04 enero 2013

Capitulo 51 Corazón con agujeritos


Ni bien puse un pie en el andén, supe que mi estadía en Londres sería un tormento. Toda la gente que corría de aquí para allá, el bullicio, las bocinas de los trenes, en fin, todo ese movimiento me mareó. Y una ola de recuerdos, demasiados recuerdos, se abalanzó sobre mí, como pirañas hacia su presa.
Tomé mi maleta, me acomodé la guitarra en la espalda y suspiré, encaminándome a la salida de la estación. No había nadie esperándome porque no había avisado el horario de mi llegada. Así lo quería, necesitaba caminar esas calles que separaban la estación de mi casa, esas calles que tantas veces había recorrido sin darles importancia.
La maleta estaba pesada, por lo tanto la llevaba con ambas manos. Serían las 6 de la tarde del 30 de diciembre, y eso explicaba la gente que, apresurada, caminaba o corría. Me detuve y me apoyé en una pared para recuperar el aliento. Veía como me salía humito de la boca, y me ajuste mas el gorro rojo que llevaba en la cabeza. Luego de un rato de descanso, continué la marcha.
Llegué a un parquecito. Era uno al que me llevaban a jugar de pequeña, cuando los columpios me daban vértigo. No habia cambiado nada, sólo que no habia niños, sino gente que cruzaba.
Dejé mi maleta en el suelo y me senté sobre ella, con los codos apoyados en las rodillas, sosteniendo mi cabeza. Otra vez acomodé mi gorro y traté de respirar profundo. Puteé a la anemia que seguramente tendría en mi sangre, a ella culpaba de mi cansancio, un cansancio que cada vez aparecía con mas frecuencia.
Miré a la gente que cruzaba el parquecito. Algunas ni reparaban en mi, otros me veían raro, cono si fuera una vagabunda. Saqué de mi bolsillo un trozo de chocolate que venía comiendo en el tren. Cuando lo terminé, mi cansancio también había terminado. Se me cruzó la idea loca de tocar la guitarra allí, quizás alguien me diera monedas, pero andaban unos policías cerca, me sacarían a patadas.
Cruzé el parque cargando la maleta y caminé las calles que me faltaban, calles que cada vez se alejaban mas del centro y se volvían mas tranquilas.
Minutos después estaba frente a la puerta de mi antigua casa. La miré bien, estaba exactamente igual a como la habia dejado. Miré la puerta, la mirilla, el timbre, sopesando las posibilidades de tocar y entrar, o dar media vuelta y desaparecer. Sinceramente, la segunda opción me atraía mas.
Con un suspiro resignado toqué timbre y esperé, mirando a todos lados. La puerta se abrió y apareció mi madre, radiante. Un pensamiento brutal cruzó mi mente: quizás mi madre no estaba tan contenta por mí. Quizás tuviera un novio.
Me sirvió té y enseguida llevé mi maleta a mi habitación. Me dijo que había cambiado el acolchado, ya que el otro estaba muy raído.

La cena de fin de año fue en la casa de unos tíos. Durante el día casi no hablamos, ella corría por la cocina preparando comida y yo sólo la miraba. De todos modos, no tenía mucho para contar.
En fin, la cena trascurrió entre el aburrimiento y la incomodidad. Tíos borrachos pelando por política, tías preguntando por novios inexistentes, y primos ostentando sus títulos universitarios. Recordé mi fiesta de fin de año, tan alegre en comparación con esta otra.

Le había prometido a mi madre que me quedaría con ella hasta el 15 de enero. Durante ese tiempo no pude averiguar si ella tenía pareja o no, pero varios indicios me daban  a entender que sí. Me dolió.

