03 mayo 2014

Capitulo 80 Alegrías y confesiones

Abrí los ojos sintiéndome cansada  y dolorida. No recordaba porqué estaba así, ni siquiera sabía si era de día o de noche. Sentía la boca pastosa, tosí. Me incorporé y vi otra vez la guía del suero inyectada en una de mis castigadas y amoratadas venas. Suspiré, noté que mi madre estaba sentada a mi lado, dormida. 
-Mamá…-me aclaré la garganta-Má…
-¿Eh? ¡Ay nena, te despertaste!
-Emm…sí…¿Hace mucho que dormía? –cada vez que preguntaba eso, lo  hacía con el temor a que me respondieran que sí, que llevaba cinco o más días medio muerta.
-Unas…tres o cuatro horas.
-Ah, una siesta. –aliviada, recosté otra vez la cabeza en la almohada. Sin embargo, el alivio duró hasta que recordé qué había sucedido. Richard…
-Casi tuviste otro infarto.
-¿Qué? –me incorporé de un salto, sentí dolor en el pecho.
-Sí. Mercy, ¿qué pasó?
-No…no sé…No sé porqué casi me da eso otra vez…-me rasqué la cabeza.
-Vino Richard, ¿no?
-Ah, sí…-respondí con indiferencia.
-¿Y qué pasó?
-Nada, vino a visitarme.
Mi madre suspiró y me dedicó una mirada que conocía muy bien, la mirada de que ocultarle cosas no me convenía.
-Discutimos. Nada más.
-¿A eso le llamás “nada más”? Hija, tenés que cuidarte, pensé que te había quedado claro. ¿Por qué discutieron?
-Por una pavada, la verdad es que no tiene importancia y mucho menos si derivó en esto. Así  que te prometo que me cuidaré y que no vol…
-Mercy, creo que a veces te olvidás de que te parí y de que te conozco demasiado bien. ¿Qué pasa con ese chico?
-Chico, chico…Mamá, ya estamos grandes como para que nos sigas llamando chicos, ¿no te parece?
-No me cambies de conversación y respondeme lo que te pregunté, Mercy. ¿Qué hay entre vos y él?
-Nada. –respondí luego de un suspiro-¿Qué va a haber? Absolutamente nada.
Negó con la cabeza y me dio un beso en la frente.
-Será mejor que te deje tranquila. Pero cuidate, y tratá de no sufrir.
Sin decir nada más, se fue caminado despacio y cerró la puerta. Me mordí los labios para no romper a llorar. Así que casi me moría otra vez… Lo cual quería decir que nunca más podría ni siquiera discutir con alguien. Claro que lo de Richard no había sido una simple discusión. Cuando le había contestado a mi madre, no mentí: no había nada. ¿Por qué? Porque yo lo había arruinado todo. Una oleada de culpa se apoderó de mí, y luego una oleada de rabia. No sabía si lo que había hecho estaba bien o mal, si me iba a arrepentir…Dentro tenía un huracán  de sentimientos que me golpeaban, haciéndome doler más que los dolores del pecho, a los que ya estaba acostumbrada. Había hecho mal, sí, pero tampoco habría soportado hacer lo que estaba bien. Richard usó todo el tiempo mi confusión, mi capricho con él, para sentirse como todos los machos, felices por las presas que caen  a sus pies. Sí, eso había hecho, y lo odiaba, aunque era un odio ficticio, porque no podía. Lo amaba demasiado.
-Shh…shh…no llores más.
Reconocí la voz de Cris y apreté los párpados para evitar seguir llorando. Me quedé quieta bajo las sábanas con las que me había tapado hasta la cabeza.
-Bueno, ahora no te hagas la dormida. Vamos, levantate.
Me quedé aún más quieta, hasta que comenzó a hacerme cosquillas. No aguanté y empecé a reírme, a la vez que me destapaba.
-Ay, ay, el pecho, ay…
-¿Eh? Mercy, ¿estás bien?
-No…Auuuu me duele…
-Ay no, ¿qué hice? ¡Enfermera!
Largué una carcajada que logró desconcertarla.
-¡Caíste!
-Ah pero andás graciosita hoy…¡Te voy a arrancar ese suero y vas a ver! ¡Ahí vas a gritar!
-¡No, no! ¡Quieta ahí!
-Jé, me tenés miedo. Bueno, a ver, vine a saber qué te pasó.
-Nada.
-Ah, por nada estás internada como el primer día. Te aviso que tu madre me pasó informaciones…Vino Richard, ¿no?
-Sí…-bajé la vista-Por favor, no quiero hablar de eso.
-Lo lamento, vine a hablar justamente y mirá qué casualidad, sobre eso.  ¿Por qué discutieron? ¿Porque te besó?
-¡¿Cómo sabés eso?!
-Te dije que tu madre…
