22 enero 2013

Capitulo 53 Despedida.


Domingo. Ocho de la mañana. Todos estamos de acuerdo en que no es el mejor día ni el mejor horario para tocar timbre como un maniático en la casa de tu jefa. Bueno, al parecer, yo no estaba de acuerdo con eso. De otro modo no se explicaría que estuviera allí, despeinada, con una cara propia de funeral, temblando de frío, insistiendo en que alguien me atendiera para....no sé. Porque lo peor de todo era que no sabía porqué estaba ahí.
Escuché un “¡Ya voy!” bastante malhumorado y después la puerta se abrió, donde vi a una somnolienta Cris en bata. Ni bien me miró, despertó de golpe.
-¡Mercy! ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así?
-Ehh....-reaccioné, ni sabía qué decirle.
-Pero...¿qué te pasa? ¿Te...te hicieron algo en la calle? –preguntó con temor.
-No...no....Ehh....en realidad....bueno....yo...
-¡Por Dios, decime qué te pasa!
-No sé.
Me miró con cara de “¿Me estás cargando?”. Me agarró de un mano y me hizo entrar  a su casa.
-Cris no sé porqué vine. Me desperté y...necesito que alguien mayor me dé un consejo, o por lo menos que me escuche. Ya sabés, no tengo padre, mi madre está lejos....Bueno, si los tuviera no podría hablar con ellos porque me darían una paliza.
Me miró seria, seguramente presentía que algo habría hacho.
-¿Qué hiciste?
-Uff....¿tenés tiempo?
-Ya estoy levantada así que...sentate. ¿Te traigo té?
-Si por favor, tengo mucho frío.
Diez minutos después, tomaba té mientras me lloraba todo, y ella me escuchaba sin decir una palabra, como una psicóloga.
-Y ahora....si él llega a recordar lo que pasó estaré perdida....¡No entiendo porqué hice eso! Se suponía que si un día lo besaba sería super romántico y todo eso ¡y no así! –me soné la nariz, furiosa -¡Me odio!
-Ya, ya, ya. No te odies, las cosas no son siempre como queremos, esto pasó así, sólo te dejaste llevar, es normal. Voy a calmarte diciéndote que si estaba tan  borracho no lo recordará jamás, y si lo recuerda pensará que lo soñó o que es su imaginación.
-Bueno...mejor. Perdoname por venir así. Me voy, necesito dormir, el piso en muy duro y frío como para estar ahí toda la noche, como estuve.
-No, no te vayas. Dormí ahí –señaló el sofá donde estaba sentada yo –Te traigo una manta.
Sin decir nada, me acurruqué allí y ella me tapó.
-Los domingos acostumbro a levantarme después del mediodía y ni siquiera vos me lo impedirás. Voy a acostarme de vuelta –rió y se fue.
Suspiré y me tapé mejor, pero reí un poco porque al parecer, Cris estaba condenada  a aguantar las noches mas críticas de mi vida.


