Pasaron tres meses. Durante ese tiempo, la relación con mi
padre se había hecho mas fraterna. Pese a que los dos pasábamos la mayoría del
tiempo fuera de casa, cuando nos veíamos a la noche lo pasábamos bien,
charlando y comentando las cosas del día. Sin embargo, notaba que algo lo
preocupaba. Según él, eran problemas de dinero y algunas deudas que había contraído,
además de que su hermano, que estaba en Londres se ocupaba poco y nada de unos
minúsculos negocios familiares que tenían, por lo tanto, los problemas recaían
en él.
Mamá había venido a visitarnos por unos cuatros días, mientras
le hacían unos arreglos a nuestra casa de
Londres, donde ella vivía. Esos cuatro días fueron un poquito extraños porque
no pelearon ni levantaron la voz ni una vez. Yo aprendí a cocinar un poco mas
decentemente y me ligué algunos retos por la limpieza de la casa. Según mi madre,
había muchas telarañas pero mi excusa era que no las veía porque soy miope.
También aprovechó para ponerse al día con los chismes junto a Mimi.
Cuando se fue, volví a sentir la misma tristeza y desamparo
que cuando se fue la primera vez, y comprendí que así me sentiría cada vez que
sus visitas terminaran. Mierda, era mi madre y verla irse era angustiante, por
mas que me llamara todos los días.
En esos tres meses, digamos que había acrecentado mi “afinidad”
con Friedrich. Bueno, tanta afinidad no era. Sólo nos decíamos “hola” y “chau”,
y él ya sabía como me llamaba yo. Me seguía pareciendo un tipo interesante y
hasta misterioso, pero nada mas. Y es que no podía sentir algo mas si mi mente
se empeñaba en que recordara a Richard. No tenía noticias de él y John tampoco
me contaba nada. Yo no le preguntaba, para no levantar sospechas. Pero seguía
siendo una tonta ¿qué me costaba ir hasta su casa y decirle “¿Qué tal Rich?
Tanto tiempo”. Nada, no me costaba nada. Pero siempre buscaba mil excusas, que
en realidad ocultaban mi cobardía. Mas que nada tenía miedo a que me dijera que
tenía novia o algo de eso. Maldito
petiso narigón, ¿qué me había hecho? Tal vez me había embrujado, o algo
así.....Pero, ¿para qué, si no me daba bola? Bueno sí, digamos que se me acercó,
pero yo huí. Pero después no apareció mas. Claro, yo podría buscarlo.....En
definitiva, el problema era yo.
Sentada en mi banco, nerviosa, esperaba a que entrara el
profesor de economía. Sería el primer parcial de mi vida y no tenía idea de qué
hacer. A mi lado, se sentó Friedrich.
-Hola Mercy, ¿estudiaste? –preguntó con una sonrisa...perfecta.
-Si pero....no me acuerdo de nada.
-Ese es un síntoma común, no te preocupes. Después vas a ver
como te acordás.
Le sonreí, casi agradecida. Una idea loca se me cruzó: Friedrich
podría gustarme. Si hacía un esfuerzo, hasta podría enamorarme. Y así sí,
Richard desaparecería completamente para mí. En realidad, desaparecería aquello
que nunca fue.
Con Friedrich no pasaría lo mismo. No debía pasar.
Cuando terminé y entregué el parcial, salí al pasillo. Allí
estaba Friedrich, fumando. Debo decir que se veía atractivo fumando, apoyado
contra la pared y con la mirada perdida. Cuando me vio salir se volvió a mi con
una sonrisa.
-¿Y? ¿Cómo te fue?
-Creo que bien....-dudé. -¿Y a vos?
-Bien, me acuerdo muchos temas del año pasado.
-¿Del año pasado?
-Claro. Yo no soy de 1º año, soy de 2º. Economía y geografía
las estoy recursando porque tuve una serie de problemas y las tuve que dejar.
-Ahh... no sabía que eras mayor.