En esos 15 días, el clima fue una mierda. No paraba de llover así que me lo pasé encerrada, “estudiando”. En realidad, sólo ponía un libro, abierto, mientras leía una novela. O arrancaba hojas del cuaderno para escribir cuentos, o para dibujar casas enormes, con muñequitos tomados de la mano y...muchas cabras. Sí, de más está decir que en ese lapso había pensado como nunca en Richard. Él era lo único que me alegraba en una casa llena de recuerdos tristes, o alegres, pero al ser recueros, igual eran tristes.
Mi otro consuelo era Violeta, con ella me encerraba en mi habitación a tocar lo que se me viniera a la cabeza. Pero mucho no era, ya que esa habitación me resultaba asfixiante....Todo lo sentía ajeno, extraño. Si me había criado allí, ¿por qué me pasaba eso? Quizás era porque Liverpool era mi lugar en el mundo, y mi vida allí, pese  a sus bemoles, era una vida. Lo que había tenido en Londres me parecía, ahora, artificial, un sinsentido.
Después de sobrepasarse en atenciones hacia mí, de un día para oro mi madre cambió su actitud. Estaba muy susceptible, y cualquier cosa que yo dijera, cualquier sonido que saliera de mi boca, era motivo de escándalo. Yo no peleaba, solo miraba su rostro lleno de recriminación, que no entendía. Mucho problema no me hacía, tenía la conciencia tranquila, yo no había hecho nada malo.
Por eso, ni bien pasaron los 15 días prometidos, me fui. Mejor dicho, huí.
Quería sacudirme todo eso.


Volver  a Liverpool fue un soplo de liberación. Es mas, creo que nunca había ido con tantas ganas a trabajar....y a estudiar. Bueno, en eso último, tantas ganas no tenía. Digamos que me sentía defraudada, aunque no sabía porqué. De la carrera, de la universidad, o de mí misma. Lo cierto era que sentía que todo eso no era lo mío, pero ¿qué era lo mío? Eso tampoco lo sabía.
-Ey, Mercy
-Hola –saludé a Friederich con poco entusiasmo, en mi mente se proyectaron los momentos deliciosos que me había arruinado con Richard.
-¿Que tal empezaste el año? –dijo caminando a mi lado.
-Pues....aburrido, en Londres.
-¿Fuiste a Londres? Eso es genial, quisiera ir. ¿Tenés clase de idiomas hoy?
-Si, empieza en.....-miré mi reloj pulsera -10 minutos.
-Te acompaño, tengo clase de historiografía en el aula de al lado.
Caminamos hasta el pabellón, hasta que el se detuvo.
-¿Qué pasa? –pegunté extrañada.
-Verás....me decidí. Quiero tocar la batería.
Oh si, qué genial. Habiendo millares de instrumentos.....
-Te felicito –creo que nunca hice una sonrisa tan forzada
-El tema es que no sé cuál comprar. Tengo espacio, tengo el dinero, pero....no sé nada. Pueden venderme cualquier cosa. Pensé que vos podrías preguntarle a alguno de tus amigos, los músicos....¿me harías ese favor?
Lo miré bien, parecía muy interesado, y a la vez preocupado por su ignorancia en el tema baterístico.
-Está bien. Le preguntaré a alguno.
-¡Gracias Mercy! –de la nada me dio un abrazo -¿Podrías darme una respuesta para la semana que viene? Como ves, estoy algo apurado.
-Emm....sí, sí, claro.
-¡Muchas gracias!
Caminamos hasta la puerta de mi aula, allí estaba Tamar, fumado un cigarrillo.
-Ah chicos, los presento. Tamar, él es Friederich. Friederich, ella es Tamar.
-Hola Tamar –saludó él con su sonrisa perfecta.
-Hola ¿que tal? –respondió ella mirándonos a los dos.


Al día siguiente, debatía conmigo misma mientras limpiaba la cafetería. ¿A quién preguntarle sobre baterías? Yo no tenía idea, a John era imposible porque a él le daba igual una batería que dos ollas de cocina, Pete Best me echaría a la mierda con su mal genio.....La última posibilidad era Richard. Pero yo no iría a preguntarle a ÉL algo para FRIEDERICH. Salvo que le mintiera pero...no quería. Entonces opté por un intermediario.