-Ey, el almuerzo ya está.
-No quiero comer, tengo el estómago cerrado.
-Mercy Wells vas a comer quieras o no.
-Ay...está bien –de mala gana me levanté, y fui al baño a lavarme la cara.
-Hice fideos, ¿te gustan?
-Si Cris, dame cualquier cosa –contesté con poco ánimo, sentándome. Agarré un tenedor y con paciencia infinita comencé a enroscar los fideos.
-¡Comé de una vez!
-Ay, ya voy....No tengo ganas.
-Tenés que alimentarte.
-¿Para qué? ¿Para pensar con mas fuerza en él?
-No, para que no mueras de inanición. Si no te nombraré la empleada mas famélica del mes.
-Por lo menos lograré algo en la vida....
-No digas tonterías, y comé.
Probé un bocado y al parecer se me abrió el apetito, porque acabé con todo.
-Cris, si John está con Marcia, o lo que sea que haga con ella, ¿cómo no te ponés como yo?
-Porque....digamos que yo sé que a John le pasa algo conmigo, sólo que está encaprichado con la pendeja esa.
-Ah...claro. Richard está con esa Geraldine, pero no le pasa nada comigo. Ahí está la diferencia. Será mejor que le tome odio, así después termino olvidándolo.
-No, no, el odio hace mal. No sé, quizás puedas darle una oportunidad a algún otro chico, aunque sea para conocerlo. No te quedes encerrada y amargada.
-Creo que me gusta Deri, es un compañero de la uni. Podría intentar ser su amiga, y conocerlo mas....Quién sabe, quizás termine siendo mejor y mas interesante que Richard.
-Bien, ésa es la actitud.
-Pero tampoco tengo muchas ganas.....No sé si podré sacarme algún día a Richard de la cabeza, todo me recuerda a él.
-No me digas que sos de las que les ofrecen un vaso de cerveza y dicen “Ay, él también toma cerveza”.
-Sí, el toma cerveza.
-Ok, el ejemplo no fue el indicado. A ver...esto jamás te puede hacer recordarlo –miró el pañuelo que yo tenia en la mano –Pañuelo.
-Me acuerdo cuando él me pidió pañuelos porque estaba enfermo y...
-Chocolate.
-Una vez me ofreció unos caramelos de chocolate...
-No puede ser....Algo insólito. ¡Ya sé, ésta es imposible que la relaciones con él! ¡Payaso!
-La feria. Había un payaso y yo lo estaba mirando, y Richard se me puso al lado.
-Ayy....otra: árbol.
-¡Actuamos de árboles en la obra de la escuela!-lloriqueé.
-Yo no puedo creerlo....la última: ¡Bondi!
-Cris...la primera vez que lo vi fue en un bondi, yendo a la escuela...estaba tan lindo....y tenía esos oj...
-¡Enchufe!
-¿Enchufe? Ay, mirá...no hay nada relacionado con él y los enchufes...
-¡Al fin! Bien, cuando no quieras pensar en él, pensá en enchufes. Al parecer es lo único que existe que no te hace recordarlo.
-Pero Cris, no me parece la solución....Además los enchufes son feos, una puede meter los dedos y electrocutarse...
-No pienses eso.
-Está bien. ¿Tenés una lapicera?
Señaló un lapicero, sobre un mueble. Busqué una y escribí en mi mano.
-En....chu....fe.....Es horrible.
-Hacé como quieras.
-De acuerdo. Bien, tengo que irme, tu comida estuvo muy rica. Gracias por todo, de verdad.
-¿Mañana irás a trabajar?
-Por supuesto. Y...por favor, de esto ni una palabra a John, él no dudaría en asesinar a Richard y después asesinarme a mi, no quiero mas problemas.
-No te preocupes, de mi boca no saldrá nada.



Al día siguiente, miraba por la ventana, apoyada en la barra, totalmente ida en mis pensamientos. No sabia cómo me sentía, sólo estaba...cansada.
-¡HERMANA!
-¡AYYY! –grité, dando un salto –¡John cuándo se te irá esa costumbre de entrar por la puerta de atrás!
-¡Qué importa eso! ¡Estoy feliz!
-¿Te ganaste la lotería?
-¡Mejor! ¡Nos vamos a Hamburgo! ¡Se nos dió!
-¿Qué? –pregunté extrañada.
-¡Siiii! ¡Nos vamos, nos vamos! –siguió gritando, mientras me sacudía -¡Dale, felicitame!
-John, para felicitarte necesito que dejes de zamarrearme así....-dejó de hacerlo, y me miró con sus ojitos llenos de alegría –Ehhh....ay John, no puedo. Me da miedo esa ciudad, tiene fama de ser cualquier cosa.
-Jeje, por eso me gusta.
-Es enserio, me preocupa.
-No pasará nada, nos vamos a cuidar, tampoco voy  solo. Vamos, felicitame.
-Ya que insistís tanto....-reí, y me abrazé a él –Te felicito hermano feo.
-El abrazo y lo de “feo” están de mas –dijo separándome –Nos va a ir bien, ya verás.
-¿Adónde te va a ir bien? –preguntó Cris, apareciéndose debido al escándalo.
-Oh Cris,...debo decirte que el amor de tu vida, o sea yo, se va a Hamburgo.
Escupió el café que estaba tomando y nos miró.
-¿El qué?
-Tranquila cariño, es por una temporada, no me voy a por toda la vida.
-Hamburgo es horrible. La llaman Babilonia.
-¿No era Sodoma?
-Da igual...
-Pero mujeres, será emocionante. Está lleno de alemanes a los que les gritaré de todo sin que me entiendan, y comeré mucho chukrut y hamburguesas.
-Si vos lo decís....
-¿Me vas a extrañar, Cris?
-Puede que sí, puede que no...