-Si, aunque no se note –rió –Tengo 19. Vos 18, ¿no?
-Si, si –Genial. Era mayor, garantía de madurez.
Del aula salió un chico alto, de cabello casi pelirrojo y
pecas en la cara, que saludó a Friedrich chocando sus manos.
-Te presento a Mercy –le dijo –Mercy, él es George, un amigo
mío.
-Hola George, un gusto.
-Hola Mercy, ¿que tal el parcial?
-Creo que bien –reí.
-Un momento, vos no sos de Liverpool, ¿o me equivoco?
–preguntó Friedrich
-No, soy de Londres, pero hace mas de un año que vivo acá.
-Me di cuenta por el acento.
-Es que ya tengo un acento un poco extraño –volví a reír –Tengo
mezclado lo londinense con lo de Liverpool y si, suena raro. Pero ustedes
tampoco son de acá, ¿no?
-Acertaste, no lo somos. Venimos de Leeds.-contestó George.
-Vamos al buffet, ¿querés venir? –preguntó Friedrich
Ohh...¿este chico está invitándome? Ya está, es para mí.
Bueno, tampoco apurarme tanto....
-Claro, vamos –contesté con una sonrisa inocente, como
disimulando mi anterior pensamiento.
Salimos de aquel pabellón y caminamos por la callecita
arbolada que nos llevaba hasta el buffet. En el trayecto no paré de reírme de
las cosas que Friedrich decía, aunque eran cosas sobre otras materias que ellos
cursaban y yo no, pero me divertía en cómo imitaba a un profesor que al parecer
llegaba un poco ebrio a clase. Mientras, pude observar detenidamente a
Friedrich. Era alto, si, pero su amigo pelirrojo lo era aún mas. Tenia el cabello
negro, enrulado, además de un poco largo, lo que llamaba la atención ya que no
estaba permitido ir con el cabello algo largo a la universidad, pero al parecer,
a él aún no lo habían reprendido.
Su mirada me hacía recordar a la del pequeño Harrison,
profunda y penetrante, salvo que la de George no me producía nada, mas cuando
la mayoría de las veces que me miraba asi, lo hacía para simular que estaba
enojado conmigo, algo que no me afectaba nunca. En cambio, la mirada de
Friedrich....me asustaba. Era demasiado indescifrable para mí, por mas que
dijera cosas riéndose, su mirada seguía igual de misteriosa.
Su sonrisa era perfecta, sus dientes eran parejitos y su risa
también era perfecta, algo que los que nos reímos de forma horrible admiramos
en otra persona, que se ría bien, que parezca que se ríe y no que está teniendo
un colapso.
Llegamos al buffet y vimos que, como siempre, estaba abarrotado
de gente. Friedrich abrió la puerta y me dejó pasar a mí primero. Otro punto a
favor: era caballero.
Caminamos hasta el gran cartel blanco que mostraba la comida
que podíamos pedir, pero antes de llegar pasé delante de una mesa con cuatro
chicos y chicas, y entre ellos estaba Marcia. Sí, otra vez ella.
-¿Ya no te alcanza con uno que andás con dos, Wells? –dijo
mirando provocadoramente a Friedrich y a su amigo.
-Marcia, por favor....-dije muerta de vergüenza por lo que
la zorra acaba de decirme delante de los dos chicos.
La rubia sólo me sacó la lengua y siguió tomando su café y
charlando como si no hubiera dicho nada. Yo me volví hacia el cartel, donde los
chicos elegían.
-No le hagan caso, está loca –dije todavía avergonzada.
-No te preocupes, se nota qué clase de tipa es –contestó
Friedrich. Otro punto a favor: reconoce a las putas.
Luego de encargar tres cafés nos sentamos en una mesa lo
suficientemente alejada de Marcia, que siguió dedicándome miradas furtivas.
Ellos siguieron hablando de sus materias y me preguntaron qué tal iba yo con
las que cursaba. Después siguieron hablando de fútbol, y pese que no entendía
mucho, me seguí divirtiendo con sus comentarios.
