31 mayo 2014

Capitulo 82 It's Real Love

En otro momento de mi vida, aquel día en la librería me habría parecido asqueroso. Un clima hostil, poca gente, música aburrida en la radio, los proveedores de huelga, y escasez de café. Pero como estaba renovada, recuperada, rejuvenecida, reciclada y reseteada, ese día me parecía maravilloso. El clima se me antojaba romántico, la poca gente era simpática y conversadora, la música no era tan aburrida, los proveedores tenían derecho a reclamar, y la inexistencia de café era buena para la hipertensión.
Jonathan me miraba, asombrado de que no estuviera escribiendo un compilado de puteadas en distintos idiomas. Me sentía bien porque era un día más de vida, un día al que tomaba como premio de un concurso, un motivo de felicidad por pequeñas cosas. Bueno sí, ya paro, que la gente que se salva de la muerte se vuelve insoportable con su discurso demasiado optimista.
-Cuando tenga mucho dinero, me mudaré al Caribe.
Miré a mi empleado y sonreí, estaba fastidioso con el viento helado y la llovizna que no cesaba. “Empleado”. No me gustaba para nada esa palabra, quería cambiarla por otra, “socio”. Pero por experiencias ajenas, sabía que las medias sólo servían para los pies, y a veces. Jonathan era un chico capaz, trabajador, con ganas de progresar…La pareja de negocios ideal. Pero tenía miedo que el dinero estropeara eso y nuestra amistad. No porque desconfiara, sino porque generaba muchos problemas.
Tenía una idea, aunque parecía descabellada, porque si bien el negocio funcionaba muy bien, no era para tanto. La idea era una sucursal en Londres, de la que Jonathan se encargaría, a la vez que afianzaba su relación con el chico Mike que tanto le gustaba y que vivía allí. El proyecto era demasiado ambicioso aún, y todavía no quería arriesgarme tanto. Lo miré de vuelta, quería comentárselo, ver qué opinaba, pero me frené para no ilusionarlo con algo que quizás jamás se produciría. Había que tener muchas cosas en cuenta, entre ellas, mi salud.
Me sacó de mis pensamientos el sonido de la campanilla de la puerta. Con el cabello revuelto y húmedo y un poco tiritando, me saludó Grace. Me pareció extraño tenerla allí y más con el día que hacía. La invité a sentarse y le ofrecí un té. Me quedé mirándola cómo lo tomaba, interrogante, intrigada por el motivo de su visita. Cuando pareció darse cuenta de lo que me pasaba, rió.
-Disculpá que te haya caído así, seguro que estás extrañada.
-Convengamos que no es el día ideal para comprar libros…
-A mi este clima me da ganas de estar metida en la cama, leyendo, así que no te llame la atención que esté acá, aunque…no vine por eso exactamente. Verás, no sé como preguntarte esto, te parecerá que soy una metida.
-Mmm…preguntá y listo, no hay problema.
-Bueno…yo…yo quisiera saber porqué Paul se separó de Abby.
-Wow, no me esperaba eso.
-Mercy, sé que ella es tu amiga y comprenderé si no querés hablar. Él me habló poco y nada de ella, y quisiera saber para no cometer los mismos errores, para no hacerlo sufrir…Y también por curiosidad, voy a serte sincera.
-Bueno, me extraña que me preguntes a mí, y voy a contarte aunque no sé mucho. Nunca entendí bien porqué se separaron, aunque lo más probable sea porque no eran compatibles. Mientras eran chicos todo bien, pero ya sabés, cuando somos chicos somos todos iguales. Pero después crecieron, y ella se fue a Londres…No sé, son conjeturas.
-Bueno, si es porque ella se fue a Londres, entonces a mí me espera el mismo destino.
-No creas, él ya te conoció viviendo allí. Quedate tranquila, aunque lamento no ser de mucha ayuda.
-¿Qué? Me ayudaste mucho, y te lo agradezco. Disculpá si soy un poco desubicada.
-Creo que es normal que quieras saber, y ojalá tengas suerte con él. Es un buen chico, te lo aseguro.