Al fin llegó mi día de clase de guitarra. Con cuidado, coloqué a Violeta en su estuche y salí de casa. Para lo único que tenía entusiasmo era para eso, para hacer música.
Llegué a la esquina de la casa de George, y los vi a él, a John, a Paul y a Stu, parados allí. Mas bien no los vi, sólo los reconocí por la manera de parase, ya que cada vez estaba mas miope y ni en sueños quería usar los lentes; en eso era igual a John. Por eso a la gente no la veía, sólo la reconocía.
Allí estaban parados, haciéndose los teddy boys aunque mas bien parecían ladrones esperando que cayera una víctima. Me acerqué a ellos.
-Hola delincuentes –saludé.
-Hola hermana fea.
-Hola bestia.
-Hola Wells salvaje.
-Hola linda.
-Aprendan de Stu, él sí sabe tratar a las mujeres.
Stu sólo esbozó una sonrisa galante.
-No pretendas que te saludemos bien si nos llamás “delincuentes”.
-Parecen eso, querido Macca. ¿Cómo estás, adorable Stu? –dije con el fin de picarlos mas a los otros.
-Ahora que te veo, excelente.
-Ey, ey, ¿desde cuándo se tienen tanta confianza? –John nos miró mal.
-No te metas Lennon, con Stu seremos novios algún día, ¿no?
-Cuando quieras linda.
-¿¿¿Qué mierda te pasa con mi hermana???
-¡John, estábamos bromeando, no te tomes todo a pecho! –traté de calmarlo, Stu sólo se reía de la cara de furia de John.
-Ah, les convenía.
-Igual Stu me gustó hace un tiempo.
-Doy fe.
-¿QUÉ?
Todos nos reímos de John y sus ataques sulfurados de celos.
-Bestia, ¿viniste a que te de clases?
-Claro.
-Ufa...
-Entonces te perdés el dinero.
-¡Está bien! Necesito dinero para Hamburgo.
-Un momento. ¿Vos vas a ir?
-Claro –contestó Paul -¿Porqué no podría ir?
-Porque es men....
-¡Shhh! –todos chistaron al unísono.
-George entrará y tocará igual, será como mercancía de contrabando.-John sonrió como mafioso, mirando a George, que se hacía el superado.
-Si él no puede yo podría...
-No. Ni sueñes Wells que irás con nosotros, ni que estarás en la banda.
-Machista.
-Te lo dije  muchas veces.
-De acuerdo. Bueno, mercancía de contrabando, ¿me darás clase o no?
-Ok...Oigan, no le dijimos lo otro.
-Ah si –dijo Paul –Cambiamos de nombre.
-Faa....ustedes cambian de nombres como de calzones. Bueno, no sé si se cambiarán los calzones.
-Wells, no seas soez.
-Uy habló la educación hecha chico Lennon. Y bien, ¿cómo diablos se llaman ahora?
-Beatles.
-¿Beetles? ¿Por qué insisten con los escarabajos? Me da asco ese bicho, todos cascarudos, feos....
-Porque en el Antiguo Egipto el escarabajo era símbolo de inmortalidad –dijo Stu, con seguridad.
-Esa obvio que eso se le iba a ocurrir al único culto del grupo.
-Gracias linda.
-Paren ustedes dos de tirarse flores. ¿Y? ¿Ahora te gusta el nombre?
-Deduzco que pretenden ser inmortales.
-Lo pretendemos y los seremos.
-Claro,  y yo pretendo se astronauta y llegar a los anillos de Saturno. Ay, dije anillos....mejor me voy a casa.
-Jaja, ¡eso te pasa por mala! –se burló John –Si querés, no nos creas, ya vas a dar entrevistas diciendo “Yo vi nacer a este genial grupo, eran mis vecinos. Lástima que los maltraté tanto y ahora NO ME DAN DINERO”.
-Al cabo que ni quería.
-Ya, dejen de pelearse –dijo Paul, cansado. Hay otra cosa. No somos “Beetles”. Somos ”Beatles”. Con una A en el medio.
-Y encima analfabetos....
-Todo tiene su razón, Wellcita. Hacemos música beat. Por lo tanto, la A en medio va bien. Y también es como que queda “los sin-ritmo”. ¿Entendés? Es un juego de palabras.
-Que genial, para algo usan la cabeza. Espero que no terminen en una comisaría alemana, ahí todo debe doler mucho.
Lanzaron suspiros de desaprobación  y George se fue a su casa, seguido de mi. De mala gana me dio clase, y yo lo miraba con atención. Me parecía muy chico para ir a Alemania. Bueno, no sólo él, sino todos.