-Hola.....Hola....Señorita ¿puede atenderme?
-Ah, ah, disculpe señora.....-me quería matar, tenía una
clienta enfrente mío que me hablaba y yo colgada pensando en cualquier cosa.
Le di a la mujer lo que quería, le cobré y le volví a pedir
disculpas por mi distracción. Cuando me di vuelta, aún colorada por los
nervios, me topé con Cris.
-Supongo que viste todo....-dije resignada.
-Si...¿qué te pasa?
-Estoy preocupada por las notas del parcial, mañana me lo
entregan.....
-Tranquila, si te fue mal no importa. Yo sé que estudiaste.
-Gracias....
-¡Aquí llegó por quien lloraban! –otra vez John por la
puerta trasera.
-Nadie lloraba por vos
-No hablo con vos Wells. Cris, el sábado tocamos y quiero
invitarte de vuelta.
Lo miré bien. Ya no se veía
sonrojado, nervioso y hasta inseguro. Ahora estaba resuelto y confiado.
-Perfecto –respondió Cris con entusiasmo mal disimulado.
Pero tanto John como yo la miramos asombrados. ¿Cris,
saliendo con...con....un pendejo como Lennon? Le había visto muchos tipos y John
era la antítesis de todos ellos.
-Genial –respondió John tratando de parecer tranquilo. –Te veo
el sábado a las 20.30. Acá tenés tu entrada y de la bebida no te preocupes,
pago yo –le dio la entrada y se fue alegremente, silbando. Antes de que pudiera
decirle algo, Cris ya se había desaparecido.
Tamborileando los dedos sobre el banco, esperaba que entrara
el profesor. Antes de que lo hiciera, entró Friedrich, que saludó a su amigo y
luego se sentó a mi lado.
-Hola Mercy –saludó -¿Nerviosa?
-Bastante. A vos no te debe pasar nada porque estás
acostumbrado, pero éste es mi primer parcial.
-Estuve igual que vos, pero tranquila, seguro que te fue
bien.
El profesor entró con paso cansino, libros bajo el brazo y
una pipa en la boca. Dejó los libros sobre el escritorio y esperó a que en el
aula no se escuchara ni el sonido de una mosca.
-Buenas tardes –dijo, y todos respondimos a su saludo –He
corregido los parciales. No están mal, pero tampoco son algo del otro mundo.
Tuve consideración porque la mayoría son ingresantes y no saben de qué va un
parcial, están mal acostumbrados a la escuela secundaria.
Escuchar eso me tranquilizó, y aún mas me tranquilizó el 7
que vi en mi parcial cuando me lo entregaron. Aunque claramente la nota era por
lástima, como le había pasado a la mayoría. Al lado de otras notas, como por
ejemplo las de Friedrich, mi 7 de lástima era algo muy pobre, pero un buen
comienzo.
Cuando regresé a mi casa, me dispuse a comenzar con la cena,
pensando en cómo serían las notas de los próximos parciales, cuando ya nadie
tuviera consideración de los ingresantes. Todo me asustaba mucho.
El timbre sonó y cuando abrí me encontré a John.
-¿Cómo te fue? –peguntó ansioso.
-Me saqué un 7
-¡Esa es mi hermana! Te dije que arrasarías en esa
universidad de mierda.
-John, jamás me dijiste eso
-¿No? Entonces soñé. No importa, ¡vamos a festejar, a tomar
algo!
-Ah, ya veo porqué viniste a preguntarme...Necesitabas una excusa
para tomar alcohol.
-Vamos.....si a vos te gusta también. Y no pienses que soy taaaaan
interesado. Realmente quería saber cómo te había ido.
Sonreí, sabía que decía la verdad pese a que me hacía la que
no le creía.
-No sé si pueda, estoy haciendo la cena y....
-Terminá la comida y vamos.
Dudando, entré de vuelta a la cocina y terminé la cena. Mientras
John esperaba impaciente y hacía críticas acerca de mis habilidades de chef.