-¡¿Mi madre sabe eso?! ¡No puede ser! ¡Ay no, qué vergüenza…!
-Tu madre sabe cosas, pero más saben las enfermeras, sobre todo las enfermeras de acá, que son unas chusmas. Me lo dijo la tal Samantha, no me cae muy bien, pero sé hacer eso a un lado para recabar datos…jeje. En fin, lo que importa es que te besó. ¿Por qué discutieron después?
-No sé. La verdad, no sé.
-¡No me digas que perdiste la memoria!
-No, no. A ver, me dijo que me quiere, y encima desde hace mucho. Sé que vino porque Geraldine lo dejó, todo este tiempo lo único que hizo fue confundirme, jugar conmigo. Por lo menos, eso quiero creer…
-Ah, reconocés que todo es una película que te montaste en la cabeza.
-No es tan así. No puedo creerle todo así como así, por más que lo quiera. Fue mucho tiempo de sufrir mientras él estaba con otra, dándome esperanzas…A veces pienso que fui muy tonta, pero no lo pude evitar. Y ahora que podría estar bien con él…no sé, no puedo, desconfío….¡No entiendo qué me pasa, carajo!
Rompí en sollozos, algo que necesitaba hacer. Ella esperó, paciente, sin presionar.
-Tranquila, no hablemos más. Sé todo lo que pasó, pero no entendía porqué habías reaccionado así.  Ahora ya lo sé y te voy a ayudar.
-No necesito ayuda.
-Terca, terca como siempre.
-¿Cómo sabés todo?
-Fue John, estuvo con Richard y él le contó…Casi lo agarra a trompadas. Mercy, entiendo que tenés mucha bronca, porque sé que fueron muchos años, muchas amarguras.
-Nada me sale bien. –traté de calmarme, en vano-No soy una mujer que pida cosas extraordinarias de un hombre, no quiero una vida de lujos, de regalos, no quiero un tipo lindo que todas envidien.  Soy sencilla, sólo quiero una casita con hijos, animalitos…Salir un día de tormenta a buscar a, no sé, una cabra, y que me espere con un té caliente…Cosas chiquitas, nada del otro mundo.
-Fiú, qué novelón tenés armado.
-Decime la verdad, ¿ves eso como algo presuntuoso? No. Y sin embargo, ni siquiera eso puedo cumplir.
-¿Será porque te boicoteás a vos misma?
-¡No es mi culpa!
-Ya sé que no todo es tu culpa pero, ¿por qué lo echaste así? ¿No era mejor hablarlo, decirle, pedirle un tiempo para asimilarlo?
-No pude reaccionar de otra forma.
-Bueno, pensalo ahora, quizás estás a tiempo. Tenés que permitirte ser feliz, olvidate de todo lo que pasaste.
-Qué fácil es decirlo…
-Bueno sí, la verdad que sí.
Nos quedamos en silencio, cada una metida en sus pensamientos.
-¿De verdad John y Richard se pelearon? –pregunté de repente.
-Algo así.
-Lo que falta, causar problemas en la banda. Encima mañana van  a grabar…
-Ya sabés cómo son, se arreglan enseguida. ¿Qué vas a hacer vos?
-Nada. Ya está, esta historia se terminó, me cansé. Mirá como estoy, me tengo que dejar de joder y vivir y ser feliz sola, como pueda. Igual Richard me cagó la vida…
-Mujer, no exageres, no le guardes tanto rencor, no te hace bien.
-Si tan sólo pudiera odiarlo…
-Uy, cómo estás con la telenovela, hasta decís frases. Falta la musiquita por detrás, toda melancólica.
-Habla la que repite frases de libro de autoayuda.
-¿Tanto se me nota? Es que si fuera por mí, lo mataría.
-¿Ves? Tan equivocada no estaba yo.
-Bueno, basta con este tema. Cambiá la cara porque tengo una buena noticia.
-¡Al fin! Contá, contá.
-Bueno…miró a todos lados, sonrió-Me parece que…estoy embarazada.
-¿QUÉ?
Esta vez, fue ella la de las carcajadas.
-¡Caíste! –me imitó, sacándome la lengua.
-Vos querés que me muera de verdad, ¿no? ¡No es una buena broma!
-Tampoco fue buena la tuya, debía vengarme. Bueno, ya me tengo que ir. Mercy, ya sos grande, hacé lo que te parezca pero…no sé, pensalo. Podría encajarte el pack de frases que se dicen en estos momentos: es tu oportunidad, el tren pasa sólo una vez, escuchá a tu corazón…Como sé que no te van las frases hechas, no te digo nada más que hacé lo que quieras. Y tratá de no arrepentirte.
-Eso último fue un mensaje subliminal.
-Algo así. Pensalo, de verdad.