-Puto teléfono de mierda.
-Ay Mercy, ¿qué te pasa que puteás así?
Miré a Abby y me eché a reír. A veces escandalizaba a la gente por mi manera de hablar, poco propia de una señorita.
-Este teléfono hace tres días que no funciona, no tiene tono. Si mi madre está llamando, se estará preocupando mucho.
-Las operadoras le deben haber informado, no sos la única, hay mucha gente en Liverpool que se quedó sin teléfono. Dicen que hay problemas con los cables, o algo así.
-Bueno, espero que le hayan dicho, sino tendré que llamarla de algún lado.
-Ya me tengo que ir, tengo que ayudar a Paul a armar su maleta.
-Abby....¿vos estás de acuerdo en que se vayan?
Desvió su mirada por unos segundos, y cuando volvió a posar sus ojos en mí, los noté húmedos.
-Yo....no, no estoy de acuerdo. Me da mucho miedo, tanto por lo que le pueda pasar como....¿mirá si me deja por una alemana? Esas son altas, rubias, con pecas...
-Oh Abby.....-la abracé y ella se aferró a mí –tranquila, todos sabemos que para Paul sos la mujer de su vida. Eso no pasará, y esperemos que nos le pase nada malo tampoco, son varones y se saben cuidar entre ellos.
Asintió, se separó de mi y se secó los ojos con las manos.
-Sí, seguramente no pasará nada –sonrió.
Le sonreí yo también y le palmeé un hombro. Luego la acompañé hasta la puerta. Ni bien abrí, nos encontramos con John, que estaba a punto de tocar el timbre.
-Ey, me ganaron, ¿cómo están?
-Bien –respondí -¿Qué es eso que tenés en la mano?
-Una carta, estaba tirada acá.
-Chicos, ya me voy, los veo después –Abby de despidió y se fue.
-Pasá –le dije a John. Él entró y me dio la carta.
-¿Qué hacías?
-Ordenaba ropa en mi habitación. Vení si querés. –subí las escaleras y él me siguió.
-Vaya despelote Wells –dijo ni bien entró –Ésta no es la habitación de una mujercita.
-Parecés tu tía hablando así –reí –Sentate si querés.
Se sentó y encendió un cigarrillo, mientras me miraba doblar ropa y meterla en el armario. A veces agarraba un vestido o una camisa, los miraba, y después los dejaba a un lado con cara de asco.
-John, estoy doblando la ropa y en cuanto me doy vuelta está todo desarreglado.
-No fui yo, son los duendes.
Me reí, y negué con la cabeza, mientras metía unas medias en un cajón.
-¿No vas a leer la carta que te llegó?
-Uy cierto, ya me había olvidado –la busqué entre la ropa, ya que había quedado sepultada allí. –Veamos de quién es....Ah, mi madre.
Me senté en la cama, junto a él, y rasgué el sobre. Comencé a leer en voz alta.
-“Mercy, hijita...”
-Hijita jaja
-Shh...dejame leer. Voy de vuelta.
 “Mercy, hijita:
                       Estuve llamando, como todos los días, pero me dijeron que hay problemas con los teléfonos de Liverpool. Espero que estés bien. Quiero avisarte que en unos días estaré por allí, debo terminar los trámites de la sucesión de tu padre, y de paso quiero verte. Debo decirte que no iré sola. Mer, hija....esto tendría que decírtelo personalmente, o aunque sea por teléfono, pero no tengo otra alternativa que decírtelo por aquí, mas que nada para que no te lleves una sorpresa quizás desagradable para vos. Lo que quiero decirte es que estoy con alguien, no vivo con él, ni quiero aún, pero él me acompañará a Liverpool, y se quedará unos días. Se llama Harry, es un hombre muy bueno  y amable, me cuida mucho y me quiere, y yo también creo que lo quiero, ya sabés, no es fácil olvidar a un hombre como tu padre... Mercy, cuando vayamos, por favor tratalo bien...”