Cuando terminé, le tiré por la cabeza el delantal que tenía puesto y busqué un
papel y un bolígrafo, para dejarle una nota a mi padre.
“Papi:
Fui a tomar algo con John porque me
saqué un 7!!! Te dejé la comida hecha, sólo tenés que calentarla. Volveré antes
de que te vayas a dormir. John me acompañará.
Un beso,
Tu super hija, Mercy.”
-Super hija –leyó John –Entonces yo soy un Premio Nobel...
-Callate y vamos. Ah, no pienso cambiarme.
-Mejor, así no tengo que seguir esperándote.
Salimos apurados y antes pasamos por la casa de Paul que
enseguida se unió con nosotros y con Abby, con quien por suerte ya se habían arreglado
las cosas. Después buscamos al pequeño
George.
-¿Puedo invitar a Juliet? –preguntó una vez que le contamos
el motivo de nuestro festejo.
-¿Quién carajo es Juliet? –dijo John
-La novia –me burlé, y Harrison me calcinó con la mirada.
-No es mi novia. Es mi amiga.
-Una amiga a la que le tenés ganas.
-John no hables así –le di un golpe en el brazo y él sólo sonrió
burlonamente.
-¿Puedo o no puedo?
-Está bien, mas vale que sea linda.
Por suerte, Juliet era linda. Digo, vivía cerca (?) Esperamos
en la vereda mientras George hablaba con ella y la chica trataba de convencer a
sus padres de que la dejaran salir, ya que era día de semana y encima bastante
tarde. Al final, obtuvo el permiso.
-Hola –saludó con algo de vergüenza.
-Hola saxofonista
Río por mi saludo y George le presentó al resto de los
vagos. Paul no paraba de hacerle preguntas sobre música porque estaba
impresionado porque ella tocaba el saxo, y George no paraba de mirar a su amigo
con ganas de asesinarlo.
Llegamos al Ye Crake, un lugar que ellos frecuentaban mucho,
pero al que yo no había ido nunca. John saludó al dueño a los gritos y buscamos
una mesa donde sentarnos.
-¿Cervezas? –peguntó Paul
-Si –respondieron todos.
-Juliet, ¿vos también? –dije sorprendida –No parecías
así....
-Juli no es lo que parece –dijo George, lleno de picardía,
logrando que la chica se sonrojara.
-Yo quiero ginebra.
-Wells, estás loca –dijo John –Tomá algo normal.
-Dije que quiero ginebra. Estamos festejando MI parcial, por
lo tanto tomo lo que YO quiero.
-De acuerdo....pero sólo por ésta vez
Tomamos tranquilos. Bastante. Digamos que yo ya me estaba pasando
de la raya, lo que ocasionaba que John me mirara cada vez con mas severidad,
mientras los otros solo se reían.
-Mercy dejá de tomar alcohol, cuando prendas un cigarrillo
explotarás –dijo Paul muerto de risa
-Callate Macca –le saqué la lengua, como siempre le hacía
–Vos sos el menos indicado para hablar.
-Esta chica tiene mas alcohol que una farmacia –rió Abby
-Bestia alcohólica –agregó George
-Bué, bué, no se pasen con las críticas. Mmm......ya se está
haciendo tarde, será mejor que me vaya....
Me puse de pie, y vi a Marcia entrar al local ¿Qué hacía esa
rubia ahí? Miré a John, que apenas se giró, mas que nada para mirarle.....el
culo. Hombres.
Justo en ese momento, Abby seguía bromeando acerca de mi
inclinación a la bebida y alcanzé a ver como Marcia me hacía caras de desprecio.
No me gustaba odiar, pero esa mujer casi me obligaba a hacerlo.
Al fin me despedí y caminé rumbo a casa acompañada por John,
que no paraba de hablar de un sinfín de estupideces, casi todas cosas de hombres
que me daban asco, pero me las bancaba porque era mi querido hermano.
Decidí cortarle su monólogo con una pegunta bien directa.