Llegué a la casa, o mas bien “choza” de John con el papel con la dirección en la mano. En la puerta justo estaba Stu, que al parecer se iba.
-Hola linda –saludó con su habitual galantería.
-Hola Stu ¿John está por acá?
-Si, está adentro, pasá.
-Pero...¿está en condiciones de recibirme? O sea, no quiero encontrarlo con una mujer, a eso me refiero.
Mi temor le causó gracia y rió, exhalando el humo del cigarrillo que fumaba.
-Tranquila, está leyendo, o algo así.
-¿Leyendo qué? ¿Una Playboy?
Otra vez se echó a reír.
-No te rías, es que desconfío....
-Pasá tranquila, no hay problema. Es la tercer puerta, a la izquierda.
Entré a un oscuro pasillo, Stu se fue diciéndome que se iba a la casa  de una novia o algo así. Busqué la tercer puerta y golpeé con suavidad. Nada se oyó del otro lado. Golpeé un poco ms fuerte y la puerta se entreabrió. Me asomé, John estaba tirado en un despelote que podríamos llamar cama, leyendo una revista de historietas.....y en calzoncillos.
-Stu cerrá esa puerta que entra un chiflete que me va a congelar las bolas.
Me tapé la boca para ahogar la risa, entré con sigilo. Estiré la mano, y apreté el dedo gordo de su pie izquierdo.
-AAAHHH! ¿Qué hacés St...? AAAHHH! ¡WELLS SALÍ DE ACÁ!
Comenzé a reírme a carcajadas, mientras él buscaba con desesperación algo para taparse. Le arrancó la frazada  a la cama de al lado y se envolvió, ya de pie.
-¿QUÉ HACÉS ACÁ?
-Tenés que recibir mejor a tus visitas –dije todavía a las risas –Por si no te diste cuenta, me estoy cobrando la que me hiciste el otro día. ¿Viste que feo es que entren así a tu habitación?
-George tiene razón, sos una bestia. A ver, date vuelta que me voy a vestir. Carajo, ¿dónde está mi pantalón? –miró debajo de su cama -¡Date vuelta, che!
-Uy Lennon, que vergonzoso te pusiste de pronto,. Por favor, como si hubiera mucho para ver.
-¡Date vuelta! Acá está –de un revoltijo de ropa sacó un pantalón y una camiseta.
-¿Ya puedo ver?
-Si, si, ya está. Decime a qué viniste. Supongo que será importante, te dije que jamás vinieras. ¿Quién te dejó entrar?
-Stu
-Me imaginé.
-Ey...lindas pinturas –dije mirando unos cuadros apoyados en la pared y en el piso. -¿De qué son estos frascos?
-No toques nada. Decime a qué viniste.
-Que lindos colores -abrí los frascos, eran de pintura -¿Son óleos? ¿O acrílicos?
-Dejá eso te dije.
-Ufa, está bien –volví a ponerlos sobre la mesita en la que estaban, pero uno se me cayó -¡Ay, no! ¡Volqué todo!
-¡Serás infeliz Wells, eso no es mío! –sacó mis manos del enchastre que había hecho. La pintura, de color rojo, se había desparramado sobre la mesita y goteaba en el piso.
-Perdón....-dije apenada.
John agarró un trapo y me limpió las manos.
-Andá  a lavarte con jabón, yo limpiaré esto –se agachó y limpió el piso. Se dio cuenta de que lo miraba con miedo, porque así era, me había mandado una macana y él, con toda razón, estaba enojado. –Lavate ahí –dijo apenas levantando la vista, y señalando una puerta.