Le pasé la lengua al sobre y lo apreté para que se pegara. Garabateé el nombre y la dirección de Astrid y salí caminando hacia el correo. Por fin había tomado la decisión y le había contestado, aceptando su visita. A decir verdad, me daba miedo, pero también mucha curiosidad por saber qué pasaría, qué contaría Astrid, cómo estaría. Mientras caminaba, sentí que una bicicleta frenaba a mi lado. Miré de reojo y era George. Estiró una pierna para darme un golpecito en una de las mías.
-¡Ay idiota, me vas a hacer caer! ¿Qué te pasa?
-Hola.
-Hola maldito enano.
-Cuidado, habló la alta. Tengo novedades.
-No me importan. Dejame en paz, voy al correo.
-¿A qué?
-A comprar pescado. ¿A qué va a ser? ¡A mandar una carta!
-¿A quién?
-Sos demasiado chusmo, ¿sabías?
-Sí. Bueno, ¿te cuento la novedad?
-No.
-Vamos a estar en la tele.
-No te cree ni Dios. Salí de acá, me molestás.
-¡De verdad te digo!
Me detuve y lo miré. Me miraba entre travieso e ilusionado, por lo tanto no sabía si creerle o no.
-De verdad. –repitió.
-Le preguntaré a John.
-¿Le creés a él y a mí no? Estás loca. Hablo en serio, estaremos en la tele en…esperá que cuento…cuatro días. En cuatro días prenderás el televisor y estaremos ahí. Y vos no.
-Ni quería tampoco.


Tuve que tragarme toda mi desconfianza cuando vi que sí, que era totalmente verdad, y que los chicos estarían en la televisión. Y allí no estaba cualquiera. La noche de su debut televisivo, creo que toda la ciudad se paró para verlos. Esa tarde, Harry se había subido al techo de mi casa para acomodar bien la antena y que no surgieran inconvenientes en medio de la audición. Ayudé a mi madre a preparar algunas cosas ricas ya que Cris, Juliet, Jonathan, Grace, y Mimi vendrían para verlos todos juntos.
-¿Y?
-Jonathan, es la quinta vez que decís “¿Y?” Todavía falta media hora, es obvio que no están actuando aún. –contestó Juliet, estirándose en el sofá.
-Estoy nerviosa. –dijo Grace, negándose a tomar Coca Cola. –Siento algo en la panza.
-Estás embarazada.
-¡Jona! –gritaron las dos, él soltó una carcajada.
-Ay por favor,  estos cacahuetes están para la muerte…Y también estoy nerviosa, y como más de esta porquería. –agregó Cris.-¿Y usted  Mimi?
-Yo no. Tengo curiosidad por ver qué desastres hacen.
Las miré a las dos, “suegra” y “nuera” se llevaban bastante bien. No eran el ejemplo del amor y la fraternidad, pero tampoco se odiaban. Las dos se trataban con mucho respeto, y eso me asombraba de Mimi, pero seguramente era así porque la veía mayor que John y por lo tanto no tan alocada como él y otras posibles novias que pudiera tener su sobrino.
-Ay Mimi –mi madre rió- No son tan malos…No me va mucho la música que hacen, pero son divertidos.
-Divertidos también son los payasos.
-¡Ahí está! –grité, señalando y haciéndolos callar.
El programa comenzó con un montón de idioteces que no nos interesaban, por lo tanto, todos le hablábamos al televisor, diciéndole que se apurara, que queríamos ver lo importante. Al fin el locutor se dignó a presentarlos.
-¡Ay, me atraganté! –Cris tosió por la emoción, nos reímos y seguimos gritando. O sea, que mucho no escuchamos porque una tosía y el resto gritaba, hasta Mimi.
-Mirá, ahí lo tenés al tuyo. –Jonathan me dio un codazo al ver a Richard. Lo ignoré, aunque no podía evitar mirarlo a él. Vamos, le tenía muchísimo cariño a John, a George, y a Paul, pero no podía mirarlos a ellos, mis ojos se iban directo a él.
La audición terminó, mucho no vimos ni escuchamos, pero sin querer, éramos algo así como los pioneros de lo que vendría después: gente gritando, atragantándose y llorando cuando veían a los Beatles, y por supuesto, sin enterarse mucho de lo que sucedía.