-John, ¿qué anda pasando con Cris y Marcia?
Se quedó callado, casi perplejo por la semejante pregunta.
-Pues....nada.
-¿Nada? ¿Qué pasa con Marcia?
-Nada.
-Te vi como la mirabas.
-La miré como miro a todas. No empieces con eso....
-Está bien. ¿Y con Cris?
-Nada tampoco. O sea....me gusta, me encanta, pero no sé si
quiero estar de novio y esas cosas, porque no me gustan. Quiero salir con ella,
eso es todo.
-La querés conquistar.
-Exacto. Además....si me pongo de novio será para problemas,
mas que nada con Mimi, pese que no vivo mas con ella, hará un escándalo porque
Cris me lleva como diez años. Mas vale espero a ser un poco mas grande. Mientras
tanto, vivo el momento.
-Ustedes son todos iguales.
-No me vengas acá con tu feminismo barato.
-Uff.....
-En serio, no me jodas –dijo con tono cansado
–Además....como ella es mas grande, quiero que tome la iniciativa, estoy harto
de ser siempre yo.
-¿La iniciativa?
-Claro, que se me tire encima y me arranque la camisa y....
-Ya, ya, ya entendí –me tapé los oídos mientras me reía.
Seguimos caminando, ésta vez en silencio, hasta que él lo
cortó.
-¿Y vos qué onda con Richard?
Lo miré. Tenía una media sonrisa. Claramente, se estaba
vengando.
-Nada –utilizé su misma respuesta
-¿Nada de nada?
-¡Si no lo vi mas! –exclamé algo exasperada, aunque no
quería.
-Mmm....pero tampoco preguntás....
-¿Qué sabés vos de él? –mierda, me había traicionado a mí
misma pareciendo tremendamente ansiosa por saber alguna novedad.
-Aya.....¡como te interesa, eh!
-Vamos John, no te rías de mí....-dije avergonzada
-Si querés saber, preguntame. Prefiero mil veces que me
preguntes por Richard y no que me hables de ese tal....Friedrich.
Lo miré seria. En la noche había nombrado dos o tres veces a
Friedrich y no había visto sospechas en nadie, salvo en John, pero él era un
celoso, y por lo tanto, no tenía que hacerle caso.
-No pasa nada con Friedrich, sólo es un compañero con el que
apneas hablo. Y si pasa algo, ¿qué? ¿Vos tenés algún problema?
-No, ninguno. Pero los problemas los podés tener vos. No
está bien meterse con alguien para olvidarse de otro.
-Bien dicen que un clavo saca a otro clavo.
-Pero en el medio te podés martillar un dedo.
-No te hagas el filósofo....
-O te podés lastimar y tenés que ir corriendo al hospital a
que te pongan la inyección antitetánica o....
-Cortala.
Obedeció y no dijo mas nada durante todo el camino. Cuando llegué
a casa comprobé que mi padre estaba cenando y mirando televisión, y volví afuera.
-Chau hermano horrible.
-Chau chaparrita. Al final no te dije nada de lo que sé: vi a
tu príncipe azul montado en un pony
-Andate a la mierda.
Rió y volvió ponerse serio.
-Mentira, lo vi, está trabajando o algo así me dijo y....
-No me importa –lo interrumpí –Ya no me interesa. Chau,
mandale saludos a Stu y decile que deje de pintar y salga un poco mas.
John me miró algo contrariado y se fue. Saludé a mi padre,
me felicitó por mi nota y cené algo con él. Después, limpiamos y acomodamos la
cocina, yo lavé los platos y él los secó y se fue a dormir.
Me bañé y lentamente acomodé algunas cosas desparramadas por
mi habitación, y me acosté.
En mi mente se salpicaron algunas imágenes de lo sucedido en
el día, y al último, John hablando de Richard. Richard. Otra vez Richard.