Entré ahí, parecía el baño, pero en realidad era una acumulación de mugre. Con razón no quería que viniéramos ni Mimi ni yo.  Me lavé las manos con jabón, mientras miraba por una ventanita que daba a un patio igual de mugriento, donde daba el poco sol de la tarde.
-Ya está –dije al salir. Él recién terminaba de limpiar, y arrojó el trapo a un tacho de basura.
-Bien.
-Perdón, fue sin querer.
-Lo sé. Decime a qué viniste –se puso las manos en la cintura.
-Necesito un favor. Quiero que hables con Richard.
Hizo una amplia sonrisa, y fue hasta su cama, y allí se dejó caer.
-Sentate –señaló la cama de al lado –Así que mi hermanita quiere ayuda con su galán. No sé porqué pero me encanta la idea.
-Esperá, no es lo que pensás. Te explico: Friederich quiere comprarse una batería.
-Ya Friederich....
-John –lo miré con severidad –Sigo. Quiere comprarse una batería, pero no tiene ni idea. Me pidió ayuda, yo, obviamente no sé nada y....el único es Richard. Pero a él no puedo preguntarle algo para Friederich, ¿me entendés? Pensé que quizás....vos...podrías....
-No pienso hacer nada por ese. Ya te dije ese tipo no me gusta.
-¡Pero John...!
-Lo lamento, pero no. Si tanto querés ayudarlo, vas y le preguntás VOS.
-Ay, no puedo ir a la casa y decirle “Hola Rich, ¿qué batería puede comprarse Friederich?”
-No es necesario que vayas  a la casa......y no es necesario que le hables de Friederich. –lo miré, esbozaba una sonrisita pícara, mientras enrollaba la revista.
-No entiendo.
-El sábado su banda toca en The Cavern, es la última actuación antes de irse  a Hamburgo.
-¿Hamburgo?
-Es por una temporada. Tranquila, el amor de tu vida no se irá para siempre. Y ya que estamos, te voy  avisando: parece que nosotros también, pero no es nada confirmado.
-Pero John...Hamburgo es un asco....
-Por eso me encanta la idea –rió –Pero volvamos a lo nuestro. El sábado vamos a ir todos. Vos también. Usá la excusa de Friederich para acercarte  a Richard. Que de una vez tu compañerito te sirva de algo.  Decile a Richard que es...para un primo de Londres, lo viste ahora cuando fuiste allá. Con esa tontería charlan, y aprovechá y le decís todo. Me entendés cuando te digo “todo·”, ¿no?
-Claro, claro que sí...-dije mirando a un cuadro y sonriendo –Es un buen plan.
-¿Lo ves? Antes de que se vaya a Alemania, el chico es tuyo –me guiñó un ojo.
-John, deberías escribir revistas de consejos sentimentales.
-Naa....solo trato de ayudar a mi hermana un poco tonta. Pero esperá: si la cosa no funciona, si vamos a Hamburgo y lo encuentro, lo apalabro.
-¿Lo qué?
-Lo apalabro. Le tiraré indirectas sobre vos.
-¡No, no!
-Si no se da cuenta, es porque es boludo. ¿Eso era todo?
-Si, eso era. ¡Gracias Johnny! –me tiré sobre él, a darle besos y apretarle los cachetes.
-¡Salí de encima! ¡Si entra Stu  pensará cualquier cosa!
-Está bien, te dejo tranquilo –me puse de pie y me planché la pollera con las manos -¿El sábado me pasás a buscar?
-Si no hay remedio....
Sonreí  me fui de allí, silbando una canción.