No seguí leyendo, solamente dejé caer la carta al piso, con cierto desprecio.
-Se llama Harry, igual que el padrastro de Richard.
-Gracias por terminar de cagarme el día, Lennon.
Se quedó callado, visiblemente arrepentido.
-Esto te enoja, ¿no?
-Si. Bueno...no sé. No sé qué pensar.
Me dejé caer en la cama, y suspiré. Él se echó a mi lado y nos quedamos mirando el techo, perdidos en nuestros pensamientos.
-John....¿nunca sentiste que todo lo malo te pasa a vos?
-Si, muchas veces....
-Qué bien, no soy la única. Pienso que la vida se me caga de risa en la cara. Esto parece una broma. ¿Mi madre, con novio? Tiene mas suerte que yo....
No dijo nada, se quedó casi inmóvil, de no ser porque movía la boca masticando un chicle.
-Te voy a extrañar Johnny...-instintivamente le tomé la mano, pero no se quejó.
-Yo también hermana. ¿Sabés? Creo que sos de las pocas cosas que elegí y que me salieron buenas. Te elegí como hermana y....eso, sos buena. Emm...perdón por llamarte “cosa” –rió, y volvió a ponerse serio -Me parece que te quiero.
Largué una carcajada y le di un golpecito en el hombro.
-¿Cómo “Me parece”? Pensé que lo nuestro era seguro. –dije entre risas.
Me miró y se rió también.
-A mi no me parece nada, yo te quiero y punto. Sos mi mejor hermano.
-Jaja, si tenés uno solo....Ey, Mercy, cuando esté en Alemania no hagas ninguna locura, portate bien. Te voy a vigilar desde allá.
-Vos también portate bien, y no te tires a cuanta mujer se te cruce.
-Ese era mi objetivo.
-¡John!