Tuvieron que pasar dos meses más para que un día, un glorioso día, Harry me tendiera un libro y yo, mágicamente y como si no hubiera pasado nada, pudiera leer una palabra. Y dos. Y tres. Y una oración. Y una frase. Y un párrafo, una página, un capítulo completo. Ese día fui feliz de verdad, feliz por mí, sin ningún agregado de nadie, sólo yo y mi felicidad, y comprendí porqué me había pasado lo que me había pasado: para descubrir la felicidad de lograr algo importante por mí misma.
A partir de ese momento me diagnostiqué como completamente curada y lista para salir al mundo, sin tener miedo. Sólo tenía que pasar un par de días más para hacer controles y observaciones, y volvería a casa.
Para pasar esos días, Jonathan me trajo una pila de libros que leía como posesa, volviendo a extrañar a mi querida Alejandría, algo que todavía no había hecho porque trataba de no recordarla para no llorar por mi situación de tener una librería y no saber leer.
-¡¿Cómo anda mi alumna preferida?!
-¡Ay George, la re putísima! ¿Qué susto! ¿Por qué todos se empeñan en infartarme?
-Perdón, no calculé la magnitud de mi saludo –entró como si estuviera en su casa, con  la guitarra en una mano-Vine a darte clases.
-No tengo a Violeta acá. Y estás interrumpiendo mi lectura.
-No importa –me quitó el libro, lo arrojó sobre una silla-Ahora vas a tocar.
-Pero George, yo…no sé, no creo que me acuerde…
-Dale, agarrá. Quiero ver justamente eso, si recordás algo. El doctorcito tuyo, -que dicho sea de paso, me parece que tiene algo con vos-, te habrá tomado muchas pruebas, pero no ésta. Y la parte musical es muy importante. O eso leí en una revista de mi mamá…Bueno, como sea, tocá.
Con cuidado, tomé la guitarra, dudando y sufriendo por saber que iba  a fracasar. Apoyé los dedos en el mástil, lo humedecí con mi transpiración y toqué un acorde, aunque no me parecía si era correcto. 
-¡Bien! ¡Perfecto! A ver, tirate un LA menor.
Pensé unos instantes y ejecuté.
-¡Sí, sí! A ver, un Mi mayor.
Otra vez pensé y toqué. George dio un salto y se tiró sobe mi cama.
-¡Salí, me vas a aplastar!
-¡Vamos bestia, sos lo mejor! ¡Los recordás!
Me senté bien y me puse las pantuflas, sonriendo y todavía dudando sobre mí.  Él se quedó acostado, aplaudiendo porque yo estaba tocando, con una dificultad pasmosa,  una serie de acordes que se me venían a la mente. Al rato tenía armada una melodía estúpida, pero que George festejaba como si hubiera sido la novena de Beethoven.
-Seguí tocando, vamos a hacerle una letra, esto puede ir para el próximo disco.
-Ah, ¿qué pasa con el disco que todavía no lo vi?
-Después hablamos de eso. –me cortó, entusiasmado-A ver, una letra para esto…¡Ya sé! El amoooor es una cosaaaa….
-No, por favor. Nada que tenga que ver con el amor.
-Bueno, amarga.  El odiooo es una cosaaaaa…
-No, tampoco. Pensá otra cosa.
-Mmmm…Cebolla.
-¿Cebolla? George, ¿vas a hacer una canción sobre una cebolla? Nadie querrá eso en un disco.
-Shh, vos callate. A ver…La cebollaa es un vegetaaaalll…
-Que se cosecha en inviernoooo….
-¿La cebolla se cosecha en invierno?
-Y yo qué sé. –me encogí de hombros-No importa que no sea verdad, hagámoslo “por licencia poética”. Eso dicen todos los que escriben cualquier barbaridad.
-Ok, empecemos. La cebolla es un vegetaaaaalll….
-Que se cosecha en inviernoooo…
-Si no las comes seguidoooo…
-Poco a poco vas muriendooo…
-La cebollaaa…
-Uuhh Uhh…
-La cebollaaa…
-Uuuhh Uuuh…
-La cebolla es una geniaaa…
-¡Y es genia de verdaaaad!
Rompimos en risas hasta que se nos cayeron las lágrimas y una enfermera apareció para retarnos por el escándalo que estábamos armando. Le sacamos la lengua y casi nos tira con una caja de remedios.
-¡Uy, ya son las seis! –gritó de repente, mirando su reloj. Daba saltos, estaba enloquecido. Y a este lo llamaban tranquilo…
-¿Te tenés que ir?
-No. ¿Tenés una radio?
-Sí. –señalé la mesa de noche, allí había una radio pequeñita, toda una novedad en el mercado.
-Prendela.
Obedecí y él estuvo uso minutos buscando en el dial hasta que sintonizó en una radio de Londres el programa de un tipo al que aborrecía.
-Sacá a ese tarado.
-Esperá, aguantalo y vas a ver.
-No creo que vea, es la radio, no la tele.
-Qué chistosa. Esperá un ratito.
Resoplé mientras escuchaba los chistes pésimos que el tipo hacía sobre un jugador de cricket igual de pésimo.   
-“¡Y ahora seguiremos con nuestro segmento musical!”
-Al fin se va a callar la boca.
-Escuchá, escuchá.
-“Presentaremos a una banda nueva y joven. Cuidado, son de Manchester y manchan.”
-¡Idiota! –gritó George.
-Te dije que es un tarado.
-Pero dijeron que…
-¿Qué?
-Nada, nada.
Se quedó escuchando a la “nueva banda que mancha” mientras criticaba cada nota que los manchadores hacían y cada frase de la canción.
-No son tan malos, me gustan.
-Traidora.
El tipo volvió con sus comentarios sobre las noticias. George seguía puteando todo lo puteable. Golpearon la puerta y vi a John asomándose.
-¿Y? –preguntó directamente a George, sin siquiera mirarme.
-Hola, ¿no?
-Ah, hola fea. ¿Y? –volvió a mirar a George.
-Nada. Puso a unos infelices de….
Calló al escuchar que el tipo anunciaba música nuevamente. Iba a decir algo pero John me tapó la boca con una mano.
-“Y desde Liverpool les presentaremos a unos chicos que se las traen…Ellos son The Beatles, con ‘Love me do’”.
-¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH! –aullamos los tres.
-¡Boludos! ¿Por qué no me dijeron? –grité.
-Tarado, ¿no le dijiste? –John miró a George -¡La vamos a matar! ¡Qué está jodida!
-Pensé que le gustaría la sorpresa…
-¡Pero mirá si se infarta!
-No peleen, que no me pasa nada ¡y me encanta! ¡Están en la radio! ¡Vamos, carajo, vamos!
Con el desastre que estábamos haciendo (yo ya estaba parada arriba de la cama y dando saltos) apareció otra vez la enfermera y los echó. Y me reprendió. Y no escuchamos nada de lo que pasaba en la radio. Pero lejos de enojarnos, estábamos felices: los chicos habían llegado a las radios de Londres.