Dos meses después de dejar el hospital, mi madre y Harry se fueron de casa, no muy convencidos. Les había demostrado que estaba perfecta, que me cuidaba, tomaba los medicamentos, me hacía los controles, y que otra vez me valía por mí misma para todo. Tardaron días en hacer sus maletas, la idea no les agradaba mucho, preferían llevarme con ellos aunque no lo propusieron, y se los agradecía internamente, no quería andar dándoles explicaciones de porqué no quería dejar mi ciudad, aunque fuera por un tiempo.
Así que allí estaba otra vez, sola, tratando de acostumbrarme, porque si bien ansiaba mi independencia, había olvidado lo que era vivir y arreglarme sola. También me sentía un poco paranoica, por cualquier dolorcito, por mínimo que era, miraba al teléfono y repasaba en mi mente el número de urgencias. Sacudí la cabeza, tenía que ponerme en acción y dejar de recordar la noche en la que casi me morí. Caminé hacia la cocina, no muy feliz: otra vez volver a cocinar, a comer la porquería que preparaba mezclando y quemando cosas. Si algo tenía claro para mi futuro, era que cuando fuera rica, tendría un cocinero.
De pronto, el timbre. Miré la hora, casi las nueve de la noche, ya muy tarde para hacer visitas, y más aún en invierno. Lejos de tener miedo, sentí fastidio, no tenía ganas de hablar, de contar por milésima vez lo que me había sucedido, o peor, invitar a alguien a cenar mis desastres. Abrí la puerta sin siquiera mirar quién era, y rogué que la tierra me tragara cuando vi que el inoportuno no era otro que Richard.
-Hola.
-¿Qué querés?
-Vine a visitarte.
-Tarde para hacer visitas, y si mal no recuerdo, te eché.
-Me echaste del hospital, no de tu casa.
-Mejor para mí, te echo dos veces. Andate.
-No quiero.
-Me importa un carajo si querés o no, te estoy diciendo que te vayas y que no aparezcas nunca más, por ningún lado.
-No me voy sin que antes me des una explicación. ¿Por qué me odiás?
-Bueno, ahora el señorito pide explicaciones. Fui bastante clara, si tenés problemas mentales no es mi culpa.
-Te pedí perdón, te dije que  no sabía cómo arreglar todo, cuando se acabaron los obstáculos fui a buscarte y te pasó lo que te pasó. Perdoname por todo lo mal que hice, estuve muy ciego.
Lo miré seria, casi sin respirar. Apreté los dientes.
-Dejame en paz. –dije al cabo de un silencio interminable.
-¿Por qué querés que me vaya, si en realidad querés que me quede? Mercy yo te quiero, te lo dije muy claro, y sé muy bien lo que te pasa conmigo. Eso no me lo podés negar.
-¿Y vos qué sabés lo que yo quiero, lo que me pasa, lo que niego o lo que no niego? No seas payaso, ¿querés? No sos nadie en mi vida, los favores que me hiciste te los pagué, no hay más nada, así que repito, te vas, borrate de una vez, salí de mi vida. Buscate otra puta, no quiero saber nada con vos, por mí morite. Y si no te vas, te denuncio por acosador, porque ya me tenés cansada.
Esbozó una media sonrisa resignada, asintió. Después apretó las mandíbulas, me miró. Aquella mirada me traspasó, era inútil que le mintiera, él sabía todo de mí con sólo mirarme, y lo odié por eso.
-Está bien, si eso es lo que querés, me voy. –se giró, caminó unos pasos hacia la vereda. En vez de cerrar con un portazo, demostrando lo enojada que estaba, me quedé allí, helándome, sin poder mover ni un dedo. No podía despegar mis ojos de él.
-Ah, me falto decirte algo. –de pronto se giró, caminó de nuevo hacia mí.
-Andate, la puta madre.
-Bien, sólo era que estás muy linda.
-No podés más de pelotudo, mirá lo que decís, no tenés vergüenza, sos un caradura.
Otra vez asintió, y se giró. Pero volvió a mirarme y de la nada, me agarró la cara y me besó. Me quedé petrificada, pero no tanto como para no librarme de él.
-¿Qué hacés, idiota? ¡Ahora sí te voy a denunciar, sos lo peor Starkey! ¡Te odio, dejame en paz!