Pasaron unos pocos días, y allí estábamos, en el puerto. Yo cargaba un montón de maletas y bolsas, digamos que me usaban de mula. ¿Caballeros? No, no eran eso, para nada.
-Acá dejo sus porquerías –puse las cosas sobre el piso, pero ellos ni me escucharon, estaban ocupados viendo si tenían los pasajes y si faltaba mucho o poco para embarcarse.
Mimi los miraba con desaprobación, la señora Harrison cuidaba de que su pequeño no se olvidara de nada, Pete y su madre fumaban despreocupadamente, Abby no se despegaba de Paul, y Stu miraba todo con diversión.
-Esta escena tan rara me inspira para un cuadro.
-Pintalo cuando llegues a Hamburgo –le dije convidándole un cigarrillo
-Sí, quizás....
-Ey, ¿vas a conseguirte una alemana?
-¿Una? Unas cuantas...-rió
-Ay que malo, entonces no serás mi novio.
-Wells, no seas regalada –me retó John.
Stu y yo nos reímos, ni en un momento así John dejaba de celarme.
Se apareció el tipo que los llevaría, y miró su reloj pulsera.
-Bien muchachos, ya es hora de subir.
Asintieron, y comenzaron a despedirse. Stu me saludó enseguida, le dije que se encargara de todos porque, sinceramente, era al único que le tenía confianza. Cos Paul nos saludamos con nuestra habitual sacada de lengua, pero después nos reímos y nos abrazamos. Le advertí que no hiciera nada malo que afectara a Abby, o se las vería conmigo.
-Paul, mirame, decime que no vas a hacer nada.
-No, no, ya te lo prometí, además le tengo miedo a tu puño vengador –me guiñó un ojo –Nos vemos.
-Bestia, te vas a perder unas cuantas clases magistrales mías
-Qué pena –reí.-Comeles toda la comida a éstos, no les dejes nada.
-¡Por supuesto que lo haré! Y...por favor, cuidame a Juliet.
Sonreí por verlo bastante sonrojado y le pellizqué los cachetes, era imposible no hacerlo, era muy adorable el chiquito.
-Perdé cuidado, lo haré.
Sonrió otra vez y siguió a Paul, que ya estaba subiendo al barco.
-Hermana.
-Hermano.
-No me extrañes, ¿eh?
-Johnny....eso será imposible –lo abracé fuerte y le di un gran beso en la mejilla.
-Ojo Mercy, cuidado con lo que hacés.
-Lo mismo digo. Tratá de no vomitar en el viaje.
-Si lo hago será pensando en vos.
-¡Que malo sos, eh!
Gritaron que ya subieran todos, porque ya zarparían. Me saludó una vez mas moviendo su mano y subió apurado.
Desde arriba, saludaron desparramando besos como si fueran grandes artistas. No me cabía duda de que algún día lo serían, pese a que eran un desastre.  Con esa lentitud enfermante de los barcos, se fueron alejando lentamente, hasta que casi los perdimos de vista.
-¿Quieren venir a tomar té a casa? –dijo la señora Harrison, secándose las lágrimas.
-Me parece buena idea –respondió Mimi, que disimulaba muy mal su tristeza –Mercy, ¿venís?
Miré a Abby, que se sonaba la nariz, ella asintió.
-Si, vamos. –contesté.
Las cuatro caminamos hacia la salida del puerto, sin decir una palabra.



************* 
HOLAAAAAAAAAAAA!!!!!!
Sí, sé que me extrañaron, que ya estaban dando vueltas, ansiosas porque yo no subía, y es que ya lo sé, soy su adicción, me siento Paul McCartney (?)
Bueno, me dejo de decir giladas y agradezco que no hayan armado el fueguito para tirarme ahí por el capitulo anterior jajaja. Como vi, están armando un ejército, y yo también quiero estar, anótememe, quiero estar en la banda de música y tocar el redoblante XD Ok, armen todos los ejércitos pro-defensa de Mercy cuando y como quieran. 
Ahora las dejo, y no me presionen para subir que necesito toda mi concentración y poderes mentales para hacer el final del oootro fic (esto me pasa por tener tantos jaja)
Besos! 