Al fin llegó el momento. Después de penas y glorias, estaba doblando con cuidado la ropa para guardarla en la valija, mientras mi madre me daba indicaciones para  pasar la última noche en el hospital. Al día siguiente, ni bien me levantara,  dejaría ese lugar que tanto había odiado, pero que estaba segura que extrañaría por un tiempo, ya que lo había convertido en mi casa. Mi madre juntó mis medicamentos y se despidió de mí con un beso en la frente y recordándome que me durmiera temprano. Ni bien se fue, me vestí con mi pijama, no si antes mirar, como cada noche, a esa cicatriz que parecía reírse de mí. Cada día la veía más horrible.
-Dejá eso, ya verás como se irá con el tiempo. –dijo Samantha entrando despacio.
-Lo decís porque sos hermosa. ¿Te dije que sos parecida a Marilyn?
-Mil veces.
-Bueno, mil una. –reí.
-Mercy, vine a despedirme, mañana no estaré, es mi día libre.
-Ohhh bueno. Pensé que extrañaría al hospital, pero me equivoqué, extrañaré a la gente. Fuiste muy buena.
-Gracias, yo también te extrañaré, de todos los pacientes que atendí, fuiste la que más tiempo estuvo.
-Eso me hace sentir retrasada.
-Eso te tiene que hacer sentir bien. Todos los que estuvieron menos tiempo que vos fue porque…se murieron.
Reí pese a la gravedad de lo que me estaba contando.
-Eso habla mal de tu trabajo, se te mueren todos y cuando sobrevive uno justo es la más loca.
-Sos terrible –rió, muy a su pesar- Igual hace medio año que trabajo acá. No es un mal promedio.
-Yo habría huido, no soportaría ver que se te muere un tipo al que atendés.
-A la larga te acostumbrás. Ah, Jeff te manda saludos, él mañana tampoco estará.
-¿El mudo me manda saludos? ¿Y cómo, si no habla?
-“El mudo” es mi novio.
-Oh. Metí la pata.
-No pasa nada, todos los molestan porque habla poco, hasta yo.
-Pensé que tu novio era Cyril.   
-No Mercy, Cyril no tiene novia. –para mi extrañeza, sonrió y me acarició una mejilla-Ojalá pronto encuentre una.
-Sí, ojalá…-respondí perdida.
-Bueno, espero que nos encontremos nuevamente, en circunstancias más felices, ¿no? Que tengas mucha suerte.
-Lo mismo digo, Sam. Suerte con el mudo.