Pero era claro que no me iba a dejar protestar. Me besó, me abrazó contra él, quise zafarme pero, ¿para qué? Era inútil seguir engañándome, lo amaba y aquello me encantaba. Me separó apenas.
-Perdón, pero era la única forma de que te calmaras.
Le sonreí como una tonta.
-¿Y cómo sabés que ahora no te voy a pegar una patada en los huevos?
No pudo contener una carcajada, levanté apenas una rodilla.
-Ey, ey, quieta ahí. –me miró asustado- De acuerdo, me voy.
-No, no te vayas. –le sonreí.-Aunque si hubiera sabido que este era el método para sacarte de encima, lo hubiera usado antes. Pero no, no te vayas. Ganaste, ¿estás contento?
-Mucho. –me besó nuevamente. Sus besos eran tiernos, dulces, perfectos, lo más soñado por mí y quizás por cualquier mujer. Cuando le dije que no se fuera, en realidad le estaba diciendo que no se fuera nunca más de mi vida, que se quedara para siempre así, besándome y teniéndome en las nubes.
Sin saber muy bien cómo, terminamos en el sofá.
-Pará, pará, pará. –lo separé, tomando aire.-Esto es muy rápido, así que te voy a pedir que te retires porque sé muy bien qué sigue a todo esto.
-¿Ah, sí? ¿Y cómo lo sabés? –sonrió, pícaro.
-Porque en todas las películas pasa lo mismo.
-Bueno, hagamos como en las películas.
-No te hagas el gracioso Starkey. Esto no va a suceder por una serie de factores: Primero: Te odio. Segundo: No puedo hacer nada, ya sabés, riesgo de muerte. Tercero: Soy virgen. Cuarto: No sé qué es lo cuarto, pero bueno, es algo. Basta, te vas.
-No me convence tu lista de cosas. Creo que hay algo más…
-Bueno….sí, hay algo. –bajé la vista, algo triste-Soy horrible, pero más horrible es una cicatriz que tengo en el pecho, la de la operación. Es espantosa me da asco a mí y a cualquiera. Así que por todo esto, te pido que te vayas, aunque te dije que te quedaras. Soy una histérica, lo sé, pero por favor, dejame tranquila, necesito asimilar todo esto. Mañana si querés vení y aclaramos todo.
Desvié mis ojos de los suyos, para que no los notara húmedos, pero obviamente se dio cuenta igual.
-Mercy…sabés muy bien que no me voy a ir. Vine para quedarme con vos, para que no estés más sola, y te voy a imitar, te voy a dar mi lista de motivos: no creo que me odies, porque no te lo creés ni vos, y sobre lo otro…no te quiero obligar a nada si no te sentís bien, si no querés nada. Y sobre la cicatriz, ey, olvidate de eso, no pasa nada, todos tenemos cosas que no nos gustan, no hay nadie perfecto, eso te lo venden las revistas, y además, por esa cicatriz te salvaron la vida. No la tomes como algo horrible, tomala como algo bueno, un símbolo de todo lo que pasaste y superaste.
-Me gustan tus palabras de libro de autoayuda, pero…
-Mercy, basta. Basta de peros, de buscarle la vuelta a todo. –me besó otra vez, lento, suave. Poco a poco, fui olvidándome de mi serie de motivos enumerados y recordando con quién estaba. A la mierda con todo, había llegado el momento de ser feliz y amar sin peros, como Richard me pedía.
-Mercy….-de pronto se separó, parecía preocupado de repente-¿De verdad te puede dar otro infarto?
Reí por la ternura de su pregunta.
-Y yo qué sé si me va a dar un infarto…Puede ser ahora, o andando en bici, o en treinta años haciendo un pastel. De todos modos, me gustaría morirme así, con vos.
-Te aviso que eso no tiene nada de romántico.
-Ya lo sé, bobo. –me reí al ver su cara de desconcierto, y él terminó riendo también, a la vez que me abrazaba y me daba besos en las mejillas.
-¿Sabés qué? –le dije.
-¿Qué?
-Me estás aplastando.
Soltó una carcajada y me abrazó. Nos quedamos mucho tiempo así, o quizás sólo fueron unos minutos, lo que sé es que me gustaba y que en ese momento me sentía la persona más feliz de la Tierra. Después tomé una decisión, porque ya no tenía sentido seguir postergando cosas en mi vida.
-Rich.
-¿Si?
-Vamos a mi habitación.