5 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! se me fueron los muchachos a Hamburgo! me muero, me muero, igual Stu es un bombonazo, si de dulce de leche repostero asi terriblemente divino, Lennon (amor de mi vida) es terrible también, se va a tirar cuanto ente con 2 patas y pollera vea, lo se, pobre la Cris, (viste lo de que quien no tiene cuernos no es hijo de dios? bueno, ella es sierva ya!) Jjajjajaja yo y mis refranes! bueno, George, ufff pibe, me imagino lo que va a ser, igual es divino este! jajajja Paul, otro igual que Lennon pobre Abby, bueno, igual son mis pensamientos che! AIIIIIIIIIIIIIIISH pobre Mercy, al Ricardo lo vamo' a mata' jajajajaj pobrecita, pobre mujer! jajaja igual creamos en que Cris la va a ayudar con los enchufes jajajaj que cosa! Gallo, gallo de mi vida, ¿cuando te casas conmigo? jajajja deja, parezco Mercy con Stu, che! bueno, me voy llendo, lindo hermoso plechiocho el capitulo y dejame hacer de mal hablada carajo SOY PRIMERAAAAAAAA! jujuuuuu si esto es un papiro terrible para leer no? bueno si, pero lo lees! LO LEES! jajajaj bueno, ahora si me voy, que lastima pero adios me despido de tiiiiiii y me vooooooooooooooooooooy! jajaja bueno no leelo cantalo che! Subi prontito! nos vemos y te me cuidá! jajajajj te quiero horrores loca! besito, fiel al pie de batalla! la que hace campaña politica al rubiolas XD Muaaaaaaak!

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  2. Ay, que felicidad me dio cuando vi que subiste un capítulo! Estoy enferma jajaja "¿Mi madre, con novio? Tiene mas suerte que yo..." La historia de mi vida reducida a una frase jajaja Mercy y Stu, que lindos que son! Pero este se va a quedar con Astrid ahora, mierda! (?) Y George que se cuenta andaba haciendo cosas raras con las alemanas en Hamburgo jajaja Que pibe! Y John! Yo quiero que se entere lo de Richard así va y le rompe la cara. Ay, no, pobre jaja
    Entonces se da por inaugurado el ejército de Mercy. I WANT YOU FOR MERCY'S ARMY (?) Ay, encima ahora se viene el final de tu otro fic, el de la francesa que nunca me sale el nombre. Nooo, no puedo esperar, fucking hiperactividad jaja Sos una genia!

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  3. Aaah y me olvidé de decirte! Hay una canción que me hace acordar mucho a Mercy (excepto la primer parte jaja) se llama Anabel de Los Gardelitos, por ahí la conocés. Acá te dejo el link por si tenes ganas de escucharla http://www.youtube.com/watch?v=9qkYaAv0rg8

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  4. (Algún día aprenderé a moderar la cantidad de caracteres de mis comentarios y no te los tendré que partir en dos. Pero hasta ese momento, hija mía, me vas a tener que aguantar a mí y a mis comentarios partidos... XD) COMENTARIO 1

    Antes que nada, ponerte a banda sonora para que si ves esto del ordenador te lo pongas a reproducir mientras lees el comentario: http://www.youtube.com/watch?v=FC23Iz4Shg4 (no te rías, que te veo venir! En serio, lee el comentario escuchando esta canción -yo te lo estoy escribiendo mientras lo hago y mecagoenlaputa qué bien que me lo estoy pasando! Lagrimones caen por mis mejillas de escuchar al Camilín, y no de la emoción precisamente) XDDDD
    Pues eso... Que se van! Que se van! Primeramente aclarar que hay dos tipos de personas cuando se enfrentan a una despedida. Están los que como Camilo Sesto (espero que estés escuchando la canción, eh?) o Laura Pausini (se fue, se fueeee y mi amor se cubrió de hielooooooo!) arman un drama del copón y empiezan a componer canciones deprimentes para atormentar a todos. Después están los que son como nosotras... Que vale, que sí, que echas de menos y tal pero que tampoco vas por ahí amargando al personal... XDDD
    Bien, al comentario! Mercy Wells. Te voy a dar una medalla al mérito y a la valentía. Despertarme (a mí!) un domingo a las ocho de la mañana es de ser una persona de mucho coraje! A tus pies, osada Mercy! Jajaja. Bueno, ahora en serio. Me puse en situación en esa parte y me autoacojoné al imaginarme a una pobre Mercy delante de la puerta de mi casa, medio llorosa, hecha unos zorros después de haberse pegado una panzada de llorar de antología, de repente y vamos. Que sí. Que para pensar que le han hecho algo por la calle o algo así... :S Bueno, no le han hecho nada pero es mal de amores, que duele igual... Pobrecita... Vale, sé que estoy condenada a aguantar sus noches chungas, pero... oye, no vayamos a poner muchas de esas noches más, Wells, que prefiero aguantarte en tus noches de juerga que no en tus noches de llorera, eh? ;) Y otra cosa al respecto.. Espero que te vaya bien mi genial consejo sobre enchufes.. Ya sabes, eso de la asociación de ideas es una cosa que funciona. Es como si yo ahora te digo que cada vez que tu Ringo cante "I Wanna Be your Man" pienses en un monito con gorrita montando en bici (no me mates! No te he jodido la canción a propósito!!!!! JOOOHHHHNNNNNN!!!! QUE ME PEGAN CON UNA ESCOBAAAA!!!!) XDDD