Ya estaba metida en la cama y a punto de cerrar los ojos, cuando no aguanté la tentación y encendí la luz para seguir leyendo. Quería recuperar el tiempo perdido en tantos días y tantas frustraciones en tratar de leer. Aún se escuchan los ruidos típicos del hospital a esa hora: el ascensor que subía y bajaba, los carritos de las enfermeras, los doctores hablando, la televisión del office, las radios de los pacientes…Una hora después, cuando despegué mi atención del fantástico libro de piratas que leía, me percaté que poco a poco los sonidos se apagaban, preparando el silencio de otra interminable noche de hospital.
Escuché que golpeaban la puerta, era Cyril, siempre con su sonrisa, ya cansada al llegar el final de su jornada.
-¿Cómo estás?  Al fin dejarás esto.
-Sí, al fin me voy, pensé que nunca lo lograría. Hace un rato le dije a Samantha que voy a extrañar.
-¿Extrañar? Si te la pasaste quejándote de todo.
-Bueno, extrañaré quejarme.-reí-No, hablando en serio, extrañaré a las personas. Todos fueron excelentes y me aguantaron, eso merece un premio.
-Para eso estudiamos y nos pagan. Es nuestro deber.
-Muchos no lo cumplen, en cambio ustedes sí.
Se sentó en el borde de mi cama, me tomó la cara y observó mis ojos.
-Bien, todo correcto. –dijo al finalizar su análisis.
-Cyril, ¿mañana estarás? Me dijo Sam que tienen día libre.
-Yo no, nunca me tomo días libres.
-¿Por qué?
-Me gusta mi trabajo, y no quiero dejar a los pacientes solos, sé que siempre están con dudas y quieren ver al médico, eso les da seguridad.
-Doy fe de que es así. Antes de que te vayas…¿podría preguntarte algo? Si es muy difícil de responder no importa.
-Preguntá sin miedo.
-Bueno yo…tengo una duda…Verás, creo que sabés bien que quería morirme, que no aguantaba estar como estaba y que supuestamente mi caso era extraño y bla, bla, bla…-tomé aire, me abracé a mis piernas-Mi pregunta es…¿por qué yo viví y mi papá no? Él era más grande, más fuerte, jamás fumó y bebía poco, no tenía mis vicios y…me era muy necesario. Lo sigue siendo. Yo, en cambio, no sé si soy necesaria para alguien, pero él a mí, sí. Y la verdad, lo extraño. Y no sé porqué te estoy contando esto, sino tiene nada que ver con la pregunta.
Sentí que Cyril me acariciaba el cabello, hice fuerza para que una lágrima porfiada no viera la luz, porque no quería estar dando un espectáculo gratuito ante él. Me conocía como quejosa, no como llorona melancólica. Levanté la vista, lo vi triste. Se encogió de hombros, suspiró cansado.
-Sinceramente, no lo sé. –respondió al fin-Hay cosas que la ciencia todavía no sabe, no resuelve, cosas que la desconciertan. No sé porqué tu papá se murió, y vos no. Sé que no es una respuesta, pero es que no tengo ninguna. Ojalá lo supiera y pudiera ayudarte. Lo siento mucho.-otra vez me acarició la cabeza, asentí.
-No lo sientas, te dije que si era muy difícil no importaba. Era una inquietud, nada más. O ganas de contar lo que estoy sintiendo en este momento.
Sonrió y nos quedamos en silencio, tomé su mano con firmeza.
-Perdón por todo, mis quejas, mis insultos, mi desconfianza, mi griterío que seguro te hartó más de una vez. No merecías todo eso porque sos un gran médico, y estoy segura de que llegarás lejos.
-Sí, eso es seguro, porque en un mes me voy a Londres. Y luego, quizás, a Estados Unidos, a capacitarme más. Supongo que sabrás que las cosas con el director de acá, no están muy bien.
-Qué idiotas, van a perder a uno de sus mejores médicos.
-Me hace bien lo que me decís, gracias. Y te perdono porque entendí lo que sentías, lo que pasaba por tu mente. Te exigí mucho, aún sabiendo que estabas cansada, así que yo también pido perdón. Creo que soy difícil de soportar, ¿no? –sonrió.
-Mmm…digamos que sí. Cyril, ojalá tengas mucha suerte, vayas donde vayas. Fue algo muy grande haberte encontrado, creo que me salvaste la vida. No, no creo, es así, me la salvaste. Te recordaré siempre.
-Basta Mercy, basta. –de pronto se puso serio, se tapó la cara con las manos, suspiró. Me extrañó su actitud. Se quitó las manos de la cara y me miró de una forma rara, con sus ojos más verdes que nunca.
-Ehhh…¿dije algo que…?-traté de preguntar, temerosa.
-No, no sos vos Mercy….Mirá, esta es tu última noche acá, en poco tiempo me voy, ya no nos veremos más, tu médico será otro…Necesito decírtelo. Me enamoré de vos.
Pestañeé. ¿Acaso algún medicamento me había afectado? ¿O era la desgraciada realidad? Si era sí, quería morirme ahí mismo. Jamás había notado en Cyril más que el acompañamiento que un médico hace a su paciente. Lo que acababa de decirme me dejó completamente descolocada.
Sin dudas, mi desconcierto era muy evidente, porque él tomó la palabra nuevamente.
-Lo siento, de verdad, lo siento mucho. No debí hablar, esto no es correcto, soy tu doctor pero…también soy un idiota.
-Cyril, yo…
-Tranquila, sé que a vos no te pasa nada, no te pondré en la incomodidad de decirme que no me querés. Lo sé y lo acepto, porque soy un estúpido. Por eso estoy triste y feliz, porque te vas. Sé que nunca más te veré, y eso es una pena, y un alivio.
-Perdoname si hice algo…
-No, no hiciste nada. –me interrumpió-Yo solo armé todo en mi cabeza. Vos querés a ese chico…y está bien. Son de la misma edad, yo te llevo unos años, sí, pero sé que me ves como alguien mayor, a veces poco modesto, algo raro…Andá con él, sé feliz porque él también te quiere, no sé si tanto como yo, pero quiero creer eso.
-Cyril…
Me hizo un gesto de que no hablara, se mordió los labios, asintió. Me acarició una mejilla.
-Perdoname.
Y se fue.  