No dijo nada, así que lo tomé de la mano y subimos. Me sentía rara subiendo las escaleras de mi propia casa sabiendo lo que iba a hacer, pero vamos, que tampoco era para tanto, porque no iba a matar a nadie, más bien todo lo contrario. Cuando llegamos, encendí la luz.
-Con la luz prendida, ¿eh? –me besó una mejilla.
-No seas pavo. –le di un codazo suave, reímos.
-Ey, ey, no pegues morocha.
-¿Sabés? Me encanta que me digas morocha, al fin te lo puedo decir.
-Creo que hay muchas cosas que tenemos que decirnos, ¿no?
-Sí, pero mejor dejémoslo para otro día.
Otra vez sonrió, me mataba que lo hiciera, mucho más que otras veces que lo había visto sonreír, porque sus sonrisas ahora eran sólo para mí. Lo abracé, quería estar cerca de él lo más posible, y me encantaba cuando me abrazaba tan fuerte. De pronto, sentí que me besaba el cuello, me dejé hacer, mientras soltaba risitas porque me hacía cosquillas. Él también se reía, parecíamos dos chicos. O eso éramos todavía.
Tomó mi mano, la miró, al parecer no había ningún apuro para nada.
-Me gustan tus manos, son suaves como siempre creí que eran.
-Qué poeta.
-Dejá de boicotearme todo lo que te digo.
Le saqué la lengua y me besó, nos sentamos en la cama y me recosté tirando de él. Los besos fueron dejando de ser un juego para ser más intensos, más en serio. Lo separé y me quité el suéter y lo tiré por ahí, justamente como en las películas. Me miró asombrado, seguramente no pensaba que yo fuera así, de hecho ni yo lo sabía. Volvió a besarme y comenzó a desabrocharme la camisa. Miré a otro lado y me tapé el pecho con las manos. De pronto el desparpajo había desaparecido y sólo sentía vergüenza.
-No puedo. –dije angustiada.
Con suavidad retiró mis manos y se me quedó viendo.
-Amor…no es fea, ¿por qué decís eso? –lo miré, aliviada, sabía que me hablaba con sinceridad, y además era la primera vez que me llamaba “amor”.-Tampoco es tan grande y espantosa, es sólo una cicatriz. Y ya te dije, el símbolo de que te salvaron la vida.
No pude contestarle nada, lo vi y lo sentí dándole pequeños besos a esa cicatriz, que ya no me parecía tan fea como antes.
Lo que siguió fueron besos, caricias, un quitarse la ropa que ya parecía tan molesta, y morderse los labios para no gritar cada vez que sentíamos la piel del otro rozándonos. Fue hacer el amor con suavidad, con cuidado, lentamente porque no había ninguna prisa, con sonrisas al vernos transformados en algo que no imaginábamos ser. Sentía dolor, sí, que por más masoquista que suene, yo lo encontraba dulce y placentero, no quería que cesara nunca. Tenía a Richard conmigo, tenía a la persona que más había amado y que, estaba segura, jamás dejaría de amar. Será por eso que olvidé absolutamente todo, las amarguras del pasado, las lágrimas, la soledad, la rabia, años de sufrimientos reemplazados por unos minutos de dulce locura que ya ansiaba que se repitiera hasta el fin de mis días. Para mí sólo estaba él y nadie más, sintiendo que me amaba como siempre había soñado, diciendo mi nombre al oído como también había soñado.  Me abracé a él cuando sentí que volaba, que aquello era demasiado bueno para mí, y creo que hasta me brotaron unas inexplicables lágrimas, las más hermosas. Luego me abrazó, dejándose caer rendido sobre mí, con su sonrisa pintada en la cara, queriéndonos dar besos para los cuales nos habíamos quedado sin fuerzas. Quedamos como muertos, respirando como podíamos, soltando algún que otro gemido que nos había quedando sobrando.
Se apoyó en los codos y sonrió, acariciándome una mejilla.
-¿Estás bien?
-Más que bien. –le agarré la cara y lo besé. –Te amo, ¿sabías?
-Claro que lo sé. Y yo también te amo, ¿sabías?
-Por suerte, sí.
Nos tapamos hasta la cabeza, riéndonos y nos abrazamos, todavía robándonos besos y caricias, hasta que él se fue quedando dormido. Me acurruqué contra su cuerpo, me abrazó para pegarme más a él, y enseguida también me dormí, rogando que aquello no fuera otro sueño más de los que tenía cuando volaba en fiebre, y si lo era, rogaba no despertar nunca más.
Sí, éramos como dos chicos que al fin unían sus destinos.




