas. Me encanta la actitud de Mercy de querer ser más decidida y en especial porque me identifico tanto con eso! Jaja A mi en lo personal me encanta Friederich, aunque en este capítulo se tornó medio misterioso. ¿Y qué decir de Richard? Es lo más lindo que hay! Jajaj
    Si hay algo que me alegre más que ver que subiste un caítulo, en especial después de mucho tiempo que no lo hacías, es ver que aparezco... sos una genia! ¿Sabés? Me puse a pensar, no sé por que, de otros posibles rumbos de esta historia y me imaginé como una Delfina de floricienta, tipo como la mala. Juro que si pasa eso podría morir completamente feliz jajajaj Seguí escribiendo que sos mi ídola!
    Uh y esto de las fiestas, yo todavía no se que hago el 31 jaja Que la pases lindo y que empieces este año con todo! :)

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  4. pd: a mi también me encantan las cabras, es más, a mi perra le decimos cabra jaja

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  5. Hola, empecé a leer esta novela a raíz de que esa anormalidad que comentó arriba mio, a la que yo llamo prima, me la mostró (la historia, claro) jajaja esta buenísima! podes creer que leí todo en un día? es genial. Me fascina Stuart y como planteas el personaje de john. Te ganaste una nueva fiel seguidora del blog. Y feliz año nuevo!

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  6. Y quién viene a comentarte justo el día de Fin de Año? Pues yo! Jajaja. Me echabas de menos? Sí, yo ya sé que sí, pero puedes estar tranquila porque yo, contra viento y marea (he estado a punto de escribir "madera"), pese a todas las circunstancias adversas, aunque estuviera encarcelada en una cárcel medieval sin conexión a Internet... Aun así, ya sabes que te comentaría. Te comentaría aunque fuera por paloma mensajera... XDDDD Vale, vale, se me ha ido la cabeza, para variar... Tú ni caso, que es que hoy se me ha olvidado tomarme la pastilla (aaaaahhhhh!!! Justo ahora se a puesto a cantarme el Xic y me he emocionado mucho, ahora espera, que canto con él y después vuelvo).
    Vale. Después de unos 3 minutos largos aquí estoy yo. Ya he acabado de cantar y puedo seguir feliz como una perdiz con mi comentario, jajajajaja.
    El capítulo, para variar me ha encantado. Como dijo un torero haciendo alarde de su gran cultura hace unos años: "en dos palabras: ha sido IM PRESIONANTE" XDDD Pues sí, sí que ha sido im-presionante por todo, de principio a fin, desde ese desayuno con diamantes (más que con diamantes, con tostadas quemadas y café sacado directamente del inframundo) hasta el mega fiestón que se pega Mercy por Fin de Año el día 29. Así que empecemos...
    A este John le voy a erigir un monumento en cada una de las ciudades de la Tierra. Por qué? Pues porque es un puto crack! Mira que empujar a Mercy mientras dormía para que "accidentalmente" cayera sobre Ringo... JUJUJU. Es que me lo como de bonico que es! Y bueno, el desayuno me pareció de risa, completamente hilarante! Yo quiero que estos me traigan el desayuno aunque esté más malo que la comida de trolls! XD Me lo comería a gusto y todo aunque después me ingresaran en el hospital porque el estómago se me hubiera puesto del revés, jajaja. Ah, y otra cosa que me gusta, es que a raíz de esa noche que tuvieron la gente esta, Mercy ya se ha quitado de encima esa manía de que "arrepentirse" de que le guste Rich. QUE NO!!!!! QUE ESO ES BONITO! EL AMOR ES BONITO! Y ella debe estar contenta, como está ahora, porque quiere a esta cosita tierna apellidada Starkey! :3 (continúa el comentario en el siguiente porque según el hombre éste del Blogger "Su HTML no es aceptable: Debe contener como máximo 4.096 caracteres")

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  7. A otra cosa a la que le voy a poner monumentos y clubes de fans y todo es a las ideas de Mercy. La primera, la de la cabra. Joer, es una genia! UNA GENIA! Una cabra es la mascota perfecta: son bonicas, hacen un "beeee" que es muy gracioso, con pocos cuidados tienen suficiente y, además de que molan, te dan leche, con lo cual te ahorras un dinero en la cesta de la compra XD Segundo, lo de montarse una fiestorra de Nochevieja antes del día 31. Que no va a estar en Liverpool ese día? Pues no problem. Ella pilla y se monta la fiesta el 29. Ahora irá ella a quedarse sin fiesta!!! Jajaja
    Por cierto, la fiesta esa fue un éxito, eh? Ahora bien, yo creo que gran parte del éxito se debió a que una que sé yo hizo gala de sus dotes artístico-creativos y le montó un árbol de Navidad de esos que quitan el hipo, de esos que enamoran nada más verlos, un árbol que es el paradigma de todos los árboles de Navidad. Aquello, más que un adorno navideño, es POESÍA VISUAL! XDDDDD Vale, vale, dejo de echarme flores, eh? XDDD Porque bien, me siento orgullosa del árbol, pero por su culpa el John casi me ve cual vagabunda pidiendo en la puerta de la iglesia, y eso no me mola... Menos mal que salí de allí corriendo antes de que me viera con esas pintas... jajaja.
    La fiesta fue perfecta, sobre todo en lo que pertoca a Mercy y Rich hasta que... Vino el momio del Friedrich a cagarlo todo ¬¬ Porque mira que estaba bien ella hasta que fue el colega, solo encima, y ella se tuvo que pasar la noche con él haciéndole de buena anfitriona... Como ya te dije por Whatsapp voto para que se le arroje al Monte del Destino y arda con la lava y todas esas cosas bonitas que hay allí dentro, así, desde el cariño, jajaja.
    Y ya tenemos por eso al Rich enfadado... Anda que... Menos mal que John se lo ha comentado a Mercy (que ésa es otra, a esta chica se le ha pegado el don de la inoportunidad del Friedrich, que justo cuando el John iba a entablar una conversación sumamente interesante con cierta persona, va y le interrumpe, jajaja). Ayyy! Y la conversación entre Mercy y Ringo en el jardín me mató! :3 Me encantó ver que esta chica se está volviendo bien directa con ese "estás celoso?" lol Y justo otra vez tenía que venir a aparecer el Nazgûl de Friedrich a interrumpir... Que ha hecho? Un master y un doctorado en la materia? Porque mira que el chaval es experto, eh? Tú a la próxima ve me lo dices a mí, que la tía Cris le mete un somnífero en la bebida y el colega se queda ahí dormido y sin molestar ni interrumpir a nadie... Jajajajaja.
    De todas maneras, como dice Mercy al final, creo yo que este nuevo año va a traer un montón de cosas buenas... Espero que así sea.
    En fin, que como ves (creo que se nota bastante), el capi me ha encantado. Y por mí nada más, sólo que no me despido aún sin antes desearte un 2013 muy muy muy muy happy. Espero que este año sea tan genial que sea digno de enmarcar y colgarlo en un museo. Feliz Año Nuevo y sigue así de genia como eres! :)))))

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