El sábado llegó y yo andaba de los mas feliz. Me sorprendía a mi misma por la valentía, estaba decidida a todo.
Me bañé en perfume después de ponerme el vestido mas lindo, y me maquillé. Estaba luchando con los zapatos cuando el timbre sonó con insistencia.
-¡Ya voy John! –grité por las escaleras.
Abrí y me encontré a mi querido hermano encendiendo un cigarrillo para mí.
-Vas demasiado bien –fue todo lo que dijo.
-Por lo menos no soy una crota como vos, que vivís en una pocilga.
-Mas respeto con el chiquero donde vivo.
-Vámonos de una vez.
Mientras caminábamos, John no paraba de mirarme y reírse. Según él, nunca me había visto tan resuelta.
Llegamos a The Cavern, afuera estaba George con Juliet. Era la primera salida que tenían solos, y de noche.
-Aún falta, esperemos afuera –propuso George.
-No, tengo que entrar –dije.
-¿Pero por qué tanto apuro?
-La Wells tiene un asuntillo.....importante –dijo John, haciendo todo tipo de señas. George entendió enseguida, pero Juliet parecía desorientada.
-¿Qué...?
-Ya te voy a explicar.
-Harrison no comentes nada –advertí -¿Entramos o no?
-Uff... está bien.
De mala gana me siguieron. Era la primera vez que entraba allí, y me pareció un lugar raro. Era un sótano lleno de gente y humo, pero a ese lugar aspiraban a llegar a tocar los chicos. Era su gran meta.
Los cuatro nos sentamos en una mesa, esperando a Paul y Abby. John fue por cerveza, y como tardaba en volver, fui a buscarlo, y lo encontré. Lo encontré con Marcia. Me llené de bronca, era un idiota, aunque sólo estuviera charlando con ella.
Volví a la mesa, pero no dije nada. Unos minutos después, comenzó la música. Y vi a Richard. Nunca antes lo había visto actuar.
-Con razón dicen que éstos son los mejores –dije, casi gritando, en el oído de Juliet.
-Mirá al chico que canta
-Si, es Rory....gran fama tiene. Es lindo, ¿eh?
-Si, lo es....
George nos miraba con desprecio, pero era mas que nada por celos. Para hacerlo enojar mas, segui contándole a Juliet todo lo que sabía de Rory Storm, y ella parecía interesada. George se dio cuenta enseguida de mi travesura y se la pasó sacándome la lengua.
Pero después, me concentré en Richard. Me encantaba, me encantaba todo de él. Esa sonrisa....se notaba que disfrutaba lo que hacía....
Me puse de pie para acercarme mas al escenario, y Juliet y George me siguieron. Algo me dijeron sobre Rory y su cabello, sólo asentí, pero no les puse atención. Mis sentidos estaban concentrados en una sola persona.
Rory anunció la última canción, y el público rogó por una mas. Mi corazón comenzó a latir mas fuerte, ni bien terminaran buscaría a Richard.
Después de dos canciones mas, que me parecieron muy cortas, agradecieron y se despidieron. Hice a un lado a George, apresurada, y me abrí paso entre la gente, para llegar al lado derecho del escenario, por donde bajaban los músicos. Vi a Rory y los demás saludando y charlando con otra gente, y divisé a Richard. Con dificultad y miedo de que alguien me quemara con algún cigarrillo, conseguí acercarme mas, quedando a escasos metros. Y ahí vi algo que nunca tendría que haber visto. Richard, mi Richard, el chico del cual estaba enamorada hasta la médula, estaba con una chica rubia...besándose.
Todo a mi alrededor desapareció, sólo escuché que la chica lo felicitaba por su actuación, y él le decía “Gracias amor”. Sentí que algo se me clavaba en el pecho, que la mandíbula me temblaba, y tragué saliva. Como pude me di vuelta, y empujando a la gente, salí corriendo. Escuché que Juliet me gritaba algo, pero ni me  molesté en saber qué era.
Subí las escaleras y al fin salí a la calle, donde el viento frío me dio de pleno en la cara. Sin darme cuenta, me había llevado a la boca mi dije con la MW y lo mordía con los dientes, con tanta fuerza que creí que podía partirlo. Si no lo hacía estallaría en lágrimas y eso no quería. Me apoyé en una pared y traté de respirar, apretando los puños.
-¿Por qué? -fue lo único que golpeaba mi mente una y otra vez -¿Por qué?
Creo que si hacía el suficiente silencio y ponía atención, podía escuchar a mi corazón rompiéndose en pedacitos. Otra vez la vida me daba un cachetazo.
-Mercy, al fin te encuentro –Juliet apareció, agitada -¿Qué te pasó? ¿Por qué te fui....?
Negué con la cabeza y le hice seña con una mano para que dejara de preguntarme. Entendió enseguida, pero se quedó mirándome preocupada.
-Me voy a casa –dije  apenas.
-Esperá, le digo a George y te acompañamos.
-No dejá, puedo sola –me di vuelta y comenzé a caminar lento, cansada. Me detuvo una mano en mi hombro, que reconocí enseguida.
-Hermana.....-me giró y suspiré, apoyándome en una pared.
-John....
-No me digas nada, ya vi todo. Si querés le pego.
-¿Para qué? No tiene la culpa, tenía novia y yo no lo sabía....No me quiere. Y no sabés cuánto me duele.
-Vamos –me rodeó con un brazo y caminamos sin decirnos nada. Cuando llegamos sólo me acarició el mentón.
-Cuidate –me miró con una profunda mirada de tristeza. O lástima, no sé.
Entré a mi casa y me arrojé sobre el sofá. “No debo llorar, no debo llorar”, me repetí. Me serví el whiskey mas fuerte que mi padre había guardado. Esa noche fue la primera vez que tomé por amor. Y desgraciadamente, no sería la última.