********************
¿A que hoy no me quieren matar? Bueno, hoy podemos decir AAAAAAAALLLLL FIIIIIIIIIINNNNNN Miren que pasó tiempo, ¿eh? Dos años esperando esta porquería, me dirán ustedes, y sí, dos años esperando esta porquería, les contesto yo. Ahhhh el amorrrr...
Me despido, dejándoles un videíto muy lindo que encontré. Me imagino que todas conocen "Real Love" (a ver, díganme una canción más linda que esa, me da ganas de enamorarme con sólo escucharla, y eso es un milagro jaja) Miren el video que es muuuy tierno así siguen todas romanticonas.
¡Un saludo especial para Natty, que hoy cumple años! ¡Feliz cumple Natty! 
Ahora sí me voy, ¡nos vemos en el próximo!




6 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
    Sabes que te amo María!? A que lo sabes!
    FUE LO MAS HERMOSO DE ESTA VIDA!!!!
    Si, DOS años para este hermoso momento, que llegó sin afán, tan tierno, un momento en el que decidieron aceptarlo todo... y y..... A que me haces llorar María :')
    No puedo creer que soy la primera persona en comentarte esta maravilla, porque tu fic debería volverse un libro: "Cómo después de dos años, aceptaron lo que sentían y se amaron eternamente".
    Lo que más me gustó dearie, fue el hecho de que no fue cursi, de que fué lo mas bello del mundo.
    Realmente encontrarás este comentario muy corto, pero... como te digo...
    ME DEJASTE SIN PALABRAS MARÍA Y SI NO LO SABIAS AHORA LO HACES!!!!!!!

    Chao, me voy a llorar :')
    PD: Tendrán hijos como las cabras :')

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  2. Hola Aca regreso la morza cumpleañera te agradezco por el saludo :) ♥♥♥♥ te quiero muchisimo. Dios sos una grosa y lo sigo afirmando , Ahhhhhh ok me calmo bien Richard te avivaste por fin era Mercy tu Love Of My Life y realmente ame la escena donde se puteo a Ringo era hora que se avivara y la verdad que el capitulo es una genialidad

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  3. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Ay, ay, ay, deja que me calme, que estoy hiperventilada! Me disculparás que empiece así el comentario, pero es qAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
    Vale, vale, que sí, que ya. Ya pasó, ya pasó… Pero es que a ver… Cómo quieres que no grite, que no me emocione, que no arme jaleo y haga pogos en la plaza del pueblo después de haber leído EL CAPI? Es lógico, hija, no me culpes que, como has dicho, llevábamos todo el fic esperando este momento! Y bueno, qué momento! Ha estado fabuloso, como todo el capi en sí! La verdad es que ha sido algo tremendamente bonito, así que te puedes sentir tremendamente satisfecha de lo que has hecho. Y bueno, como ahora mismo estoy medio histérica hablando de esto, voy a romper mi norma y a empezar a comentar por el final, que la ocasión lo merece, jajajaja.
    La verdad es que nos han hecho sufrir estos dos, y mucho. Primero el Richard con sus bobadas de que ahora tonteo con Mercy, ahora me echo novia… Después la Mercy, que con todo lo que ha sufrido, cuando por fin él se dignaba a sincerarse con ella, lo enviaba a freír espárragos (y en parte no le faltaba razón, ojo). Pero mira, al final las cosas son como son, los sentimientos están ahí y por más que una se empeñe en disfrazarlos de lo que sea, no se pueden camuflar. Porque vamos, el cuento que se había montado Mercy de que lo odiaba, no se lo creía ni ella… jajaja. Bueno, a ver, puede que le tuviera rabia por tantas y tantas cosas, pero no odiarlo, porque siempre ha estado colada por sus huesos y eso no se cambia de la noche a la mañana por más cabreos que te pilles. Mercy, cariño, te queremos mucho, pero jamás te hemos creído, jajajajajjaa.
    Pero vamos a lo que vamos… Cuando me he visto al Richard en la puerta creo que me he puesto hasta más nerviosa que la propia Mercy, porque claro, pese a que ella ha insistido en demostrar su odio y echarlo de allí, se veía venir. Se veía venir que iban a acabar como iban a acabar, que por fin iban a resolver todas esas cosas que NECESITABAN resolver de una puñetera vez. Ya estaba bien de estar con esa tensión innecesaria! :D Y bueno, veo que palabras no han necesitado muchas, porque después de que Richard la agarrara y la besara, sin desistir en el intento pese a las amenazas de denuncias (hay que ver qué brava la Wells, jajajjaa), no ha hecho falta nada más. Una mirada, un beso (o varios) con mucho sentimiento y tenemos a Mercy desarmada y reconociendo pese a todos los pesares que al que siempre ha querido y quiere es este chico de ojitos azules… Y… ¡ay! Qué bonito ha sido todo esto! Aunque suene raro, lo que más bonito me ha parecido de todo este “preliminar” han sido las dudas de Mercy. Ey! Que sí! Que es verdad! Ha sido súper tierno ese momento: ella, ahí, preocupada por su cicatriz porque la ve fea y tiene miedo (y comprensible) a que no le guste a él. Y Richard ahí, poniendo la nota dulce del momento diciéndole tantas cosas bonitas como le ha dicho. Porque sí, no es fea esa cicatriz: es un símbolo, símbolo de vida y de que ella está ahí y que los dos están por fin juntos. ¿Cómo va a ser feo algo que significa tantas cosas así? No puede serlo, nunca en la vida. Y creo que él la ha convencido y le ha quitado todos esos temores que tenía. Ainsh… Si es que… Es para pillarle y darle dos besos! (eeeeehhhh, no me pegues!!! Dos besos de amigos como agradecimiento, que yo ya ando más que servida con el Xic, jajajjaja)