¿Sería posible que estuviera tan enamorada de ese chico que ya hacía meses que
no veía? ¿Qué carajo me pasaba con él? Cerré los ojos con fuerza, como para llamar
al sueño y para demostrarme a mí misma que era fuerte, que tenía que terminar
de una vez con eso. Y podía terminarlo sola, o con Friedrich, o con otra persona.
Porque sí, Friedrich me estaba gustando, así, sin hacer ningún esfuerzo, porque
él era encantador para mí. Sonreí, por una vez creía que iba a tener suerte.
Pero todo eso quedaría para mas adelante. Para mucho mas
adelante.
UUUUUh me encanta como quedan Friedrich y Mercy, aunque Ringo es él. ''Pero siempre buscaba mil excusas, que en realidad ocultaban mi cobardía.'' Con esa parte me sentí muy identificada, me pasa algo similar a lo de Mercy con Richard, creo que ya te conté alguna vez jaja.
ResponderEliminarAaah George, es muy lindoo. Me encanta cuando Mercy pidió ginebra, es una ídola. Y Stu que anda pintando, pintame esta! Ah que jaja (Omitir ese comentario)
A mi me gustó el capítulo, y me voy preparando para el que viene :) ...
He leído tu fic,
ResponderEliminarsin saber que encontrarme.
Entonces vi al Xic,
que venía a buscarme.
¡Cuán feliz fue mi bar
cuando sin el menor problema
la invitación de John pude aceptar!
¡Y qué gran mierda de poema
estoy intentando escribir y montar!
Espero que la musas disculpen
mi suprema inutilidad.
Zeus quiera que no escuchen
esta imbecilidad.
Cristina Gacía Lorca Hernández Alberti Neruda de Todos los Santos. Primeros años. Ciclo del amor. Extraído de la obra "Antología poética del disparate o de cómo puede llegar a maltratarse la lírica", Editorial Deja ya las drogas, año 1347.
Te dije que hoy me había levantado con ganas de componer cantos y odas o no? jaja. Después de maltratar tus ojos con estas palabras que acabo de escribir (cosa que demuestra que el que una inútil en el tema intente hacer poesía también es una arma muy potente de destrucción masiva), paso a comentarte.
Primero, el sermón. Disculpa que no lo haga en verso, pero... Vamos a ver! Tú estás boba o qué??? Vale, que sea un capi de transición o todo lo que tú quieras (bonita expresión, por cierto, jajaja) pero a mí sí que me ha gustado mucho! Además, lo encuentro un capi muy necesario. Que por qué? Primero porque vemos que Mercy NO ha muerto tal y como suponía su madre ni de inanición ni de lepra a causa de la mierda acumulada durante su ausencia. Bueno, son madres, es lógico que piensen esas cosas.
Segundo. Porque vemos que Mercy de nuevo es lo más cabezota que hay encima de las islas británicas. Joer, qué manía le ha entrado entre ceja y ceja de quitarse de la cabeza al Richard! Vale, sí, que este chico es tontete y cuando pudo tenerla pues iba mareando la perdiz, pero... Jolines, Mercy... Sí, también acepto que el Friedrich ese es cuanto menos interesante, con su aire de intelectual y madurez... Pfff, pero no! No puede ser! Me cae bien ese chaval, sí, pero no puede ser de todas las maneras! NOOOOO! Me niego a aceptarlo! XDDD Bffff... Además está lo otro, que Mercy y Richard vive inmersos en "una tontería" muy grande versión "no voy a preguntar ni a interesarme por el otro/a" hasta que el otro no pregunte por mí. Un círculo vicioso del que se es difícil salir.