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  5. (Y PARTE SEGUNDA DEL COMENTARIO)

    Vale. Mientras me pongo alcohol encima del trompazo que me has dado, querida mía, sigo con el comentario. Qué tocaba ahora? Ah, sí. Babilonia. O Sodoma. O Gomorra (más que Gomorra, Gonorrea que es lo que van a pillar unos cuantos que yo sé por Hamburgo): Sea como sea, en el Próximo Oriente queda, así que todo queda cerca... Vale. Que sí, que se van. Y se van así, tan frescos. Mira! Pues sí, se les va a echar de menos a los rufianes estos, aunque sepamos que allí van a tener más peligro que Lance Amstrong en una farmacia... Ves? Es en este momento cuando me alegro de que el Johnny no esté con una que yo me sé y esté con Marcia. Sí, sí. Me alegro. Porque los cuernos se los va a llevar ella... CHÚPATE ESA, ZORRÓN! Nanananaanananaaaaa :P Jajajaja. A todo esto, la que me sabe mal es Abby, pobre. Espero que este Paul mantenga su fiel promesa de no hacerle daño y que no se vaya por ahí con las chukrut esas, a ver si también tendremos que sacar las escobas a relucir para el Macca, eh? XDDD
    Y bueno... Otra cosa... Lo de la madre de Mercy... Pues sí, oye, es normal que no le caiga del todo bien la noticia del tal Harry... Al fin y al cabo, está todo muy reciente y... Menos mal que está el bestia del hermano adoptado ese que tiene ahí con ella. Awww! Morí de ternura ahí con esa escena! Con ese "creo que te quiero". Qué bonito, joder! El 80% de los hermanos de sangre no se tratan así de bien ni se ayudan tanto! :3 Bravo por estos dos! Se me cae la baba, de verdad!
    Otra cosa que me alegra saber es que ya tienen nombre para el grupo (no se lo digas a ellos, pero para mí que éste ya es el definitivo -soy así medio vidente, sabes? :P -... jajaja). Morí de risa con esa magnánima explicación sobre el nombre digna de una clase magistral! XD
    Y el final... Joder, la despedida... No me gustan las despedidas, a decir verdad, pero ésta me ha dejado así cierto gustillo dulce. Sabes por qué? Por ese presentimiento que tiene Mercy de que los chavales estos, aunque sean un desastre que dice ella, van a llegar a ser grandes! (otra vez la vidente que llevo dentro me dice que seguramente está en lo cierto, jajaja).
    En fin, nena, me voy despidiendo, no sin antes decirte que, como siempre, esto está tan bien escrito que no sé qué puñetas hace en un blog y no está impreso en los estantes de una librería. ;)
    Saludos, míos y del Xic, que ahora está en mi cama :P Besos!

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