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  4. Y después de todo eso, ha llegado EL MOMENTO. Ay, nena, qué momento! Yo qué voy a decir de ese fragmento del capi tan PERFECTO… Te ha quedado fabulosamente escrito, con una maestría brutal, que yo no sé a las demás, pero a mí me ha transmitido una ternura y un amor infinitos. Qué magia, qué manera de culminarlo todo y de volverse, por fin, los dos uno… Así que enhorabuena, a la autora por marcarse esta genialidad, y a la pareja de protas porque por fin están donde deben estar, juntos y enamorados sin ningún complejo. Ambos se merecen ser felices, Mercy más que nadie después de todo lo que ha pasado… Así que les deseo una vida fabulosa juntos llena de momentos alegres. :)
    Y bien, con toda esta alegría, prosigo con lo mío, porque claro, es obvio que han pasado más cosas en el capi, aunque todas han quedado eclipsadas por todo lo de antes, jejeje. Ya que estamos en la dinámica de enamorados, qué mejor que Jonathan y ese Mike que parece que ha conocido sigan adelante. Pero claro, uno está en Londres, el otro en Liverpool. Y ya se sabe las distancias cómo son… La verdad es que la idea de Mercy de poner la sucursal en Londres me ha molado, aunque sí, tal vez sea un poco pronto y haya que afianzar más el negocio. Pero por qué no? A ver, si ella ya tiene la idea, pues ya es algo y yo creo que al final, sí que va a ser (por cierto, me ha surgido a mí ahora la duda de qué va a ocurrir con los negocios una vez estalle toda la burbuja, jajajaja. Supongo que deberé tener paciencia y esperar leerlo…). Ah! Y bueno, siguiendo con la escena de la librería, lo de Grace pidiendo información sobre Abby me ha dado ternura. Pobreta, ella ahí padeciendo porque no quiere cometer los mismos errores que la ex de Paul para no perderle… Consejo: que se relaje y que sea ella misma. Mientras no sea Abby y se encabrone por tonterías con él, las cosas funcionarán. Palabra de Cris :P
    Uffff, nena, tanto hablar, me ha hecho entrar hambre. Hambre de cacahuetes/maníes… JAJAJAJAJAAJA. Ay, nena! La teleeee! Los chicos están en la tele! Uffff otra vez me ha entrado el vértigo con todo esto de la fama, ves? Espera que me coma un cacahuete que me ha entrado ansiedad y… UN MÉDICOOOO! POR FAVOR UN MÉDICO QUE ME MUERO ATRAGANTADA CON UN CACAHUETEEEEEEE!!!!!!!!! Mimi, rápido, ya que parece que me aprecias, sálvame dándome un puñetazo en el pecho para hacerme expulsar eso de la tráquea antes de que me vuelva de un bonito color azul pitufo a causa del ahogamiento… xDDD Bueno, va, me dejo de decir pavadas y me pongo en plan súper happy. A ver, me llevo medianamente bien con la “suegra-hueso” que me ha tocado, los chicos salen por la tele y Mercy nos ha invitado a su casa para tomarnos allí el aperitivo! Soy feliz, sí. Aunque más feliz sería sin tos y sin riesgo de fallecimiento por atragantamiento, que recuérdame que le diga al puto del presentador que no los puede anunciar así tan de repente o me va a matar, pero vamos, que da igual, que soy feliz igualmente, jajajaja. Ah, por cierto, que sí, que somos unas pioneras: todas gritando allí, las primeras que seguro se ponen tan chungas de verlos (incluida Mercy que mira con ojitos a su futuro Richard, jejeje). Así que, por favor, a partir de este momento exijo que todas las que vayan a actuar así de ahora en adelante, que nos paguen derechos de autor porque NOSOTRAS lo hemos patentado y no se puede ir plagiando así como así a la gente. A ver que nos hemos pensado! Jajajajajajjajajajaja
    En fin, que sí, que ya me voy. Que dejo de trolearte el blog y todo eso y que reitero mis felicitaciones por el capitulazo que te has marcado, el más esperado de todo el fic :)
    Saludos, genia! Y larga vida a la nueva parejita!!!!!!!!!!!!!!! :D
    PD: Real Love es una gran canción, de las que no puedo escuchar así como así porque es capaz de despertar en mí un montón de cosas. La adoro con todas mis fuerzas. Un gran título para un gran capi ;)