***********
Hagan la prueba de leer la última parte con la música de El Padrino de fondo y lloren como estoy llorando yo, aunque me lo merezco por tener la maldad que tengo encima, jajaja. 
Bueno, otra vez vuelvo con atraso, pero no podía ocuparme porque estaba a full con un trabajo de la uni, aunque ya ven, tardo pero vuelvo. Como ven, llegamos al capitulo 80! Muchas gracias por estar ahí leyendo esta historia :)
Abrazos para tutti!

7 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHUIEADFHADJFJNDASKJNCVDFB HGFERADHKJNKSJFSDNKND SFAJNDFNJADSKNDFDNMXVC VENDETTA! no podes! me estás haciendo llorar.... de la RISA! CONDENADA QUE SOS! y mirá que fue un mal dia, de esos malos como que te roben en la puerta de tu casa? si, así porque me paso eso pero bueno... fuchi fuchi las penas. CYRIL! PERRITO! me hace acordar a coso... un personaje de Wilde. Oski Wilde. jjajajajja me encantó! ME ENCANTÓ! si VOS CAPICCI? CAPUCCI? CAPUCCINO? si, con dos cucarachitas de azucar. ah sí, sos un desastre monumental y si, LLEGAMOS AL 80! WUJIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU! GENIA! IDOLAAAAAAAAAAAA! SEX SIMBOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! bueno, Richard, pobre mi amor, MERCY NAZI! COMO LO VA A HACER SUFRIR TANTO? (Si este comentario es valido hasta el 12/12/58 y es referente a los dos capis) y 58 es 2058 eh? si tanto. Bueno, esta si que tiene EL CORAZON CON AUJERITOOOOOS! igualmente, no le puedo cantar estoy enamorada de todos DE TODOS DE TOOOOOOOOOOODOOOOOOOOOOOOOS! ah eso sono como la prandi, pero ojo, no es. si, era. bueno, capaz. no, bueno, si. no importa. estoy bipolo. ah bipolar es. sori. BUENO, me controlo. Control? existe esa palabra en el idioma? ah si, supongo que si, no en mi dic. bueno, el mudo! EL MUDO! HABLÓ! HABEMUS PALABRAAAAAAAAAAAAAAAAA! que genia! te amo! te amo literalmente! la verdad que te pasas con tus capis y que me gusta mucho la forma en que expresas todo lo que se siente no? bueno, la verdad es que, te voy a robar la nove. si, y todo esto con el aval de patricia vagó. si, no. Te pasas es SUBLIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIME lo tuyo! y la verdad que se nota que te gusta lo que haces y eso ESO ES LO MEJORRR! porque yo amo a la gente que ama lo suyo, no sabes lo hermoso que es ver a alguien apasionado con lo que hace, y a vos se te nota así que, A LA MIERCOLE LA UNLU Y A ESCRIBIIIIIIIIIIIIIIIRRRR! de última pedi limosna en luján y bue... de paso le haces honor a tu nombre y te levantas unos manguitos. Ahora bien. Vamos a un tema RELEVANTE. si, digo porque podemos llegar a las trompadas fell like chino maidana. En la foja número 3 del blog In your dreams, (el miouchis) usted publico un... (cito textual) "(...) Excelente tu historia, la verdad es que no sabía que los Small Faces tenían un componente tan...CHURRO. (...) COMO? COMO ES ESO? COMO PRETENDE? COMO OSA (y no del oso) A DECIR ESO? ESA FALTA DE RESPETO? EH!!!! ACA LA ÚNICA AUTORIZADA A DECIR CHURRO SOY YO! EHHHH! sigamos... prosigamos... "(...)Y tenés razón razón, quedé media parecida a él...AMAME. jajajajaja (...)" Si, sos IGUAL! pero no no te amo por ATREVIDA! CHULULU! Y QUE SE YO! "(...)Me gustó mucho, más vale que subas rápido o lo secuestro al Steve. Ojo al piojo. (...)" Y con esta frase firma su destierro. EL STEVE SE QUEDA CONMIGO CHEÑOLA! EEEEEEEEEEEEH! CAPICCI!?


    Fin de la primer Parte.

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  2. Segunda parte.


    Esperemos que haya comprendido!bueno... acepta mis sugerencias y anda a luján a manguear. no a manguerear a maguear. mmmmmm mas lineas rojas que semaforo. fue... no importa. Señora. Bouna nochi. si no, estuvo bueníiiisimo re lindo y muy sentimentalon eso si, aflojale a la novela. jajajajajaj lo mejor como siempre! vale la pena la espera! ahora bien...
    si ringo no es correspondido por mercy, y ante la posible posibilidad de secuestro del Steve, Ringo puede ser mi trofeo de guerra OJIN! bueno che....
    Lo tuyo, siendo breve, definitiva, sin rodeos, determinante y sumamente decidi.... da. Bueno, lo tuyo es genial y superarchimegacalifuakwjadskjhksdj si, la palabra magica de Marry Popins. Bue... perdonen las mayusculas. adio!


    Chausis Galli!

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  3. Pd: me olvidé! eso pasa por hablar mucho!, che hay me olvide.... AH! SOY PRIMERAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!



    Pd2: reíte. si, vos sabes, podes, REITE!



    Pd3: TE LO EXIJO! IO!




    Pd4: https://www.youtube.com/watch?v=__7kXiAlIt0 en vivo y directo miralo....




    Pd5: este está mejor: https://www.youtube.com/watch?v=h9p04P33XQg





    Pd 5000: Babaaaaaaaaaaaaaaaaa.... lo demás no eran importantes pero bue....