*******************
Lo sé, mas de una me matará, pero ¿les digo algo? Me partió el alma escribirlo, pero tuve que hacerlo, es muuuy necesario para la historia.
Bueno, ¿como empezaron el año? Espero que bien! Quiero darle la bienvenida a Anna, la prima de Juuli (de verdad son primas?) Es un halago tremendo que alguien se ponga a leer esto desde el principio, y encima en un día! No te enfermaste después de eso, no? Si es así, después pasame la cuenta  de los medicamentos, me hago cargo de los daños y perjuicios que puedo causar. Ah, Juuli, no serás como Delfina, no me pidas cosas raras XD
Sin mas para decirles, me despido, y les dejo un beso grande!

8 comentarios:

  1. OOoooh me alegaste el día al subir un capitulo! Aunque ahora no se que voy a hacer el fin de semana jajaj Me encanta, sos una geniaaa! Y si, lamentablemente, somos primas jajaj La vi el 31, no se enfermó, bueno, más que de lo normal jajaj
    Ahora sí, el capítulo. La parte de Londres estuvo buena y para los que vivimos la situación de que nuestros padres estén separados sabemos que es exactamente así. Después... Rory let me love you(?) JAJA Ay, que Richard sorete, me vas a decir que no se dio cuenta nunca que Mercy estaba enamorada de él? Me encantó lo de "¿querés que le pegue?" Mataría por ver eso jajaj Ahora hay una razón más para que Mercy esté con Friederich (o Stu quizás jaja) y es más, que vaya y le pregunte a richard por la batería y que le diga que es para él, por forro! Jajaja

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  2. hola hola!!! Bueno aqui una completa desconocida a llegado :D me eh leido tus tres fic de un jalon!!! Espero y no te moleste mi obsecion por ti!!!!!! Este me a sorprendido por que no me habia enamorado de ningun fic de richard y bueno este me ha encantado fascinado anodadado (:/) simplemente no hay palabras lo haces muy bien hasta lo he recomendado por que??? Mercy jajaj pobre se lo que se sinte y como ya han dicho que utlice a friederich(lo escribi bien???) y y ... Ya sabes jajaja en fin gracxias por alegrarme el dia siendo que el clima aqui es frio y nevado jajaja me encanttan las cabras!!!!!