Bueno, bueno. Más cosas. Esa invitación de John :3 Bueno, sí, para qué no voy a aceptar? Joer, es un peque a mi lado, pero oye... Que un dulce no amarga a cualquiera, no? Juasjuas. Morí de risa con sus sucias intenciones. Que no juegue! QUE NO JUEGUE QUE ME TIROOOO! XDDDD Y cuando me tire... CUANDO ME TIRE! AY, CUANDO ME TIRE! Que el señor lo pille "confesao" por si acaso porque se lía parda. Jajajajajaja. Y bien, pobrecico. Tiene 18 años. Es Lennon. Por tanto, es un saco de testosterona con patas. Normal que mire culos de zorrones por ahí, aunque joer, la Marcia esta lleva todas las papeletas de quedarse calva. O peor, muerta. Y es que, lo del culo es lo de menos. Lo que me carga son los comentarios que hace sobre Mercy pobre... Que es que me dan ganas de pillar a la putón ésta y meterle una hostia que morimos las dos: ella del impacto y yo de la onda expansiva, jajajajaja.
Siguiente. El merecido 7 de Mercy. Ni lástima ni leches! Da igual por qué le haya puesto el profe esa nota! La cuestión es que la tiene y punto! Y hay que celebrarlo! Me moló el grupillo que hicieron! Con saxofonista incluida y todo (yo sé de un enano comilón que quiere matar a cierto Paul... XDDD ). Vale, al principio lo de la ginebra me hizo gracia, pero cuando ya empezó a beberla como si fuera la Reina Madre (en gloria esté, aunque sé que su cadáver no se habrá podrido porque está conservado en alcohol... XD ) pues ya me empezó a mosquear... No sé, no sé... Una borrachera está bien, dos, tres, cuatro, o quince... Pero que eso empiece a convertirse en un habitual... ¬¬
Y bueno, la conversación de hermanos del final me mató de la ternura! Ya tenía yo ganas de volver a ver a John y a Mercy volviéndose a contarse las cosas! :3 Aunque no hayan sacado mucho en limpio de lo que se han dicho... Aún así, me encantó!
Sube pronto!!!!!
Y comentario redactado,
ya se ha acabado.
XDD
No! no está feo! ¬_¬ Será de "Transición", pero sigue siendo genial.
ResponderEliminarYa el Friedrich me está enamorando incluso a mí, hasta la risa la tiene perfecta, y lo digo yo que también tengo problemas con la risa/colapso. Y es que lo describes como el típico hombre perfecto, con los rulitos largos y la sonrisa bien parejita. Hasta tiene identificador de zorras, un agregado muy importante ;)
Cuando leo este fic, como que me asusto con todo el tema de la universidad :| Yo entro el próximo año y ya hasta me da miedo de la nota que saque en mi primer parcial, y eso que ni siquiera he elegido carrera. Al menos Mercy se sacó un 7, de consuelo, pero se lo sacó.
John siempre me mata de la risa en todos los capítulos XD Se pone bien filósofo y luego entra a hablar de la antitetánica (?) Me da risa lo sobrepotector que es con Mercy a pesar de que siempre quiera verse como al que nada le importa.
Jajajaja y sus intenciones con Cris son bien sucias XD Y hablando de eso, qué tramará ella con aceptar salir con él...
Juliet, saxofonista y guapa, le llegó una bien buena al pequeño George, que en cada capítulo, me mata de ternura :3
Mercy es una borracha, y harto que critica a John! Y como dice ella, un clavo saca a otro clavo, depronto ese clavo puede ser Friedrich y de una vez superar a Richard
Y bueno, lo repito, no estuvo feo, todos tus capis son geniales. Espero que actualices pronto porque ya me dejaste con la gran duda.
Un saludoo!
Richard:cccccccccc
ResponderEliminares lo que quiero yo(8
Ok no:c
Pero no fue un capitulo feo a mi me gusto muchisisisimoc:
Friedrich:3 Ay! como que hasta yo me estoy enamorando de el :3 pero yo me quedo con mi Paulie:)
Akjjasdfkjsajdkjasdkjs ya quiero saber que va a pasar ay dios ay dios!
En serio que si me haces llorar
te ganas 100 puntos a favor xD
Ya quiero:3 sube sube sube:D
Julie y George:3
son tan lindoooos*-*
Todos son lindos excepto,
Marcia-.- que fea es:c
Bueno en fin espero subas pronto chao:D