    Pd: 1.000.000.000: En síntesis. Chausis! Adio! Bye bye! :) :D

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  4. Te lo digo: otra vez lo has vuelto a hacer. Otra vez me has dejado con la boca abierta al final, flipando en colorines y viendo unicornios rosa danzantes ante mis ojos (bueno, eso no sé si es por el capi o por el eleesedé ése... :P ). Sea como sea, de nuevo te has lucido y me has confirmado eso de que jamás de los jamases dejarás de sorprenderme. Además, estoy tanteando una hipótesis: creo que tu intención es hacer que todos nos infartemos como Mercy o algo así, no sé por qué razón, pero así es... jajajajajajaja.
    Bueno, bueno, supongo que con todo esto no hace falta que te diga que el capi me encantó muchísimo (ay, mira, no hacía falta pero te lo he dicho de nuevo, ando repetitiva, jajajaja). Me ha gustado mucho porque marca un poco la diferencia con el anterior: aquél era triste a más no poder y éste es básicamente alegre aunque tenga momentos de tristeza (y de sorpresa). Una vez más, consigues mostrar tu fic "como la vida misma", que está llena de momentos felices y tristes, llena de contradicciones en sí misma y... Vale, que sí, que dejo ya en la estantería el libro de autoayuda :P
    Bueno, a ver, empecemos por el principio porque tela. Obvio que después del disgustazo que se pilló Mercy por lo de Richard y con lo mal que se sentía, casi vuelve a recaer. Menos mal que "casi" porque vamos, casi que me temía lo peor. Sabes? Ese miedo de Mercy a la respuesta de su madre cuando le ha preguntado cuánto tiempo llevaba durmiendo lo he compartido yo también... Era como: ¿a que le dio otra vez un chungo y ha vuelto a estar no sé cuántos días al borde de la muerte de nuevo? Pero bueno, se quedó en el "casi" y por ahora eso es lo importante... Y bueno, ya que estamos con el tema de las madres... Ay, las madres! No se las puede engañar así como así a ellas: siempre notan algo y las excusas no valen muchas veces. Si es que cuando se dice eso de que "te conozco más que la madre que te parió" será por algo... En fin, que pese a que Mercy no le quiera contar más que lo estrictamente necesario, la mujer ya sabe de sobras qué es lo que pasa y supongo que más claro le ha quedado aún con ese "No hay nada, absolutamente nada", que destila amargura por todas y cada una de sus sílabas...

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  5. Bien, la madre no la presiona para que hable, pero la visita tocapelotas (o sea, yo), sí... jajajajjaa. Bueno, bromas aparte, al menos creo que pese a las pocas ganas de hablar, a Mercy le ha venido bien contárselo a alguien, decir algunas cosas en voz alta. Y eso además ha servido para que yo pueda poner en práctica y decir cual erudita algunas de las frases que he leído de libros de autoayuda… Mujer, es que ya que me los compro y hago el gasto, al menos digo las frases en voz alta y quedo bien y todo (aunque mis pensamientos, oh, nena, como me conoces!, vayan más en la línea “Voy a matar a Richard”) xDDDD Por cierto, me gustaría dejarle un mensaje a Mercy: a ver corazón, qué te pasa? Que te aburres en el hospital y quieres tener una compañera de habitación? Es por eso por lo que quieres darle un infarto a Cris con tus bromitas, verdad? Pero vamos a ver, cariño, que no, que no va así la cosa… Tienes que tener en cuenta que Cris está mayor ya, que estos disgustos a lo mejor la pueden matar así de manera fulminante… Y claro, después imagínate el disgusto. Y los gastos de entierro, que no son baratos, oye. Así que cuidadín con las bromitas y no le vuelvas a decir que te da un infarto, que la chica se asusta y se pilla traumas que no la dejan dormir por las noches… jajajajaj. Bueno, bien, dicho esto y esperando que a Mercy le quede más que claro, he de añadir que no te extrañes, doña Mercy, si después Cris decide tomar justa venganza y te dice que espera una minicris o un minijohn, o una minicris y un minijohn a la vez, y que va a querer que seas su madrina y que te encargues de ellos los fines de semana como buena tía Mercy que vas a ser. Ah, que eso último no lo ha dicho? Lo anotaré para la próxima… jijijiji. Por cierto, ahora fuera coñas, no sabes lo que me ha gustado esta escena y lo que me he reído con esto último (y también con lo de musiquilla trágica de culebrón, que por cierto, alguien debería hacer un estudio de esas musiquillas porque tela con ellas… xD )
    Y bueno, cambiando de tema… POR FIN!!!!!!!! POR FIN MERCY HA VUELTO A LEER!!!! Ves? Ves cómo sólo era cuestión de tiempo y constancia??? Yuhuuuuuu! La verdad es que ya era hora, pobre: ya era hora porque era su pasión y, encima, su profesión. Ahora, como bien dice, a recuperar el tiempo perdido, que yo si fuera ella me leía hasta el libro de instrucciones de la televisión, jajajajaja. Y Jonathan, que amor de chico, xè! Él enseguida ahí a traerle libros para que Mercy lea… Si es que me cae de bien! :)