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  3. Y después me dices a mí! Y DESPUÉS ME DICES QUE YO HAGO LLORAR??? DESPUÉS ME DICES ESOOOOOO???? Pero... Pero... Mecagoenlaputamadrequelopariótodo!
    Si te digo la verdad, lejos de enfadarme con los protas, con el Richard y tal, este capi me ha puesto tremendamente triste. Entiendo que se te partiera el alma al escribirlo... :( Joer, normal! Con lo bonito que era todo en el anterior y ahora... Ahora... Mal, muy mal. :S
    Pero empecemos por el principio porque es lo que toca. Primero. Muchos matarían por ir a Londres en Fin de Año. Mercy mataría por huir. Y claro, normal. Con la que tiene allí montada como para no desear irse a Liverpool con cohete si es preciso... Tela. Con su madre parece que las cosas no van demasiado finas, aunque bueno, se mantengan las formalidades... No obstante, a la vista saltan los conflictos que a la mínima pues se generan... Y después, lo de la pareja. Quizá la tenga, aunque Mercy no lo sepa a ciencia cierta. Y es lógico que le duela, a mí también me dolería, si te soy sincera... Está todo muy reciente como para ir enterándote de esas cosas. Y para colmo de los colmos, la cena de Nochevieja con la familia. Típica cena familiar que no tiene por qué ser la mejor del mundo, sino más bien todo lo contrario... Menos mal que pese a todo Mercy tenía sus libros, sus dibujos (cabras! Eran como las de la foto que te mandé el otro día por whatsapp? jajajaja) y sus cuentos... Y Richard, sí, Richard... :(
    Bueno, después de 15 días de "vacaciones" en Londres, de vuelta a "casa", a Liddypool que decía el Xic, jajaja. Y se suponía que esto tenía que ser un feliz regreso y tal... (espera que voy a romper unas cuantas cosas). Por primeras, ya empezamos a joder con el Friedrich que ahora quiere ser batería... Anda que... Yo no es por malpensar pero... pero... No hay más instrumentos que la batería? No será que el chaval éste se ha dado cuenta de que Mercy babea por el baterista más genio de Liverpool y y ahora quiere sorprenderla con unas baquetas??? Bueno, ése y otros misterios nos serán desvelados en breve, jajaja.
    A todo esto, morí con el encuentro de Mercy con John... Tela. Es que lo visualicé. Visualicé la pocilga en la que vive el chaval éste, lo visualicé en gayumbos tirado sobre la cama versión garrulo con la revista en la mano y visualicé su grito al darse cuenta de que no es Stu quien ha entrado en la habitación sino Mercy, que por cierto tenía prohibida la entrada a la cueva de trolls en la que vive (debería plantearse el prohibir también la entrada a los del Ministerio deSanidad, porque si ven allí tanta mierda junta a lo mejor los ponen en cuarentena y los aíslan a Stu y a él, rodeados por cientos de soldados con máscaras de gas y metralletas en la mano y con la finca precintada como en las pelis estas de plagas y cosas así que hacen, jajajajajjaja). Y encima, no está ya todo bastante roñoso ya como para que vaya Mercy y le tire las pinturas por ahí... De todas maneras, gracias a ella, se ha conseguido un hito hasta ahora nunca visto en la Historia de la Humanidad: JOHN WINSTON LENNON, sí, el mismo, HA PILLADO UN TRAPO Y HA LIMPIADO! Cantemos himnos de alegría! Tiremos fuegos artificiales ante tan gran evento! lol XDDD
    (y como ya viene siendo habitual y he sobrepasado los caracteres permitidos por comentario, sigue en el siguiente, jajajaj)