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  5. Hola! :3 debo decir que llevo leyendo la historia hace unas 3 semanas, cada capítulo, y dios mio, ¡me encanta! todo, sinceramente, me he emocionado con tantas partes al pasar de la historia. Cuando empecé a leerla estaba enferma, ¡así que leía todo el dia! jajajajaja que extraña yo... pero bueno, la cosa es que enamoré de todos los personajes también! jajajajaja sobre todo de Mercy, por supuesto, es tan divertida, y me he sentido identificada tantas veces! y George, y sus bestiaaaaaaaaaaa! me matan jajajajaja y muchas cosas mas, que no sabría acordarme ahora, pero me pegué MUCHO en la historia.

    Debo aceptar que desde un prinicipio, añoraba que John y Mercy tuviesen algo, pero ahora, me encatan como amigos, y el otro factor es que AME A RICHARD Y MERCY, valió la pena la espera de este momento <3 hasta que al fin a la pobre Mercy le sonríe el amor, que bello *0*

    Ya mujer, ¿pero sabes? me dejo de rodeos, estoy obsesionada con tu fic, es la verdad, te soy sincera, para que estamos con cosas, y lamento haber llegado tan tarde a comentar! después de 4 años, al parecer no queda taaaaanto y eso me entristece, pero ya dicen, mejor tarde que nunca XD y esperaré con ansias un próximo capítulo. ¡ERES UNA GRANDE! escribes maravillosamente, y lo que más me gusta de la historia, es lo divertido de cada personaje, los diálogos son buenísimos.

    ¡Uff! yaya, me emocioné mucho jajajaja ¡Un beso! por favor sube pronto, no aguanto saber que pasaaaaaaaa <3 <3 <3 y aquí una nueva fiel lectora :3

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  6. Y me vine para acá.... porque la segunda... ¿es la vencida? ah no la tercera claro! Gaiiiiouuuu QUE MOMENTO PAPAAAAAAAAAAAA! me encantó primero, que no lo quiere lo odia ni lo ve en figuritas y ahora... AHORAAA! mmmm como decirlo, entregó la princesita! jajajajaj borra esa imagen de tu mente, no quiero que te perturbes ni mucho menos, esas amistades facultativas traen esos lenguajes que usted vio..... son terribles jajajaj segundo, ese andate pero por dentro veni pepe que soy toda tuya jksdjdajkakjd ma-tó! tercero- ese miedo y esa ternura que tienen los dos es una de las cosas más dulces que yo he visto en este mundo así que me parece de lo mejor! cuarto- que Ringo sea tan churro no se vale, EXIJO UN CHURRO ASÍ! y ahhhhhhh que dulce, me va a dar un paro un ACV un todo, porque es maravilloso, además como lo narraste, la atmósfera el tema EL TEMA ES.... MORRRRTAAAAAAAAAAAAAL! y me parece que valió la pena esperar a pesar de que te haya querido acogotar más de una vez, VALIÓ LA PENA! SI!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y Bueno gallin.... vocé sei una geniu! jajajajajjajaja mezcle de todo! pero ya creo haberte dicho lo maravilloso de esto y espero que sepas cuanto amo tu nove! Además con este capitulón demostraste ser la grande que sos! I LOVE GAIO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! jajajjajajajajj
    MIIIIL perdones por no pasar antes pero rendí history.... imaginate jajajaja así que, perdonaaaaaaaaaaaame! prometo no retrasarme más! Te dejo de decir pavadas! WE LOVE GAIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!



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