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  6. Por cierto, el que también es una joyita es el George! Ainsh que ternura que me ha dado la escena en la que va a visitarla con la guitarra y Mercy es capaz de arrancarse unos acordes y tocar de nuevo! Y bueno, la canción que se han armado, es brutal! Deberían incluirla en el próximo disco, te lo digo yo… Tal vez eso nos permitiría hacer un estudio de la evolución de las composiciones de Harrison desde “The onion is a vegetable” hasta “Something” XDDDD Ah! Pero ahora en serio, es bonito ver como todo, poco a poco, va volviendo a la normalidad nuevamente: ya se encuentra mejor, ha recuperado la capacidad de leer, es capaz de tocar de nuevo la guitarra y… es capaz de volverse a reír, que es algo muy, muy importante :)
    Y tenemos, aparte de todo esto, otra buena noticia… UN NOTICIÓN!!!!! Los chicos, por fin, suenan en… LONDRES! Madre mía, de verdad que me da vértigo el leer esto en tu fic y saber ya cómo su carrera va a subir meteóricamente en sólo cuestión de unos meses. Es alucinante ver eso, que están ahí John y George, con Mercy, en el hospital esperando como agua de mayo que pongan Love Me Do en la radio, ver la alegría que se pegan al escucharla por primera vez y ver como lo celebran (hasta tal punto que los echa la enfermera, jajajaja, qué escena!). Más alucinante ver cómo pronto ellos se van a convertir en una especie de semidioses y que sus canciones van a estar sonando a todas horas por todas las radios del mundo. Lo que yo te digo: vértigo. Y me gusta tu fic entre otras cosas precisamente por eso, porque como nadie eres capaz de transmitirme esa sensación: ese sabor de los primeros triunfos que tuvieron que tener los chicos…
    Bueno, ya, me dejo de filosofar y me quito la máscara de las divagaciones, que ahora tengo que mandarle un mensaje, pero esta vez, no a Mercy, a George: hijo mío, criaturita de mi corazón, me reafirmo en lo que ha dicho John (no sé por qué siempre acabo dándole la razón al chico éste, eh? Qué cosas más raras… :P ), que avises a Mercy antes de las sorpresas, que la chica está delicada del corazón y le va a dar un yuyu. Y no querrás pasar a ser el segundo Beatle que casi infarta a Wells, verdad? Nooooo, Georgie, noooo... No queremos eso, queremos salud y alegría para Mercy, pero sin infartos o amagos de infarto de por medio. Ale, bonico, ahora que ya te he dejado el mensaje, puedes volver a tus cosas, como la composición de canciones de cebollas con la coautoría de Mercy… xDDDD

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  7. Y qué me queda por comentar a mí? Pues sí, eso, el final. EL FINAL. Nena, que muy bien, que me alegro un montonazo que Mercy salga ya después de MESES! de ese maldito hospital, que pese a que la han tratado de maravilla (incluida la Samantha que sí, tienes razón, ya sólo por el nombre no me cae muy allá, jajajaja :P ) y que la han cuidado de una manera genial, llegado a convertirse en una especie de segunda familia para ella, eso no deja de ser un hospital y, cómo no, seguro que va a estar muchísimo mejor en su casa, con sus cosas, con su ambiente, con su vida. Las despedidas, como siempre, tienen esa nota melancólica, aunque sean unas despedidas buenas como en este caso, donde el hecho de que Mercy se vaya implica que ya esté bien. Pero lo que yo no me esperaba para nada es la última despedida, la de Cyrill! Mira que cuando Samantha le ha dicho eso de que Cyrill no tiene pareja y le ha hecho ese gesto, me he quedado un poco no sé cómo… Pero es que el final… JO-DER! Que el médico se nos ha enamorado de la Mercy!!!!! Si es que… Tanto tiempo… Y bueno, para qué negar que nuestra prota es adorable, jejejeje. Pero de verdad que el final me ha impactado. No me esperaba esto, de verdad, y he de reconocer que Cyrill me da hasta un poco de lástima porque por mucho que Mercy lo aprecie me da a mí (sólo me da, porque contigo nunca se sabe, jajaja), que ese amor no va a ser correspondido… Pero bueno, a fin de cuentas si siente eso el chico, ha hecho bien en soltarlo, aunque Mercy se haya quedado flipando (ella y todos los que hemos leído el capi, jajajaja) y al borde del infarto de nuevo. Ay, madre, que no querrá otra vez el Cyrill éste infartarla de nuevo para que se quede más tiempo? Jajajaja. Naaaaaaaa, qué va, este chaval se ve muy buena gente, aunque sea un poquito soberbio y muy adicto al trabajo, pero sólo hay que ver cómo ha tratado a Mercy para saber que es una bellísima persona. Bueno, en fin, que espero que esto no suponga un problema para Mercy, como lo del Deri de las narices aquél, aunque insisto que yo al Cyrill no me lo veo así…
    En fin, que un capi súper bueno, excelente, la felicito, señorita! MARÍA FOR PRESIDEEEEEEENT! JAajajajajajjaja.
    Saludos, crack, y besotes!
    Nos vemos en el próximo! :D

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