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  4. Ah, y lo del plan del chaval éste, como me mata! SOY FAN! Lo que dice Mercy, si es que se tendría que poner un consultorio sentimental... La lástima es que no funcione su plan porque a la pobre Mercy ni siquiera le da tiempo a ponerlo en práctica. JODER! Que mala leche me entró con la escena de la Cavern! Yo que me había medio alegrado de decir "mira, el rubio del Rory", ya me estaba automatando de risa pensando en los insultos que le iba a poner a la Marcia en el comentario... y de repente, va y Mercy ve lo de la rubia ésa y el beso de Richard. Y encima por si no fuera poco, va y la llama "amor". Hay que joderse. Y hay que joderse bien. Porque Mercy es como es que yo, después me viene el John ofreciéndose como se ofrece a pegarle y no sólo le digo que sí sino que además le doy a un doberman rabioso para que le ayude en la tarea... :/ Lo que más mal me sabe es como la ha destrozado a la pobre. PERO POR QUÉ AHORA? POR QUÉ???? JODER!!! SI HACE NADA ESTABAN REBIEN EN LA FIESTA DE MERCY Y...!!! (sabes eso que he dicho antes de que más que enfadarme me había puesto triste? Pues olvídate de ello, me he cabreado, joer, me he cabreado!). Y ahora, claro, con toda la mierda, la pobre Mercy llega a casa y empieza con una cosa que ya creíamos olvidada... el alcohol :/ Mucho me temo que volveremos a tener problemas, qué mal...
    En fin, nena, pese a triste y que me enfade el capi, he de felicitarte de nuevo porque eres una jodida artista escribiendo. Una jodida artista en plasmar los sentimientos de los personajes. Y como artista que eres, he de postrarme ante ti! Jejejeje. De verdad, eh? No es coña. En este mundillo estarías en el podio de lo que a describir sentimientos internos se refiere, así que mi más sincera enhorabuena! :)
    Saludos!!!
    PD (no creas que es una PD como las tuyas de graciosa, jajajaja): Ya está Hamburgo en el horizonte? Jorrrrrrrr!!!!!!! Se avecinan vientos del este que incitan al cambio!
    Y ahora sí... BESOTES! :D

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  5. Yo tambien lo lei en un dia:L xD
    Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaac:
    La verdad que estoy enojada xD
    Maldito Richard porque porque?!:c
    No.. no:c casi lloro, me dieron ganas de tirar el computador al suelo:l
    no es justo!!:@
    Al menos Mercy tiene apoyo:'c
    John y los demas.
    y alegremente Richard ya se larga a Hamburgo-.-
    ojala no vuelva:c
    Mercy no se merece eso-.-'
    Pobre pequeña:l me partio el corazon:c
    El asco de departamento que tiene John jajajajaja me lo imagine en calzoncillos$:
    jajaja e.e
    Ese Rory es todo un pillo, aunque obviamente George es mejor*u*
    Bueeeeeee, espero el siguiente capitulo con muchas muchas MUCHAS ansias, chao:3 nos vemos:D

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  6. Te comento por segunda vez este capítulo con el fin de comunicarte que esa banda de richard me causó mucha intriga por lo que me puse a buscar videos de "Rory Storm and the hurricanes" y Rory estaba buenísimo. Bueno nada, eso. (?) Jajaja

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  7. Cuídate, porque si te encuentro, te mato >_<
    Parece que te encanta hacer sufrir a la pobre Mercy, eh?! Pero bueno, espero que la recompenses porque pobre tipa el mundo se le viene encima todo el tiempo =(
    Me encantó como narraste el tiempo que estuvo en Londres, tan diferente a todo lo de Liverpool...
    Jajajaja y estuvo genial la escena en la "casa" de John, me lo imagino en calzoncillos leyendo historietas y agarrándole el dedo del pie xD
    Un saludito!

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  8. Más lindo el capitulo, medio crudo, pero realista. Me gusta mucho la parte que vuelve a liverpool, todo tan alegre! el cuarto de Johny, que pibe ese eh! Y el atorrante de stuart que le dice linda a Mercy mientras va a la casa de la novia jaja De todas formas sigue siendo hermoso, una cosa no quita la otra, no? :P
    Este Richard pelotudo, yo lo mandaria al carajo.
    Gracias por la bienvenida! ¿Un halago para vos? Al contrario, es todo un placer leer esto, es re entretenido, en especial ahora que estoy al pedo todo el día. Y si, somos primas realmente con esa desquiciada jaja Espero el proximo capitulo!

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